Incubo ( Parte 9 )
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Kirito1970.
Capítulo 9
Serían las 4 de la tarde, llegue a casa de hacer varios pendientes, cuanto estaba a punto de ingresar vi a lo lejos el par de ancianos de aquel día, la verdad no me había acordado de ellos y recordé que había quedado de llegar a saludarlos, sentí una descortesía de mi parte no acercarme a saludarlos, ellos con mucha hospitalidad, me invitaron un vaso de agua y me invitaron a pasar, acepte, cuanto entre se me hizo raro que toda la casa estuviera muy empolvada pero pues era muy su casa y cada quien decide vivir como quiere… nos sentamos en la sala y me preguntaron de mi familia, procurando evadir la cuestión familiar les cambie la plática, preguntándoles si tenían mucho de vivir en esa casa.
-esta casa ha sido nuestra desde siempre, estuvimos largo tiempo fuera pero ya hemos regresado, venimos a cumplir algo en esta casa- y se sonrió.
– Disculpe mi curiosidad, entonces conocen algo de historia de estos rumbos, saben quiénes Vivian en mi casa antes de nosotros, en la casa donde vinimos? – le pregunte.
-Conocemos a poca gente de la que vive ahora, pero la casa de ustedes tiene historia, la casa de ustedes era propiedad, hace mucho tiempo de una familia que hacían rituales maléficos, cosas oscuras sucedían en el interior-
-entraba gente que ya no salía- apunto la señora, con mucho interés en la plática,
-te voy a relatar algo que sucedió, algo que mis padres me relataron- me dijo el anciano,
-claro que en aquellos tiempos, no existían tantas casas como hoy, de hecho solo estaba tu casa, que es la más antigua, en la que estamos y en la otra, al otro lado de tu casa, no existían- dijo el señor.
La señora se retiró a la cocina a preparar algo de comer, y me quede solo con aquel anciano, quien comenzó su historia:
Hace como 100 años, existió una familia aquí, que muchos años vivió tranquilamente, pero la madre, sufría carencias por parte del padre, carencias de afecto porque de dinero no sufrían, ya que el sr.
Era acaudalado, tenían sus preciosas joyas, cinco chiquillas, la más grande contaba con apenas 16 años cuando la tragedia llego a esa casa, la medre conoció a cierta bruja que iba de paso, quien contándole sus amargas penas le ofreció hospitalidad por esa noche, la bruja a cambio, le obsequio un regalo, un conjuro para incentivar el amor carnal de su apartado esposo, pero aquella vieja bruja, nunca le revelo el origen de aquel regalo, y se macho.
Aquella madre, ansiosa de caricias, inmediatamente realizo el conjuro, y logro su objetivo, aquel padre que ya no se acercaba comenzó a tocarla nuevamente, poco a poco fue recuperando la pasión de aquel esposo, quien quedo amarrado a un deseo carnal incontenible, la esposa, disfrutaba inmensamente, pareciera que tenía por esposo a un amante juvenil, vigoroso, que la montaba y pareciera no quererse bajar nunca de su montura, pero pocos meses duro el gozo, ya que el apetito de aquel hombre se desbordo y en una tarde nublada, cuando ella salió a caminar por la parte trasera de la casa, se adentró por el bosque y no lejos de la casa, sorprendió a su esposo, haciendo el amor apasionadamente con su propia hija la mayor, quien correspondía abiertamente a todas las caricias que su esposo le hacía, regreso a su casa y se encerró en su habitación, lloro amargamente, pero no dijo nada, no quería perder al esposo soñado que tenía.
Cuando ella se dio cuenta, era demasiado tarde, 4 hijas habían sucumbido ya ante el insaciable padre, le habían entregado ya la gema preciosa de su virginidad, incluso la de la más pequeña le fue arrancada por la fuerza a sus 7 años.
Pero quedaba una, la chiquilla de 11 años no había caído aun, será por suerte, será el destino, pero lo cierto es que no había podido llegar a ella aun, en su locura juro al mismo demonio que no pararía hasta que tomara las 5 vírgenes de su casa y fuera el dueño absoluto de ellas, la madre al ver a su esposo ya en un estado de locura, salió a pedir ayuda a los vecinos más cercanos, pero no estaba cerca el poblado, así que tardaron en llegar.
Aquella piedra que tienen en el centro del jardín, comenzó a ser labrada por un escultor, a petición de aquel padre cuando aún no enloquecía, pero quedo solo empezada, no la termino, aquel padre loco ya, poseído cada vez más por el deseo sexual que aquel conjuro lo segó, logro atrapar a la chiquilla que le faltaba, cargándola con fuerza sobrenatural la llevo hasta aquella piedra, y con bastante esfuerzo, pero sin golpear a la niña, la amarró, por los tobillos y las muñecas separadas en las cuatro esquinas de la piedra, acostada boca arriba, no tenía posibilidades de evitar que su padre cometiera su crimen, la chiquilla casi no podía moverse, aquel varón, sacó una navaja, bastante filosa con la que con cuidado fue rasgando todas las prendas de la chiquilla, conforme la desnudaba su locura aumentaba, no paro hasta dejarla completamente desnuda, ningún arete, ningún collar, nada que no fuera solo su piel, que conservaba el aroma exquisito a nardos, fruto del baño que en la mañana se había dado, por un momento se queco quieto, contemplando el cuerpo de la chiquilla, que prometía convertirse en una hermosa mujer y del cual deseaba las primicias sexuales.
