inocente secreto 2
sin querer, nos envolvimos en algo tan exquisito que no pudimos parar….
muchas noches mas pasaron, y nuestro secreto aun seguia carcomiendonos la piel… no lo deciamos, no lo conversabamos… todo se leia en las miradas complices y descaradas, en los roces y tocaciones disimuladas que nos haciamos durante el dia, mientras nuestros padres estaban en la casa… tentando la suerte, pidiendo a gritos que nos pillaran y haciendo lo mejor posible para que no ocurriera
demonios inocentes que se despertaron demasiado temprano a los vicios de la piel… a la locura del sexo sin moral y sin freno… sin limite…
a veces mi madre llevaba a mi hermana a ducharse, en realidad no la lavaba, solo la dejaba en la ducha y ella hacia el resto. apenas veia que podia escabullirme al baño, con cualquier excusa, lo hacia sin pensar
– puedo pasar?
– estoy bañando a tu hermana – respondia mi madre
– pero es que ya no me aguanto
– bueno, pasa…
trataba de disimular, disimular mis intenciones, mis deseos… ella me miraba desde la cortina, con ojos picarescos, casi sonriendo…
– yo voy a buscar unas toallas, vigila que tu hermana no salga de la ducha, ok?
– bueno – decia con voz desganada, para que creyera que era un yugo estar ahi en ese momento
cuando salio del baño, mi verga crecio de repente, ella seguia mirandome, sin decir nada y con una picara sonrisa, detras de la cortina de baño. yo solo queria que me viera y sin palabras, decirle lo que me hacia sentir. me baje el pantalon un poco, mi verga ya estaba hinchada y un poco roja… sabia que tenia poco tiempo y esa ansia me excitaba mucho mas. de a poco tomaba la piel de mi pene y la tiraba hacia atras, y con un poco de dolor, empezaba a asomarse la cabeza roja y a punto de explotar, con la piel tirante palpitaba en mi mano, la miraba a los ojos… sus ojos llenos de calentura… encerrados en un cuerpo que recien estaba creciendo, como el mio…
lentamente y apretandome, empeze a pajearme en frente de ella, siempre mirandola. veia como se mordia los labios, no podia ver su cuerpo, pero sabia que sus deditos tersos estaban acariciandose la concha… esa concha suavecita y rosada, de la que timidamente salian sus primeros jugos de calentura. de repente sono el telefono, y escuche a mi madre conversar… no pudo ser mas precisa esa llamada…
le hize un gesto con mi otra mano, para que quitara la cortina. su cuerpecito un poco gordito se exhibia ante mis ojos en su pureza mas inocente y lleno del deseo mas inmoral… sus tetitas que recien estaban creciendo, se hincharon de excitacion, sus pezoncitos que aun estaban tiernos se inflaron un poco y tal como lo suponia, sus deditos estaban acariciandose su zorrita infante. me fue imposible no acercar mi boca a sus tetas y apretarlas con mis labios mientras me pajeaba cerca de su cuerpo, acercandole la pichula a su piel, su roze me hacia hervir la sangre. ella me tomaba la nuca con su otra mano y me la acercaba a sus tetas, yo sentia el palpitar de sus pezoncitos en mi lengua, en mis labios, mientras me pajeaba en su piel y las primeras gotas de moco ensuciaban su cuerpo. sentia como su mano se movia mas rapido entremedio de sus piernas, las apretaba y dejaba escapar pequeños gemidos y siseos cada vez que le chupaba las tetas, cada vez mas fuerte.
