Historia real con mi mamá
Esta es una historia 100% real que pasó cuando era chico y ahora tengo 27 .
Cuando era chico tenía muchos pensamientos de incesto en especial con mi mamá, me calentaba mucho pensar en ella, recuerdo que a los 12 cuando empezó mi despertar sexual empecé a masturbarme con su ropa interior, la robaba a escondidas, empecé por olerla y después me masturbaba con ella, incluso me venía en ella y nunca me dijo nada aunque seguramente se dio cuenta ya que no era muy cuidadoso, pero por fin pude tocarla una vez que nos quedamos a dormir juntos, (era normal porque siempre fuimos muy unidos) yo era muy tímido pero como dormiamos de cucharita, la abrace y sentí sus nalgas en mi verga, eso me calentó muchísimo porque nunca había sentido unas nalgas y lentamente me animé a rozar sus pechos, primero como si fuera por accidente como moviéndome dormido, poco a poco con la palma completa en una de sus tetas y después hasta agarrarla descaradamente como si fuera mi mujer aunque siempre con muchísimos nervios de que despertara.
En ningún momento sentí resistencia, tal vez estaba dormida o tal vez le gustaba, no lo sé pero esa noche aunque fui agarrando confianza, no pasé de tocarle los pechos por debajo de la blusa.
Los días siguientes se fueron viviendo cada vez más intensos, yo le pedía dormir con ella todas las noches, ella siempre accedía y ya le agarraba las tetas sin miedo cuando se dormía, le llegué a besar los labios de piquito muy rápido porque tenerla de frente me ponía nervioso por si despertaba y una noche que nunca olvidaré le bajé la ropa interior le besé la concha peluda, olía muy rico y para mí era la primera vez que veía una y más aún pasarle mis labios, era un sueño. Ella no hacía ningún ruido, ninguna queja o algo para que parara y ahora que lo pienso, después de tanto, seguramente sí se dio cuenta pero no quiso que parara.
Llegué al punto de que me saqué la verga de lo caliente que estaba y se la puse en la entrada de la vagina, quería metersela y que mi madre fuera mi primera mujer, pero no me atreví a meterla por miedo a que despertara y qué pasaría. Fue una sensación hermosa tener la cabeza de mi pene en la entrada de la vagina de mi mamá, un sentimiento hermoso que nunca llegué a sentir con otra mujer, tenerla acostada boca arriba dormida y con la vagina al aire libre prácticamente me hacía venirme pero no me atreví a más, cuando se movió ligeramente, paré de hacerlo y me fui a dormir. Tarde mucho porque estaba muy caliente.
Ahora de adulto estoy casi seguro de que ella se dio cuenta y le gustó lo suficiente como para no detenerme, me arrepiento de no haberle metido la verga en ese momento porque tal vez y sólo tal vez entonces ella ya con mi verga adentro habría empezado a moverse y coger junto conmigo, empezando así una hermosa vida sexual con mi mamá
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