Inicios
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Fabito_py.
Si bien en la actualidad, me considero bisexual, mis primeras experiencias fueron homosexuales, recién a los 16 años, tuve relaciones con una mujer, más precisamente con una de mis hermanas que era 3 años menor que yo.
Hasta esa edad, yo me considere gay, nunca me había sentido atraído por ninguna mujer, todo lo contrario, eran los hombres los que despertaban el deseo sexual en mí.
Si bien nunca fui amanerado, en el colegio me cargaban con mi sexualidad porque no tenía novia y a las mujeres les gustaba mi compañía porque podían confiar en mí, porque se sentían escuchadas, contenidas y porque sinceramente era su amigo, y no buscaba nada más de ellas.
Hasta ese momento yo nunca me había cuestionado mi inclinación sexual, lo veía como natural, seguramente debido a que unos de mis tíos, el hermano menor de mi papá era un gay totalmente asumido y por lo tanto en mi familia, por lo menos en la paterna, la homosexualidad no era mal vista, ni menos censurada.
Comencé a incursionar en el sexo a los 11 años, cuando por casualidad encontré varias revistas pornográficas en el cuarto de mi tío gay y descubrí todo lo que uno podía hacer sexualmente con un hombre, y en ese momento supe que era gay, y por primera vez experimente excitación, sentí un agradable cosquilleo en el pirineo y sobre todo en el ano y la pija se me paro como nunca e intuitivamente comencé a masturbarme, ya que hasta el momento nunca lo había hecho, porque nunca sentí, esto que estaba experimentando en mi cuerpo.
Cuando más me masturbaba, más dura se me ponía la pija, más cosquilleo sentía en el ano, hasta que empecé sentir la urgente necesidad de introducirme algo en el ano, para calmar lo que estaba experimentando, así que me coloque el dedo, pero como no tenía ni idea de lo importante de la lubricación, me costó muchísimo poder hacerlo, pero a pesar de lo molesto que era introducir mi dedo en el ano en seco, el placer que experimentaba era increíble, así que con la mano derecha me masturbaba y con la mano izquierda me estimulaba el ano.
Estuve así un buen rato hasta que en un memento sentí como ganas de orinar, es más tuve la sensación de haber orinado, pero no salió nada de mi pija, solo fueron varios espasmos muy placenteros, productos de un orgasmo, sin eyaculación, ya que por mi edad yo no tenía semen todavía.
Quede totalmente fascinado y maravillado con lo que vi, y con lo que experimente con mi pija y mi ano, que le robe una revista a mi tío y se la mostré a unos de mis primos que tenía mi misma edad, con la intención de poner en práctica lo que había visto.
Mi primo me sorprendió al contarme que él venía teniendo relaciones sexuales hacia unos meses con su hermano de 14 años y me ofreció hablar con él para que me inicie sexualmente.
Yo lo acepte inmediatamente, sin pensarlo, fue tan placentero lo que experimente con mi dedo en el ano y pajeandome, que estaba convencido que con un hombre la experiencia iba a ser superior.
Afortunadamente no me equivoque, y mi primo me confirmo que sexualmente estaba en el camino correcto, por cada una de las sensaciones que despertó en mí, si bien no fue la experiencia sexual que me marco, eso vendría unos años después con otro primo mío.
Así que una noche, en que mis tíos viajaron, me quede a dormir en la casa de mi primo, mi primo no era demasiado agraciado físicamente, ni muy atractivo sexualmente, ni tenía una pija demasiado grande, sin embargo se las arreglo muy bien no solo para que disfrute del sexo, sino también para dejarme totalmente satisfecho.
A pesar de que impuso ciertas condiciones, no besaba, no hacia sexo oral, porque él no era marica, él era macho, que circunstancialmente cogía a un hombre, en este caso yo y por último tenía que tragar toda su leche porque se iba a correr en mi boca.
Como yo hasta ese momento no tenía semen y nunca tuve una eyaculación no sabía a qué se refería a correrse dentro mío, así que me explico de que se trataba y como yo estuve de acuerdo, él se desvisto totalmente, tomo su pija en la mano y me dijo chúpame, chúpame como el chupetín más rico hayas probado en tu vida, saboréalo, lámelo, acarícialo.
Como era la primera vez que así esto al principio no sabía cómo proceder, pero me acorde lo que vi en la revista de mi tío y lo empecé a chupar su pija lentamente, tenía un sabor y un olor agradable, a medida que le chupaba, sentía como mi pija se ponía dura y me gustaba la agradable sensación que producía en mí, chuparle la verga a mi primo.
