HISTORIA REAL DE INCESTO. PARTE IV
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Chuponazo.
-EL DESPERTAR DE LOS SENTIDOS- -Aquel verano fue malo, muy malo, ver a mi madre exhibirse y luego ver a mis padre follar hizo que me llegara a masturbar hasta seis veces al día, ese verano me acuerdo que me lo pase la mitad castigado el no tener contacto con mi madre me hizo huraño, estaba de mal humor permanentemente y como dije los castigos fueron frecuentes. Desde ese momento empece a fantasear y a soñar con penetrar a mi madre, pero siempre forzándola. Es curiosos por que hasta ese momento nunca había tenido esos sueños, cuando me despertaba, seguía fantaseando con hacerlo, ya os digo que me masturbaba compulsivamente para tratar de tranquilizarme. Pero gracias a Dios el verano paso y volvimos a nuestra casa, durante unos días yo no pude espiar a mi madre como me hubiera gustado, pues el colegio no había empezado y el estar mi hermana siempre en casa me impedía estar a solas con mi madre. El primer día de colegio mi hermana se fue a jugar con sus amigas, yo llevaba tanto tiempo sin estar a solas con mi madre que no sabía muy bien que hacer, cuando llegamos a casa me acuerdo que mi madre hizo unas cosas y enseguida me dijo me voy a bañar, yo no la seguí me quede un rato pensando en que hacer, pero al final me acerqué al baño, la puerta estaba completamente abierta y mi madre estaba acabando de desnudarse, yo me quede pasmado mirándola, ella actuaba como si no estuviera yo, hizo lo de siempre, y se metió a bañar. Realmente no sabía como actuar, me daba vergüenza por una parte quería demostrarla que era mayor, pero por otra estaba deseando que mi madre me masturbara como había hecho tantas veces. El caso es que mi madre acabo de ducharse se vistió y yo seguía vestido y con mi polla a reventar, me tuve que desahogar yo solo y pensé en lo tonto que era por desaprovechar la ocasión. Así que al día siguiente en cuanto mi madre entró en el baño la seguí y me desnude totalmente. -Ese día mi madre se me quedó mirando, nunca me había sentido observado por mi madre, ella se metió en la bañera como siempre pero esta vez me miraba, ella siempre se bañaba como si yo no estuviera allí. Sentirme observado me excitó muchísimo, sentía mi polla completamente erecta. Por aquella época mi pene alcanzaba la total verticalidad, y cuando estaba tan excitado sentía hasta dolor. Al salir del baño se seco delante mío, no podía soportarlo, creo que se dio cuenta me sentó en el water y comenzó a masturbarme, me corrí enseguida, mi semen salio volando y fue a la cara y al pelo de mi madre. Creo que se sorprendió, desde la ultima vez que me había masturbado habían pasado cerca de tres meses, yo ya me había percatado que mi semen era blanco y aunque todavía no soltaba mucha cantidad, creo que ya era como el de los adultos. Además me habían salido más pelos en el pubis y en las piernas y notaba como había crecido comparandome con mi madre, ese verano había tenido mi primer estirón. -No sólo había crecido en altura, me empezaba a dar cuenta de los cambios de actitud de mi madre. Me pajeaba mas enérgica de lo que lo hacía antes, también parecía que ahora le gustaba, antes mientras lo hacía tenía una sonrisa picarona, pero a la vez dulce, ahora no sonreía me miraba y miraba mi polla y por primera vez me cogió los huevos. –Aquello hizo que me volviera a correr, la segunda vez menos cantidad y la tercera prácticamente solo salio el liquido pre-seminal transparente. Una vez acabó se levanto y me acuerdo que se lavó las manos el pelo y la cara en el lavabo, yo tenía el culo de mi madre a la altura de la cara, a escasos centímetros, me había quedado satisfecho, pero aquella visión provocaría muchas pajas en años venideros, incluso ahora me provoca erecciones cuando lo recuerdo. -Exactamente no recuerdo cuanto duró esa situación, a pesar de los desahogos de mi madre, a mi no se me quitaba de la cabeza las fantasias de penetrarla a la fuerza, de hecho creo que empecé a cosificar a mi madre, sólo veía un cuerpo de mujer desnudo. Se que tenía catorce años, pero muchos detalles los tengo borrosos por los años que han pasado, casi treinta. Pero si me acuerdo de momentos puntuales como el que voy a contar. Llevaba varios días sin que mi madre me masturbara, mi hermana y su mejor amiga habían decidido hacer los deberes en nuestra casa, por lo que mi madre no se atrevía a hacer nada. Pero un día decidieron ir a merendar a casa de la mejor amiga de mi hermana que era puerta contigua a la nuestra. Ese día lo había planeado todo, esperaría a que mi madre estuviera de espaldas y le metería mi polla hasta el fondo. Ese era el pensamiento tan simple que tenía, asi lo hice, mi madre me dijo voy a bañarme, yo esperé en vez de hacerlo detras de ella como lo solía hacer, cuando me asomé estaba comprobando la temperatura del agua agachada, asi que me acerqué, la cogí por la cadera y metí mi polla