Iniciación de un Guerrero

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por getaway11.
Vengo de una familia muy antigua y tenemos tradiciones que se remontan a miles de años.
Una de las tradiciones más morbosas involucra únicamente a los hombres con parentesco de sangre y es ritual de paso para volverse adulto y unir los lazos familiares.
La historia familiar dice que se practicaba entre antiguos guerreros pero les voy a contar mi historia como se vive en este siglo.

La familia tiene unas cabañas en una montaña que usamos para diferentes festejos familiares y durante la primera semana del verano hay un campamento en el que vamos únicamente los hombres.
A los chicos que van por primera vez se les hace observar el ritual de iniciación y tienen un año para decidir si quieren pasar también por el ritual, antiguamente se supone que al no aceptar tenías que abandonar a la familia pero no se ha sabido de nadie que rechace participar en la iniciación.

Así como te vas enterando en la escuela que los regalos de Navidad los dejan los papás, así los primos nos vamos enterando que los hombres adultos pasan una semana teniendo sexo entre ellos en grandes orgías.
Está prohibido hablarle a los niños sobre los detalles hasta que atestiguan con sus propios ojos la iniciación de la generación anterior.

Este año me tocaba ir por primera vez como observador y tenía un año para decidir si quería pasar por el proceso o no, después de ver cómo sucedían las cosas.
Durante el viaje mi papá y mi hermano mayor iban tratando de prepararme contándome historias de nuestro pueblo.
Como ya no había guerra, teníamos el compromiso de unirnos al ejército o por lo menos practicar deportes, lo cual se consideraba como parte de nuestro legado cultural, por lo tanto, era normal para nosotros hacer equipos con nuestros primos y tíos y al terminar ir a bañarnos todos juntos, a veces hacer citas para masajes deportivos, saunas, etc.
cualquier actividad normal que hacen los deportistas de alto rendimiento y todas estas actividades eran totalmente "heterosexuales" ya que la única época para tener sexo entre hombres era el campamento de verano.
Entonces mi padre y mi hermano me preguntaban si había visto como mis tíos, primos y hasta mi abuelo tenían diferentes cuerpos y penes.

Algunos de mis parientes son delgados, otros más musculosos.
Nunca me había fijado demasiado en sus penes excepto por si tenían pelos o no pero no me importaban los tamaños, gruesos, curvos, etc.
Mi padre y mi hermano me dijeron que iban a tratar de no predisponerme pero que después de observar el ritual podía preguntarles cualquier duda que tuviera.

Llegamos al campamento y como solamente era para hombres con relación de sangre, éramos unos 25.
Estaban mi padre con sus hermanos, mi abuelo con su hermano, otros tíos, primos y hasta mi propio hermano que ya había pasado por su iniciación.
La primera noche íbamos a ir a un baño de vapor tradicional o como llaman sauna en otros países y ahí íbamos yo y otros 3 primos a observar la iniciación de otros 4 primos más grandes.

Al principio dejamos nuestras ropas en casilleros para no perdernos y nos dijeron a los 3 primos observadores que podíamos conservar nuestro calzoncillo si eso nos ponía más cómodos pero que la iniciación era totalmente desnudos.
Mis primos decidieron quitarse todo pero por alguna razón yo tenía más pena y quise quedarme con mi calzón puesto.
Entonces entramos al sauna y ya estaban todos los adultos sentados al rededor, nosotros son sentamos en un lugar especial al fondo donde no había luz, así que nosotros podíamos observar todo pero ellos no podían vernos a nosotros.
Los adultos tenían la cara pintada con líneas negras con señales ceremoniales y las figuras hacían una especie de máscaras y en la oscuridad era difícil distinguir las caras.

Los adultos empezaron a hacer un canto en lengua antigua y mis 4 primos que iban a ser iniciados entraron tapados con unos lienzos grandes.
Mi abuelo y su hermano que eran los hombres más viejos se levantaron y continuando con el canto pintaron símbolos sobre las caras de mis primos y en lengua antigua les dijo que era su "nueva cara", así se le llamaba antiguamente a los símbolos que se pintaban los guerreros.

Los ancianos, así llamamos a mi abuelo y su hermano, les preguntaron si sentían en su corazón que pertenecían a la familia y respondieron que sí y que querían poseer el valor, la fuerza y el alma de nuestros antepasados.
Los ancianos les preguntaron si habían hecho sus ejercicios para prepararse y los 4 respondieron que si.
Entonces los ancianos les dijeron que era hora de elegir a sus ancestros y uno por uno fueron llamado a cada miembro de la familia como si fuera una de esos prácticas de deportes donde eliges a tu equipo.
Los primeros en ser elegidos fueron mi abuelo y su hermano, ya que se consideran los mejores guerreros y después mis primos fueron escogiendo uno por uno a los más musculosos y guapos hasta que quedaron todos distribuidos en 4 equipos, uno para cada iniciado.

