INCESTO PURO I
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Nandincesto45.
MI PRIMERA EYACULACIÓN
Paso un mes y Beatriz (7 años y medio) la hermana de José mi primo nos llamó para que fuéramos donde el que nos tenía unos regalos y que también iba a estar Lupe la hermana pequeña de 6 años, Nora y yo fuimos por la curiosidad de los regalos y cuando llegamos José estaba acostado encima de Lupe con todo el pipi metido en su rajita y ella no lloraba sino que se dejaba hacer y rogando que le hiciera como el papá, en un momento el la cogió de la cintura y la atrajo hacia si, la dejó quieta y en un temblor largo soltó un gemido cuando le estaba echando la leche bien adentro mirando como Beatriz le quitaba la falda y las braguitas a Nora.
Yo estaba admirado al ver como le cabía todo el pito de José en esa cosita tan pequeña y como le salían chorritos de orines cuando se estremecía.
Beatriz metió la mano en mi chándal y empezó a acariciarme el pito y los huevos y cuando se me paro se abrió la blusa y me dijo que le mamara las tetinas, ya las tenía hinchaditas y yo le obedecí.
José soltó a Lupe y llamó a Nora y ella no quería ir, él le decía:
– Venga tesorito que yo le hago suavecito además la segunda vez no duele, ¿cierto Lupe que las otras veces no duele? y ella contesto que no que era muy bueno.
Nora se le acerco vacilando y con las manitos se tapaba la rajita, él la abrazo con una mano y con la otra le cogió la cosita, la acaricio un rato metiéndole un dedo, Norita así de pié se orino no se si del susto ó porque sintió emoción.
El la acostó en la cama con las piernas levantadas y bien abiertas empezó a chuparle la rajita y a meterle la punta de la lengua toda tiesa en su capullito.
– ¡!Que rajita tan rica, toda saladita¡¡ dijo.
– Métamelo pues, contesto mi hermana.
Luego se lo metió y Norita no lloro ni nada sino que se puso coloradita y se dejaba hacer, con los ojitos cerrados y pujaba entrecortadamente.
Beatriz y yo estábamos desnudos y me dijo que se lo metiera que yo ya sabia como era y ella se acomodo con las piernas abiertas.
Lo hice durante un buen rato mientras ella me decía que le echara lechita pero a mí no me salía, después me lo mamó un rato y a mi me gusto mucho, mientras se acariciaba la vagina con una mano y se puso como loca apretándose duro con dos dedos adentro y sobándose los pechos y se quedó temblando con los ojos bien abiertos viendo como José se follaba a mi hermanita hasta que se calmó.
José cogió a Nora de los hombros para que no se le escapara al hacerle el mete y saca y Nora gimiendo y meciendo el culito se orinó otra vez, cuando le soltó un chorro de leche más grande que la vez anterior.
Yo note que a mi hermanita esta vez si le gustó y eso que le hizo más duro.
Nos vestimos todos y nos fuimos a tomar refrescos a una heladería cercana y nos dijo que no nos daba regalos porque en la casa iban a preguntar que de donde los habíamos sacado y más bien nos dio dinero y si preguntan pues que nos lo encontramos.
Lo que si note fue que el comportamiento de Nora empezó a cambiar, siempre quería que nos escondiéramos para que se lo metiera y a veces ponía en peligro que nuestros padres nos descubrieran.
A veces iba sola donde José y regresaba con muchos dulces.
Hasta ahora todas las groserías que hacíamos eran entre niños, pues José era el mayor con 13 años, pero sucedió que entro a jugar con nosotros un adulto.
– ¿Vamos donde José? Me preguntó Nora un día cuando ya tenia 8 años,
– Vamos le conteste.
Llegamos y nos abrió la puerta Roberto el esposo de la tía:
– José y Beatriz no están pero sigan y se toman un refresco, entramos y saludamos a Lupe y a mi tía Maruja que ya iba de salida para el almacén.
Nos quedamos a jugar, el tío bregaba por mirarle a Nora las braguitas hasta que no se aguanto, la abrazó sobándole los pechitos.
-Norita ¿te hago como tu primo José?
Coloradita Nora contestó que si con la cabeza y se la llevo a la habitación.
Lupe y yo vimos cuando la acostó, le quito las bragas y después de mamarle la vagina un rato le coloco el pene mucho más grande que el de José, empujando hasta que se lo metió todo, ella lanzo un grito, le cerro las piernas y puso las de el por fuera haciéndole metidas y sacadas largas y lentas al principio
Ese día Nora se puso toda desesperada y pidiéndole que le mamara los pezoncitos y rogando que le hiciera más duro, entre gemidos y convulsiones se quedo como desmayada, don Roberto le siguió haciendo y ella comenzó de nuevo a gemir y luego a gritar y después los dos se pusieron como locos cuando le estaba echando la leche.
