Incesto en familia y algo más…
Historia de mi vida en familia. Mi Historia (parte 4). .
Hoy no sería un día mas en nuestras vidas, hoy todo cambiaria para Bety y para Mi… Nos miramos, largamente, creo que saber que estábamos solos, aumento la adrenalina, mi corazón latía a mil por hora como presagio de un dia lleno de sensaciones, muchas serian nuevas… Ella me llama para que la ayude a sacar del depósito la pileta para armarla en el patio interno de la casa, un lugar que antiguamente lo llamaban jardín de invierno, solían tener un techo de chapas traslucidas para que los rayos del sol iluminasen y calentara el mismo en los días de invierno, cuando la casa fue modificada, sacaron el techo quedo cubrieron el pico con cerámicos. Llevamos la pileta y comenzamos a armarla, tardamos poco tiempo ya que no es muy grande y fácil hacerlo, colocamos la manquera para llenarla. Ya el sol comenzaba a calentar y hacer que la temperatura aumentara, haciendo que el día sea propicio para estar en el agua. Ella me llama… -¡¡Nando, se acerca, me abrasa y comienza a besarme, su boca pegada a mis labios, su lengua entra en mi boca, buscando la mía, se encuentras y comienza un juego de recorrer mi boca para después ir a la de ella, por momentos muerde mis labios, después yo los de ella, un juego que hacía que nuestros cuernos estén muy juntos, pegados, contagiándonos el calo… La pileta apenas tenía unos centímetros de agua, los suficientes para meterse a “jugar”… -Ella… Nando ¿¿Te gustaría que nos metamos en la pileta los dos, desnudos… -Yo… Estaba esperando tu invitación… y reí a carcajadas. Cada uno fue a su habitación a quitarse la ropa y volver; Yo llegue primero, casi corriendo y entre en la pileta, ella llegó poco después, caminaba hacia mí, lentamente, daba pequeños pasos y se detenía giraba con sus manos en la cintura mostrándome toda su desnudez, me miraba para después retroceder exhibiéndome sus nalga redondeadas con forma de durazno, que se movían rítmicamente a cada paso que daba, se sabía bella, se hacía desear, realmente es hermosa, sus tetitas no muy abultadas, firmes, coronadas con pezones rosados, erectos que incitan a besarlos, chuparlos y su pubis tan angelical, apenas poblado por suaves bellos que comienzan a nacer, terminando en los excitantes y virginales labios de su vagina. Se acercó hasta mí, se apoyó en el borde de la pileta, desde allí se paro a mirarme y yo a ella, tan sensual, hermosa, irradiaba sexualidad y candor, me pare para acercarme a ella dejando expuesto mi pene y su erección, le extendí una mano para ayudarla a entrar, cruzando una pierna sobre el barral de la pileta tastabilla, la tomo de la cintura para sostenerla, que no se caiga, se aferró de mí y así cruzo su otra pierna para quedarnos paradas frente a frente. Verla así, tan dulce y linda bajo el sol, era como un ángel desnudo, nos abrazamos fuertemente, teníamos la necesidad de fundir nuestros cuerpos, se rozaron nuestras mejillas, nuestros labios se buscaban para apagar la sed de un beso, nuestras lenguas se encontraron compartiendo la viscosa humedad de la saliva, momento tan sublime donde nuestras manos recorrían nuestros cuerpos, encontrándonos, descubriéndonos lentamente, nos fuimos agachándonos hasta recostarnos en el fondo de la pileta que apenas tenía unos 10 centímetros de agua, ella boca arriba, yo de costado, mi cabeza levemente inclinada y así poder ver todo el esplendor de su cuerpo, se dejaba ver, sus ojos entrecerrados gozando las caricias de los dedos impúdicos de mi mano, la recorría desde sus piernas, pasando por sus muslos, el monte de venus, subiendo por su vientre plano, mis dedos se detienen