Inicio sexual de mi nietita II
Luego de esa primer siesta con contacto sexual, quedé muy calentito con mi nieta. Sabía que ella estaba dispuesta a más. Y yo no podía dejarlo pasar. Debía ser el primero en cojerla. .
Mi nieta Blondi, una hermosura de siete años, ya días atrás había tenido su primer encuentro con una verga. Luego de esa siesta, yo no veía la hora de que mi nieta volviera a casa para llevarla nuevamente a la cama y hacer de ella mi delirio sexual. Ya había probado ser muy buena mamando una verga. Y que no se impresionaba con el tamaño de la misma. También había tenido su primer orgasmo y su primer tragada de semen. Todo lo había echo de maravillas.
Llegó el viernes, y Blondi le pidió a su madre venir a casa de los abuelos para pasar la tarde y de paso se quedaba todo el fin de semana en casa. Nosotros más que contentos. Yo atiendo el Kiosco por las mañanas desde muy temprano y luego de almorzar, es sagrado el tomar una siesta. Blondi llegó con la ropita del colegio, una faldita a cuadros, una camisita blanca y un lazito en el cuello. Traía su mochila con los útiles para hacer la tarea. Luego de almorzar mi esposa se fue a atender el negocio, Blondi tenía tarea que hacer, me pide ayuda y vamos a la mesa del living a hacerla. Mimosa Ella, me pide sentarse en mi falda para que así me sea más fácil explicarle la tarea.
Yo vestido con un jogging suelto y una remera me senté y enseguida mi nieta se subió a mi falda, lo que sí noté que buscó bien la posición, de piernas abiertas y bien sentada sobre mi entrepierna. Comenzamos las tareas y no dejaba de moverse, como que bailaba adelante y atrás o movía su culito de un lado al otro, hasta que logró lo que quería. Que mi palo se endureciera. Una vez que lo sintió bien en medio de sus nalgas, empezó a cabalgarlo. Yo en dos minutos estaba muy excitado con la verga dura. Entonces le pedí que se levantara un poquito y cuando lo hizo, me bajé el jogging y el calzón liberando mi pija que quedó enhiesta bien hacia arriba. Metí mis manos bajo su falda y bajé su bombachita dejando sus nalgas al aire, todo esto con mi nieta que seguía moviéndose como si bailara. Yo tenía claro que ella sabía lo que estaba pasando. La tomé por la cadera y la fui bajando bien alineada con mi pija. Pronto la punta de mi poronga entró en contacto con el canal de sus nalgas y fue entrando entre sus piernitas, ella seguía sin decir o hacer nada para quejarse. Finalmente sentada con el tronco entre sus piernas, con los labios de su vagina abrazando mi palo, ella se dio por enterada, y dando vuelta su cabeza sonríe y me dice, Abuelo, que gorda está tu picha hoy. Y se concentró más en moverse arriba de mi palo que en la tarea.
Lo que me llamaba mucho la atención era que su vagina segregaba mucho fluido. Eso volvía babosa y resbalosos sus labios vaginales, ya un par de veces mi pija había topado con su clítoris, Blondi cada vez más buscaba ese contacto, mientras ella se masturbaba con mi poronga yo buscaba su anito, logré meter con saliva uno de mis dedos por completo, mi nieta ni se enteró de lo excitada que estaba, lo mejor de eso es que se puso mas caliente y se movía como loca. De pronto en uno de sus vaivenes, la cabeza de mi verga quedó bien alineada a la entrada de su virginal cuevita y la ir ella hacia atrás mi poronga metió la cabeza y un pedacito de tripa, mi nieta gimió fuerte y se quedó petrificada, pero ningún amago de salirse de encima, es más, suavemente comenzó a presionar hacia abajo y se fue penetrando, yo sentía la presión de sus paredes vaginales tan estrechas sobre el glande, de pronto se atascó en su himen. Su virgo estaba intacto y yo sería quien se lo rompiera. Y no dudé, la tomé de la cadera, presioné fuerte hacia abajo y de pronto mi tripa entró hasta tocar fondo, su cervis recibió el topetazo de mi poronga. Mi nieta gritó, y quiso escapar, pero yo la sostenía fuerte y no pudo salirse. Lloraba despacito y gemía. Suspiraba fuerte, pronto comenzó a relajarse, con mis palabras y mis caricias, pero nada quitaba que estaba totalmente empernada por una buena barra de carne. Pasado los primeros minutos, suavemente le pedí que me cabalgara, que lo iba a disfrutar. Y así lo hizo, es muy obediente. Y le gusta mucho la pija, eso es verdad. Pronto ya se movía con más dulzura y luego ya cabalgaba con ganas, se sacaba media tripa y se sentaba con fuerza buscando meterse la tripa hasta el fondo. Estuvimos así varios minutos, mientras ella cabalgaba yo aprovechaba y metía dedos en su culito, pronto tuvo dos enteros dentro, su esfínter estaba bien dilatado. Pronto mi nieta estuvo lista para acabar y de la nada surgió su orgasmo, esta vez solo lo disfrutó, a pleno. Sentí el calor de su flujo en la cabeza de la verga. Mas se movía y casi sin demora logró un segundo orgasmo y quedó media laxa, apoyada de panza en la mesa con mi verga hasta el fondo de su vagina. Yo no había podido acabar a pesar de lo estrecha de su vagina. Es que estaba muy concentrado en su placer. Ahora me tocaba a mí. Le pedí que se levantara un poquito y sacándole la verga de su conchita, lo que permitió que sus flujo y un poquito de sangre corrieran por su entre pierna, posicioné la cabeza de mi pija bien centrada en su ano y le pedí que se sentara, no sin antes aclararle que le dolería un poco al entrar la punta pero que luego sería placer. Inició la sentada, media cabeza se perdió dentro de su ano, pero su cuerito no se estiraba mucho más, insistí un poco más hasta que la cabeza pasó completa pero el resto del tronco la hacía gritar de dolor, y con apenas un pedacito de tripa en su culo me moví y acabé llenándole su aterciopelado túnel de semen. Tuve que esperar que la picha se ablandara para sacársela y no hacerle doler más. La bajé de mis piernas y tomados de la mano fuimos al baño. Nos duchamos juntos, me lavó bien los genitales y yo hice lo mismo con ella. Cuando lavaba su cola aproveché y metí tres dedos en su culito con bastante crema enjuague, los dedos entraron perfectamente suaves. Ya había comprobado que con buena lubricación y bien dilatado se comería toda la verga sin chistar. Nos secamos y volvimos a la tarea. Observaba a mi nieta que me sonreía todo el tiempo, pero sentada de costadito. Le dolía mucho el culo. Lo bueno es que tendría sábado y domingo para experimentar con ella sin que venga la madre a buscarla. Y si la abuela preguntaba por qué caminaba de costado, le tenía que decir que se cayó en la ducha y se golpeó el huesito dulce, pero que ya iba mejorando, que ya no le dolía tanto. Nos mirábamos y nos sonreíamos recordando nuestra picardía. Terrible amante me conseguí. No se pierdan la parte III
Que lindo abuelito
Quiero tener una nieta así 😊