La niña había cesado de resistirse, ya no forcejeaba, el padre rápidamente se despojó también de sus ropas, ya empezaba a oscurecer, no quería desaprovechar la luz, había disfrutado enormemente contemplar su pene ensangrentado de las otras niñas y lo quería repetir.
Se sentó a un lado de ella, disfrutaba mucho verla, a diferencia de sus hermanas nunca había tenido oportunidad de ver su cuerpo ni de manera fugaz, así que el solo verla era una recompensa, sus pechos torneados, apenas en crecimiento, las caderas que ya se perfilaban , el pubis, aun sin estar poblado de vello púbico, a la vista se podía apreciar solo lo tersa suavidad de un durazno, unos labios cerrados ocultando completamente el interior del cofre del tesoro.
El padre se subió, su pene erecto se posó en el estómago para acomodarse bajando hasta posarlo sobre el monte de venus virgen, comenzó a frotarse en él, y empezó a buscar abrir aquellos labios… dejo de hacerlo, recorrió su cabeza hacia abajo, hasta el pecho de la nena, comenzó a lamer y a succionar aquellos pezones infantiles, la niña lloraba…
Continuo bajando, recorriendo con su lengua el vientre plano de la nena, hasta que por fin tuvo en su cara aquel pubis cerrado, con ambas manos comenzó a separarlo y a meterle la lengua, hasta que logro separar las labios vaginales, y lamió desde el clítoris hasta la parte baja de la vulva infantil de su hija, luego le escupió varias veces para dejar más saliva, se incorporó, y se puso en medio de las piernas de ella, tomo saliva que quedo del sexo de su hija y se preparó para la penetración, la cabeza del pene ya se frotaba por en medio de los labios vaginales preparándose para la introducción, en eso estaba cuando llegaron corriendo unas hombres y más atrás la madre de la niña que, no paraba de llorar, los hombres rodearon la piedra, pero se detuvieron a unos metros ya que el padre había agarrado nuevamente la navaja y amenazaba a su propia hija, el saberse descubierto y con una audiencia ahí lo excito mucho más, y mientras que con la izquierda portaba la navaja, con la derecha manipulaba su pene erecto, en el sexo virgen de la niña, aquel pene encontró la puerta secreta, la niña al sentir a su padre a punto de violarla, empezó a llorar más fuerte y movía un poco las caderas como queriendo escapar de la violación, pero antes de que la cadera del padre empujara el miembro y penetrara la niña, una daga llego del aire y se clavó en el pecho del padre, quien se quedó quieto, sintió como se le escapaba la vida, y en un último esfuerzo, con una fuerza sobrehumana se sacó la daga volteo a ver a su esposa que yacía al pie de la piedra y antes de desplomarse muerto, de un movimiento clavo la daga en el pecho de la niña, quien entrego su alma en esa piedra, muriendo casi de inmediato.
– aquella chiquilla que murió ahí era la que se aparecía en mi cuarto, estoy seguro- pensé.
-Pasaron los años, muchacho, y la casa estuvo desocupada, pero luego llego una joven pareja, sin niños.
– dijo el anciano,
-ellos hacían rituales satánicos, nosotros presenciamos uno- me dijo.
Estaba bastante interesado en lo que me estaban relatando, les dije que tenía que ir a la casa y que regresaba en 10 minutos, así fue.
Ya en casa, me recibió mi tía, quien me dijo que iba a llegar uno de sus hermanos pos las niñas para llevarlas al cine, le dije que no, porque tenía cosas que hacer, en eso estábamos cuando llego su hermano, aquel tío que se había encerrado en el baño con Gaby, no me cupo la menor duda que iba por mas, Angélica salió con un vestido floreado, muy discreto y Gaby con un vestido rojo, de tirantes, y algo corto para su tamaño, pero era porque el vestido lo tenía desde hace ya tiempo y ya había crecido algo, agarro un suéter que era de mi madre y que le gustaba, era negro, de botones al frente y le quedaba grande, le caía hasta debajo de las rodillas ya puesto, pero ese se quiso llevar, por ultimo más que obligado que por gusto se salió Raúl y se fue con ellos, yo me despedí, y mi tía se quedó sola , pero una hora después llego Eva.
Mi tío sabía que la hija de mi tía era muy recatada así que con ella no pretendía nada, su mirada estaba en Gaby, la quería poseer de nuevo, se subieron al auto, y se fueron al cine, no había mucha gente, la película que escogieron no estaba tan saturada, y la función como era ya la penúltima, ayudaba a que no hubiera mucha gente en la sala, se sentaron en la parte media alta, pero cuando empezó la película y las luces se apagaron, Raúl y Angélica, se cambiaron de lugar, más cerca de la pantalla, cosa que aprovecho también mi tío para irse con Gaby hasta los últimos lugares, hasta le esquina, estaban prácticamente solos en la línea de asientos.
