Historias de la iglesia
Relatos sobre el culto al que mis padres y yo pertenecíamos..
Buenas.
Primero que nada los nombres de absolutamente todo van a ser cambiados, además de omitir ciertos detalles.
Segundo probablemente lo separe en partes ya que hay bastante que contar y no quiero que sea demasiado largo.
Bueno comencemos.
Mi nombre es Lourdes, tengo 32 años y soy casada.
Mi esposo es la razón por la que puedo contar mi historia y la de otras personas.
Verán mis padres de jóvenes se unieron a un culto al que llamaremos «La Comunidad Divina», quienes prometían una vida tranquila y mas libre de las ataduras del mundo moderno.
En papel todo es correcto, son una iglesia ultra cristiana y conservadora, cerrada y bastante tranquila
Detrás de las puertas sin embargo la realidad es bastante más cruda.
Siendo directa solo lo diré en seco: la pedofilia y el abuso sexual eran parte de la cultura en ese lugar.
En el culto no habían leyes respecto al sexo, el matrimonio o la propiedad. Si te gustaba alguien podías abusar de esa persona sin ningún reparo por edad, sexo o estado civil. También podías casarte con quien quieras, aunque en esos casos era más común que ambas partes aceptaran.
Dado el contexto empieza el primer relato, que es el de mis padres y sus hijos:
Como dije ellos se unieron muy jóvenes sabiendo como era el culto realmente, estando casados aunque se separaron casi inmediatamente.
Ellos tuvieron 6 hijos, 2 varones y 4 mujeres, yo siendo la menor y la única que es hija de ambos.
La primera, Pamela, nació de casi los primeros días en el culto, cuando como «rito de iniciación» mi madre tuvo sexo con varios de los hombres más mayores del culto. Cabe destacar que ella no fue abusada, según sus propias palabras fue con su consentimiento.
El primer varon, Luis, es fruto de la violación de una niña de 12 años por mi padre y otro hombre, así que no se sabe si el es realmente el padre o no.
Los demás nacieron de situaciones similares, entre abusos y sexo consentido…todos menos los dos menores.
Primero el último varon, José, nació de algo que pasaba bastante ahí adentro: padres y madres violando a sus hijos e hijas.
Así es, José es hijo de mi padre y Pamela. Siendo sinceros, ella jamás tuvo una infancia decente, tal como no la tuve yo ni ningún niño en el culto.
Ella, a diferencia de mi, tuvo un poco más de suerte. Siendo la primera fue cuidada por mi madre, así que mantuvo su pureza por bastante tiempo. Su primera vez fue su rito de iniciación, exactamente el mismo pero a los 10 años y acompañada de mi madre. Ambas tuvieron sexo con varios hombres ese día.
Más tarde, cuando ella cumplió los 14 mis padres acordaron algo: mi madre básicamente vendió a Pamela a mi padre como esposa, a cambio de hacer oficial su divorcio, ya que ella quería casarse con un niño bastante pequeño.
Esa noche Pamela fue violada por mis padres. Como ustedes se imaginarán yo me crié en ese entorno, y por padres que estaban orgullosos de ello, así que me conozco como fue de memoria.
Según me contaron, lo primero que hicieron fue desvestirla, e ignorando sus llantos y quejidos fueron tocándola y metiendole mano. Ella ya estaba casi acostumbrada, como dije no era raro que cosas así le pasaran, pero era la primera vez luego de su iniciación que era sin su consentimiento.
Luego de eso fue forzada a chuparle el pene a mi padre, mientras mi madre se masturbaba y le metía dedos en todos sus agujeros. Al rato ni padre ato sus manos con cuerda y la puso boca abajo y trasero arriba en la cama, y sin perder tiempo empezó a violarla.
Muchas veces escuché la historia, y siempre de la misma manera: sea mi padre o madre, ambos contaban con orgullo como Pamela lloraba mientras mi padre la penetraba sin miedo ni compasión, como se revolvía intentando safar y como eventualmente mi padre eyaculaba dentro de ella, solo para esperar un rato y violarla de nuevo pero analmente.
Esta situation se repitió una y otra vez por semanas, hasta que eventualmente Pamela se cansó de luchar y aceptó su «papel» como esposa. Luego de un tiempo ella quedó embarazada, dando a luz a José, que por milagro no parece estar enfermo ni deforme.
