Incesto gay entre primos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por getaway11.
Mi hermano se llama Alex , él y yo nos mudamos juntos hacía un par de años.
Yo ya tenía 25 años y mi hermano 28 y ahora casi no nos veíamos en casa, aunque recién tuvimos la casa sola para los dos revivimos nuestras épocas de adolescencia y nos esperábamos uno al otro para seducirnos de diferentes maneras y terminar cogiendo o por lo menos mamando.
Ambos somos super cachondos y el aumento de sexo solamente nos alborotó más las hormonas, así que rápidamente la casa se llenó de juguetes sexuales, ropa cachonda, lubricantes, etc.
Cada uno tenía relaciones con otros hombres e incluso llegamos a salir cada quien con chicos pero nada en serio.
Algunas veces hablamos de la posibilidad de hacer un trío pero yo no estaba de acuerdo con romper el secreto, para mí lo que hacíamos a puerta cerrada era solamente algo de calentura entre él y yo.
Ya no éramos adolescentes pero somo solteros nos gustaba cuidarnos.
Mi hermano es tipo oso, gordibueno de brazos y piernas fuertes y peludo, yo siempre he sido más delgado, atlético por el gimnasio y lampiño.
Aunque de nuestros rostros somos muy parecidos, nuestros cuerpos no podían ser más diferentes.
Lo único en lo que somos casi gemelos es en las vergas, solamente que la de mi hermano es un poco más gruesa sin circuncisión y la mía un poco más larga con circuncisión.
Así que para ser un par de "jóvenes adultos" todavía estábamos muy sabrosos.
Mi tío, que casi fue como un segundo padre para nosotros nos pidió que si mi primo Pablo (su hijo más grande) que recién había entrado a la universidad podía pasar unas noches en casa con nosotros porque su nuevo horario tenía clases muy tarde y muy temprano y no querían arriesgarse a que estuviera en la calle a esas horas, iba a ser más fácil y menos pérdida de tiempo quedarse a dormir algunas noches en la casa con nosotros que estábamos a unos 20 minutos de su escuela, mientras que su casa estaba a más de una hora.
Mi hermano y yo no nos pudimos negar y acondicionamos un espacio para que mi primo se quedara a dormir y que tuviera dónde hacer sus tareas, básicamente no tenía privacidad porque no había más habitaciones así que estaba en un lugar entre la sala y la cocina.
Además tuvimos que guardar todos nuestros artículos sexuales e incluso deshacernos de algunas cosas que no pudimos esconder en ninguna parte o que no nos queríamos arriesgar a que salieran a la luz por accidente.
Yo por mi parte empecé a platicar más con mi primo para conocernos mejor, porque aunque somos primos hermanos pero yo soy casi 7 años mayor que él y realmente no éramos cercanos.
Desde el principio hubo un poco de choque para mí porque mi primo aprovechó mi acercamiento para empezar a chatear de noche y luego prendía la webcam, él estaba acostado solo con el calzón y se le hacía muy natural estar platicando conmigo.
Yo a veces prendía mi cámara y a veces no porque ya estaba muy cansado pero no puedo negar que aprovechaba para echarme un taco de ojo porque Pablito se había desarrollado muy bien y era un muchacho muy guapo.
Como es común en las noches las pláticas a veces se subían un poco de todo y mi primo me preguntó directamente si Alex y yo éramos gays y al ver su naturalidad le respondí que sí.
Seguimos la plática pero mi primo estaba haciendo más preguntas difíciles de responder en un tono medio morboso y yo traté de responder educadamente sin darle demasiados detalles.
Una pregunta que me llamó la atención es que Pablito dijo muy ambiguamente: ¿y cómo le hacen cuando están calientes? A lo que yo respondí: supongo que como tú y tus hermanos ahora que viven juntos.
Entonces el solamente dijo con un suspiro: eso me imaginaba, espero que sí!
