Inicios de Degeneración, La orgía
Todo monstruo tiene un inicio.
Una pequeña presentación.
No sé si para gusto de los lectores de esta página sea algo necesario, esto será una serie de relatos de experiencias que he tenido a lo largo de mi vida, en su mayoría, una historia real, endulzada para los ojos de cualquier persona que lea mis palabras. Todos los nombres (incluído el mío) y los lugares son cambiados para fines de privacidad de los involucrados, esta serie de historias tendrán tabúes y fetiches de varias indoles, incesto, BDSM, Anal, Zoofilia y lo que vaya saliendo y recordando.
Mi nombre es Alex soy un adulto joven de entre 25 y 30 años, no considero que tengo un físico envidiable, pero la genética me bendijo con ciertas cualidades, Mexicano de nacimiento, mido aproximadamente 1.92, mi color de piel es moreno, delgado, con una musculatura normal, nada marcado, pero tampoco aguado, hablando de tamaños y dimensiones, tengo un miembro de 19 centimetros erecta, team sangre, un buen par de bolas, adornadas por un lunar oscuro en una de ellas, cualquier otra cosa que físicamente sea necesaria para la historia en cuestión, irá siendo contado si es requerido.
La orgía en la primaria
Dicen que los niños no saben que es el sexo, no conocen del tema, la mayoría de adultos se escandalizan cuando un pequeño o pequeña muestra algun comportamiento de esa indole, desde que el niño comienza a juguetear curioso con su pene, o la niña con su vagina, la reacción inmediata de los padres es decirles que dejen de hacer eso, prohibindo una acción, y como es bien sabido, por naturaleza, al ser humado le atrae lo prohibido.
Estaba en el final del primer año de mi educación primaria, para aquellos que no lo sepan, en México se comienza esta etapa de vida entre los 5 y 6 años, como la mayoría de los niños de esa edad, mi mayor preocupación era llegar a casa, jugar con mis figuras de acción y ver el capitulo diario de la caricatura que me tuviera enganchado de turno.
Tenía un grupo de compañeros, habrían sido unos 5 de los cuales dos eran primos, que siempre tenían juegos extrños, en especial uno de los primos, que le encantaba tomar a algun otro por detrás, y replicar lo que hacían los perros callejeros, practicamente montarlos con el uniforme puesto. Poco a poco esos juegos, de los cuales yo solo era observador, pero a su vez me causaba una gracia inocente, fueron escalando en nivel. Un día, y de la nada, el lider de estos juegos, decidió que debíamos todos pegar nuestros asientos, y armar una tienda (de estas que se usan para acampar) con nuestros sueters, chamarras, y demás que pudieramos usar para tapar y que nadie pudiera mirar, para una vez que todos estuvieran adentro, poder iniciar un juego nuevo. Sin pensarlo mucho lo hicimos, mientras el maestro se encontraba distraído, afuera del salón, probablemente ligando a alguna otra maestra de otro grupo, ofrecí mi chamarra para el uso que le iban a dar, pero por alguna razón, yo decidí no entrar en dicho campamento. Solo me quede sentado en mi lugar, escuchando las risas de los demás compañeros.
Pasarón los días, y se hizo una junta de padres de emergencia para tocar lo que parecía ser un tema delicado, sinceramente, para mi no era algo importante, ya que cada cierto tiempo, se hacían estas juntas para hablar de calificaciones, eventos y demás cosas que se presentaran. Lo único que supe de ese momento, fue que alguna compañera se dió cuenta de lo que habíamos hecho, y en realidad, hasta fue parte de, no se en que momento entro en la tienda de campaña improvisada, pero ella le contó a su madre del juego que los pequeños llevaron a cabo, nada más ni nada menos que una orgía oral, entre ellos se habían hecho felaciones, y en algún punto, hicieron que la niña les comiera a todos sus pequeños y en desarrollo penes, al parecer estos juegos eran algo recurrente entre los pequeños primos.
Tras llegar a casa, mi madre me interrogo, para saber si yo había sido parte de esos «juegos» como ella le llamo, le conté la verdad, diciendo que solo les había prestado mi chamarra, y que no supe para nada lo que había sucedido ahí, mi madre más calmada dejo el tema por su paz.
Obviamente la escuela, la secretaria de educación, y todos sus políticos dentro de ella, omitieron el asunto hacia las autoridades y medios, haciendo el más minímo ruido de ello. ¿Consecuencias?, pocas, al maestro lo cambiarón de escuela, y a mis compañeros los mandarón a «terapia» con una psicologa, aunque la mayoría de los padres no tomarón de buena manera que a sus hijos los tratarán de «locos», y prefirieron llevarlos a escuelas privadas, alejandolos lo más posible del recuerdo de aquella orgía infantil que había sucedido.
Yo seguí un par de años más en esa escuela, como si nada hubiese sucedido, siendo un alumno ejemplar, jugando fútbol en la hora del recreo, pero muy dentro de mí, había nacido una duda, una necesidad de entender porque los adultos se habían alarmado tanto con aquellos juegos, ¿Qué hicieron mal mis amigos?, y lo más importante, porque ellos se habían divertido tanto. . .
Esta es mi primera vez relatando una de mis tantas historias, espero que fuese de su agrado, aúnque no hay mucha información gráfica de lo acontecido, en los siguientes relatos vendrás escenas más explicitas. Cualquier duda o comentario, sean libres de hacerlo.
Hola, yo a esa edad practicaba fellatio con mi primo e íbamos a la misma escuela y a la misma división. Era un juego que nos llevo a los 12 años a penetrarnos y a partir de ahi nos volvimos perversos totales. Y en cuanto al sexo en la escuela es cierto, yo trabaje en una escuela y cada año había un escandalo de ese tipo. La sexualidad aflora y no se al puede contener.
Hola Molcajete:
Como dices no es muy explicito la orgía, pero me la imagino una y otra vez como los niños se hicieron sexo oral bajo los suéteres y que la niña por entrar de curiosa la pusieron a mamar verguita a todos se que le gustó pero pues fue de chismosa con su mamá y paso lo que pasó con los niños.
Espero los siguientes relatos que me imagino serán un poco más explícitos y ya con sexo incluido.
Saludos
Segunda parte