en los botones rosados de sus pezones erguidos, para someterlos a suaves pellizcos que acompañe con besos. Ella tenis sus brazos paralelos a su cuerpo, se esforzaba para llegar a mío, no la dejaba, quería que sienta la abstinencia de no poderme tocar, era ese juego sensual y perverso, de te toco, pero no me dejo tocar, el aire olía a sexo, a deseos desesperados, teníamos la inexperiencia de nuestra inmadurez sexual… Todo su cuerpo fue mío, lo mire, lo acaricie, lo bese, lo recorrí con la palma de mis manos. No puedo detallar con palabras tantas sensaciones juntas, es como querer plasmar el ruido de una lagrima corriendo por la mejilla en una pintura, nada, nada, nada puede describir el momento (apelo a sus imaginaciones) muchos suspiros, fueron la música de fondo de tanta excitación… Realmente los dos estábamos apasionados, calientes, ardíamos, moríamos tratando de expresar tanto amor y sexo. Después de muchos minutos difícil de cronometrar, ella me abrazo después de tantos abrazos y besos, hablándome suavemente al oído, me dijo… -¡ Hoy voy a ser tu mujer y tu mi hombre… Nos levantamos, de mas esta decir que mi pene me dolía de tantos excitación y orgasmos acumulado, entre tantos besos nuestra respiración se contagiaban la agitación, éramos uno para el otro, me tomo de la mano y fuimos a su cuarto. Intente ser dentro de lo poco que sabia todo un caballero, corrimos las prendas para que solo las sabanas estén de testigo, fue al baño, volvió, verla subir a la cama, gatear al igual que una gatita desconfiada, hasta que se acomodó en el centro, fue todo un espectáculo impresionante para mis ojos, trepe por el lado de los pies, con mi cuerpo comencé a rozar sus piernas, eso aumentaba nuestra excitación, llegue a su vientre, siguiendo el camino en línea recta me encontré son sus tetas hinchadas de deseos, sus pezones parados cómo pequeños penes. Me recosté sobre ella, tratando de acomodarme lo más cómodo para los dos, así ella acariciaba mi espalda hasta mis nalgas, mi pene se rosaba contra su sexo, ella dominaba la situación, con pequeños movimientos hacia que la cabeza del glande rose sus labios vaginales suavemente, sentía como en cada rose todo su cuerpo se estremecía, continuamos muchos minutos así, ella me masturbaba con los labios de su vagina, colocando sus manos en mis hombros, empujo suavemente hasta que mi cara quedo entre sus piernas, que comenzó a abrir para darme el espacio suficiente para que llegara con mi lengua a beber de la fuente de los placeres su néctar agridulce. Despacio empecé a lamer sus labios mayores, ella me recibía con todo placer, lo note cuando ella abrir más sus piernas y con sus finos dedos comenzó a abrir los labios de su vagina para que su clítoris recibiera todo el estimulo que mi lengua le podía dar, realmente era hermoso ver como se arqueaba su cintura, para que mi lengua entrara mas profunda, mis labios apretaban y succionaban ese botoncito rojo, mi lengua se apropio de todos sus lugares erógenos, su cuerpo se estremecía, primero su vulva, después encontré el perineo, entre su vagina y el ano, allí juego con mis dedos masajeando, sintiendo a mi hermana como suspiraba, para terminar en un ¡¡¡mmmmm, siiii, aaaahhhh; al llegar al ano, note que cada vez que acariciaba la vagina, este latía varias veces, era un pequeño corazoncito … Bety me toma de la cabeza llevándome hasta su boca que me recibe con un apasionado beso, con un simple movimiento gira para quedar yo debajo de ella, empezó a besar todo mi cuerpo como yo hice con ella. Tocaba y chupaba mis pezones, nunca creí que me excitara tanto, siguió recorriéndome, metía su lengua en mi ombligo, para