huesped premiado
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por deseosodeti.
HUESPED PREMIADO
Estaba de visita en la casa de una prima hermana en Barranquilla que gentilmente me había acogido en su residencia, me encontraba en la habitación de huéspedes y debido al calor reinante, me había acabado de bañar y estaba acostado en la cama refrescándome, acostado y desnudo cubierto con una suave sabana desde los muslos a la cintura, de repente se abrió la puerta y entraste tú, estabas ataviada con fresca pijama de fina tela semitransparente solo te cubría de los hombros con unos tirantes delgados, bajando formando unos pequeños triángulos la tela que a duras penas cubrían los pezones y una pequeña porción de piel de sus alrededores, tus portentosos pechos amenazaban rebelarse contra la fina tela y rasgarla, la pijama caía suelta sobre tu cintura breve, y apenas cubría la parte superior de los torneados muslos, y por detrás si te inclinabas se vería la redondez de tus glúteos, te veis esplendorosa acabada de bañar, destilando pequeñas gotas de agua, se transparentaban tu rica figura la cual en contraluz que ocasionaba la puerta abierta a tus espaldas se destacaba de manera impresionante, se apreciaba a la armonía de tu figura sobresalían tus ricos pechos, firmes y turgentes, que eran rematados en tus pezones fruncidos, mi mirada siguió su recorrido extasiándose en perfección geométrica de la curva de tu cintura, la cual formaba una elipse muy suave, y se tornaba más brusca al llegar a tus caderas amplias y generosas formando tu triangulo venusino, el cual se lograba ver abullonado y algo regordete vislumbrado fácilmente contra la luz que se colaba por tu parte posterior, firmemente sostenida por ese par de piernas conformadas, por dos torneados muslos, y lindas pantorrillas, rematados en tus bellos pies desnudos, finamente acicalados.
Acercándote a mi lentamente y de repente te hincaste y posaste tu boca en mis pies me distes unos ricos besos en los dedos, besaste primero cada uno rematando después engullendo cada uno de ellos en tu boca mientras me mirabas a los ojos, con una mirada mezcla picardía y deseo, yo me esforzaba en no retirar los pies de tus boca debido al delicioso cosquilleo que me ocasionaba, múltiples corrientazos ascendían por mis extremidades estallando en el centro de mi miembro, lo cual ocasiono en mí una fuerte erección que hizo que la sabana se elevara en un ángulo de 90° con respecto al cuerpo tendido en la cama, subiste a mi estómago y de un rápido movimiento retiraste la sabana echándola a un lado y me besaste el ombligo, de repente mi miembro al subir de súbito cual catapulta golpeo tus mejillas.
Tropezando con él, saltando a tus ojos, hinchado, brillante, sin pensarlo le diste un ligero beso, lo tomaste con una mano y lo besaste suave del tronco hacia arriba, al final me cubriste la cabeza con tus cálidos labios, y empezaste a lamer y chupar, lo arropaste completamente e iniciantes movimientos ascendentes y descendentes que amenazaban con volverme loco, te retire con cuidado agarrando tu cabeza porque amenazabas con tu acción en provocar una eyaculación no deseada aun, te acostaste a mi lado y te retire tu pijama con delicadeza, te mire a los ojos profundamente, y nos besamos suavemente, ganando poco a poco más pasión nuestras bocas se exploraban ávidamente, mientras nuestros cuerpos se fundían en uno solo, me dedique luego a besar tu rostro, resbalando mis labios por tus mejillas ascendiendo a tus ojos, repase el circulo de tus cejas, jalándolas suavemente, y bese la cuenca de tus ojos, pase luego a tus oídos, besando el lóbulo y mordisqueándole levemente, después introduje la punta de la lengua en el canal auditivo, y note que te erizabas de pies a cabeza, baje a tus hombros, besando con ansias tu cuello, luego pase a tus pechos dando rodeos en las majestuosas colinas de tus senos explorando los alrededores olvidando deliberadamente tus pezones, me suplicabas con tu mirada que los premiara con mis labios y siguiendo tu implícita petición, atrape uno besándolos y chupándolos con ansias, me dedique a explorarlos y lamerlos a placer, después de mucho tiempo en los cuales les dedique especial atención, baje con cuidado por tu vientre tomando un sendero de delicados bellos que marcaban el camino d tu ombligo hasta tu triangulo, lo halle depilado, bese tu pubis acolchado suave y avance atraído por el delicioso aroma que me invitaba a tomar, llegue a tu sexo asemejaba una bella rosa recién florecida; tus labios mayores asemejaban los pétalos, y el pistilo coquetamente asomado protegido por los pétalos menores y embriagado por ese rico aroma, empecé a dar rodeos por la entrepierna, y sus alrededores limitándome a darle pequeños piquitos, plenos en el centro de tu sexo y volvía a los alrededores a la entrepierna y a la parte superior del pubis, después volvía y daba un piquito en tu rosita rica, hasta que ya desesperada me tomaste la cabeza y me dirigiste a tu cueva jugosa, me sumergiste en ella y me guiaste con tus manos que hiciera énfasis donde deseabas, con mis labios entreabrí sabiamente los pétalos mayores, y hurgue deliciosamente dentro de tu flor, con mi lengua inquieta llegue a tu pistilo inquieto le pase lengüetazos lentos y estudiados, y tome en mis labios chupándolo con avidez, tu agitación aumentaba y gemías y girabas la cabeza a ambos lados.
