Historia Familiar
La historia de una madre insatisfecha que descubrirá un mundo de placer en la epidemia. .
Parte 1
Soy Marta tengo 39 años, vivo con mi querido esposo Marcos tiene 42 años, mi hijo Fabián de 15 años y mi pequeña niña María de 5 años.
Soy una mujer algo pequeña mido 1.65, peso 56 kilos, mi cabello es castaño, mis ojos son cafés miel y mi cuerpo es sexy pese a que no tengo mucho busto o trasero.
Desde hace unos años la actividad sexual con mi esposo ha decaído mucho así que aprovecho cuando no hay nadie en la casa para masturbarme. Lo hecho en todos lados las habitaciones de mis hijos, la sala, el comedor, en el baño y la ducha. Llegó un momento en el que mis dedos eran poca cosa para mí así que comencé a usar cosas de los diferentes lugares donde lo hacía muebles, trastes, botellas, todo lo que estuviera a la mano para usarse.
Por la pandemia toda mi familia se ha quedado en casa así que no he podido masturbarme, aquí fue donde me di cuenta de lo lujuriosa que me había vuelto pues solo pensaba en masturbarme cuando veía algunas de las cosas con las que lo hacía, hacerlo en el baño mientras me duchaba era muy aburrido y mi marido en la cama seguía igual a siempre así que no tenía muchas opciones para sabia esta sed de placer.
Una noche se me ocurrió salir de mi habitación de noche y hacerlo como si no estuviera nadie, cada vez que lo hacía la adrenalina y la lujuria me llenaban toda. Hasta el punto que llegué a hacerlo en las habitaciones de mis hijos con ellos ahí durmiendo tomando sus cosas para meterlas dentro de mi mojada vagina.
Una noche que lo estaba haciendo en el sofá con el control de la televisión escuche como mi hijo abrió su puerta y se dirigió al baño, cuando cerró la puerta del baño seguí con lo mío, envuelta en el placer deje de pensar hasta que una voz me detuvo de mi momento.
«mamá ¿qué estás haciendo?»
Me levante apenada tapando mis partes expuestas viéndome frente a frente con mi hijo su cara mostraba excitación y pena, nos quedamos observándonos unos segundos hasta que el dio la media vuelta y se fue a su habitación sin decir nada.
Parte 2
Al día siguiente era incómodo ver a mi hijo, no podía verlo a la cara por la vergüenza de que me viera desnuda mastirbandome pero también sentía excitación al pensar en eso. En la noche después de él se fuera a su habitación estaba más mojada que de costumbre pero no puede ser que mi hijo me pusiera así.
Esperando un momento donde pudieran hablar sin que su padre y su hermana estuvieran Fabián se acercó a su madre.
«¿mamá podemos hablar en la noche? »
«si cariño…»
«bueno te espero en mi habitación»
Al caer la noche después de que su esposo se durmiera Marta se dirigió a la habitación de su hijo apenada por la situación. Al entrar ambos se sentaron en la cama frente a frente, Marta tomó la mano de su hijo.
«mira Fabián, lo que viste ayer es algo normal en el ser huma…»
Fabián interrumpió a su madre con la mirada clavada en la cama y una voz temblorosa y apenada.
«…no era eso de lo que quería hablar…»
«¿entonces cariño?»
«… Mamá después de lo que vi ayer… No Puedo dejar de pensar en ti… Tu cara apenada… tus pechos… Tu cuerpo desnudo y expuesto…»
«cariño eso no está bien…»
Fabián sin poder controlarse le robo un beso a su madre.
«… Vamos mamá solo una vez…»
Ella sin saber como reaccionar solo se quedó callada a merced de su hijo. El la siguió besando recorriendo su boca hasta su cuello con sus labios, coloco una de sus manos en su trasero y comenzó a apretarlo.
«… Mamá, quítate la camisa… «
Ella con una mirada apenada y lujuriosa por la situación solo asintió y retiró su camisa. Su hijo la beso y metió la mano dentro de su brasier acariciando su pecho y su pezón. Ella apenada se separó un poco de sus labios
«no seas tan brusco cariño…»
Fabián levantó su brazier, Marta con una cara más que apenada volteo hacia otro lado, Fabián acercó su boca a uno de sus pechos y comenzó a chuparlo. Acariciando, chupando y mordiendo el pezón su madre comenzó a soltar pequeños gemidos de placer uno tras otro cada vez más fuertes. Su madre con la voz cortada repetía una y otra vez.
«Fabián para por favor…»
Fabián se separó del pecho de su madre y la beso lleno de pasión.
«…por hoy pararé, pero de ahora en adelante eres mía mamá…»
Marta dudosa por todo lo que había pasado respondió sin pensar lo que decía.
«si cariño…»
Buen relato, se agradece. Solo trata de finalizar tu relato de la misma forma en que lo empiezas. Me refiero a que iniciaste el relato contándolo en primera persona y de un momento a otro cambiaste a tercera.
esta bueno