INCESTO EN LA SELVA – PARTE 5
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Como les había manifestado en mi relato anterior mi plan estaba marchando a la perfección, cuando se fue mi padre a ponerle más dulce al masado aproveche para poner en su tazón un cuarto de somnífero, quería asegurarme que mi padre no despertara rápidamente cuando sintiera nada, cuando llego le dije, mi amor ahora vamos a cambiar de posición, vamos a dormir con los pies hacia la viga, mi padre mi dejo porque, le respondí mi amor es que ahora voy a cambiar la cámara en otro ángulo, me dijo está bien ya te dije que le daría gusto en todo a mi mujercita, gracias papito le respondí.
Nos acostamos lo había planeado, al poco momento mi padre roncaba profundamente, lo moví fuerte y también le hable para estar seguro que no despertaría fácilmente, no me contesto ni se movió por más que lo remecí de los hombros, hice que me acurrucaba en su pecho dándole la espalda, tome su mano y me la puse en mi pecho, metí mi culo entre su verga y no despertaba por nada, entonces le levante y puse mi plan en marcha.
Tome unas pequeñas toallas y se las amarre en el puño de ambos brazos, luego agarrare una cinta fuerte, procedí primero a amarrar una mano después la otra, me cerciore bien que está completamente bien amarrado, luego de ahí procedí también a hacer lo mismo con sus pies, igual que había hecho con sus brazos, solo que un pie lo ate a la viga, dejando unos 70 centímetros entre su pie y la viga, lo mismo hice con el otro pie pero este si solo lo amarre el pie y deje la otra punta suelta.
Cerca de las cuatro de la mañana me levante me puse unos guantes, y unte mi verga con silocaina, la tenía bien parada y durísima, cuando la silocaina comenzó a hacer su efecto ya no sentía mi verga, tome un jabón y la lave, luego procedí a acostarme junto a mi papa, al poco rato comenzó a moverse, se despertó y se dio cuenta que estaba amarrado me dijo:
– Que mierda has hecho porque carajo me has amarrado las manos, y los pies.
– Amorcito no te preocupes- le respondí – tú me has dicho y has prometido que me vas a dar gusto en todo, recuerda que me lo prometiste, es solo ahora yo voy a hacer como quiero que me metas la pinga, hasta ahora lo has hecho a tu antojo y te he dejado hacerlo, me has vuelta a hacer gritar y doler muchísimo, así que mi amor cumple con la promesa que le has hecho a tu mujer, o es que acaso no soy tu mujercita para que me complazcas.
– Está bien, pero me hubieras dicho.
– Mi amorcito es que si te lo decía no ibas a querer, quiero que me des mi mañanero pero será como yo lo deseo está bien mi amorcito.
– Está bien, todo sea por complacer a mi mujercita rica.
Le dije papito quiero que me metas tu pinga, quiero cabalgarte mirándote la cara, procedí a sentarme en la verga de mi padre, él quiso empujármela de una sola vez, y le dije no, así no mi amor, yo me la voy a comer como yo quiero suave y lentamente, está bien me respondió mi padre, procedí a colocarme su tremenda cabezota en mi aun adolorido ano, que lógicamente esta con silocaina que me había también limpiado y lavado y con abundante gel lubricante, y lentamente mi comiendo el tremendo glande, mi padre me decía que rico, ya vez mi amor como te está gustando, si me está gustando mucho me respondió, luego me fue metiendo lentamente el tremendo tronco de puro nervio, vi que mi padre movía la cabeza de placer, por momentos el mismo se pellizcaba la tetillas para sentir más placer, y me decía así, así, mi mujercita que rico, estoy sintiéndote como mi pinga se abre paso lentamente dentro de ti, que rico es, que rico había sido hacerlo lentamente, le dije ya vez mi amor, así es como quiero que me caches, que me poseas a partir de ahora, comencé el mete y saca, el saca y mete y a moverme en círculos, mi padre gemía de placer, me dijo creo que ya me voy a venir, le conteste aun no mi amor falta lo mejor, ahora quiero que cabalgarte dándote la espalda, saque su verga, que estaba babeante de líquido pre seminal, y me senté dándole la espalda, lo hice como lo había hecho antes, le dije a mi padre, voy a meter mi pierna debajo de tu pierna amarrada, y tú pones la otra encima de mi otra pierna, ya mi amor me respondió, pero apúrate que ya no aguanto, y nuevamente comencé a moverme como la mejor puta, le dije a mi papa, mi amor cuando te vaya a venir me empujas con todas tus fuerzas tu pinga, si mi amor, me contesto, al poco momento me dijo ahora si ya no aguanto más, y empujo su verga con todas sus fuerzas, y yo me acosté mi espalda a su pecho, mi padre parecía que nunca iba parar de dejar de botar tanto semen dentro de mí, le pregunte, te ha gustado mi amor, si mi mujercita creo que este polvo ha superado a todos los anteriores que te he dado, te has vuelto una experta, le dije ya vez mi amor, y aún falta mucho más pero tiene que obedecerme en todo lo que te diga, me respondió si mi amorcito por algo soy tu marido.
