Incubo ( Parte 4 )
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Kirito1970.
Capitulo IV
Yo me deleitaba francamente con los dos hermosos cuerpos de mis hermanas, observarlos me llevaba a un éxtasis, que casi podría decir que mi hobbie era masturbarme observándolas desnudas, no me había a atrevido a acercarme más de manera íntima con ninguna de ellas después de la ocasión en que encontré a Eva desnuda por la casa, a pesar de que a Eva ya eran mínimo dos veces por semana que en la noche salía de su cuarto y se iba a la luz de la luna y se recostaba en la mesa de piedra y a veces ahí se masturbaba ella misma, y terminando, se regresaba a su cuarto, y Gabriela pasaba algo similar, cuando regresaba de la escuela, como yo pasaba por ella, llegábamos a la casa y tardaba mi mama en llegar hasta 3 horas, yo me encerraba en mi habitación y ella lo notaba, mismo que sentía que se quedaba sola en casa de igual modo que su hermana, salía desde su habitación hasta la mesa de piedra completamente desnuda, ahí se recostaba un rato y luego se regresaba, y se encerraba en su habitación, no siempre pero mínimo un par de ocasiones a la semana tenia sexo con su amigo imaginario.
Una noche que no podía dormir, ya que me tenía muy intranquilo la aparición que yo había tenido y que no se había vuelto a repetir, no me causo miedo sino lo contrario, algo me decía que no era un ser de maldad, Salí en la madrugada a tomar agua, serían las 3 de la mañana, cuando estando en la cocina tomando agua, nuevamente me topé con mi hermana, esta vez me sorprendí yo ya que no la esperaba, su cabello largo , completamente desnuda, y la luz tenue de la cocina, crearon un cuadro que difícilmente olvidaré.
Ella por su parte también se sorprendió, pero recupero su compostura muy rápido, se acercó y me abrazo, sentí mi pecho tocando su pecho y me erección fue inmediata mismo que lo noto ella inmediatamente, me separe de ella y le dije que me iba a mi cuarto y me encamine al mío, pero ella ya no fue al jardín, solo apago la luz de la cocina y me siguió, cuando pasamos justamente por su habitación, me tomo de la mano y me jalo, ingresamos a su cuarto y en un instante cerrar la puerta con llave y abrasarme fue la misma cosa.
Con la luz de su buro podía admirarla completamente, sus nalgas parecían perfectas, su pubis apenas y con una sombra delgada de vello, y sus pechos erguidos, firmes, invitándome a dar el paso, violar el principio de familia decente… y lo di.
Abrazados como estábamos, empecé a acariciar su espalda, suave, aterciopelada, llega a sus nalgas, firmes pero tersas, mientras mi boca se ocupada de besar su cuello y mis oídos no perdían detalle de su respiración, mientras sus manos me abrazaban y poco a poco descendieron hasta topar con mi bóxer, mismos que empezó a descender atrapado con sus manos, nos separamos y ella termino con la labor, dejando mi pene erecto al descubierto, nuevamente me abrazo y pego su cuerpo, pero luego se separó y se giró, pegándose de espaldas, mi pene quedo atrapado entre sus dos nalgas mis manos atraparon esos dos pechos que ya había tenido la primicia el otro día de tocarlos, esta vez nada nos estaba distrayendo, jugué un instante con sus pezones, y descendieron mis manos, primero su ombligo y sus caderas, no quería perder cada centímetro de su cuerpo, mis manos querían grabar cada parte de su cuerpo, llegando en su viaje hasta el monte de venus, esta triangulo agamuzado, sensualmente cuidado, y por ultimo su parte más íntima, que al sentir nuevamente la proximidad de mi mano, los muslos se separaron y llegue a la cerradura mágica, empapada de lubricante, mis dedos empezaron a esparcir dicho liquido embriagante por todo el exterior de aquellos labios vaginales, como preparando lo inevitable ya, con un par de pasos me jalo a su cama y nos recostamos suavemente ahí en s cama estaba mi hermana a sus 19 años, entregándome su cuerpo y su intimidad, casi su virginidad, ya que ningún pene real había incursionado en su cuerpo… tal momento de meditación se interrumpió cuando me jalo para recostarme sobre ella nos acomodamos ella boca arriba yo boca abajo, levemente nuestros sexos se tocaron, afine el movimiento con mi pene, frote sus labios impregnándolo de aquel líquido para facilitar el ingreso, mojando la llave que entraría a esa puerta sexual, con la cabeza de mi pene, por un momento, estuve tocando el timbre, el clítoris de ella que estaba duro, inflamado por la excitación y completamente mojado