Mientras tanto Lupe me mamaba el pito y se acariciaba la rajita, pero a mi no me salía leche, el papá se acostó en la cama y la llamó:
– Venga hija que le toca a usted.
Lupe se acerco y empezó a mamárselo, cuando lo tenía bien parado se le monto al papá acomodándose ese pito grande y cabezón en la rajita, yo veía como le iba entrando sin ningún esfuerzo pues ya hacía un año que José y él la habían desvirgado, se apoyó con las manitos en el estomago de el y empezó a subir y bajar toda desesperadita, me quede admirado porque mi primita con 6 años gozaba mucho, de pronto empezaron a estremecerse y a gemir, ella se orino y el le echo leche.
Yo en ese tiempo creía que eso era normal aunque me extrañaba que mi papá no les hiciera eso a mis hermanitas.
Así fue pasando el tiempo.
Cuando yo tenia 10 años me encontré con José y me dijo: Nico lleva a Nora (ya había cumplido 9 años) a esa casa desocupada que hay en la calle del colegio, entran por el solar para que nadie los vea y yo le dije que sí.
Al llegar, José nos estaba esperando en una habitación donde solo había un colchón en el suelo, nos quitamos la ropa Nora se acostó con las piernitas abiertas y José me dijo: primo tu primero, se lo metí mientras el le mamaba los teticas que ya las tenia grandes y duras, la besaba y le rascaba el capullito con la uña.
– ¿Nico te quieres quedar ó quieres ir a comprar dulces?
– No déjalo para ver si le sale leche, dijo Nora.
Yo le hice otro rato y José me dijo cambiemos, el empezó a mamarle el coñito y a meterle el dedo mas duro que los otros días entonces Nora me dijo:
– Nico mámeme las teticaaaaaaaaaass, yo se las chupe, luego ella me cogió el pene se lo metió en la boca para mamármelo.
– José se le montó y empezó a metérselo, pero no como las otras veces, ahora la cogió y puso sus piernitas sobre sus hombros se lo empujo hasta más adentro y más hasta que le entro todo, yo le mamaba las teticas durísimo, mi primo lo saco y lo metió muchas veces y al final más apresurado, mi hermanita gemía, los ojitos cerrados y los labios apretados, y su cara roja, empezó a convulsionar como loca y grito:
– ¡!!!!!Primo me voy a venir hágale mas duro mas, mas, mas maaaaaaaaaaaaaaaas¡¡¡¡¡ asiiiiiiiii, asiiiiiiiii levanto el culito y se quedo como desmayada disfrutando el éxtasis de su orgasmo, él le dejo su semen bien adentro.
Por su rajita salió como en pulsaciones una mezcla de leche y de orincitos espesos de mi hermana.
Cuando nos fuimos para la casa le pregunte a Nora:
– Hermana ¿cierto que a usted le gusta mucho que se lo metan?
– Si Nico desde que se lo dí a don Roberto empecé a sentir cosas muy buenas pero hoy es el día que mejor he sentido.
Un día me contó que José la había llevado donde el tío Mario y el se la había comido pero que casi no le gusto porque lo tenía muy grande, muy grande grueso y cabezón y que le había dolido mucho
Nora follo con José hasta sus 10 años y la cosa se terminó porque a él lo mandaron a la universidad cuando termino el bachillerato.
Hasta que un maravilloso día, yo tenía 11 años y el pene me había crecido mas grande que el de José y se lo estaba metiendo a Nora y mamándole sus pechos, cuando empecé a sentir un desaliento y algo que me bajaba del estomago mi pene daba saltos dentro de su vagina y mi corazón se me quería salir del pecho, me vacié por oleadas en mi primer clímax inolvidable.
Ella también alcanzó el orgasmo, me beso en la boca y me dijo ya eres todo un hombre mejor dicho “mi hombre”.
De ahí en adelante follábamos casi a diario con ella, desvirgue a mi hermanita Rosa y con todas mis primas menores y mayores que sabía que les gustaba.
Por lo que ella me contaba y lo que yo había visto, Nora lo había echo con José y con Roberto su papá, con primos, con el tío Mario hermano de mi mamá, y que el cura que la preparó para la primera comunión cuando se confeso le dijo que se lo tenia que dar ó le contaba a mis padres y se la follo en la casa cural.
Después el cura la volvió a llamar y se la quería meter por el culo, ella no se dejó y le dijo que si se lo había dado era por el morbo de saber como era follar con un cura y que la dejara en paz ó le contaba a mis papás o a mis tíos y se le iba a caer el pelo.
Así somos cómplices en todas nuestras andanzas incestuosas.
CONTINUARA
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