Luego mi historia es bastante más cruda. Yo nací de ambos padres, cuando después de varios años decidieron tener un hijo puntos. Su idea era tener un varón, pero salí yo.
La pura verdad lo diré: jamás tuve una infancia medianamente normal. Desde que pude abrir la boca fui abusada y violada por muchos hombres, mujeres y más. En su tiempo me mostraron fotos y videos, como desde bebe usaban penes como biberón, o como se masturbaban con mi pequeña vagina y me insertaban casi cualquier cosa que cabiera en mis pequeños agujeros.
A medida que fui creciendo la cosa fue a más. Habiendo nacido última y ya con padres experimentados mí iniciación no se hizo esperar en absoluto. A los 6 años tuve sexo con mi padre y 3 hombres más, jamás lo podré olvidar.
Una mañana al despertar fui llamada por mi padre, que me esperaba ya con los 3 hombres y otra niña algo mayor que yo, de unos 11 años. Me llevaron a desayunar y cuando terminamos entramos todos a la habitación de mi padre. Yo ya me imaginaba que algo se venía, no era la primera vez que me llamaban a esa habitación, y no era la primera niña que entraba en ella.
Casi sin esperar la otra niña se desvistió y cuando los hombres lo hicieron fue directamente a chuparle el pene a uno de ellos. Mi padre comenzó a tocarle sus genitales y luego a lamerle la vagina y el ano. Los demás hombres se acercaron a mi y comenzaron a desvestirme. Yo simplemente me dejé, no era algo nuevo y sabía que si no hacía nada todo iría bien.
Esta vez sin embargo ellos eran bastante más bruscos. Uno de ellos sin siquiera preguntar abrió mi boca y con fuerza empezó a meter su pene en mi boca. Yo apenas y con suerte podía abrirla lo suficiente, pero el no tenía reparo en absoluto, el simplemente tomó mi cabeza y fue con todo, aunque casi no me dejaba respirar.
El otro tomó el ejemplo de mi padre y comenzó a lamerme el ano, mientras intentaba meter sin éxito algún dedo en mi pequeña vagina virgen. Luego de un rato que pareció eterno el primer hombre paró, y con un gesto el otro también.
Cuando pude ver más que el estómago del primero logré ver a mi padre: el y el otro hombre estaban en un sofá. Tenían a la niña en medio como un sándwich y la penetraban juntos, uno por el ano y el otro la vagina, ella parecía en trance y no hacía ningún sonido, pero ellos resoplaban mientras la tocaban en todo el cuerpo.
Uno de los hombres se acercó de nuevo a mi y me dijo «Eres muy pequeña para eso, pero hoy te toca a ti aprender como se hace». Sin mediar palabra el otro hombre me alzó por completo y me sentó con las piernas abiertas en otro sofá en el lado opuesto de la habitación. El que tenía su pene en mi boca se agachó y comenzó a esparcir crema por mi ano, mientras el otro me dijo que empezara a chuparle el pene. El era mucho más gentil, dejando que yo haga todo el trabajo mientras el acariciaba mi cabeza.
Luego de un minuto quizás de estar así el primer hombre se acercó y me dijo que lo iba a meter, que me relaje y todo iba a ir bien. El acercó mi pequeño trasero hacia el borde del sofá y empezó a intentar insertar la punta en mi ano.
No era la primera vez que algo entraba en mi ano, como dije siempre fui abusada y varios juguetes y cosas terminaron ahí, pero nunca un pene real.
A diferencia de cuando se tiraba contra mi garganta esta vez inició mucho mas gentil y lento, aunque cuando se dió cuenta que podía meter la cabeza directamente metió todo a fondo. La sensación era indescriptible, era como si una varilla caliente se abriera paso dentro mio, quería gritar, pero tenía la boca ocupada así que solo pude quejarme un poco, cosa que hizo reir al que se lo estaba chupando.
Luego de un momento empecé a sentir que se empezaba a mover, primero lento y luego cada vez más rápido. Con cada embestida era de nuevo la sensación de estar llena, seguida de unos momentos de vacío para otra embestida inmediatamente. No tengo idea de cuánto duro, pero en un momento el hombre empezó a moverse con más fuerza, y en un momento sentí algo que casi no se puede describir. El metió su pene hasta donde pudo y soltó lo que parecía una tonelada de lava dentro mio, que parecía llenarme como si hubiera recién comido algo hirviendo.