Eva, con un susurro apenas perceptible me dijo, -ya, por favor – y sus deseos fueron órdenes, le atrape su boca con mi boca y mientras nuestras lenguas se conocían, mi pene conoció su vagina, la penetre lentamente, pero de manera firme, en un solo movimiento lento, suave, mi miembro se instaló completamente en el interior de ella, cuando mis labios dejaron los suyos fue solo para escuchar su jadeo, su excitación auditiva y empecé a cabalgarla lentamente, acelerado gradualmente, me encontraba cogiendo a mi hermana, eso me excitaba sobremanera, y sabía que a ella también, nos estaba excitando lo prohibido, las sensaciones que percibía me enloqueció, el interior de su vagina, lo húmedo y caliente, lo apretado, el contacto de su clítoris en el galope, me acercaron mucho al orgasmo, pero me contuve, me separe de ella y me recosté, entonces ella se subió y se insertó ella misma y la excitación tan grande que sentía no la ocultaba, así cabalgo sobre mi pene disfrutando la penetración, hubo un momento que gire la vista, y en la esquina de la habitación, junto a la puerta, nuevamente, levitando de manera estática, quieta, observándonos, estaba aquella niña que me había aparecido, pero no me generaba miedo, incluso por la misma excitación que tenía hubo un momento que me olvide de eso y cuando repare en ello ya se había desvanecido, entonces seguí con lo mío, nuevamente gire a Eva y la recosté quedamos como en un principio y así continuamos, mi sexo estaba empapado de ella, y la penetración fue tan perfecta, que el cabalgarla era simplemente delicioso, después de un tiempo así, me atrajo y me abrazo con sus manos y con sus piernas, y sentí en mi pene sus contracciones del orgasmo tan intenso que estaba teniendo, lo que provocó que como reacción yo llegara de manera intempestiva y sin oportunidad a salir por el abrazo de ella, llegue al orgasmo, inundando su interior con mi semen, solté todo mi elixir en su copa llenándola hasta rebosar, así nos quedamos un buen rato, incluso hasta dormitamos, cuando reaccionamos, nos separamos y nos besamos, refrendamos lo que la ocasión anterior nos dijimos: es nuestro secreto.
Regrese a mi cuarto y al cerrar la puerta, cuando me gire, ahí estaba nuevamente el espectro de niña, con su hermoso cuerpecito de niña completamente desnudo, levitando con su aurea azul, y señalando la cámara del cuarto de Gaby, casi al mismo instante dijo: -muere… muere… no lo dejes… altar… y en un abrir y cerrar de ojos desapareció.
Encendí la cámara del cuarto de Gaby y cual sería mi sorpresa lo que vi, se encontraba dormida, por su cara diría que muy profundamente dormida, completamente desnuda, pero con los brazos y piernas abiertos, como una cruz humana, levitando en el aire, más de un metro sobre su cama, su vagina y su ano se abrían bastante, alternando, primero uno y luego otro, algo la estaba penetrando alternadamente, así en el aire la movían como si fuera muñeca de trapo, sus piernas se flexionaban, luego se giraba completamente hasta quedar boca abajo y las nalgas se veían apretadas por dos manos, también la boca de Gaby se abría pausadamente, estaba recibiendo un miembro por la boca, de pronto soltó Gaby un chorro de orina, una lluvia dorada, que aviso el orgasmo de Gaby, casi de manera instantánea, se desplomo sobre la cama, y así permaneció, sin despertarse, y ceso todo, lo que estaba ahí se retiró, yo estaba impactado, preguntándome que había sido eso, a la mañana siguiente, en el desayuno, le pregunte a Gaby si se acordaba que había soñado y ella francamente no recordaba nada.
