Inicio sexual de mi nietita
A sus siete añitos es toda una reinita. Bien desarrollada, con un hermoso cuerpecito y sus nalgas ya pintan para ser deseadas. Y su boca de labios generosos, la cual sabe usar muy bien se ha convertido en mi placer.
Blondi es el nombre de mi nietita. Como dije tiene recién cumplidos 7 años. Suele pasar bastante tiempo en casa cuando no está en la escuela. más si es verano, ya que aprovecha a quedarse en casa para disfrutar de sus abuelos y de la piscina.
Mi esposa se encarga del negocio familiar, un Maxi quiosco con dos empleadas, jovencitas ambas que ya han demostrado saber muy bien como tratar al dueño. pero eso irá en otro relato.
La tarde en cuestión, Blondi estaba en casa y como la noche anterior se había acostado tarde por estar invitada a un cumpleaños de una compañera del colegio, estaba algo cansada y con sueño, por lo que la invité a dormir la siesta, con el compromiso que luego de un par de horas de sueño iríamos a la piscina a bañarnos.
Fuimos a mi habitación y Blondi sin ninguna verguenza se saca la ropa y queda solamente en bombachita, yo me acosté en sleep, pusimos el aire acondicionado y cerramos la puerta para que la pieza se refresque rápido. Mi nieta se me acercó y abrazándome cruza una piernita por arriba de las mías, buscando una posición cómoda para dormirse. Esto posicionó su vaginita sobre mi verga, y no sé si fue el calor o la cerveza que tomé en el almuerzo pero la pija se comenzó a ponerse dura. Mi nieta al principio no dijo nada. Pero ya cuando la tripa estaba totalmente erecta, era un bulto duro en su entrepierna. Curiosa, en vez de preguntar simplemente bajó la mano y tomó mi rabo por sobre el sleep. Lo tanteó de tamaño, lo apretó suavemente y quedó intrigada. Pero no contenta con eso, se acomodó mejor, bien encima mío abriendo sus piernitas para que mi poronga quede justo en el centro de su conchita. Eso disparó mi lívido, y haciéndome medio el dormido, le tomé con ambas manos las nalgas. Su duro culito estaba precioso. Entonces la apreté un poquito sobre mi verga y comencé a moverla suavemente adelante y atrás por sobre el tronco de la pija. Ella se dejó hacer, se quedaba quietita, yo para esto tenía el palo como riel de ferrocarril. Y sin ser un terrible pijudo, tengo lo mío, que son 19×5.5cms de buena carne en barra. En uno de sus movimientos, la cabeza de mi chota quedó justo en el medio de sus labios vaginales apoyada en su clítoris. Se estremeció pero no se corrió de encima. Es más propició mejor el contacto con mi rabo y suavemente se movía hacia los costados, se estaba estimulando. Haciéndome el tonto metí mis manos por debajo del elástico de su bombacha y acariciaba sus nalgas, busqué con mi dedo mayor su agujerito trasero, pequeño, apretadito. Comencé a acariciarlo en círculos y cada tanto probaba de meterle la puntita, en una de esa entró la primer falange. Mi nieta se estremeció y empujó más fuerte su conchita contra mi verga. Ya estaba suspirando fuerte, y uno que otro gemidito se le escapaba. Yo seguía con una porción de dedo dentro de su anito. Y con la otra mano ayudaba a los movimientos de la paja que se estaba haciendo. Pero a esa altura yo quería más. Y creo que Ella también, sin saberlo. Pero la naturaleza es sabia y no necesita escuela. Si maestros.
Pronto estaba más que excitada, se podría decir que estaba muy caliente, dándome cuenta de su estado, me dejé llevar y sacando el dedo de su culo le bajé la bombacha, y me bajé el sleep, ella buscaba seguir con su tarea. Lo que sí encontró fue mi tripa en carne libre de ropa, medio se quedó quieta pero pronto volvió a sus quehaceres, acomodó bien la cabeza de la pija entre sus labios vaginales y se pegaba pequeñas sentadas como queriendo meterse la verga dentro, en un momento casi entra, pero sintió algo de dolor y se retiró un poquito pero pronto volvió a la carga, volví a meter el dedo en su culito pero ya hasta la mitad, Blondi aceleró sus movimientos, se descontroló y de pronto en medio de gemidos, suspiros me dice, abuelo me hago pis. Yo la convencí de que siguiera, que no era pis y que luego le explicaría que estaba pasando. Y acabó en medio de gemiditos y suspiros. Quedó laxa sobre mi, con la verga puerteando su conchita y un dedo en el culito. Pero yo tenía los huevos cargados de semen por la morreada, por lo que le pregunté si estaba dispuesta a ayudarme, y si le gustaba lo que hicimos. Sonriendo en la obscuridad me dice que le encantó. Entonces tu debes hacer algo por mí. Tu tuviste un orgasmo cuando casi te hiciste pis. Eso logran las mujeres cuando están muy excitadas, es parte de la naturaleza humana. Y si siguen estimulándola puede tener varios de esos en un rato. Ella escuchaba atentamente.
Pero el hombre también necesita tener un orgasmo, aunque es diferente a la mujer. El hombre cuando tiene un orgasmo, le sale semen por la punta del pito. Y cuando las chicas son pequeñas, deben tomarse toda la lechita que sale para que crezcan sanas, fuertes y hermosas. Quedó totalmente convencida de la historia. Entonces le digo que se arrodille entre mis piernas, que tome la verga por el tronco y comience a masturbarme, y que debe tomar la cabeza entre sus labios y chuparla como cuando come helados o chupa un Pirulí, esos chupetines duros. Ella asiente con la cabeza y pronto ya está metiéndose la cabeza de mi pija en su boca. Golosa se mete una tercera parte de mi tronco y comienza a mamar, lamer y chupar como si fuera una experta, pronto mi pija está nuevamente muy dura, eso no la asusta, sigue mamando, mientras como le enseñé me pajea el tronco, mi esposa no la hace mejor, pronto me tiene al borde de acabar, le digo que va a salir la leche y no debe desperdiciar ni un poquito. Y llegó el primer chorro, fuerte al medio de su boca, mi nieta aguanta a pie firme toda mi acabada y se la tragó todita, me muestra su lengua limpita, finalmente sigue chupando por un ratito mi pija y la deja limpita. Luego se vuelve a acomodar de panza sobre mi, con la pija entre sus piernas, la cabeza en la entrada de su cuevita que está muy cremosa por su orgasmo, y así se duerme por un rato. Yo quedé algo perplejo luego de que reaccioné a lo que había echo. Tendría que convencer a Blondi de no contar nada a nadie, ni a la Abuela, ni a su madre ni a sus compañeras. Pero en mi interior ya estaba saboreando lo lindo que serían las siestas con mi nieta en el verano.
Lindo sería una cojida
Bien por el abuelo