Después de un momento mi tío empezó a tocarle la pierna a Gaby, tímidamente se la acariciaba, luego la fue deslizando su rodilla, para regresar hacia arriba pero deslizando el vestido, por un momento estuvo acariciando el muslo suave de Gaby quien fingía poner atención a la pantalla pero estaba atenta a lo que su tío hacía, quien no conociendo su estilo de vida y lo sexualmente vivido, la creía mucho más inocente, su mano se estaciono en la parte alta de su muslo, cerca de la ingle y sus dedos empezaron a moverse despacio hasta tocar el calzoncillo de la niña, la cual ya estaba bastante estimulada, su pantaleta estaba comenzando a mojarse, continuaron los dedos su recorrido, lograron introducirse por el resorte de la ingle, cuando el dedo medio de aquella mano intrusa toco el clítoris de Gaby, en pequeño espasmo la sacudió, aquel dedo avanzó un poco más, y se dio cuenta que estaba húmeda, y estaba lubricándose la chiquilla, retiro la mano y saco su pene que ya estaba bien levantado, tomo la mano de Gaby y se lo entrego, quien con movimientos torpes se los meneaba, el dio al ver que Gaby no satisfacía sus deseos masturbatorios, la puso de pie de espaldas a la pantalla y le sobrepuso el suéter de su madre en los hombros, ya cubierta así, le desabrocho los tirantes del vestido, el cual callo hasta el suelo, dejando a Gaby en pura pantaleta, misma que el tío rápidamente se la quitó, ahí estaba nuevamente aquella niña hermosa desnuda, le tomo el suéter y por un momento se lo quito, el verla desnuda completamente, alumbrada solo por el brillo fugaz de la pantalla grande, lo éxito muchísimo, su pene estaba al máximo, la cubrió nuevamente con el suéter para que nadie pudiera ver que estaba desnuda, la sentó en su asiento, estuvo dedicándose a masturbarla, disfrutaban los dos, ella recargada en el asiento y abriendo las piernas pero sin subirlas, y mi tío, metiéndole mano, masturbándola, sin atreverse a meterle algún dedo creyéndola virgen, de pronto, Gaby tomo del brazo a mi tío y lo apretó fuertemente, había llegado al orgasmo, paso un momento, entonces la agarro de la mano y la levanto, discretamente, sin que llamara la atención, la acomodo entre sus piernas ella de frente a la pantalla y levanto el suéter, Gaby entendió muy bien, repetiría su tío lo mismo que paso en el baño, entonces sintió como aquel pene erecto se paseaba por entre sus nalgas, de arriba abajo, se detuvo, luego la mano masculina hizo lo mismo, pero buscando el orificio anal, y esparciendo aquel lubricante que había soltado con el orgasmo que acababa de sentir, nuevamente sintió aquel miembro en la entrada de sus intestinos, se reclino hacia adelante, lo más que aquellas butacas dejaron, y nuevamente, como aquel día, abrió sus nalgas con sus manitas, al igual que abrió un poco las piernas, para facilitar a su tío la penetración, quien ya estaba tomándola de la cintura, y jalándola hacia él, el pene comenzó a entrar, ella ayudo haciéndose hacia atrás, al mismo tiempo que sentía las manos de su tío en su cintura, en un movimiento lento, pero firme entro todo aquel miembro, las nalgas de Gaby toparon con las ingles de su tío, soltó sus nalgas y con su manita derecha, comenzó a frotarse el clítoris, mientras su tío ya comenzaba con el movimiento copulatorio, se estaba follando a su sobrinita en plena función de cine, como era común en mi tío, llego muy rápido al orgasmo y eyaculo en el interior de aquel ano infantil, ella, al sentir el semen caliente dentro de ella la estimuló mas y llego también a un nuevo orgasmo, su tío disfrutaba las contracciones anales del orgasmo de la niña, cuando se hubieron relajado, él se salió de ella y se limpió con la pantaleta de Gaby, ella hizo lo mismo son su pantaleta, obvio ya no se la puso después, con una desinhibición completa, Gaby se quitó el suéter, y se sentó en su asiento quedando desnuda en el cine, el tío se asustó bastante y la obligo a que se pusiera su vestido, no tenía mucho que acababa de ponérselo cuando llego a sentarse a nuestro lado Raúl, quien se sentó al otro lado de mi tío.
Termino la función y las llevo a cenar hamburguesas, para luego llevarlos a casa ya bastante noche.
Mientras en casa, mi tía, mientras estuvo sola, se retiró a su cuarto a dormir mientras llegaba Eva, pero ya dormida, aquel ente, jugaba con su mente, con sueños morbosos y pervertido, por momento con sus hijos y la mayor parte del tiempo con Eva, mientras que en su cama, el ente sobaba sus pechos y acariciaba sus piernas, ya que la falda larga que traía se había recorrido, aun dormida, un bulto ingreso a su ropa interior y ya masajeaba aquel sexo, pero sonó el timbre de la puerta, y eso la despertó, se incorporó de la cama y salió, se notó bastante excitada, abrió la puerta y era Eva.
Continuará…
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