Eva por su parte, su actitud era como si nada hubiera sucedido pero al salir, a escondidas me dio un pequeño beso en la boca y me dijo quedito: me encanto!.
Esa noche no dormí absolutamente nada y por consecuencia me quede dormido, entonces mi madre tuvo que llevar a Gaby a la escuela, y yo me levante un poco tarde, pero ya no me fui a trabajar, y me quede a descansar y como se suponía que la casa estaba sola, Salí a la cocina a hacerme algo para desayunar y estando en eso, se apareció nuevamente aquella niña, flotando en el aire como otras veces, al brillo de la luz de día se resaltaba aún más su belleza corporal, su senos ya un mínimo desarrollados ya sobresaliendo de su cuerpo, sus pezones sobresalían de los pequeños pechos, parecían dos hermosos botones, su naciente cintura y su pubis aun sin vello, pero separado por la línea de los labios vaginales, de pronto se giró lentamente dándome la espalda, pude apreciar su trasero, sus nalgas redondas, perfectas para ese cuerpecito… nuevamente levantó su brazo y apunto la entrada a jardín y así flotando se aproximó a la puerta del mismo, la seguí, siguió avanzando, de manera lenta, pero definida, yo traía el corazón latiendo a mil por hora, una parte de mi deseaba salir corriendo, esta vez si percibía el pánico que se experimenta ante una aparición sobrenatural, pero algo me arrastraba a seguirla, recorrió el caminillo de piedra hasta llegar a la mesa de piedra, se detuvo y señalo a la mesa, sin voltear a verme y dijo: -altar….
Altar… morir… – acto seguido, como si no estuviera yo, floto hasta arriba de la mesa de piedra y se recostó, abrió los brazos y cayeron a ambos lados de la mesa, y separo sus piernitas ampliamente dejándome a la vista su vulva, en el momento que ella abrió sus piernas, una ráfaga de aire recorrió el jardín, ocasionándome un escalofrío, en seguida se escuchó un llanto de niña, gire la mirada a mi alrededor, y cuando regrese la mirada a la mesa, ya se encontraba sola, aquella chiquilla había desaparecido.
Regrese a la cocina y permanecí un momento agarrando aire y recuperando el control de mi ser, recuperándome del susto que acababa de pasar, que hasta el sueño me había quitado.
Ya desayunado, me encerré en mi habitación y como a la hora llego mi madre, escuche que se abrió la casa y encendí las cámaras, pensando que sería alguna aparición, pero no, había sido ella que llegaba, entro en su cuarto y creyendo que estaba sola, se desnudó completamente y se fue al baño así desnuda, se dio un baño y salió sin cubrirse, yo ante este espectáculo no esperado, tuve una erección y mi mano reclamo su recompensa, seguí mirando, se recostó en su cama, no sin antes encender la televisión en su cuarto, de su closet saco una bolsa y de esta saco una caja, para mi sorpresa era una película xxx, la puso y se recostó, pude deleitarme con una sesión de masturbación de mi madre, la cual sin inhibirse gemía de manera estruendosa que hasta mi habitación la escuchaba, se introdujo con una gran excitación hasta tres dedos en su vagina, primero boca arriba, luego boca abajo, así en esta pose llego al orgasmo, recostándose y quedándose recostada, dormito un buen rato, yo por mi parte le ofrende una gran eyaculación que hubiera querido que le llegara a través de la cámara.