llegar a mi verga, erecta, dura, palpitante, me lame desde los huevos hasta la punta para después meter el glande en la boca y succionarlo, después siguió bajando y llego a mi ano, ¡¡¡aaaaaaaaahhh… esa sensación de su lengua jugando en mi esfínter hizo que un inagotable chorros de semen salieran a borbotones… sentí que me desmayaba, no podía moverme me quede sin fuerzas, estaba agotadas, Bety solo me miro, tomo aire y comenzó otra vez con el juego de lamer mi cuerpo. Pensé que tardaría mucho tiempo en reponer mis fuerzas, ella siguió besando, lamiendo, tocando cada punto neurálgico de mi cuerpo, a cada toque me estremecía, mi pene comenzó a revivir con tan excitante experiencia y seguimos con ese juego de besarnos, y recorrernos todo el cuerpo, teníamos todo el tiempo para hacerlo, Bety pone sus piernas una a cada lado de mi cabeza y me ofrece su sexo, lo empecé a besar, chupaba su clítoris, levantando un poco mi cara también me quedaba cómodo lamer su ano, su sabor era mas dulce que su vagina, me gustaba sentir como latía al tocarlo con la punta de la lengua, después trate de meter mi dedo índice, despacio, haciendo que la punta mojada por mi saliva solo entro hasta la primera falange, ella se estremeció nuevamente, movía mi dedo en círculo, lo sacaba y metía mi lengua llena de baba para después volver a meter mi dedo, Bety se movía acompañando el vaivén de mi dedo y soltaba suspiros acompañado de algunos ¡¡¡¡aaaaahhh, siiii, asiii Nando asssiiii. Ella chupaba mi pija, yo su ano y la vagina, hasta que no pudimos aguantar mas, juntos llegamos al orgasmo, acabamos temblando jadeando, en la casa se escucho ¡¡¡ Siiiiiii, ahoraaaa, siiiii no paressss… de Bety, yo tenía su sexo apretando mi boca casi ahogándome y así también llegue. Nos derrumbamos en la cama, ella giro para quedar a mi lado abrazados, tratábamos de recuperar el aliento, respirábamos despacio y profundo. Nos adormecimos unos minutos para después levantarnos todos temblorosos, esa sensación de flojera nos causaba gracia, despacio nos fuimos a la pileta a refrescarnos un poco, estábamos como borrachos de tantas sensaciones juntas; solo nos recostamos en el piso de la pileta que todavía no tenía mucha agua y así nos quedamos mirando el cielo soleado muchos minutos. Como a las 12:00 hs. Bety me dice que podíamos comer algo, para recuperar fuerzas, ella tenía hambre, yo también pero no lo había notado, salimos del agua nos secamos con los toallones, después calentamos algo de lo que mamá nos había dejado en la heladera, era muy sensual vernos comer desnudos, ella me atraía mucho, cada gesto de ella, cada mirada, cuando masticaba o bebía gaseosa , provocaban cosquilleos en mi cuerno y principalmente en las entrepiernas. Al terminar de almorzar yo me ofrecí a limpiar la cocina, lavar los platos y cubiertos. Después nos fuimos a la habitación de ella, nos recostamos en la cama, comenzamos el juego de tocarnos, de mirarnos desnudos, besarnos. Ella tenía mi pene en su mano, sus dedos lo recorrían, lo acariciaba desde los huevos hasta la punta, después se lo llevo a la boca, mordía el glande suavemente, para retenerlo entre sus labios, yo lamía su vagina, succionaba y como ella yo mordisqueaba si clítoris, apoye mi dedo índice en su ano para notar como palpitaba cada ves que tocaba el clítoris, me arriesgue a meter un poco más profundo mi dedo, ella me rechazo… -¡¡¡ Así no Nando que me duele, arde, me dijo. Se levanta de la cama, al regresar traína un pomito del gel lubricante (el de mamá), se acuesta se pone un poco de gel en el ano y me dice, ahora si y despacito. Empecé a besar su vagina, chupar el clítoris otra vez, a