INCESTO EN LA SELVA – PARTE 1
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Yo Vivo en una aldea o poblado de la Selva (Pucallpa) del Perú, como casi todos los pobladores vivimos de lo que nos da la agricultura, de la crianza de animales, y de la caza de pescado, algunos productos los sacamos a vender, a la ciudad principal o provincia cercana.
Les contare que cierto día mi padre me dice para que lo acompañe a la chacra, esta quedaba a cinco horas en moto desde el poblado, yo había ido en alguna oportunidad con mi madre, hermana y padre, generalmente lo hacíamos los viernes y retornábamos los domingos porque teníamos que ir al colegio. Pero como yo ya había terminado mi secundaria mi padre me dijo ahora si hijito tienes que ayudarme a sacar el monte de la chacra, lo acepte de buena manera, además como de costumbre mi madre siempre se iba la ciudad a hacer compras para la semana y vender algunas gallinas y frutos, así que salimos como mi padre cerca de las tres de la tarde rumbo a monte.
Llegamos ya de noche, mi padre hizo algo de comer y me dijo hay que descansar porque mañana nos espera una tarea larga, pesada y dura, así que procedimos a tender nuestras mantas, en la selva por lo general dormimos en el piso en hamacas, en la choza no existen cuartos apenas algunos los dividen con telas, que pertenece muchas veces a los padres, en nuestro caso había tres una para mis padres, una para mis hermanas y otra para mí, sola las telas no separan, en el día se recogen a la pared y queda una sola división; mi padre tendió su manta y se sacó el polo luego el short, zapatillas, y se quedó en calzoncillos, casi nunca lo había visto yo así,(se le veía redondo y bien duro) si bien le había visto el pecho, hombros brazo, piernas, se dio vuelta me miro y me dijo, que miras hijo porque que no te acuestas de una vez, le dije si ya lo hago, así que procedí sacarme el polo, mis zapatillas, y me acosté, mi padre de miro y dijo así te vas a acostar vas a tener mucha calor o no quieres que te vea, le dije así está bien, así estoy cómodo, y nos quedamos dormidos.
Al día siguiente muy de mañana (en la selva amanece muy temprano 4.30 a 5.00 de la mañana el sol está saliendo ya) mi padre preparo un desayuno (plátano sancochado y pescado salado) con masato, terminamos y me dijo ya casi tu ni te acuerdas porque hace mucho tiempo que no venias por eso del colegio, como ya terminaste tienes que ganarte el pan en lo que sabemos hacer, o piensas estudiar, le dije que sí, que quería ser profesor, se rio y me dijo conque profesorcito quieres ser, ya veremos pues, por ahora toma ese machete y esa aza, hoy y estos días vamos a desyerbar, ponte tus botas de jebe ( en la chacra hay que usarlas porque estas te protegen de cualquier picadura de algún insecto o culebra venenosa),
A comenzar la faena veo que mi padre se saca el polo, luego el short, y se quedó con solo botas y calzoncillos, me lo que mirando y por primera vez pude apreciar su cuerpo casi desnudo, él tenía 46 años, media como un metro sesenta ocho centímetros, pectorales bien marcados, hombros anchos, brazos fuertes bien marcados sus venas resaltaban de su brazos hasta sus manos, piernas duras bien formadas, estoy seguro que por las faenas del campo desde muy niño iba formado ese hermoso cuerpo, se dio cuenta y me dijo que esperas tú vas a trabajar con short, polo, aquí sácate todo lo que puedas, si quieres puedes estar desnudo y nadie te vera, así que procedí a sacarme el polo, short, y me quede con mi pequeña trusa, mi padre se rio y me dijo carajo con esa trusita ya pareces hembrita, yo le dije es que así usamos lo jóvenes papa, te saca buen culo tampoco casa nunca te había visto bien y tienes buen cuerpito, gordito redondito estas como para reventarte y se mordió los labios y sonrió, nos pusimos a trabajar yo de vez en cuando le miraba el cuerpo a mi papa y estoy seguro que él también se hacía en especial cuando se tomaba su tiempo para tomar agua, yo me hacia el que no lo veía, ya cerca de las once del día me dijo, ya está haciendo mucho sol hijo que te parece se nos vamos al rio a bañarnos le dije que está bien, dicho esto él se adelantó un poco y yo lo seguí al llegar a la orilla del rio, yo pensé que se metería con todo, pero se detuvo y se sacó el calzoncillo, dejándome ver el más hermoso, redondito y duro culo que había visto