Después de lamer mucho e inundar tu sexo con mi saliva mezclada con tu jugos, me acosté a tu lado y tu suavemente me cabalgaste sabiamente entrando a mandar con tus movimientos, te posaste y acomodaste mi miembro que quedo en contacto con tu fogoso clítoris y te moviste despacio friccionando rico por un buen rato, te moviste y embocaste mi cabeza en la entrada de tu cueva, la que estaba completamente lubricada, que se desbordaba esta humedad y llegara hasta la parte trasera de tus nalgas.
te embocaste y empezaste a bajar suavemente viéndonos fijamente a los ojos con una miradas cargadas de pasión, y deseo entro ricamente mi miembro en tus cueva deliciosa adaptándose a la perfección acoplándose a mi tamaño perfectamente, tu gemías a la entrada dando pequeños gritos que eran me emocionaban más, cuando llegue completamente a toda tu profundidad, diste un gemido de señal, y empezaste a dar ricos enviones lentos al principio y largos y profundos medida que aumentaba la pasión, yo extasiado observándote como una amazona sin coraza, cabalgándome de placer tus pechos se agitaban viéndolos balancearse armoniosamente.
atrape uno y los acaricie te reclinaste sobre mi y nos besamos con ardor, luego de mucho cabalgar hubo un momento que casi te detuviste en la cresta de la ola lo cual fue como un preámbulo para el estallido que prosiguió, el cual fue conjunto y vimos estrellas y luces que estallaron con fuerte clímax , que logro que mi torrente de esperma te llenara de ese líquido viscoso que colmo tus entrañas, te quedaste encima exprimiendo con movimientos vaginales hasta la última gota de semen, te dejaste caer sobre mi exhausta, tu cabello me cubrió el rostro esparciéndose ricamente sobre mí, nuestra respiración se fue normalizando, y lo sellamos con un rico beso tierno reposando felices.
Luego mi miembro se fue recogiendo escapándose de su rica prisión, quedándonos dormitados tomados de la mano.
No sé cuánto tiempo después me moví y mi pene rozo tu pierna y empezó de nuevo a levantarse, tu dormitabas satisfecha a mi lado, el emocionado se hincho colorado, siguió su rico roce en tu piel por un largo rato , me levante dejándote ahí reclinada y me hinque sobre ti con mi miembro semejante a un pincel sobre un lienzo virgen procedió a repasar el recorrido que antes hizo mi boca, transitando por tus muslos, pantorrillas, y pelvis dándole énfasis a la planta de tus pies, mi vigoroso pincel de artista plasmo en tu cuerpo una obra de arte, subí luego por tus piernas y salte a tu ombligo siguiendo la rica ascenso a tus pechos , recorrí tus redondeces ricas y la pase por tus pezones con deleite, después recorrí el cuello y las mejillas, y se enredó en tus cabellos, te gire con delicadeza y recorrí descendiendo por tus espalda, me deleite repasando tu espina dorsal y desciendo donde se iniciaban tus glúteos, los rodee y pase por tu lindo asterisco el cual estaba húmedo de los jugos que se escaparon de tu vagina, deje mi lápiz y lo remplace por mi lengua y te bese ahí en tu apretado agujero llevando mis recorridos hasta la entrada de tu vagina, estabas boca abajo y con tus pompis ligeramente levantadas, mi dios que espectáculo, después de lamer y al mezclarse mi saliva con tus jugos quedaste completamente húmeda en tu pequeño ojo trasero, me acosté sobre ti y mi miembro quedo en la entrada de tu rico ese rico espacio apretado, te bese la espalda, el cuello y con mis manos exploraba tu vulva recorriendo despacio con gusto y mis dedos empezaron a hurgar entre tus labios mayores, sobe tu palpitante clítoris y mientras mi miembro en tu entrada posterior firmemente cerrada, subí una mano y acaricie tus pechos te besaba el cuello, los hombro y te susurraba lo loco que estaba con tu amor, con lo feliz que era y lo mucho que te amaba, después de mucho besarte y acariciarte, tus músculos del posteriores aflojaron su resistencia y mi cabeza empezó a entrar sola sin esfuerzo despacio y fácilmente en tus dominios
De pronto estaba completamente dentro y tu gemías de placer, te levantaste un poco mas levantando tu parte posterior , permitiendo que penetrara completamente y empezamos a movernos más rápido, mis enviones fueron cada vez más largos sintiendo en tu apretada cárcel esa rica condena cumplir, te movías con delicia acompasadamente con mis enviones y ambos gemíamos de placer, con tus manos arrugabas las sabanas y las apretabas moviendo la cabeza a ambos lados, hubo un momento en el cual colocaste tu frente y las puntas de tus dedos contra el colchón, quedando solo apoyada sobre estas partes del cuerpo cual puente bien cimentado tan resistente que me cargabas a mí, formando un perfecto arco, fue el momento previo al nuevo estallido simultaneo de éxtasis, premiando tan rica cárcel con un chorro de esperma caliente, se escapó lentamente el agradecido presidiario de su mazmorra suavemente y nos besamos largamente y nos quedamos dormidos abrazados.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!