Incesto gay entre primos 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por getaway11.
Ya habían pasado dos años desde que mi primo Pablo entró a la universidad y empezó a pasar algunas noches en casa con mi hermano y conmigo.
Mi hermano Alex estaba por cumplir 30 años, yo tenía recién los 27 y nuestro primo tenía 20.
Los primeros días en que empezamos a coger entre los tres eran noches interminables de tríos y excesos de sexo donde mi hermano y yo revivíamos mucho de nuestras primeras experiencias sexuales a través de nuestro primo y sus reacciones e interminable calentura de adolescente.
Para Pablo también fue una época de experimentar y abrirse a la sexualidad, cuando estaba con mi hermano y conmigo siempre fue pasivo y se volvió un experto en exprimirnos la verga con los labios y con las nalgas, pero mientras Pablo se involucraba más en la universidad, tuvimos menos tiempo para andar de calientes.
Además Pablo también tenía ondas sexuales con sus dos hermanos menores desde hacía algunos años.
y aunque Alex y yo estábamos ansiosos por cumplir una fantasía de orgías familiares, nos detenía la necesidad de conservar el secreto y que nuestros otros dos primos aún eran menores de edad.
excepto que Samuel, el siguiente hermano de Pablo estaba a punto de entrar también a la universidad y con eso cumplir su mayoría de edad.
Mi hermano y yo nos habíamos acostumbrado a tener a Pablo en la casa a todas horas, mientras él entraba y salía libremente pero la verdad es que la casa no tenía suficiente espacio y difícilmente podíamos hospedar a otra persona.
Así que mi tío decidió rentar un departamento para sus dos hijos cerca de la universidad y por lo tanto cerca de nuestra casa.
Obviamente mi hermano y yo nos ofrecimos a ayudarlos con algunos gastos y que pudieran pasar a la casa a surtirse de víveres y cosas que pudieran necesitar.
Así que un día de pronto llegó Pablito por sus cosas y se mudó con su hermano.
Tuvimos un par de semanas de tranquilidad donde solamente mi hermano y yo eventualmente nos mamábamos o masturbábamos juntos.
Hasta que una tarde que regresé temprano del trabajo me llegó una videollamada de Pablo y cuando se prendió la cámara estaba apuntando a la cama de su cuarto, yo empecé a preguntar si había alguien por ahí, pensando ingenuamente que el teléfono se había marcado accidentalmente.
Pero de pronto entraron a cuadro Pablito y su hermano Samuel, totalmente desnudos y se tiraron sobre la cama a hacer un 69.
Yo me quedé como hipnotizado mirando la pantalla mientras mi verga se ponía dura instantáneamente.
Era la primera vez que veía lo desarrollado que estaba Samuelito, también era la primera vez que veía a Pablo teniendo sexo con alguien que no fuera mi hermano, igualmente era la primera vez que veía a otros dos hermanos con incesto, había muchos pensamientos locos e ideas cachondas dándome vueltas por la cabeza, así que simplemente me metí en mi cama, me quité la ropa y empecé a masturbarme mientras los veía.
Yo no estaba seguro si ellos podían verme, aunque no estaba prestando ninguna atención al celular pero la simple idea de estarme exhibiendo ante ellos mientras se exhibían teniendo sexo conmigo me hacía volar la cabeza.
Pablo se sentó al borde de la cama, mientras su hermano se lubricaba el culito con crema y se sentaba sobre su verga, los dos estaban de frente abrazados besándose y yo podía ver sus cuerpos delgados y marcados.
Con la verga del mayor entrando y saliendo del culito del menor.
Las espalda, la cintura y las nalgas de Samuel estaban deliciosas, tenía cuerpo como de modelo de Bel Ami.
Pablo también era un jovencito guapo y muy sabroso pero definitivamente la novedad en ese momento era el otro hermano y su culito rosado.
Entonces Pablo le dijo a su hermano, te conté cuando me cogieron Alex y Victor, nuestros primos? Samuel no respondió nada o al menos alcancé a escuchar nada, solamente podía verlo rebotando, matándose solo sobre el pito de su hermano mayor.
Entonces Pablo volvió a decir, pues no fue solamente una vez como te conté, en realidad fueron varias veces.
Samuel parecía no impresionarse por la noticia y empezó a voltearse para quedar de espalda a su hermano y de frente a la cámara, ambos se pusieron de pié sin despegarse y empezaron a coger parados.
Samuel se daba sentones y se movía bien rico clavándose la herramienta en su hermoso culo, mientras Pablo le apretaba el pecho con fuerza y le pellizcaba los pezones.