Se dio vuelta y me dijo que miras te gusta, nadie lo ha tocado ni lo tocara nunca a menos que sea mi mujer, pero mira que te parece mi pinga, al mostrármela no podía creer lo que estaba viendo, era la verga más grande gruesa y cabezona que había visto nunca jamás, parecía un brazo de un niño de meses regordete, su cabeza era enorme, mi padre me dijo como la vez, serias capaz de aguantarte esto y eso que no está bien parada, le dije no, se rio y me dijo la tuya no esta tan mal que digamos, pareces que estas siguiendo mis paso, para tu edad yo la tenía casi así, bueno ya metete al agua que esta fresquita, estando en el agua nos pusimos a chapotear, mi padre por momentos manoteaba rápido que no me dejaba respirar, luego lo hacía yo, después comenzó a tomarme de los hombros y zambullirme
Yo desesperado manoteaba para que me deje salir a respirar, por momentos mis manos chocaban con su pinga que ya se estaba poniendo dura, yo sentía que él quería que pusiera mi cara en su verga pero lograba zafarme, en otras se la agarraba para que me deje salir, él se reía y me decía te gusta el baño le dije si, ahora ven tócame ya que nunca lo has hecho, toca mis brazos, hombros, pecho, pierna, si quieres tócame el culo que tanto estabas deseando, y comencé a tocarlo por todos lados parecía de roca maciza, luego me dijo no quieres tocarme la pinga para que veas como la has puesto, lo conteste con un tímido si, en verdad era tremendo tronco de nervio venoso que estaba a punto de reventar, mi padre rio, y me dijo ahora abrázame con todas tus fuerzas con todas las que tengas a ver si logras quitarme un poco de aire de mis pulmones así, lo hice lo abrace con todas mis fuerzas, el junto sus piernas y tenso todo su cuerpo, yo abrí mis piernas y él puso su tremenda verga entre mi piernas, le dije ya está bien no he podido lograrlo me doy por vencido, falta la última prueba más hijito, ahora abrázame de espaldas y has lo mismo, abrázame por detrás con todas tus fuerzas, le dije no papa, mejor lo dejamos así, yo temía que al abrazarlo notara también la erección que yo tenía, pero insistió tanto que lo hice, al comienzo trate de no acercar mi verga a su duro culo, pero él me dijo, no tengas miedo, acércate mas no tengas miedo no hay problema pon tu pinga en mi culo y si me metes tu verga será tu premio, de lo contrario te abre vencido, en verdad que trate y trate de meterle mi pinga, lo deseaba, pero su ano parecía una roca impenetrable igual que su cuerpo y me di por vencido, le dije está bien papa tu ganas
El me dijo ven ponte al borde del rio, y agárrate fuerte de esas raíces del árbol, espérame un momentito que ya vengo, salió rápido del rio y regreso igual, traía en su mano un enorme pote de vaselina, desde ese momento ya comencé a sospechar lo que mi padre me había preparado para mi nada era casualidad, se hecho un poco de vaselina en la cabezota y en su verga, le dije papa que vas a hacer, no lo hagas por favor papa, tremenda verga no me va a entrar, tu tranquilo solo relájate, le seguí suplicando y me dijo te di la oportunidad y no me cachaste, ahora me toca a mí, pero papa, te juro que voy a gritar, me dijo puedes gritar todo lo que quieras nadie te va a escuchar, puso su enorme cabezota en mi anito virgen, cada arremetida era un dolor, me dijo si quieres grita no te aguantes, grite para ver si así bajaba el dolor y nada, me dijo es mejor que no opongas resistencia, puja mas bien y vas a ver como a si va a entrar más rápido, así lo hice pero ni eso ayudaba, hasta que mi padre dio una tremenda arremetida que clavo su enorme glande su enorme cabezota en mi anito virgen, di un tremendo grito, que casi me desmayo, y mi padre me dijo, “ya por fin te entro la cabeza, lo demás será fácil,” yo le decía por favor papito sácamela,
El me decía espera será esta que te acostumbres, no se movió un momento, ese minuto pareció eterno, que estaba a punto de dormirme no se si de dolor, cansancio, o había logrado placer, ya me había acostumbrado a tener tremenda cabezota en mi culo, cuando en eso siento que mi padre comienza a meterme un poco más la pinga le decía ya no más papito, me estas destrozando, me vas a matar papa, en eso paro un momento su pinga se puso más dura, y de pronto sentí un torrente de leche que inundaba mis vientre, parecía que nunca iba a terminar, hasta que por fin lo hizo, saco su pinga chorreante y de leche y de mi culo seguía saliendo más, y me dijo ya vez, ya está a partir de ahora serás mi otra mujercita, sí o no, le dije si llorando, espero que esto no se lo cuentes a nadie, sino pobre de ti, y se pasó el dedo por su cuello, ahora te voy a lavar bien, te voy a cuidar como mi mujer que eres, ya no tendrás que desyerbar, te voy a curar con unas yerbas para que te pare el sangrado y el dolor, así lo hizo y llevo cargado hasta la choza, puso su manta encima de la mía y me deposito suavemente, luego me dio de tomar unas yerbas, me dio unas pastillas para el dolor, y unto mi culito con una crema.
Bueno hasta aquí me quedo en otro oportunidad continuare con el relato…
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