untarme el dedo con el gel de su cola, sentía en la punta del dedo el latido del esfínter cada vez que apretaba para meterlo, poco a poco fue cediendo y Bety a suspirar ¡¡aaaaahhh, ¡¡mmmm, si, asi, mientras mamaba mi pija y haciéndola entrar cada vez mas profunda en su boca; seguí jugando en su cola y de repente mi dedo entra suavemente hasta la mitad, ella se retorcía de placer exclamando ¡¡¡ Mmmmm, uuuhhh, aaaahhh, si, asi, despacito asiiiiiii… Sentía como su cuerpo temblaba con pequeños espasmos para venirse, derramando en mi boca sus jugos, yo tratando de aguantar un poco mas pero la presión que ejercía Bety en el glande con los labios, hizo que derramara mis jugos también, un poco en su boca y otro poco en su cara, Bety fue arrastrando mi semen con sus dedos, para llevarlos hasta sus labios y saborearlo; no paramos y seguimos, ella me ofreció la vagina para que también metiera mi dedo, unte con mucho lubricante y comencé despacio, primero recorrí los labios mayores, suaves, húmedos, calientes, seguí con mi lengua en el clítoris, metí suavemente mi dedo, ella a cada estocada de mi dedo gemía, sollozaba, al meterlo y sacarlo hacia respiraciones profundas para terminar en un suspiro suave ¡¡¡¡aaaaaahhhh, sssiiiiiiiii, seguí metiendo un dedo y después dos, ella cada vez se movía más frenéticamente, a mis movimientos circulares ella los acompañaba con su cadera para adelante y atrás, me detuve un momento intentando entrar mas profundo pero Bety comienza a poner mucho gel en mi verga, mirándome a los ojos dice …¡¡¡Ya es hora que me cojas, por favor cógeme suave, yo te voy a guiar. Ella boca arriba, me acomode frente a su sexo palpitante, ella toma mi pija y comienza a refregarla por los labios de su chochito de arriba a bajo llegando hasta su ano varias veces, para luego detenerse en la entrada vaginal, allí lo deja apoyado, con sus manos me toma de las nalgas, para apretarme contra ella para estimular su vulva, apretar y aflojar, apreta y afloja una, dos, tres veces, ella suspiras se queja, en otro intento sin querer en un movimiento involuntario hacia adelante, los labios de su vulva se abre y recibe toda la cabeza de mi pija, ella se estremeció, se paralizo, nos quedamos quietos, después de un instante, nos movemos despacio, le dolía, sus lagrimas corrían por su mejilla, intente retirarme de su interior pero su chochito me tenia agarrado del glande, como abotonados, sentía todo ese calor, la humedad, la suavidad de su sexo, los jadeos y suspiros se escuchaban fuertes, comenzamos a movernos muy despacio, yo no quería que sufra, ella lloraba y gozaba, suspiraba y gemís, yo la acompañaba gimiendo también, todo mi cuerpo estaba sensibilizado a cada movimiento de ella, a cada gemido, suspiro… Seguíamos así hasta que ella se movió para atrás y mi pija quedo liberada, me abraza, nos besamos entre sollozos, jadeos y lagrimas… -¡¡ Tu verga es hermosa, sentía como me llana toda la concha, la sentía palpitar… llorisqueando decía, ¡¡ La quiero toda adentro, bien adentro…. Me Toma De Los Hombros, me hace girar, quedando yo acostado boca arriba, se monta sobre mí, actuando con decisión, pone mucho gel en la pija y en su canal vaginal, comienza a frotar el miembro contra su chochito haciéndolo llegue hasta su ano, mi glande siente en cada pasada como late, al volver a su vulva, la punta de mi pija queda en la entrada, ella se acomoda, se mueve para que la punta de la pija entre suavemente, con otro movimiento entra hasta la mitad, suspirábamos y gozábamos a la vez, algunas lágrimas caían por sus mejillas; todas las sensaciones juntas recorrían todo mi cuerpo, nuestra respiración a cada movimiento