Entonces mi primo menor dijo, ya sabes que mí me gusta que me cojan todos.
Esas palabras me dejaron impresionado, especialmente porque en ese momento Samuel se quedó mirando fijamente a la cámara del celular y me di cuenta de que sí podían verme.
Entonces Samuel volvió a hablar: si quieres primo Victor, ven a alcanzarnos.
wow, yo no lo pensé dos veces cuando ya me estaba poniendo un pantalón deportivo y una camiseta, ni si quiera me puse calzón y no me importó salir corriendo con mi erección marcada como carpa.
Casi de un salto en el carro y condije lo más rápido que pude hacia su departamento.
Mientras tanto yo seguía con la video llamada y podía verlos como Samuel estaba ahora en cuatro en el piso y Pablo había agarrado el celular para enseñarme un acercamiento de su verga penetrando a su hermanito.
Yo no estaba excitado, sino algo más intenso.
Mi verga estaba dura como palo y goteando, tato que mi pantalón deportivo ya estaba manchado de humedad.
Me estacioné afuera de su departamento y bajé corriendo hasta su puerta.
Ellos ya habían escuchado y carro y veían por la videollamada que yo había llegado.
Entonces antes de tocar a la puerta, Pablito me abrió con cuidado para que no se viera hacia afuera que estaba desnudo.
Yo entré y de inmediato lo empecé a besar apasionadamente, agarrarlo apasionadamente y acaricairlo por todo su cuerpo, me volvía loco agarrarle las nalgas y el pecho mientras lo besaba.
Nos fuimos así caminando y fajando hasta su habitación y al entrar ví a Samuelito puesto en cuatro sobre la cama y su hermano me hizo una señal con la mano para que yo me acercara.
Me arranqué la poca ropa que llevaba como pude y empecé a acariciarle las nalgas a mi primo mientras le metía los dedos por el culo.
Yo moría de ganas por cogérmelo pero primero quería que nos chupáramos el pito entre los tres.
Así que jalé a Samuel y lo cargué con facilidad para ponerlo sobre mí en un 69.
Chupamos pito como locos, ambos estábamos super excitados.
Pablo se nos acercó y yo lo agarré por el pito para volver a acomodarnos en un triángulo y chuparnos entre todos.
Yo tenía el pito de Samuel en la boca, mientras Pablo me chupaba a mí y Samuel chupaba a su hermano.
Luego los agarré a los dos y me metí sus dos pitos a la boca, no pude chuparlos al mismo tiempo como me había imaginado pero tenerlos en la boca y en la cara esa suficiente excitación, así que chupaba uno mientras el otro me daba de vergazos en la cara y luego los intercambiaba.
Después hicimos un cambio y no los puse de rodillas para que me chuparan el pito al mismo tiempo mientas ellos se besaban y daban lengua.
Ellos se tragaban mi verga, la rodeaban con sus lenguas y yo se las frotaba dentro de la boca, por los labios y por toda la cara, también les daba vergazos y ellos se ponían como locos.
Finalmente agarré a Samuelito y lo acosté sobre la cama boca arriba, le subí sus piernas sobre mis hombres y con mucho cuidado le fui metiendo la verga.
Mi primo tomó mi verga como todo un profesional y me dejó cogérmelo cada vez con más fuerza mientras él me pedía a gritos que le diera más.
Su hermano se puso del otro lado y le metió su pito en la boca.
Así que yo tenía dominado a Samuel por la cola mientras su hermano por la cara.
Pablo me pidió que me acostara sobre la cama e hizo que Samuel se sentara sobre mi verga.
Mi primo se estaba dando unos sentones bien ricos sobre mí, desde arriba hasta abajo, mordía sus labios y ponía los ojos en blanco del placer.
Entonces Pablo empezó a tocar las nalgas de su hermano y le empezó a meter los dedos mientras yo me lo cogía, se me hizo increíble lo dilatado que tenía el culo mi primito y lo bien que estaba tomando mi verga al mismo tiempo que los dedos de su hermano.
Entonces Pablo se colocó detrás de su hermano y se agachó para que le metiéramos las dos vergas al mismo tiempo.
Samuel trataba de relajarse para hacer el dos romano pero estaba demasiado excitado y no dejaba de apretarme el pecho con fuerza y gemir cada vez que su hermano metía un poquito más de su verga.
Despúes de varios intentos y unos minutos para acomodarnos ya teníamos ensartado a Samuel con las dos vergas hasta el fondo.