Pasaron un par de horas y yo tenía que salir, ya que de cualquier manera tenía que salir a traer a Gaby de la escuela, me vestí y como pude me escurrí por la casa cual ladrón, no sin antes verificar en la cámara que mi mama yacía en su cama dormida, disfrutando del ensueño que su orgasmo le provoco, como les había dicho, el jardín se conecta exactamente igual con otras dos casas, las cuales creía yo que estaban deshabitadas y al cruzar por una de ellas para no abrir la puerta de mi casa, me topé con un par de ancianos, de unos 50 años los dos, no esperaba topármelos y con actitud serena me pregunto quién era yo y ya le explique que era vecino y que teníamos varios meses viviendo en la casa de al lado, a lo cual se sorprendió mucho, y me pregunto por mi familia, y me insistió en platicar conmigo más tarde, a lo que quede comprometido, la puerta de su casa para acceder al jardín estaba atascada así que les ayude a des atorarla para que pudieran acceder al jardín y muy amablemente me autorizaron salir por la puerta de su casa para no cruzar por la mía.
Me apresure a ir por Gaby y llegando a la casa nos recibió mi madre, comimos los tres y Gaby y de platicando de sobremesa me pidió mi mama que la llevara a arreglarse el cabello y a comprar unas cosas, a lo que Gaby se negó rotundamente, mi madre insistió que nos acompañara cosa que no pudo convencerla, no quedó más remedio, se tuvo que quedar en casa sola y mi madre un poco molesta me pidió que le pusiera llave a la puerta principal, yo tampoco quería que se quedara sola, pero de todas maneras subía mi cuarto y active todas las cámaras y cerré mi cuarto con llave.
En cuanto salimos mi madre y yo, Gaby salió y recorrió la casa cerciorándose que no estuviéramos, se asomó a la ventana de la sala y nos alcanzó a ver que nos alejábamos, después regreso a su cuarto y como era de esperarse se quitó toda la ropa y salió así al jardín se pareo un momento así, disfrutando de la tranquilidad del mismo, regreso a la cocina y agarro un paquete de galletas, se regresó a su cuarto y agarro una frazada aterciopelada roja, regreso al jardín y la puso sobre la mesa, y se subió, para recostarse ahí, le hablo varias veces a su amigo imaginario pero este no apareció, se recostó y después de un rato, se quedó profundamente dormida.
Nunca se dio cuenta que desde el otro lado del jardín se hallaban los ancianos, de los cuales la mujer, que conservaba algo de buen cuerpo, aunque el cabello ya cano, se aproximó de manera cautelosa hasta donde se hallaba Gaby dormida, y sin hacer ruido y notando que esta se hallaba profundamente dormida la toco por el pie, y como Gaby no despertó con el contacto, prosiguió esta mujer, subió sus dedos recorriendo lentamente las piernas de Gaby, llegando a la cadera y subiendo por el brazo, para descender por el pecho deteniéndose brevemente en los pezones y continuando por el estómago y llegando a su monte de venus, Gaby, al sentir la caricia, instintivamente separo un poco sus piernas, lo suficiente para que aquellos dedos extraños pudieran ingresar más y descubrir la humedad natural de la vulva infantil de la niña, la mujer retiro los dedos húmedos y los llevo a sus labios, dio dos pasos atrás y con sigilo se retiró, le indico algo al hombre quien hizo exactamente lo mismo, después de deleitarse con acariciar el cuerpo de aquella chiquilla y también degustar el licor vaginal de Gaby se alejó un poco, pero ya había regresado su pareja, la mujer traía una especie de copa, la abrió e introdujo dos dedos y luego suavemente unto de eso liquido rojizo en el estómago de Gaby, en la frente y en el monte de venus, en el cual dejo escurrir una gota por la rajita vaginal, acto seguido se retiraron a su casa.
