Infiel a mi marido con su padre 4
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi madre y yo estábamos temblando de placer, después de que Eduardo, mi suegro nos había cogido a las dos juntas, seguíamos lamiendo nuestras caras, nuestras tetas, ya que Eduardo se había escurrido en nuestras bocas, nunca imagine como le gusta la leche de verga a mi madre, nos miramos con mamá y nos besamos las bocas, metiendo la lengua de una en la boca de la otra, mientras mi suegro estaba acostado en la cama boca arriba, mirando como nos besábamos. "Eres tremendo en la cama", le decía mi madre a mi suegro, buscando su boca para besárlo ahora a él, mientras yo me acomodaba en el otro costado y le besaba el pecho, mi suegro nos abrazó e hizo que pongamos nuestras cabezas sobre su pecho, mientras acariciaba nuestras nucas, mamá y yo, estábamos con nuestro hombre.
"Sabes, me gustaría quedarme a vivir con ustedes, descubrí el sexo con mi hija, y jamás en mi vida me cogieron como me haz cogido tú, Eduardo", dijo mi madre Dorita, yo alce´los ojos, mirando la cara de mi madre y la cara de mi suegro, mientras Eduardo no dejaba de acariciar nuestros cabellos, "Dorita, sabes que tu hija y yo somos amantes, ahora vos estas en nuestras vidas, podemos divertirnos los tres juntos, ustedes dos, o yo con cada una por separado, eso se vera que hacemos, pero quiero que sepas que no quiero compromisos, si querés quedarte, quédate, pero no quiero que pienses que entre nosotros hay algo mas que sexo", dijo Eduardo, besando los labios de mi madre, yo en el fondo sentía tristeza por mi madre, sabía que mi suegro le gustaba mucho, que podíamos compartir momentos de buen sexo juntos los tres, pero Eduardo es así, hasta yo no sabía cuando me iba a dejar de coger, pero hay que aceptarlo así, "y si me tienes para tus momentos en los que no tengas a ninguna mujer, para calmar tus necesidades sexuales?", le decía Dorita, "no se Dorita, el tiempo dirá en que terminamos, pero ahora vamos a seguir cogiendo", dijo mi suegro, haciendo que mi madre y yo nos besemos las bocas, "eres incansable", le dijo mi madre, buscando su boca, "a mi me a cogido hasta cuatro veces en el mismo día", dije, bajando mi cabeza y metiendo la verga medio flácida de mi suegro en mi boca, mientras mi madre y él se besaban, veía como mi madre restregaba su cuca contra la pierna de mi suegro, "hay Eduardo, me calientas mucho", le decía, restregando su cuerpo contra el de él, y yo mamaba su verga que ya estaba dura de nuevo en mi boca, "ven mami, siéntate en la verga de Eduardo que ya esta dura", le dije, dejando que mi madre se suba sobre mi suegro y yo acomodaba su verga en la entrada de la cuca de mi madre, viendo como le entraba toda y gemía siendo cogida por ese tremendo hombre
Yo me tocaba mi cuca viendo como mi madre se movía con toda la verga de Eduardo dentro de su cuca, "hay que rico que me coges", le decía mi madre, mientras yo le empezaba a chupar su tetas y acariciaba su culo, mi suegro metía una de sus manos entre mis piernas y sentí como me metía un dedo en la cuca, que la tenía tan mojada como siempre, mi madre y yo gemíamos de placer, "ven hija, siéntate tú ahora, que te coja a ti también", dijo Dorita, bajando y dejando que ahora me siente yo sobre esa hermosa verga que tiene mi suegro y la que me chupaba las tetas ahora era mi madre a mí, yo me movía gimiendo y sintiendo como la verga se movía dentro mio, arrancándome gemidos de placer, mientras Eduardo metía sus dedos dentro de mi madre. Mi madre y yo nos besábamos las bocas, yo saque la verga de mi suegro de mi cuca y deje que mi madre la mame antes de volver a meterla dentro mio, gemíamos como locos los tres, "amor, me la quieres meter por el culo?", le dijo Dorita, besando los labios de mi suegro, "por donde quieras", le dijo, yo me baje, y mi madre se sienta dando la espalda a mi suegro, se agarra de los tobillos y yo acomodo la verga contra su ano, y se fue sentando, haciendo que ahora desaparezca dentro de su culo, yo abría las nalgas de mi madre viendo como ella subía y bajaba su cuerpo, haciendo que la verga entre y salga de su ano, le lamía la espalda a mi madre, apretaba sus tetas, las chupaba, mi madre agarrada de los tobillos de Eduardo no dejaba de subir y bajar, como disfrutaba siendo cogida por el culo, mi suegro tenía tres dedos dentro de mi cuca, haciendo que gima de placer yo también, "Dorita, deja que ahora se la meta Valeria por el culo", le dijo mi suegro, haciendo que me ponga igual que mi madre y viendo el tamaño del ano de mi madre, Dorita acomodó la verga de Eduardo en mi ano, y me fui sentando despacio, disfrutando de como esa hermosa verga entraba ahora en mi culo, como ahora me cogía a mi por el culo,