Samuel traba de moverse con fuerza pero eso dificultaba la posición, así que su hermano era el único que podía moverse con fuerza y darle mete y saca hasta el fondo.
En mi posición yo tenía un poco más dificultad para moverme pero también podía empujar mi verga y hacer presión con la de mi primo hacia el interior de su hermano.
Así estuvimos unos minutos pero fue una posición difícil de mantener y tuvimos que movernos.
Me costé sobre la cama y Pablo se puso de tijerita conmigo para que nuestras vergas estuvieran juntas y nos estaba pajeando al mismo tiempo hasta que su hermano se colocó sobre nosotros y con cuidado volvió a meterse los dos palos.
En esta posición era Samuel era el que tenía el control de la situación y empezó a moverse tan rico como lo había hecho toda la tarde.
Yo solamente disfrutaba el placer de verlo y sentir su culito apretando la verga de Pablo contra la mía.
Pero una vez más, era una posición cansada y tuvimos que movernos.
Tomé a Samuel por la cadera y lo recosté sobre la cama, luego le dije a Pablo que se lo cogiera y cuando ya lo estaba penetrando, le puse crema en el culo a Pablo y lo empecé a penetrar de trenecito.
Mi primo aún no se había dilatado como su hermano pero estaba muy excitado y le gustó la idea, así que con un poco de trabajo y dolor se metió mi verga de un solo golpe hasta el fondo y empezó a moverse para conectar la sensación de mi pito en su próstata con el culo de su hermano exprimiéndole la verga.
Los gemidos de los dos hermanos eran tan cachondos que estoy seguro de que todos los vecinos nos escucharon pero no nos importó.
Así que cuando Pablo gritó que estaba punto de venirse, yo le dije que me los tirara en la cara.
Mi primo sacó la verga del culo de su hermano y no me puse de rodillas justo a tiempo para que me llenara la cara de mecos, mientras se sacudía al ritmo de un gran orgasmo.
Cuando terminó, se tiró en la cama a un lado de su hermano, yo le pregunté a Samuel si él también iba a terminar o cómo se sentía y me dijo que él podía aguantar todavía más.
Así que retomé lo que estaba haciendo su hermano y lo agarré en cuatro para cogérmelo al bode de la cama.
Todo estaba demasiado excitante pero yo ya no iba aguantar mucho más tiempo antes de venirme o perder la erección, así que empecé a pajear a mi primo menor para que terminara más rápido y funcionó porque empezó a venirse, mientras gritaba con los ojos en blanco y salieron espesas gotas de semen que le cayeron en el pecho y el abdomen, su culito me apretaba la verga rítmicamente con cada contracción.
Una vez que terminó de eyacular todavía le seguía saliendo semen cuando yo le metía la verga hasta el fondo del culo, pero yo lo hacía lentamente porque me imaginé que iba a terminar muy sensible después de semejando cogida doble.
Saqué mi verga del culo de Samuel y empecé a chorrearle de semen por todo el cuerpo.
Cuando mi leche y la suya se revolvieron, él empezó a mezclarlas con su dedo y me dio a probar la revoltura, yo le chupé el dedo como si fuera su pito y una vez que probé nuestros mecos combinados no resistí la tentación de chuparle todo el semen que tenía regado por el pecho y el abdomen entre el mío y el suyo.
Yo estaba apenas reflexionando sobre todo lo que había pasado, cuando mi primo Pablo agarró su celular que seguía transmitiendo la videollamada y dijo, ya ves primo Alex, solamente faltaste tú!! o sea, que todo el tiempo mi hermano también estuvo mirando el trío que nos echamos.
Yo estaba sorprendido por varias cosas, primero que mis primos tuvieran tanta experiencia sexual (aunque mi hermano y yo éramos iguales a su edad pero no me lo esperaba), luego que Samuelito tuviera el culo tan abierto como para tragarse dos vergas al mismo tiempo.
Y finalmente la calentura de mi primo Pablo que era tan o más caliente que mi hermano buscando formas nuevas de excitarse y seducir.
Así que con luz verde empezamos las aventuras sexuales entre los cuatro primos.
Al igual que pasó con Pablo, las primeras semanas eran las más intensas y solo faltaba que cualquiera de los cuatro estuviera caliente para convencer a todos los demás de terminar haciendo una orgía.
Y por si fuera poco, tampoco teníamos problemas en tener encuentros privados entre dos o tres.
Nunca fuimos celosos de nuestro placer, más bien fue como una sociedad secreta donde compartíamos nuestros cuerpos.
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