Iniciando a mi hija e hijastra
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cuando mi hija tenía 7 años, mi esposa se separó de mi, dejandome solo con mi hija Karina, después de un tiempo conocí a otra mujer, lo cual ella tenía su hija la misma edad que la mía, ella se llama Karen.
Con el tiempo las niñas se llevaron muy bien, como hermanitas andaban juntas por todos lados, jugaban y dormían juntas, eran inseparables, mientras pasaban el tiempo se notaba el cambio y desarrollo de las dos, sus cuerpos empezaron a ser más llamativos, sin entenderme, sentía una atracción por las dos.
Con el tiempo,las niñas alcanzaron los 14 años, Karina estaba empezando a tener más senos que Karen, pero ambas se notaban que tenían bonitos y finos cuerpos, lo cual ellas sabían de lo que tenían y lo mostraban en las fotos que publican en sus respectivos facebook, que por cierto logré obtener sus contraseñas de sus cuentas, y me di cuenta que Karen era más coqueta por no decir más putita, a diferencia de mi hija Karina, ya que tenía varios amigos de diferentes edades, mayormente eran hombres muy mayores que ella, que le mandaban vídeos y fotos pornográficos insinuando a Karen para que tengan sexo con ella, pero más me sorprendió que Karen lo tomara como algo normal, es más, ella también les insinuaba .
Karen y Karina, usaban unas prendas muy diminutas, era imposible que no llamen la atención de los hombres cuando se iban juntas a la calle, pero era obvio que a ellas les gustaba eso, les encantaba ser la atracción de los demás por sus cuerpos, el detalle era que a mí también me atraía, me deleitaba ver sus cuerpos cubiertos por esas prendas pequeñas, ver esas ricas piernas y esas cinturitas, me enloquecia al verlas, imaginaba en tenerlas a mis bajos instintos.
Una tarde mi actual pareja decidió en visitar a su madre por unos días, lo cual iba a viajar, así que me dejó al cargo de las dos niñas, yo encantado, sentía que esa era mi mejor oportunidad, porque estaba convencido de que tenía que cogerme a una de ellas, así que aquella tarde empecé a planear en cómo realizar mi momento de sexo con una de ellas, pensé y pensé todo el tiempo en la hora del trabajo, hasta que se me vino una idea.
Yo trabajo en una farmacia, no conozco mucho de medicamentos, así que decidí preguntar a un enfermero de la dicha farmacia, haciéndome pasar que sufría de insomnio, que no puedo dormir por las noches para que así me recete algún medicamento o dosis para dormir profundamente.
Una vez terminado de explicarle mi falso testimonio, aquel enfermero me recetó unas pastillas para dormir y no recordar nada al día siguiente, me explicó que me iba a levantar de la cama como nuevo, así que sin decir nada más, compré las pastillas, de paso compré una caja de preservativos y lubricante.
Espere con ansias las 7 pm,que es la hora de mi salida, una vez acabando mi hora de trabajo me aliste y me fui a mi casa, rumbo a ver a mis niñas, ya en mi casa Karen y Karina no estaban, llame al celular de Karina y me respondió, diciéndome que dentro de una hora estarían en la casa, entonces decidí preparar un refresco muy dulce para que no sientan el sabor de las pastillas, saque de mi bolsillo dicho medicamento, y empecé a molerlos para disolverlos en la jarra llena de refresco, lo batí para que se disolviera muy bien, después de ello, lo guardé en la refrigeradora, y me dirigí a la sala a esperar a las niñas.
Pasaron como dos horas,hasta que las niñas llegaron, abrieron la puerta y las Vi entrar, ambas estaban super exquisitas usando unas minifaldas cortas, no les regale ni nada, me acerque a ellas y cariñosamente como de costumbre las abrace, ellas se fueron a la cocina, mientras yo me quedé en la sala, con la tv prendida, note que tomaron la bebida ,Karen se tomo como tres vasos, así que se me acercaron y me dieron mi beso de buenas noches, porque ya eran casi las 11 de la noche.
Yo seguía esperando, como un centinela, esperando que las pastillas hagan efecto, espere hasta que sea la medianoche, me levanté del mueble y empecé a caminar muy segilosamente sin hacer ruido hasta llegar a su cuarto de ellas, mi corazón latía de emocion, sentí mi verga dura, estaba cachondo, sabía lo que se iba a venir, abrí muy despacio la puerta y note que estaban en la misma cama, con la luz apagada, me acerque a la cama muy despacio y note que estaban totalmente dormidas, moví un poco a Karina para ver si se despertaba, pero no, al mismo modo que Karen, estaban profundamente dormidas, me emocioné al máximo.