Los 4 primos iniciados se reclinaron sobre una pequeña barda de piedra mirando de frene hacia donde estábamos nosotros y el primer anciano que eligió cada uno se colocó por detrás y todos empezaron a cantar otra canción en lengua antigua mientras muy despacio empezaron a penetrar a los iniciados.
Yo y mis 3 primos que estábamos observando podíamos ver las caras tanto del pasivo como del activo.
Me excitó mucho ver como cambiaban las caras de mis primos de sorpresa y dolor a placer.
Y las caras de los ancianos pasaba de sorpresa y tranquilidad con forme iban cogiendo cada vez a ritmo más fuerte hasta una total cara de calentura y masculinidad hasta que finalmente ponían cara de máximo placer y se detenían para respirar con dificultad.

Algunos de los activos incluso gemían y respiraban fuerte sin darse cuenta mientras iban cayendo en el ritmo hipnótico de la calentura.
Mis primos los iniciados después de un rato estaban totalmente relajados y solo de vez en cuando hacían también ruidos y gemidos involuntarios que era difícil distinguir si eran de dolor o de placer, pero sin duda lo estaba disfrutando porque podían haber interrumpido el ritual en cualquier momento.

Voltee a ver de reojo a mis otros primos observadores y estaban bien duros tratando de ocultar sus erecciones.
A mí también me costaba trabajo ocultar mi verga dura ya que mi cabecita se asomaba por arriba del calzón.
Por fin pude entender lo que tratan de decirme mi padre y mi hermano durante el viaje, los cuerpos de cada quien eran diferentes, incluso sus vergas y testículos, todos me parecían excitantes y deliciosos pero cada uno a su manera.
Algunos tenían genitales más negros, otros más rosados, con y sin pelos, grandes, delgadas, gordas, cabezonas, rectas, curvas.
había de todo.
A mí se me metió en la cabeza la verga gorda y canosa de mi abuelo, así como la verga larga y cabezona de mi hermano.
No soporté más estar mirando y me quité el calzón para empezar a masturbarme, cuando mis otros primos observadores me vieron, también dejaron de ocultar sus vergas duras y empezaron a masturbarse.

Estaba tan caliente que me vine dos veces y no llevé la cuenta de mis primos pero creo que también uno se masturbó hasta tres veces.
Ahora entendía por qué todo mundo quería formar parte de aquel ritual y nadie lo había rechazado en cientos de años.
Cuando por fin terminó el último de los ancianos en eyacular, volvieron a tapar a mis primos los iniciados con sus telas y se los llevaron.

En la noche mi papá, mi hermano mayor y yo nos reunimos y obviamente yo tenía mil preguntas que hacerles.
La plática me puso casi tan caliente como haber observado el ritual.
En resumen me enteré que después de la iniciación todos eran libres de tener sexo con quien quisieran ya fuera de activo o de pasivo, también podías rechazar las invitaciones aunque normalmente nadie las rechazaba.
Y que los "ejercicios para prepararse" eran tener sexo con tus parientes cercanos en casa para no llegar virgen al ritual.

Yo estaba tan caliente que le dije a mi padre y hermano que aceptaba participar en la iniciación del próximo año y que por favor me estrenaran en ese momento.
Mi padre respondió que esa decisión la debía hacer con la cabeza fría y que me regresara a dormir.
Entonces mi hermano y yo nos quedamos solos en la habitación, mi hermano se acostó a dormir y yo debía hacer lo mismo pero no podía, estaba demasiado caliente así que me levanté desnudo y me metí en su cama, para mi sorpresa el ya estaba desnudo y sin cobijas, su verga estaba dura y sin pelos.
Empecé a chuparle el pito sin saber exactamente como hacerlo y él me dijo que estaba esperando a ver si me decidía a dar el primer paso y entonces le rogué que penetrara.

Con mucho cuidado me puso un líquido viscoso en mi culito y me dijo que me fuera sentando sobre él.
Yo estaba tan caliente que temblaba al sentir como iba abriéndome el interior, dejé que mi peso fuera haciendo todo el trabajo hasta que llegó al fondo.
Mi hermano me dijo que me esperara un poco a acostumbrarme y que se iba a sentir mejor, que respirara despacio.
Me di cuenta que eso me relajó más y me empezó a gustar tener el culo lleno con el miembro de mi hermano.
Me trate de acomodar pero eso hizo que su verga saliera un poco y entrara de golpe hasta el fondo.
Sentí como un choque eléctrico de placer que me partía el culo en dos y que me subía por la espalda hasta la cabeza.
Por un momento pensé que esa era la "fuerza del guerrero" entrando en mí.

La sensación de placer se apoderó de mí y mi hermano y yo empezamos a movernos.
No tardó mucho mi hermano en venirse dentro de mí entonces entendí que eso era a lo que realmente se refería nuestra tradición.
Yo no tardé mucho en venirme sobre mi hermano aún con su verga adentro.
El orgasmo fue lo más intenso que hubiera sentido nunca.

Así fue como empecé mi preparación para la iniciación, porque obviamente no iba a aguantar 6 vergas en mi culo para desvirginarme.
Después en casa también le pedí a mi padre que me ayudara y por las noches se iban turnando mi hermano y mi padre hasta que aguanté echármelos a los dos.
El tiempo se pasó muy rápido y al siguiente año ya estaba en camino para mi propia iniciación.