de repente mi madre dijo en voz alta:
– tengo que salir, por favor vigila que tu hermana se bañe y se vaya a la pieza
para que todo fuera creible, me subi los pantalones y le hize un gesto de silencio a mi hermana poniendo mi dedo indice en mi boca, ella se rio y sali del baño
– que lata, siempre me haces lo mismo – le dije al encontrarme con ella
– pero mijito, ayudeme con su hermana, yo tengo que ir a buscar una encomienda y tiene que ser antes que cierren
– bueno
cuando cerro la puerta, fui lo mas rapido que pude al baño, ahi seguia ella, riendose y mirandome a los ojos, me acerque nuevamente y su mano tomo la mia y la acerco a su vaginita y le miraba sus ojitos lanquidos, perdidos en sensaciones que no sabia nombrar, mientras se mordia los labios y yo le apretaba su zorrita caliente, y ella juntaba sus piernas y movia sus caderas, como bailando una danza descoordinada de calentura mientras sus deditos confusos buscaban mi pichula, que estaba enjaulada en mi pantalon, la apreto con fuerza, la movia para todos lados y mis caderas se movian hacia adelante y atras mientras su mano inexperta trataba de pajearme y al mismo tiempo nos fundiamos en un beso confuso y desesperado, ansioso y perverso, sin ritmo, sin belleza, solo calentura que enredaba nuestras lenguas, que hacian chocar nuestros dientes por el incomprensible deseo de querer ser uno y fundirse a traves del moco caliente y los jugos tiernos de su chorito que apretaba mas y mas fuerte y ella como respuesta, me apretaba la pichula, moviendola para todos lados, sin ritmo y mi otra mano se hundia entremedio de su potito suave y buscaba su ano apretado y virgen para pajearselo con fuerza, para empujarla hacia mi, hacia mi pico duro y poder entrar en ella como sea, como fuera
su misma mano llevo mis caderas hacia las suyas, yo me incline un poco para estar a la altura de su vagina y como aun estaba pajeando su culito la empuje despacio hacia mi, ella me rodeo con sus brazos y pude sentir como los labios de su zorrita se abrian de a poco con mi pico y como estos forzaban la piel de mi pichula, dejando al descubierto la cabeza goteando de semen, y como rozaban los bordes de este con su piel rosada que se abria de a poco, los palpitares de ambos genitales chocaban entre si. de manera tosca yo la empujaba hacia mi y ella me abrazaba fuerte, chocaban nuestras pieles, bailando por instinto, provocando roces mas y mas ardientes que secaban nuestros jugos, que hacian un poquito mas doloroso el vaiven… pero ninguno queria parar, mi dedo le pajeaba fuerte su culo, que se apretaba cada vez que ella empujaba hacia adelante, pero no se quejaba, solo sentia como esa carne dura me apretaba el dedo, cada vez que mi pichula frotaba su concha y la cabeza de mi pico entraba en su vagina, acariando los bordes de la su entrada… no se quejaba… solo gemia despacito, con esa ansia y ese miedo de que nos pillaran… de que todo era tan rico en ese momento, tan incontenible… tan sucio, que por instinto sabiamos que no se podia saber
seguimos al son de nuestro deseo, su carita se habia puesto roja de calentura, su mirada estaba casi desvanecida e ida entre los rozes bruscos de mi verga, entre sus piernas apretadas y su potito carnoso forzando a que mi dedo no dejara de pajearla… el tiempo se perdia en este baile, que cada vez nos embriagaba mas… dos cuerpos inocentes, inmaduros, tratando de reventarse en la amalgama tibia del pecado y el amor sin control… culeando como perros en celo sin futuro y sin dios… y ella me apretaba mas fuerte y yo trataba de empujar mas fuerte aun, baje mi cabeza para poder chuparle sus pezoncitos rosados mientras me la culeaba, sentia esa carnesita blanda hincharse en mis labios mientras la succionaba con mi boca y la acariciaba con mis dientes… sentia como ese impulso exquisito crecia en ambos como ese momento fugaz germinaba como mala hierba en nuestros cuerpos, crecia como espuma loca y nos hacia estar mas juntitos todavia, mas apretados para solo querer estarlo mas… sin poder controlarlo, mi verga escupio semen caliente sin que yo parara de moverme ni por un solo momento y sentia como las carnes de mi hermana me apretaban el cuerpo entero mientras se derretia un susurro dulce y sudoroso en mi oido… y asi nos quedamos quietos un momento, perdidos en el descanso de nuestros alientos, en un lugar que nadie recuerda, pero que todos añoran…
me separe de ella, sin decirnos nada, continuamos la rutina de nuestro silencio… de nuestro inocente secreto…
Has conseguido hacerme imaginar que era yo el que penetrara y me corría.