Empecé a sacarme la ropa rápidamente, quedándome desnudo con mi verga tieza y parada, empecé a retirar la sábana que cubría el cuerpo de esas dos hermosuras, y para mí sorpresa estaban en calzones y sostenes, me alivio porque me evitaba tener que desvestirlas, así que me fui al lado de la cama donde estaba karen, acerque mi verga en su cara y le empecé abrir su boquita, para que introducir mi verga y sentir como si me lo chupara, luego saque mi verga de su boca y me fui al otro lado de la cama, donde estaba mi hija, del mismo modo, le abrí su boquita y metí mi verga dentro de ella, empecé a follar su boca, metiendo y sacando mi pedazo de carne.
Sentía que era la hora de la penetración, me fui donde estaba mi pantalón para buscar en mis bolsillos los preservativos, pero no los encontré, busque por todos los bolsillos y nada, solo encontré el sachet del lubricante, estaba muy cachondo como para dar atrás mi plan, así que sin pensarlo muy bien, me subí a la cama sin el preservativo, me dirigí a las piernas de Karen, y retire su calzoncito muy suavemente, note que tenía la vagina muy hermosa y sin bello, abrí sus piernas resaltando su vagina, me coloque entre sus piernas, colocando mi verga en las entrada de sus labios vaginales, repose mi pecho y mi peso encima de ella, sentía su respirar, su aroma de hembra tierna, con la ayuda de mi mano acomode mi verga en su entradita, y empecé a empujarsela de a poco pero con fuerza, hasta que sentí su membrana, eso que le llaman virginidad, empecé a empujar un poco más fuerte, hasta que sentí q se rompió, empecé a besarle el cuello mientras se la metía, hasta chocar y llegar meter todo, empecé a chupar sus senos, saque mi verga y estaba con un poco de sangre, limpie mi verga con su pierna, y empecé a metercela de nuevo, sentía sus paredes vaginales como apretaban mi gruesa y dura verga, empecé a embestirla, Karen se movía al ritmo de las metidas que le daba, al igual que la cama sonaba dando ritmo a mis embestidas, después de media hora, sentía que me venía, empecé acelerar mi ritmo, metía con más fuerza, hasta chocar con ella, era exquisito sentir ese cuerpecito y ese aroma de hembra que arrojaba, y sin poder controlarme me vine, soltando fuertes chorros de semen dentro de ella, dejé mi cuerpo caer encima de ella, mientras daba unas suaves metidas de verga en su inundada vagina, hasta sentir mi pene flagido, lo saque y me salí de la cama, sentandome a una silla que estaba en el cuarto.
Paso unos quince minutos, sentía que mi verga estaba tomando fuerza otra vez, me levanté y me subí a la cama, Karen seguía con las piernas abiertas, haciendo que mi semen chorree por sus labios vaginales, me coloque en su pateadera de mi hija Karina, era el momento de ella, le retire suavemente su calzoncito, al igual que su brasier, dejando sus senos al aire, empecé a besar su cuerpo, y sus senos, mi verga estaba nuevamente dura, me puse entre sus piernas, coloque mi punta de mi verga en su entradita vaginal, y empecé a metercela con fuerza, grande fue mi sorpresa que me di cuenta que no era virgen, así que decidí metercela con más fuerza, acelerando el mete y saca, mientras le besaba sus hermosas tetas, después de media hora, me levanté de la cama, acomode a Karina boca abajo, haciendo que sus nalgas queden paraditas, me coloque en su encima y empecé a metercela por la vagina otra vez, era delicioso sentir esas nalgas moverse a mi ritmo, notaba como esa vagina podía aguantar y tragarse todo mi pedazo de carne, pues tengo una verga de buena medida, al cual hacia gritar de placer a la mamá de Karen, que es mi actual pareja, y para mi era sorprendente como esas dos niñas aguantaban una buena cogida, y así estube un buen rato hasta que sentía que me venía de nuevo, acelere mi ritmo haciéndola mover a Karina de arriba hacia abajo, sentía su hermosa y suave espaldita, su aroma, tan deliciosa mi hija, que sin poder contenerme, solté varios chorros de semen, mientras se la metía llegando hasta el fondo, quedé exhausto, sudando y a la vez sintiendo ese rico placer, saque mi verga y me fui a sentarme otra vez para descansar de la jornada sexual, después de un rato acomode a Karen y Karina sus respectivas truzas, para finalmente taparlas con la misma sábana, cogí mi ropa y desnudo me fui a mi cuarto, me tiré encima de mi cama, y me quedé dormido profundamente, y extaciado por el placer.
Al día siguiente, las niñas se levantaron, al igual que yo, todo siguió como si nada, mi relación con ellas siguen igual, Karen se a vuelto más apegada a mi, ya paso dos o tres semanas, mi pareja ya volvió a la casa, pero eh notado que Karen y Karina están presentando mareos y náuseas, al igual que no soportan algunos olores ya que para ellas les parece muy fuerte.
Sospecho que están embarazadas, y eso me está preocupando cada día más.
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