se hacían más fuertes, ella subir y bajar por mi pene disfrutando cada centímetro, entre hasta hacer tope en su himen, yo la tenía agarrada de la cintura, se queda quieta por un momento, me mira, tomando una bocanada de aire, eleva su cadera para dejarse caer, el mundo se detuvo, me quede sin aire, sentí como nos empapamos de sudor, de su garganta salió un grito ahogado ¡¡¡¡aaaaaggggghhh, ¡¡¡aaaaaayyyyyhhh… había pasado la barrera infranqueable de su virgo, había dejado de ser virgen, mi pene latía al igual que su vagina, sentía que sus jugos empapaban todo su canal, sentía la verga muy apretada, casi que me dolía, se quedo quieta, su respiración agitada, se inclinó hacia adelante, apoyo sus tetas en mi pecho, jadeaba, de su garganta salían agónicos suspiros ¡¡¡mmmmm, la presión en su canal vaginal ya no era tan fuerte, comenzó a relajarse, a dilatarse, mi pene encajado hasta la base llenaba todo su espacio, nos empezamos a mover despacio, sintiéndonos, cada movimiento acompañábamos con gemidos de placer, mi pene recorría toda su vagina, caliente, húmeda, ella se movía con un ritmo lento, mi verga salía casi por completo, pero los músculos de su vulva lo retenía del glande para después comprimir, succionar y soltar, comprimir, succionar y soltar, cada movimiento que hace Bety es una sensación única, ya no aguantaba más y se lo hice saber con mis movimientos que cada vez eran mas ligeros y profundos, ella llorando, susurrando me decía ¡¡¡Asi, Asi, Asi, mmmm que bien se siente, seguimos amándonos, disfrutándonos, a cada movimiento un pequeño temblor, un espasmo, la liberación de adrenalina era tanta que sentíamos como si electricidad recorriera nuestros cuerpos, nos mirábamos, acompañando cada movimiento y… juntos exclamamos ¡¡¡aaaaahhh, siiiiii, aaaaahhhh… un orgasmo visceral, que brota hasta de nuestros poros, empapados de sudor, oliendo a sexo, a pasión, ella busco mi boca para fundirnos en un eterno beso… ¡¡¡Te amo me dijo, ¡¡¡Te amo le dije… alcanzamos a decirnos para después quedarnos abrazados envueltos en el sopor del éxtasis. Nos relajamos, recuperamos el aliento, mi pene todavía estaba dentro de ella, nos dolía todo el cuerpo, ella se mueve despacio para que mi verga salga de su cuevita de amos, se levanta, veo las sabanas con manchas de semen y sangre, le costaba caminar, le pregunte si estaba bien, me dice que le duele un poco la vagina, al mirarla veo que los labios de su vulva, estaban muy hinchados, irritados, rojos, algunas manchas de sangre en sus piernas, la acompaño al baño para la ayudarla a que se duche, bajo la lluvia se siente mareada, se inclina y vomita, la llevo a la cama, se recuesta, le doy un beso, ella me abraza, y dice … Tranquilo Nando, quédate tranquilo, es un momento nada más, me pide del botiquín del baño un analgésico, (los que toma mamá cuando esta menstruando) se lo llevo, lo toma con un poco de agua y me pide que la deje descansar un momento. Sali despacio de la habitación, me voy al patio para ver como estaba la pileta… se lleno y el agua rebalsaba por sus bordes, cerré el grifo afloje el tapón de la descarga y deje que se vacíe hasta el nivel de llenado, me asome para ver como estaba ella, se había dormido, aproveche para también bañarme, para despojarme de tanto olor a sexo y pación. Pasado un par de horas fui a verla, la encontré sentada en el borde de la cama, radiante, desnuda, hermosa, un largo suspiro acompaña una gran sonrisa. – ¿¿¿Como estas, como te sentís… pregunte… -Ella… ¡¡¡ Feliz, Feliz, Feliz… y nos besamos como dos enamorados después de una larga ausencia!!!!
Esto Continua…
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