Hijos descontrolados
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mis 4 hijos siempre fueron unidos, aunque a veces peleaban, se amaban entre ellos.
Todo empezó un día como cualquier otro, yo soy ama de casa, y mi esposo trabaja casi todo el día, así que yo me quedo a cuidar los niños.
Yo normalmente tomo una siesta en la tarde, pero ese día no podía dormir por un insomnio que me afectaba.
Así que solo me quede en la cama sin hacer nada.
Fui a la cocina, haciendo silencio porque pensé que los niños también dormían.
Pero al pasar por el cuarto de los chicos, vi que ninguno estaba (los 3 chicos comparten la misma habitación) pero escuche sonidos que venían del cuarto de mi Lucia.
La puerta estaba cerrada, y para no interrumpir nada, me asome por el agujero de la llave.
Y no puede creer lo que vi.
Mi hija Lucia estaba en ropa interior, bailando de forma sexy.
Escuchaba la voz de mis hijos, pero por el agujero no podía verlos, así que solo me quede con esa imagen.
Me retire sin hacer nada, solo quedándome con la duda de que estaba pasando exactamente.
Esa noche todo transcurrió con normalidad, nadie dijo nada, así que pensé que sería un secreto.
Eso ocurrió un sábado, día que los niños no van a la escuela, así que para tener mejor noción de lo ocurrido, compre una cámara con micrófono, de las pequeñas para esconderse bien.
Cuando los chicos fueran a la escuela, aproveche para ponerla en el cuarto de mi hija, buscando el mejor punto, y lo coloque escondido en una esquina, para que filmara casi toda la habitación.
Entonces luego de eso solo quedo esperar que fuera sábado de nuevo.
Cuando los chicos y yo nos quedamos solo, les dije a ellos que yo me iba a dormir, que se porten bien, lo cual claramente no iba a ser así.
Encendí mi computadora que estaba conectada a mi cámara, para ver en vivo lo que ocurría.
Luego de unos minutos llegaron los 4 a la habitación de Lucia.
Entonces Lucia dice, ¿quiere jugar a la botella con strip? Y todos los chicos le dieron que sí.
Yo no podía creer lo que dijo.
Los 4 se sentaron en un círculo y empezaron a girar la botella.
Al que apuntara tenía que sacarse una prenda.
Poco a poco se fueron despojando de su ropa, y mis hijos se quejaban de Lucia que se sacaba una zapatilla y una media a la vez, que le decía que ambas eran la misma prenda.
Llevaron unos 20 minutos jugando y yo observando, y entonces Marcos solo le quedaba su bóxer, y entonces la botella lo apunto a él.
Pensé que él se acobardaría, pero no, es más, parecía muy feliz de quedar todo desnudo.
Y todos le decía, perdiste jajaja.
Entonces Marcos salió del círculo todo desnudo, y entonces Lucia dice.
Muy bien, nueva regla, el próximo que pierda, tendrá que hacer “cositas” con Marco.
Yo me quede paralizada, ¿Qué quiso decir con “cositas”? ¿y si tocaba uno de mis hijos, que pensaba hacer? El juego seguía, y mientras se quedaban con menos ropa, Marcos desde la cama de mi hija observaba y se tocaba su pene, no lo podía creer.
Y Manuel y Martin quedaron solo en bóxer, el próximo en señalarse perdía y tendría que hacer esas “cositas”.
La botella giro, y eligió a Martin, y el parecía contento, y se despojó de su bóxer.
Manuel se quedó en bóxer, y mi Hija aún tenía ropa interior y una camiseta.
Lucia dijo, bueno tienes que cumplir tu “castigo”.
Y Marcos le dice más bien mi “recompensa”.
Yo no entendía nada de lo que hablaban hasta que lo vi.
Martin y Marco se subieron a la cama de mi hija, y se empezaron a besar.
No podía creer lo que miraban, mis hijos se besana entre ellos, y empezaron tocar sus penes.
Por la cámara pude ver como sus penes se ponían duros, así como el pene de Manuel empezaba a crecer dentro de su bóxer.
Manuel decía, yo quería eso, Lucia le responde, tranquilo a ti te toca esto.
Y se levanta la camiseta y el sostén, dejando al descubierto sus tetas, que era bastante grandes, estaba muy desarrollada a su edad.
Manuel al ver esto, se bajó el bóxer y se abalanzo hacia las tetas de Lucia.
Jamás imagine ver esto.
2 de mis hijos estaban lamiéndose los penes el uno al otro, y mi hija le chupaba el pene a mí otro hijo, mientras él le chupaba sus tetas.
En un momento Lucia dice, alto, no terminen aun, hoy quiero que hagan algo nuevo.
Yo no sabía que más pensar que les iba a hacer.
Hijo a mis 3 hijos acostarse desnudos en forma de triángulo, de tal forma que cada uno lamita el pene de otro, formando una cadena.
Lucia les dijo, eso es, chupen tanto como quiera, háganse terminar.
Mientras ella observaba y se masturbaba.
No podía creer las cosas que mi hija hacia hacer a mis hijos.
Luego de un rato, Lucia dice, sigan, no paren, y ella se para encima de ellos, y empieza acorrerse, bañando a mis 3 hijos de sus jugos, mientras ellos no dejaban de mamarse.
Poco a poco se fueron corriendo mis hijos, cada uno llenando de semen la boca del otro.
Al terminar todos fueron al baño y se cambiaron de ropa, salieron del cuarto, y siguieron sus vidas como si nunca nada hubiese pasado.
Yo me quede con la mente en blanco, nunca supe que hacer.
Pero eso no termino allí, cada sábado las cosas se repetían, y hacían cosas cada vez más increíbles.
Entre las cosas más “suaves” recuerdo una vez que hicieron un sorteo para uno de los 3 chicos, el ganador, recibiría una chupada de pene de Lucia, y los otros 2 lamería cada uno una de sus bolas, hasta hacerlo correr.
Hasta cosas muy “atrevidas” como que los 4 saldrían desnudos del cuarto, y no sé a dónde fueron que regresaron muy excitados, tal vez salieron al jardín desnudos buscando riesgos.
Cosas “bizzarras” como hacer que los 3 se corran en un vaso, tanto como pueda, y luego los 4 bebían de él.
Como también cosas “asquerosas” como cuando Lucia trajo un pedazo de carne de la carnicería, le abrió agujeros he hizo que mis 3 hijos follaran ese pedazo de carne hasta no poder más.
Y lo más “fuerte” que jamás he visto.
Un sábado mi hija trajo un recipiente grande, (no era mío, imagino que ella lo compro) y todos, orinaron y defecaron en él.
Cuando vi eso, quede aún más paralizada, ellos parecían divertirse, y luego serraron el recipiente y lo tiraron a la basura.
No parecían tener límites, que harían cualquier cosa para satisfacer sus deseos.
Eso me quedo claro cuando Lucia le pidió a sus hermanos que la amarraran y taparan los ojos, y que le hicieran lo que quieran.
Le pasaron sus penes por todas partes, termino con semen hasta en los pies, y al final la orinaron.
Jamás les dije nada, y hasta el día de hoy sigo espiándolos cada sábado.
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