Los gemidos que dábamos eran una locura, como estábamos disfrutando, a mi se me escapaban los pedos a medida que la verga entraba y salía de mi ano, "te gusta como tenemos los culos de abiertos papasote, para comernos esa hermosa verga que tienes?", le decía mi madre, poniendo su cuca en la boca de mi suegro, gimiendo cuando él se la empezó a mamar, "hay mami, que rico como se siente la verga entrar y salir de mi ano, como disfruto", decía yo, subiendo y bajando fuerte, pera que no quede nada de verga fuera de mi culo. Yo giré la cabeza y vi a mi madre como le caía su saliva de la boca, de tanto placer, de como disfrutaba como mi suegro le mamaba su cuca, veía como temblaba. "Hay mami, ponte en el borde de la cama que quiero mamar tu culo, así Eduardo te la vuelve a meter", le dije, bajando de la verga de mi suegro, dejando que Dorita se ponga en cuatro patas, yo abrí sus nalgas y empecé a lamer el ano de mi madre, abierto, dilatado, muy rojo, Eduardo se acomodó detrás de ella, y se la metió toda de una sola vez, haciendo que mi madre grite de placer, mis dedos no daban a basto para acariciar mi cuca, viendo como le cogían el culo a mi madre, escuchaba el sonido seco que hacían sus nalgas al chocar contra el cuerpo de mi suegro, como cuando la verga entraba y salía de su ano, a ella también se le escapaban pedos, Eduardo le saca la verga y vi lo abierto que tenía el ojete mi madre, pero dejo caer saliva y se la volvió a meter de nuevo, yo me tire sobre la cama, levantando mis piernas y metiéndome los dedos, masturbándome, mientras le cogían el culo a mi madre, "hay hija, no doy mas, no se cuantos orgasmo tuve", decía Dorita, moviendo su cabeza para los costados, con su cara como desencajada de goce, "amor, coge el culo de Valeria, no doy mas", le pidió mi madre a mi suegro, dejándose caer en la cama, exhausta de tanto coger.
Yo enseguida me puse en cuatro patas abriendo mis nalgas y sintiendo como mi suegro acomodaba su hermosa verga en mi ano, y la metía fuerte, haciendo que mis nalgas choquen contra su cuerpo y yo gritaba como loca de placer, "así, así papasote, cógeme fuerte, dame verga fuerte por el culo", le pedía yo, sin dejar de abrir mis nalgas, sintiendo como metía su verga hasta lo mas hondo de mi culo y la sacaba casi toda, para volver a meterla fuerte, mi madre, acostada a mi lado, sin fuerzas ya la pobre mujer, lo único que hacía era acariciar mis tetas, que se movían al compás de las embestidas que me daba mi suegro metiendo y sacando su verga de mi culo, "escurre tu leche, por favor Eduardo, escurre tu leche dentro de mi culo", le pedía yo, sintiendo como explotaba en un orgasmo tras otro al ser cogida tan bien por mi suegro, que gemía como un toro, que fortaleza la de ese hombre por dios, como nos hizo disfrutar a mi madre y a mi cogiéndonos por todos lados, su verga parecía tener vida propia, no se bajaba nunca y seguía entrando y saliendo de mi ojete, haciendo que disfrute lo que jamás había disfrutado, yo movía la cabeza para los costados, hasta que siento como mi suegro me aprieta contra él, y empieza a gemir, mientras yo sentía su verga palpitar dentro de mi culo, escurriendo toda su leche dentro mio, como movía su verga en círculos, para los costados, sentía mi ano tan abierto, que a los movimientos de él con su verga dentro de mi culo, no me dolía nada, solo sentía un tremendo placer, ese placer de estar disfrutando junto a mi madre del buen sexo de mi suegro, y siempre dispuesta a hacer lo que él me pida y mi madre seguro que esta dispuesta igual que yo, a complacerlo en todo.
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