Total que llegó el día en que mi primo trajo sus cosas a casa y se instaló, le dimos llaves para que pudiera entrar y salir libremente y le explicamos las cosas básicas de la casa.
Esa noche aún no iba a dormir con nosotros, ya que solamente se iba a quedar las noches que no alcanzara transporte para ir o regresar a casa de sus papás.
Así empezó el semestre de la universidad y se nos empezó a hacer normal ver a Pablo en la casa, dormido o haciendo tarea cualquier día de la semana sin avisar.
Obviamente mi hermano y yo fuimos mucho más discretos pero aún así aprovechábamos cuando teníamos casa sola para coger en la sala, la cocina, el baño y en nuestras habitaciones.
Una noche que estaba Pablito en la casa mi hermano se metió en mi habitación y a puerta cerrada nos estuvimos mamando hasta que me tragué su semen y luego el se regresó a su habitación.
Según nosotros todo muy discreto y sin levantar sospechas, ni si quiera cogimos para no hacer más ruido.
Una tarde que yo iba regresando del trabajo, mi hermano me manda un mensaje y me dice: mira, te espera una sorpresa.
Y me manda una foto de su pito en la sala de la casa.
Yo ya me imaginaba que íbamos a tener cancha libre pero a veces mi primo llegaba sin avisar lo que hacía el encuentro aún mas excitante y de cierta forma peligroso.
No pude evitar que se me parara la verga solamente de imaginarme lo que íbamos a hacer llegando a casa.
Ya estaba y por abrir la puerta cuando me llega otro mensaje de mi hermano con una foto pero como yo ya estaba ahí prefería entrar a la casa y no mirar el mensaje.
Abrí la puerta y veo a mi hermano totalmente desnudo con el pito bien duro mirando una película porno en la sala.
Tiré mis cosas al suelo y me empecé a quitar la ropa para sentarme junto a él y empezar a masturbarme viendo la porno también.
En eso escucho ruido atrás de mí y voltee rápidamente para ver a Pablito también totalmente encuerado pajéandose atrás de mí.
Yo estaba muy sorprendido y me quedé congelado pero estaba todavía más excitado de ver a ese hermoso chamaco encuerado y excitado en mi casa.
Mi primo estaba parado tímidamente con su cara de pillo, temblando de la excitación y no podía dejar de voltear entre vernos a mi hermano y a mí desnudos y la película porno.
Resulta que mi primo no solamente platicaba conmigo por las noches, sino también con mi hermano y Alex fue mucho más fácil de seducir.
Sus conversaciones terminaban en sexwebcam y se la pasaban haciendo planes de cuándo cogerían juntos y cómo nos podríamos incorporar los tres a tener una aventura incestuosa.
Ya hasta habían fantaseado sobre la primera vez que estuviéramos los tres juntos y lo que querían hacer cada uno.
Aunque para mí todo esto era una total sorpresa, pero si había cruzado mis fantasías, además conocía lo suficientemente bien a Alex y ahora a Pablo como para predecir que eso pasaría en algún momento, aunque yo no esperaba que fuera tan pronto.
Pablo se sentó en el sillón entre mi hermano y yo y nos empezó a pajear a cada uno con una mano, yo a la izquierda y Alex a la derecha.
Así que yo también empecé a pajearlo mientras él y mi hermano se besaban.
Yo no quise quedarme fuera de la jugada y empecé a chupar el cuerpo de mi primo por el cuello, el pecho y los pezones.
Mi hermano y mi primo gemían y se retorcían de placer y yo no podía creer que apenas era el comienzo.
Las vergas de los tres estaba duras como piedra y chorreando brotes de líquido por lo excitados.
Aunque mi hermano y yo nunca nos habíamos besado uno al otro pero la cara angelical de mi primo con sus labios carnosos si eran algo que deseaba probar.
Alex se levantó y nos dijo que lo alcanzáramos en la ducha.
Pablito se levantó tras él y fue a alcanzarlo, yo me tomé un poco más de tiempo para ir detrás de ellos.