no sabía muy bien donde. En vez de penetrarla creo que mi polla recorrió todos sus labios, mi madre dió un respingo y yo me dí cuenta en ese momento de que no sabía como se follaba. -La teoría era facil, lo había hablado muchas veces con los compañeros del colegio y los amigos del pueblo, pero en ese momento me dí cuenta que no sabía como hacerlo. Al dar el respingo mi madre, me quedé helado, ella se giró sorprendida, creo que no se lo esperaba, me dijo. – ¿Que haces?. No supe que contestar, ella se metió en el baño, me quede de pié completamente empalmado y sin saber que decir. Ella no dejaba de mirarme, con la mirada que antes os comenté, tardó menos de lo habitual en bañarse, salió del agua y sin secarse ni nada me sentó en el water como hacía siempre. Comenzó a masturbarme con más energia que nunca, me corrí enseguida, ella no paraba de masturbarme y yo me volví a correr esta vez en su hombro, siguió hasta que me corrí la tercera vez, mi madre me conocía muy bien, me quedé completamente relajado se volvió a dar la vuelta para lavarse y volvi a contemplar su maravilloso culo, sin saber como se lo empecé a tocar con suavidad, mi madre se giró me miró pero no dijo nada, en ese momento no sabía por que ella movia el culo ritmicamente, pero cuando acabó de lavarse me dijo que me saliera del baño y cerró la puerta. -Aquello se convirtió en rutina, yo cada vez era más atrevido y la tocaba más, empecé a masajearla las tetas mientras me pajeaba y por entonces me di cuenta de lo grandes que tenía mi madre los pezones y que se le ponían muy duros, pero lo que realmente me encantaba era tocarle el culo, era pequeñito y muy blanco, yo lo comparaba con el mio que era el único que conocía y yo era mucho más moreno, también lo tenía duro y con poco que se lo tocaras se le veían los labio vaginales, me tenían fascinado, desde siempre esa era la visión que mas me gustaba de mi madre, un día me armé de valor y decidí tocárselos, utilicé sólo un dedo y se los empecé a acariciar, mi madre empezó a mover el culo yo seguí acariciándola, absorbiendo todas las sensaciones, notaba los escasos pelillos que tenía, lo blanditos que eran, no se cuanto tiempo estuve, creo que no mucho hasta que mi madre me cogió del brazo me sacó del baño y cerró la puerta. -Tengo que decir que de esa situación se benefició mas mi padre que yo, empecé a oír como mis padres lo hacían mas a menudo, por la forma de la habitación yo no podía espiarlos, pero como mi habitación estaba junto a la de ellos podía oir los gemidos de mi madre. Aquello hacía que yo me pusiera más cachondo y que buscará más a mi madre, ella me regañaba y me decía que esperáramos a estar solos, pero para mi eso era muy difícil. -Una noche de viernes estábamos viendo la tele en el salón, mi padre madrugaba mucho toda la semana y se fué pronto a la cama mi hermana también se acostaba pronto, asi que nos quedamos sólos mi madre y yo viendo la tele. Mi padre siempre cerraba la puerta del salón que separaba las habitaciones del resto de la casa. Y la puerta de su cuarto para que no le molestara la tele. A mi madre y a mi nos gustaba quedarnos hasta más tarde viendo la tele, ese día nunca se me olvidará estábamos viendo "el UN DOS TRES". Mi madre llevaba las batas corta que se abrochaban por delante, estaba tumbada en el sofá y a mi desde niño me gustaba tumbarme en su regazo, ese día tenía la cabeza al final de sus piernas, mi madre me acariciaba la cabeza como había hecho toda la vida, pero en un momento la miré a la cara y ví la cara que ponía cuando la tocaba, comenzó a desabrocharse la bata mientras me sonreía, abriéndola por completo, su vagina estaba a no más de diez centímetros de mis ojos, me que de absortó, ella empezó a acariciarse los labios, nunca la había visto hacer eso, se estaba retorciendo en el sofá, instintivamente miré hacia la puerta y me dijo:- Tranquilo, estan dormidos. Me cogió la mano y me la llevó hacia su sexo. Novia mi mano arriba y abajo, yo empecé a notar como se ponía húmedo. Entonces no sabía por que, pero me resultaba super excitante, al mismo tiempo con la otra mano me agarro la polla por debajo de mis calzoncillos. Eyacule casi inmediatamente, mi madre no me masturbaba como otras veces, simplemente me la acariciaba arriba y abajo, volví a eyacular, estaba absorto viendo a mi madre retorcerse de placer mientras ahogaba los gemidos cuando de pronto noté como empezó a frotarse con mi mano muy rápido, se le escapó un grito que yo ya había oido cuando lo hacía con mi padre y se quedó muy quieta . -Cuando acabé tenía la mano empapada, al princippio pensé que era pis, pero enseguida me di cuenta que el tacto era distinto y que se secaba enseguida, también me percaté de que tenía un olor extraño, pero que me gustaba. Mi madre una vez recobró la compostura se abrochó y me dijo que me lavara y echara los calzoncillos a la ropa sucia.
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