HISTORIAS SIN CONTAR. *
Una ayuda dada, para satisfacer a un sujeto con intenciones obscuras con un familiar. .
Hace tiempo me llegó un mensaje privado en una página de facebook que solia administrar, de un chico que me confesaba que deseaba a toda costa a su prima hermana y que haría todo lo posible por gozar de ella; aún si el violarla fuera necesario.
Traté de convencerlo de que hablará con ella y que le expusiera el tema sin llegar a ser tan directo o sínico.
Todo ese esfuerzo fue inutil.
Luego de una larga charla vía Internet, aquel chico, simplemente se desconectó.
Pasaron dos días y de nuevo recibo la noticia de este muchacho que había pedido ayuda.
Al exponerle de nueva cuenta que lo pensara. Él simplemente dijo.
«Lo he pensado y quiero informe sobre un relato que leí en tu página, acerca de un señor que durmió a su esposa para cogersela.
Ojalá esta vez me quieras ayudar»
Era más que obvio que preguntaba por la pastilla para dormir.
Su insistencia era tal, que preferí darle el dato. No sin antes advertirle de nueva cuenta que aún así estaría cometiendo abuso.
No quise que la chica en cuestión quedará dañada psicológicamente; además del morbo por saber con lujo de detalle que había pasado.
Lo sé. Soy un idiota.
Después de darle más consejos al muchacho, este simplemente, se despidió con un gracias.
Paso cerca de un mes. Tiempo en el cual ya no recordaba aquella charla.
Al abrir mis mensajes, veo que era el chico de aquella ocasión.
Comenzó por darme las gracias de nuevo, anexando una foto de un culo blanco y bien formado.
Me explico que esa foto se la sacó cuando la prima estaba completamente sedada.
Le pedí una foto donde se viera aquella chica, dudando que me la enviara.
Pocos minutos llegó la foto.
A simple vista se veía una chica de 1.65 de estatura, aproximadamente, piel blanca, piernas torneadas, pechos pequeños, pero puntiagudos, una cara muy bonita, acompañada de unos labios carnosos en forma de corazón. Buen gusto pensé.
Esta parte la contaré en primer persona; ya que en el texto original hubo muchas repeticiones y cosas fuera de lugar, por lo cual he decidido cambiarlo.
«Querido amigo.
Finalmente conseguí las pastillas que me recomendaste y aquí está lo prometido.
Mi prima hermana Maria (nombre ficticio) llegó a la casa como acostumbraba cada temporada vacacional.
Me encontraba nerviosisimo, pues al fin lograría mi objetivo.
Te cuento.
Maria llegó con un leve dolor de cabeza, por lo que me ofrecí a darle una aspirina. Que suerte pensé.
Aparte de la pastilla que le di y sin que me vieran, le puse en su agua una mitad más.
Más suerte todavía. Pues mis padres saldrian por un par de horas.
Yo no me había dado cuenta que Maria ya estaba acostada en la habitación de mis padres hasta que pregunte por ella, a lo que mi mamá me dijo que ella no iría. Como pude, los convencí para quedarme.
Cuando se fueron mi corazón estaba al mil por hora; pues no sabía si mi prima ya estaba dormida o no.
Luego de un rato, fui a la recamara, llamando a la puerta, y nada.
Cuando entre con el pretexto de ver si Maria estaba bien. Oh Dios.
Estaba tumbada boca abajo, mostrando ese rico culo.
Ese día traía una falda blanca, sus piernas estaban entre abiertas.
No la moví, ni nada, porque m le fui directo al agasajo.
Olí sus piernas, hasta llegar a sus nalgas, olía también su cabello, mis manos tocaban sus tobillos y de igual forma subi a su trasero.
Le baje su braga blanca y mis dedos jugaban con su panocha, la cual se empieza a mojar.
Como poseído me abalance a chuparle su velluda panocha, su líquido sabía a waoo.
Me baje el pantalón y la fui clavando de golpe.
La nalgueaba a mi antojó.
La puse boca arriba para quitar su suéter azul, junto con un top.
Cuando la desnude por completo, no podía quitar mi boca de sus pezones rosados.
En ocasiones mi lengua se habría pasó para entrar en la suya. Mi verga estaba que reventaba dentro de ella. Por lo que la puse en cuatro, poniendo unas almohadas debajo para así clavársela por ahí.
Me tarde en penetrarle el hoyo; ya que estaba muy apretado. Cuándo lo hice. Ohh. Fue lo más placentero de mi vida.
Rápido, rápido, hasta que finalmente la llene de mi lefa ese culito había sido mío.
No sabes lo caliente que estaba. Tanto que en vez de perder la ereccion, la penetre por la vagina.
Puse sus piernas en mis hombros, lamiendo sus pies, bombeando con más fuerza.
No se cuanto tiempo haya pasado, pero ojalá nunca hubiera terminado.
Valiendome madres, le llené su peluda vagina de mas lefa.
Para acabar. Le metí mi verga en su boca a modo de que me la limpiará.
Como en el relato.
La limpie, la vestí y me puse a ver la televisión como si nada.
Al paso de treinta minutos llegaron mis padres con mis tíos, los papás de Maria.
Me metí un susto de muerte; pues pensé en si había dado cuenta.
Aún así no hice nada más.
En la cena. Maria llegó como borrachita argumentando que le dolía todo el cuerpo (el culo era ja) y que tenía la sensación de haber vomitado.
Amigo. Ese fue mi reporte y espero sea del agrado de la página.
Mil gracias»
Le agradecí por su aporte, comentando que su relato sería anónimo.
Al publicar esta historia, alguien reportó la página, por lo que el relato ya no está.
También perdí contacto con este seguidor y por ende las fotos igual.
Como administrador de esta página, me han llegado peticiones de ayuda o buscando algún consejo.
Espero traer más historias como está.
.
P. D. No me consta que este relato sea verídico o todo lo contrario.
Vladimir escritor.
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