Cuando entré al baño, mi primo estaba de rodillas bajo el chorro del agua chupando el pito de mi hermano.
De verdad era como una escena porno ver a mi hermano cogiéndose a mi primo por la boca, primero dejó que nuestro primo hiciera su mejor esfuerzo y luego, como era su gusto, empezó a moverse cada vez con más fuerza hasta que tuvo que detener la cabeza de Pablo con las manos para que le aguantara el ritmo.
Yo entré a la regadera y me paré junto a mi hermano y mi primo se metió mi pito a la boca hasta la garganta y empezó a chuparlo, se notaba que tenía cierta práctica pero le costaba un poco de trabajo hacer garganta profundo sin ahogarse.
Mientras tanto, Alex me chupaba los pezones y yo lo pajeaba con una mano y le agarraba las nalgas con la otra.
De por sí mi hermano y yo éramos muy apasionados y atrabancados, no sabía si mi primo iba a estar preparado para eso.
Mi hermano dejó a Pablo chupándome el pito pero lo hizo levantarse del piso para chuparle el culo, eso calentó todavía más a nuestro primo, no solamente por los gemidos de placer que hacía sino porque me empezó a chupar el pito todavía más rico y con más pasión.
Mi hermano agarró el champú para lubricar el culito de nuestro primo y Pablito se abrió bien de nalgas para dejar que mi hermano pasara sus manos y sus dedos con total libertad entre sus nalgas.
Alex le metió un dedo a Pablo y mi primo de pronto dio un salto de sorpresa pero se fue relajando y disfrutando de la sensación.
Mientras tanto yo seguía dejando que me chupara pero también agarraba mi verga con una mano como macana para darle de vergazos en los labios y en la cara, para después volver a meterle mi palo a la boca.
Pablito se retorcía de placer y me agarraba de las nalgas para no resbalarse, porque ya teníamos rato abajo del chorro del agua mientras Alex le destrozaba el culito y yo lo hacía mío por la boca.
Entonces mi hermano le sacó la verga y le dio la vuelta para que yo me lo cogiera.
Le metí despacio la verga a mi primo y le entró con cierta facilidad, el interior de su culo se sentía super caliente, seguramente por la fricción del mete y saca.
Como la verga de mi hermano es más gruesa que la mía, lo había dejado totalmente dilatado, aunque debo confesar que en ese momento me di cuenta de que Pablito ya no era virgen y que tenía cierta experiencia porque tomó mi verga como un experto y empezó a moverse de manera deliciosa dándose unos sentones que me hicieron retroceder hasta la pared para no caer.
Mientras tanto Alex ya se había lavado la verga con agua y un poco de jabón para volver a metérsela por la boca a Pablito.
Ver las nalgas redondas de mi primo, su espalda delgada encorvada y su cabeza siendo perforada por la herramienta de mi hermano era toda la visión.
Le apagué al chorro del agua y les dije que nos fuéramos a la habitación.
Salimos despacio mientras nos secábamos cada quien con una toalla.
Mi primo llegó primero y se acostó boca abajo en la cama, dejando sus hermosas nalgas al aire, luego llegó Alex y lo tomó por los tobillos abriéndole las piernas para echarse sobre él y empezar a cogérselo.
Pablo me jaló frente a él para chuparme el pito mientras mi hermano se lo cogía.
Yo estaba extasiado, la cogida había sido mejor que cualquier fantasía que yo hubiera tenido para un trío con mi hermano.
Me pasé del otro lado de la cama y Alex sacó su verga de nuestro primo, entonces yo lo acomodé en cuatro y me subí sobre él para meterle mi verga bien hasta el fondo.
Pablito empezó a gemir y a gritar de placer, mientras Alex se puso debajo de nosotros para chuparle el pito a nuestro primo, que no pudo resistir mucho tiempo y empezó a venirse en la boca de mi hermano.