Terminado lo limpie con toallas húmedas, y lo seque con papel higiénico, lo mismo hice yo.
Descansamos un momento, y mi padre me dice quiero orinar tienes que soltarme, no mi amor, orinaras amarrado, aquí hay un pequeño balde para que lo hagas, has pensado en todo carajo, me dijo, y yo le sonreí, y le dije veo que tu pinga aún sigue parada parece que aun te has quedado con ganas, si con ese tremendo rico polvazo, quisiera seguirte cachando, quisiera seguirte poseyendo todo el día, está bien mi amorcito le dije, pero según lo acordado harás lo que yo te diga, está bien mi amor tu solo da las ordenes que yo te voy a obedecer, está bien, mi maridito le respondí.
Sabes mi amor, voy a jalar la silla, y me chuparas la mi pinga, yo también tengo derecho en vaciar mis huevos de leche, si mi amor, jale la silla, él se arrodillo y procedió a lamer y chuparme mi verga, me dijo está bien dura, me parece que te ha crecido más y casi tan gruesa como la mía, así mi amor le respondí, agarre su cabeza y le introduje mi glande cabezudo que no era tan grande como el de él, al comienzo no quería, le dije, recuerda lo prometido, si mi amor, y comenzó a comérselo con algo de dificultad y lo tenía bien agarrado de la cabeza, y poco a poco se iba metiendo más adentro de su boca mi verga, por momentos lo dejaba respirar, tomaba aliento y se la volvía meter otras vez, me movía la cabeza para que le saque mi pinga de su boca, veía salir unas lágrimas de sus ojos y empuje su cabeza más hacia mi pinga, lo vi que se atraganto, y se la saque, mi padre me dijo mi amor, me has atorado casi estuve a punto de vomitar, yo me sonreí, y le dije ya te acostumbraras, poco a poco, porque esta no será la primera ni la última vez, si quieres seguirme cachando, me respondió mi padre diciéndome, si mi amor será lo que tú digas y mandes, ya te dije que yo te voy a obedecer como si fuera tu sirviente.
Luego saque la silla comencé a besarlo, bese su cuello – que lo enloquecía- mordí su tetilla – que también lo excitaba- luego lamí su pinga, y lamí sus grandes huevos, mi padre me dijo ahora que pose quieres que te haga, le respondí espérate un poquito y ya lo veras, sé que te va a gustar, me salí debajo de él, y le dije, quédate ahí, me puse detrás de él, y le dije inclina tu cabeza y tu pecho, te voy a morder las nalgas, y meteré mi lengua en tu ano, me dijo no mi amor, no hagas eso tu sabes cómo me excita eso también, por eso mismo mi amor le respondí, mi padre se puso en la posición que le dije y procedí la operación, mi padre se jalaba los pelos, escuche su gemidos de placer, ya vez mi amor como estas gozando, si me respondió pero ya termina de una vez que me vuelve loco, pero mi amor le dije si recién estoy comenzando, me puse un guante, unte su ano con un poco de gel y lubrique, mis dos dedos de la mano, mi padre me dijo que vas a hacer, le respondí, te voy a llevar al máximo de placer, me respondió, no eso sí que no, ni pienses que me vas a meter tu dedo en mi culo, tú me lo has prometido y tienes que cumplir tu promesa, promesas son promesas, él me dijo pero eso sí que no, ni lo pienses, ajusto el ano bien, hizo quiso voltearse, le amarre la otra pierna que estaba suelta en la viga, aun así seguí haciendo fuerza, se volteaba de un lado para otro, hasta que por fin logre en un descuido le clave un dedo de un solo empujón y mi padre pego un fuerte hay de dolor, ya mi venganza se estaba realizando, este relato lo dejare ahí, hasta aquí no más mis estimados lectores, espero sus pronto comentarios, que tal vez sea la parte final.
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