Infancia con mi hermana
Y a pesar de que era solo un año mayor conocía más.
Los sucesos siguientes son memorias que solamente existen en mi memoria. Nadie más lo sabe y solamente se lo conté a un amigo incestuoso hace tiempo.
Hace muchos años, en la década de los 80s, mi hermana y yo éramos padres de comerciantes de tiánguis o plaza pública, o vendedores semi-ambulantes en México. Algunas veces mis padres nos llevaban con ellos y algunas otras no.
Entre los varios artículos que vendían mis padres, algunos eran revistas usadas de lectura de ocio: sensacional de vaqueros, sensacional de traileros, etc..
Mi hermana siempre creció muy pegada a mi padre. Él le enseñó a leer. El le leía y ella comenzó a tomar el hábito de la lectura; aunque el material que tuviera a la mano no fuera el más apropiado para una niña menor de 6 años por las vulgaridades y las insinuaciones sexuales que se incluían en las historietas.
Durante esta venta en la plaza pública se colocaban los artículos sobre una mesa sobrepuesta armada con tablas de madera y soportes de metal. Alrededor de la mesa se cubría con unas mantas y en el piso se tendían cartones y mantas y cobijas para tener una cama.
En ese espacio es donde mi hermana me leía esas publicaciones puesto que ya había aprendido de su padre, mi padre.
Ella tomaba una o dos revistas y aunque algunas veces su rufiana madre era quien decidía cuáles revistas podía leer y cuáles no, mi hermana se llevaba con cautela otras que ‘no debía ver’ según nuestra madre.
Algunas de estas eran subidas de tono y aparte del texto incluían imágenes descriptivas de lo que se trataba. Muchos años después ella me preguntó si no recordaba una de esas historietas en las que una mujer estaba en su recámara imaginando que su peluche era su amante y después se convirtió en un animal de verdad que la montó y después se convirtió en un hombre dispuesto a hacerle el amor. Imagínense, esas revistas eran porno para nuestra edad y luego ella tan precoz.
Ella era de piel morena, apiñonada. Pelo negro lacio hasta la cintura. Todo el tiempo era risueña. Siempre fue un poco más llenita y cachetona y al ser un poco más llenita que flaca tenía piernas llenitas.
Obviamente en el momento no lo recordé pero después de muchos años de explorar y sacar el baúl de recuerdos de mi memoria lo pude recordar. Habían recuerdos más presentes.
Una vez que mi hermana entro a la escuela, me parece que al jardín de niños, comenzamos a quedarnos en casa de la abuela y como ella tambien salía a vender para ganarse la vida, mis tías eran las que nos cuidaban.
Nosotros nos quedamos en casa y sólo jugábamos en una resbaladilla de metal que nos habían llevado los reyes magos después de que mi hermana regresaba del jardín de niños.
Continuamos esa rutina hasta que ella entró a la escuela primaria y no aconteció nada por un año. Solamente, continuamos jugando.
Aunque he hecho lo posible por recordar, mi memoria me falla un poco pero en una ocasión ella regresó de la escuela y no sé qué grado cursabamos, aunque ella era solamente un año mayor que yo, estaba mucho más avanzada que yo en cuanto a conocimiento general por mucho.
Recuerdo que al regresar de la escuela primaria no había nadie en casa puesto que salían a trabajar o a la escuela, creo que en ese tiempo solamente una tía estaba en la escuela.
Recuerdo que estábamos jugando en el patio de casa de mi abuela y mi hermana me dijo que fuera hacia ella y me llevó al cuarto de mi tía más ogra. No sabía qué hacíamos allí puesto que teníamos prohibido entrar a ese cuarto.
Recuerdo que ella se subió en la cama de mi tía y estaba sentada sobre sus piernas, como incándose para orar en la iglesia y después las separó y me pidió que me acercara.
Cuando lo hice, ella se levantó su vestido o falda hacia arriba y me dijo que le diera mi mano.
Yo se la di y ella comenzó a llevarla hacia su entrepierna y comenzó a gritar su entrepierna con mi mano. Ella aún no tenía más de 8 años y allí estaba masturbándose con la mano de su hermano menor. No recuerdo por cuánto tiempo estuvimos así pero después me parece que escuchamos ruidos y nos preparamos para huir.
Me parece recordar que la vi agacharse cerca de la cama para recoger su ropa interior y ponérsela. Me ordenó que no le contara a nadie.
Pasaron muchos años y creo que no se volvió a repetir. A menos que haya pasado mientras yo dormía, pero no creo.
Años después me enteré por un amigo que otro de nuestros amigos mutuos tocaba a su hermana mayor mientras ella dormía.
Resulta que esa amiga que se hacía la dormida era compañera de salón de mi hermana. Supongo que de allí aprendió porque su hermano nos contó que veía bastantes películas porno.
Espero contar otro anécdota pronto.
Comenten si les pasó algo similar o escucharon algún anécdota similar o si les exita el tema. No he tenido muchas experiencias de incesto pero en mi adolescencia siempre quise tener oportunidad de estar con algunas de mis primas y ahora quisiera poder estar con algunas de mis sobrinas y disfrutarlas al máximo.
wow sigue bro ke rico
¡Uy! A mí no me pasó nada de eso, sólo recuerdo que con mis primos nos acariciábamos uno al otro y terminábamos mojados, pero estábamos muy chicos, ni seis años cuando empezamos.