Nos separamos los tres por un momento, dejando que Pablo recuperara el aliento.
Para este momento los tres ya estábamos cansados pero seguíamos muy calientes y no sabíamos si nuestro primo iba a aguantar tanta verguiza o a querer seguir después de venirse, pero nos dijo que quería más verga.
Entonces Alex se acercó y empezó a besar a Pablo todavía con restos de semen en su boca.
Cuando terminaron yo agarré de nuevo a mi primo y lo acomodé boca arriba para agarrarlo con las piernas al hombro.
Me lo empecé a coger cuando sentí que Alex me llegó por atrás y empezó a restregarme su verga entre las nalgas.
Yo me deje porque estaba disfrutando mucho de todo.
Solamente hizo falta un poquito de crema para que la verga de mi hermano se fuera como mantequilla entre mis nalgas y entrara hasta el fondo.
Entonces empezamos a hacer un trenecito de placer donde yo no pude aguantarme los gemidos de placer al tener a mi hermano atravezado por el culo a mi primo exprimiéndome la verga con su anito.
Entonces movido por un instinto sexual, Alex agarró un pié de Pablo y me lo puso en la boca para que se lo chupara, yo me dejé llevar y los dos hermanos empezamos a chuparle los pies a mi primo mientras hacíamos el trenecito conmigo en medio.
Yo ya no podía más y les dije que me iba a venir pero quería echarle los mecos en la cara a Pablo, así que le saqué la verga y mi primo se dio la vuelta justo a tiempo para recibir mis chorros calientes de leche que salpicaron la mitad de su cara y terminó por chuparme la punta del pito y tragarse un poco de mi leche.
Entonces me agaché para besarlo en la boca y pude probar aún restos de mi semen, fue algo muy intenso en ese momento.
Yo necesitaba recuperar el aliento, así que me tiré en la cama a un lado de Pablo.
Entonces Alex dobló a Pablo sobre la orilla de la cama dejándolo con una pierna en el piso y la otra sobre su hombro y empezó a cogérselo de ladito con unas embestidas salvajes.
Nuestro primo ya no solamente gemía, sino que casi lloraba del placer y se agarraba de la cama para no caerse.
Yo estaba muy sensible y mi verga había quedado totalmente molida después de eyacular pero mi cerebro seguía caliente así que me acerqué para chuparle el pito a mi primo.
Traté de meterme su verga hasta el fondo pero mi hermano se lo estaba cogiendo muy duro y se movían demasiado, así que mayormente le estaba chupando la cabeza y cuando bajaron un poco la intensidad empecé a chupársela con más fuerza y mi primo empezó a echarme su leche en la boca, esa sensación, el olor y el sabor me volvieron loco y me pegué a su pito como un becerro mamando teta.
Lo que no me di cuenta en ese momento, fue que mi hermano también estaba terminando pero en el culo de Pablito, así que los dos se estaban viniendo con contorsiones rítmicas de sus culos y vergas.
Finalmente mi hermano sacó su verga del culo de Pablito y los tres nos acostamos para descansar sobre la cama.
Entonces Pablo nos contó que él tenía muchas ganas de tener sexo con nosotros, que él y sus hermanos se masturbaban juntos y que hasta se chupaban las vergas y que ellos ya sospechaban que Alex y yo hacíamos cosas parecidas pero no estaban seguros si teníamos sexo.
Esa tarde ya solamente nos bañamos, cenamos y cada quien se fue a su cama.
Obviamente no podíamos dormir tranquilos, así que en la noche Alex entró a mi habitación donde yo me hacía el dormido solamente para encontrarme totalmente desnudo y con la verga bien dura y me convenció de ir a la sala a despertar a Pablo.
Obviamente de nuevo, cuando llegamos a la sala, Pablo también estaba desnudo con la verga bien dura esperándonos.
así empezó una nueva época de obsesión con el sexo pero ahora con mi primo y en trío con mi hermano.
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