El empezó a gemir cada vez más fuerte y a medida que lo hacía, sentía como su pija se hinchaba cada vez más, hasta que en un momento se corrió y me llenó la boca con su agradable semen, me gusto su aroma y su sabor, y cuando entro el mismo en contacto con mi lengua, me super calenté, sentía que la pija me iba a explotar, y ese cosquilleo enloquecedor en el ano, me excitaba más.
Le chupe hasta la última gota de su semen, pero su pija se mantenía dura y sorpresivamente, hizo lo que supuestamente no hacía, empezó a besarme en los labios, murmurando que lo había embrujado, que no se explicaba lo que yo tenía, que lo calentaba como nunca se calentó, me empezó a desvestirme, me puso en cuatro y comenzó a chuparme el ano, la sensación era tan deliciosa y agradable que empecé a suspirar descontroladamente de placer, sentía como me iba dilatando el ano con su lengua, sus dedos y su saliva, hasta que sentí como me colocaba la punta de su pija en mi ano y me penetro lenta y profundamente.
Evidentemente mi ano tiene la capacidad de dilatarse sin problema, ya que pude sentir su pija totalmente dentro mío, sin experimentar ningún tipo de dolor, todo lo contario fue super placentero.
Su pija entraba y salía de mi ano, poniéndome como loco, y tomo mi pija en su mano y me empezó a masturbar y a besar el cuello, las orejas, las mejillas, hasta que sentí en mi interior como se corría y pude sentir el calor de su semen y eso me super calentó.
Saco su pija de mi culo y me puso en la boca para que la vuelva a chupar, yo estaba tan excitado que se la chupe, lamí acaricie, y como fue tan agradable cuando me beso, subí lentamente por su abdomen lamiéndole, hasta llegar a sus labios y empecé a besarlo y el respondió de buen gusto y con su mano tomo mi verga y empezó a masturbarme, hasta que sorpresivamente me la empezó a chupar y tuve varios espasmos, porque todavía yo no eyaculaba, sin embargo eran muy placenteros.
Mi primo estaba totalmente descontrolado de placer, su pija seguía dura, que empezó a lamerme y besarme todo el cuerpo, nuevamente empezó a lamerme el culo nuevamente, a lubricarme con su saliva y su propio semen que todavía corría por mi ano, se sentó en la cama, me levanto y me sentó sobre su pija y me penetro rápida y apasionadamente, mientras me besaba y yo podía no solo sentir sino también saborear el aromo de mi ano, mezclado con su semen, eso me enloqueció de placer y volví a tener unos cuantos espasmo y una vez más mi primo se corrió dentro mío.
Fue una experiencia realmente increíble.
Después de esto mi primo me hizo prometer que jamás le contaría a nadie que él me beso y me hizo sexo oral.
Me dijo que no se explicaba que tenía yo, que despertaba sensaciones que su hermano no lo hacía, y que algo en mi lo hacía perder la cabeza y se descontrolaba totalmente.
Si bien fui muy agradable todo el tiempo que mi primo me cogió, yo sentía que me faltaba experimentar algo más, que había algo más, él no se soltaba del todo, el reprimía, por temor a ser considerado gay.
Durante 2 años fue mi amante, cuando el cumplió 15 años se puso de novio con una minita muy linda, una noche que mis padres no estaban vino a mi casa, desesperado, cuando me vio empezó a besarme a acariciarme, y a decirme que me deseaba y que quería cogerme ahí mismo, y entre gemido y gemido me confesó que había acabado de coger con su minita, pero que no quedo satisfecho, que no sintió placer, que solo yo le hacía sentir lo que el sentía.
Fuimos a mi dormitorio y me cogió como nunca lo había hecho, y continuamos así un año más y a pesar de que todo esto él se seguí limitando, tenía demasiado miedo de ser gay.
Y este era el motivo por el cual, a pesar de que estaban dadas todas las condiciones, yo sentía que me faltaba algo, algo que iba más allá de mi incapacidad para eyacular.
Cuando cumplí 13 años, me acuerdo perfectamente, tuve ¡la experiencia!, tuve mi primer encuentro personal y verdadero con el sexo, desde ese momento hubo un antes y un después, a tal punto que abandone para siempre a mi primo.
A los pocos meses de haber cumplido los 13 años llego a mi vida sexual, mi amado y querido primo, al que cariñosamente lo llamábamos negro, él tenía 18 años y realmente era y sigue siendo uno de los tipos más hermoso que he conocido en toda mi vida.
No solo tenía un cuerpo increíble, sino que también estaba muy bien dotado, tenía la pija más grande y preciosa que yo había visto hasta ese momento, ni siquiera en las revistas pornográficas o películas que había visto, vi una verga tan perfecta como la de mi primo.
Pero esa es otra historia que la sigo contando en mi siguiente entrada….
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!