Después de un par de horas se despertó Gaby, se incorporó, agarro su frazada y se regresó a la casa, se sentó en un sillón de la sala y se apareció su amigo imaginario, quien de manera inmediata abrió las piernas de ella y empezó a lamerle el sexo, y como respuesta aquella pequeña vulva se empezó a mojar, aquel ente se deleitó lamiendo los jugos vaginales provocándole un orgasmo así, acto seguido, le separo las piernas y se acomodó entre ella y sin mucho preámbulo el pene de aquel ente en forma de niño se acomodó en el centro de esa hermosa vulva y de un solo movimiento ingreso completamente, provocando que Gaby arqueara la cintura y lo empujara con las manos, pero ya estaba atrapada por aquel niño demoniaco, quien al sentirse dentro, comenzó con el movimiento, galopando dentro de la niña, quien después de un breve momento, empezó a corresponder al ente abriendo las piernas lo más que podía, hasta que un nuevo orgasmo llego a su cuerpo, en cuanto cesaron las contracciones de su vulva el ente infantil se salió de ella y se puso en pie, camino a la cocina y se esfumo, Gaby lo siguió con la mirada y después se incorporo también, muy pronto se le paso el efecto del orgasmo, y dentro de su ser, sentía una excitación permanente, su cuerpo lo sentía excitado, cuando llegamos a la casa estaba acostada en la sala viendo la tele, solo con una playera puesta, se notaba claramente que no traía nada abajo, y cuando nos acercamos a ella, tanto mi madre como yo notamos el fuerte aroma sexual que despedía Gaby, mi madre solo le dijo, que se fuera a bañar y eso hizo, yo mientras tanto me subí a mi cuarto para revisar las cámaras cosa que me llevo un buen rato y no me percate que mi madre se había metido a bañar con ella, antes de cambiarnos de casa, era seguido que lo hicieran pero desde que llegamos, no había sucedido que se bañaran juntas.
No tardaron mucho en salir, mi madre se percató de que Gabriela se estremecía cuando la estaba enjabonando, y eso le provoco a ella misma empezar a excitarse, pero aun el pensar que se trataba de su hija menos la alcanzo a frenar, pero cuando salieron, las dos se dirigieron al cuarto de mi mama, como siempre lo hacían, y cuando Gaby se subió a la cama y se quitó la toalla para que mi mama le pusiera crema –como siempre lo hacía- ya no pudo controlarse, y dio paso a la excitación que sentía, la puerta quedo entrecerrada y mi mama se regresó a cerrarla, pero esta vez con llave, y empezó a frotar la espalda de Gaby, deleitándose con la suavidad que sentía, mientras Gaby, tomo el control de la tv y la encendió, mi mama no recordó que horas atrás estaba viendo una película pornográfica, y aparecieron de inmediato las escenas, pero no reparo en eso por estar abstraída acariciando a su hija, quien ya tenía la atención fija en lo que estaba mirando en la televisión, hasta después de varios minutos reacciono por los gemidos de la artista porno en turno, pero ya estaba bastante excitada con su hija, siguió poniendo crema, esta vez sin nada de prisa en las nalgas de Gaby, las masajeaba, apretaba, y su sexo maternal se mojaba ya, y la hija por lo que veía y las lindas caricias de su madre ya su vulva de niña mojada la tenía…
Por orden de su madre, se recostó boca arriba, sin apartar la mirada del televisor, su madre atrapada en la contemplación de ese cuerpecito que creía virgen, continuo con el ritual de la crema los hombros…, los brazos, se detuvo en ese par de pechitos, jugo un momento con los botoncitos de los pezones, siguió descendiendo, con ambas manos, acaricio el estómago y las caderas, la crema quedo atrás, ya no era su madre, era una hembra excitada a punto de devorar su presa, separo las rodillas y se extasió del espectáculo de aquellos labios que respondían a la separación de piernas, abriéndose, parecía un fruto destilando miel, el cual sin dilación acercando su cara empezó a comer, era el sexo oral de su madre el regalo que le daba, y su madre lo disfrutaba, embriagada, aturdida por el gemir de la tele y el aroma del cuerpo de su niña, mientras que su lengua trabajaba en esa vulva tierna, su mano frotaba con prisa su vulva también empapada, no tardo demasiado en que aquel lamer de su madre le provocara el tan ansiado premio del orgasmo, seguido por el orgasmo provocado por si misma de su madre….
Pasaron dos o tres minutos, se incorporaron, Gaby agarro su toalla, le dio un beso a su mama en la mejilla y se fue a su cuarto, quien no sabía cómo reaccionar, sentimientos encontrados, remordimientos, emoción y alegría….
Se encerró en su cuarto y ya no salió hasta el otro día, seria el último regalo que le daría a su hija…
Continuara…
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