INCESTO EN LA SELVA PARTE 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Por lo que había hecho mi padre, comencé a tenerme una mescla de temor, en otras oportunidades le tenía deseo, así tome la decisión de no hacer nada hasta que las cosas se dieran es su momento, trate de serle complaciente, cuando él se acercaba a la pequeña choza que me cubría del sol, donde está el agua, una toalla para secarse el sudor él iba donde yo esta, y me preguntaba como como esta mi mujercita, yo le respondía muy bien papito, ya te dije tu no vas a ser ningún trabajo, solo quiero verte aquí, le respondí pero papa tengo que ayudarte tan pronto me reponga, me da pena ver que mi marido se mate trabajando a pleno sol, y él me respondía para eso es el hombre, le dije yo también soy hombre y te puedo ayudar, me dijo con lo que me vas a ayudar es con esto, y se agarraba su tremenda verga, semi erecta, si mi amor, quiero que te acerques más, quiero olor y morder esa rica pinga, así lo así, yo primero la olía y después, te bajaba la trusa y comenzaba a chupársela, a lamerla toda a mordisquear sus grandes huevos, mi padre se retorcía de placer y me decía, y para hijo hay que continuar con el trabajo y regresaba corriendo a seguir laborando, y así la pasaba me miraba y me sonreía, creo que le parecía increíble lo que le estaba pasando, por momentos cantaba y silbaba, se le notaba contento y muy alegre, asi estuvo sábado y domingo, yo aún seguía muy adolorido, cada vez que me paraba sentía dolor y caminaba abriendo las piernas, le dije a mi padre ahora como vamos a hacer así no puedo ir a la aldea mama se va a dar cuenta de lo que me has hecho, y él me dijo si tienes razón, lo que vamos a hacer es que yo me vaya a la aldea y tú te quedas, le diré a tu mama que te has quedado porque hay mucho trabajo y que te necesito más tiempo, y además recogeré algunos víveres más y recogeré más ropa, de paso compro algo de medicina, si le dije es mejor así, pero no quiero que vengas muy tarde tengo miedo quedarme solito hasta tarde la noche, y me dijo no te preocupes antes de que oscurezca ya tendrás a tu maridito de vuelta, tomo su moto y partió rauda a la aldea.
Al quedarme me solo me puse a pensar muchas cosas, de que si lo odiaba, hasta el punto de querer matarlo después pensaba si lo mato se enteran y la reunión de apus (jefes de aldeas) ordenarían matarme a mí, así que deseche esa venganza, me dije le voy a seguir donde pueda, pensaba una noche lo emborracho con bastante masato y le meto mi pinga, y lo haría también mi mujer, pero decía y si al día siguiente se da cuenta el sería capaz de molerme a golpes, y encima me cacharía y me metería su enorme pinga sin piedad y no me cuidaría, me decía tiene que ser por propia voluntad tiene el que pedirme que le meta mi pinga, poco a poco lo voy a ir acostumbrando hasta que desee se poseído por mí, creo que eso sería lo mejor.
Así que decidí tratar de ser su mujer sumisa, obediente, complaciente y cariñosa, pero eso si no iba a dejar que me meta aun todavía su verga, él me dijo que a mi madre en una oportunidad le dio por atrás y que también la hizo gritar, y que casi no podía ni pararse por más de una semana, que cuando le daba por delante (vagina) la dejaba bien adolorida que por semanas no quería que la toque, es por eso que andaba siempre bien arrecho y tenía que pajearse (masturbarse) todos los días. Ya cerca del anochecer llego mi papa con algunas cosas mías, incluso a mi música mis usb de música, y me dijo ya vez aquí estoy como le prometí a mi mujercita, con esfuerzo me levante y lo abrace y comencé a besar su carnosos labios, a él le gustó muchísimo, me rico que rico labios, tienes me gusta tu boca, nunca antes nadie me había besado, al sentir tus labios mira como ha puesto su mujercita a su marido y se tocó la verga, yo le dije no te creo , baje mi mano y en verdad tenía una erección increíble, rápidamente le baje el short que tenía puesto, lo desnude todo el cuerpo y comencé a besarlo y decirle que lo había extrañado muchísimo, y él me decía si mi mujercita pero quiero que me sigas besando los labios, quisiera morderte los tuyo, le dije no mi amor tú me has prometido que me vas a cuidar y tienes que cumplir tu promesa, si no ya no seré cariñoso contigo, está bien, está bien será como tú dices, pero sigue besándome, yo me seguía comiendo a besos, le metía mi lengua el también aprendió a hacerlo y le dije papi quiero que me des tu leche otra vez, y él me dijo pero te a dolor otra vez, yo le dije no, ahora será como yo pida, está bien me dijo, y nos acostamos en las colchas de hilo, bese todo su cuerpo, mordisque su orejar (me di cuenta que le producía mucho placer también) el cuello, baje por su pecho, su barriga bien formada, lamí su velllos, el quería que le chupe la verga y yo le dije, déjame que lo hare es su momento
Baje por su piernas duras, y le bese su pies, y comencé a chuparle el dedo gordo y me dijo que haces, y le dije me gustan tus pies en especial tu dedo, no te gusta a ti y él me dijo si pero vas a hacer vas a hacer que me vacíe o me venga antes de tenerte (este era otro punto de excitación), luego de ahí le dije estira tus piernas hacia arriba, para que pueda morder su culo duro, y meter mi lengua en su estrecho y negro ano, él me decía ya no por favor para que me voy a venir (este era otro de su puntos débiles), así le hice bajar las piernas, me senté en su pubis y hacia que su verga rosara mi culito adolorido, y le dije ahora si mi macho, quiero que me des toda tu leche, acomode mi pinga en su pubis, cerré mis piernas que estaban lubricadas con tanto liquido preseminal entre mis piernas haz de cuenta que tengo tu pinga en mi vagina, él me dijo en verdad parece que si, son tan suavecitas tus piernas, y comenzamos a movernos, el empujaba hacia arriba y yo hacia abajo y me movía como si en verdad me estuviera introdujendo su pinga en ni ano, no tardo mucho tiempo y comenzó a vaciar toda leche o esperma contenido durante el día, yo me acosté sobre su pecho, mordía por momentos su tetillas, él no sabía qué hacer con su manos por momentos tomaba mi cabeza y hacia que mi boca se pegue más a sus tetillas, en otros momentos estrujaba las mantas, al ver que ya había terminado me senté y sobe su pinga contra mi ano, luego de ahí baje hasta su pinga y comencé a lamérsela y chuparle su enorme glande y logres sacar unas cuantas gotas más de leche que lamí como si fuera un helado, metí la punta de mi lengua en su pequeño agujero de la pinga, y mi papa me dijo yo no sigas más por favor, le dije si ahora si ya termine y le pregunte así inocentemente te gusto papito, le ha gustado has cachado a tu mujercita, me dijo si, el mejor polvo que he tenido hasta ahora, ya vez mi machote no necesitabas meterme tu rica verga todavía, ya vas a ver cómo te voy a seguir sintiendo más placer, Espero que le haya gusta esta segunda parte de mi relato, espero su comentarios.
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