El segundo hombre quitó su pene de mi boca y me preguntó si quería seguir. Yo no sabía ni pensar en ese momento, pero según recuerdo creo solo haber movido la cabeza, lo que el habrá tomado como un sí. El se agachó y limpió el resto del semen que chorreaba de mi ano, y sin perder tiempo me la metió también.
Esta vez no hubo intermedio, directamente empezó a meter con todo, aunque seguía siendo gentil. El duro bastante más, y cuando estaba por eyacular dentro mío el la sacó y comenzó a masajear la punta por la entrada de mi vagina. El me dijo «ojalá fuera un poquito más grande, ya querría terminar ahí adentro». El eyaculó por toda la zona, entre mi vagina y mi estómago.
Luego de dejarme descansar volvió a pasar pero con el otro hombre que antes estaba con la niña mayor, no mucho que decir el no duro mucho pero si eyaculó dentro mío una vez más.
El último fue mi padre. Una pensaría que el sería el más gentil o el más cariñoso, pero no podría ser lo más opuesto.
Los demás hombres me hicieron preguntas, me hablaron y hasta pararon cuando pedí que esperen, pero directamente diré que mi padre me violó. El ni siquiera me habló, simplemente me dio la vuelta para estar en cuatro patas y empezó a penetrarme con fuerza. El no era tan grande como el resto, pero si era mucho más agresivo, al punto de que era doloroso. Intenté pedirle que pare pero el ni siquiera me escuchaba. Luego de un rato uno de los hombres se le acercó y le dijo que se pare un poco, y solo ahí el se tranquilizó, pero no mucho.
El hombre gentil se acercó a mí cara y me pidió que le chupe el pene, y mientras me acariciaba la cabeza yo me concentré en eso para escapar de mi padre. El ni siquiera se dió cuenta, su único objetivo era embestir con fuerza dentro mio como si quisiera romperme en dos.
Luego de poco tiempo sentí que me apretaban el trasero con fuerza, y lo siguiente fue sentir de nuevo esa lava caliente, mientras escuchaba a mi padre resoplar como si hubiera corrido una maratón. Cuando por fin se separó y sin siquiera mirarme se limpió, vistió y se fue, dejándome con los otros 3 y la niña, que estaba teniendo sexo vaginal con el que me metió el pene en la boca primero.
Luego de eso no tuve mas sexo esa noche, los dos otros hombres me ayudaron a limpiarme y me dijeron que me duche y vaya a dormir.
De los 4 hombres, incluido mi padre, solo uno volvió a tocarme de nuevo. El hombre gentil vino a verme varías veces, y gracias a el aprendi a disfrutar y pasarla bien por mí misma y en el sexo, el también me enseñó a leer, a escribir y a cantar. Gracias a el también conocí a mi esposo.
Bueno eso es todo por hoy, aunque voy a empezar a escribir la siguiente parte directamente luego de la otra.
Como «aperitivo» para la siguiente hablo de mi primera vez en sexo vaginal, como mi hermano se casó con una mujer mayor y como conocí a mi esposo.
Gracias por leer y espero les haya gustado!.
Ahhh me encanto, es muy lindo <3
Cuesta de creer que puedan haber sitios así,aunque si interviene lo religioso no me estraña.
Muy bien escrito, espero la continuación, excelente
Me la estoy jalandomela muy rico, hay q organizar un culto asi 🤤
Cuanta falta hacen relatos asi
En serio?. Porque lo dices? .Es cosa de leer los juicios contra los religiosos de las iglesias por pedofilia y tendrás muchos relatos
Pésima forma de relatas. Me aburrió.<pudiste sacar mejor provecho literario a las historias si es que en verdad son reales. Beno en Neflix vi una pelicula sobre una secta ultra conservadora y que se separo de los Mormones y sucedian cosas como las que relatas. 2 estrellas de evaluacion
https://sexosintabues30.com/como-escribir-un-relato-erotico/ Esto te puede ayudar a mejorar los próximos relatos. Saludos
muy bien escrito
Muy enfermo el culto, pero si me la puso muy dura.