Insomnio
Mast/Fumar/Lenguaje Rudo. Los placeres que suelen acompañar en las noches que es difícil conciliar el sueño .
Status básico:
Mujer
26 años
madre soltera y a gusto así
hijo de 10 años
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adicciones:
fumadora de tabaco
alcohólica social
acaparadora de pornografía
masturbadora crónica
café cargado
ropa sugestiva
zapatos altos
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porno recurrente:
incesto
rudeza
diferencia de edad
orgías
lesbianas
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Me desperté otra vez cerca de las 2 de la mañana y mis deseos lejos de aplacarse se intensificaron con un sueño que no puede ser otra cosa que la manifestación de mi lujuria.
Mañana viernes le toca escuela a mi hijo, así que de nuevo me tendré que forzar a parar dentro de casi 4 horas para estar a tiempo en el colegio.
Prendo el SmartTV de mí cuarto y lo conecto a mi página porno favorita.
Me pongo los cascos Bluetooth y me dispongo a dedearme.
Prendo un cigarro y checo las escenas disponibles para ver.
Tantas opciones y tan poco tiempo para darme dedo.
pfhhh.
Escojo una le doy al play.
el humo se atraviesa entre la imagen de la tv y mis ojos.
En pantalla una morena de tetas enormes y minúsculo bikini ésta siendo obligada a mamarle la verga a un hombre que le triplica la edad.
Mis piernas abiertas son un imán para mis dedos que automáticamente se pegan a donde pertenecen.
No importa cuantas veces al día me masturbe, siempre emito un pequeño gemido al primer contacto.
mhhh…
El vejete jala el cinturón que aprieta el cuello de la ricura de piel canela y la hace tragar el miembro erecto hasta el fondo.
La perra suelta unas pequeñas lágrimas que no alcanzan a escapar de sus mejillas pero si mojan mi raja deseosa de dominación.
mhhm…le doy un profundo jalón a mi cigarro y empiezo a frotarme con los dedos.
Qué rico se oye cuando la boca de esa hembra se empieza a sofocar y se nota su cara roja por la sangre que se acumula en su rostro sin mucho espacio para escapar…
Mis dedos hacen suya mi entrada para nada virginal.
El hombre, un pervertido rancio, de escaso pelo blanco y prominente panza me excita.
Le arranca a jalones el top del bikini y le magulla las tetotas a la morra, ella se deja manosear como es lo adecuado en una real hembra.
El le propina unos manotazos bien puestos a sus voluptuosas carnes y ella hace un rictus de dolor pero veo como sus pezones se endurecen ante el castigo.
Mis dedos índice y medio están escarbando mi húmedad y con la palma de la mano aplasto mi monte de Venus dándome ráfagas de placer.
Manoseandome.
Me recuerda a mi propio abuelo y hago un pequeño guiño de satisfacción.
Cógetela «Abuelo» le ruego a la pantalla exhalando humo de mi tabaco.
Cógetela como a mí.
Por si no lo has notado, me excita mucho el decirle cosas al televisor, me hace sentir más adentro en la escena que veo.
Ante semejante recuerdo, mi otra mano me aprisiona la teta como aquella vez en que mi propio abuelo me hizo suya.
Me pellizco y jalo el pezón en memoria de él. De sus enseñanzas y de nuestra pasión.
El calor de la colilla de mi tabaco en los labios me interrumpe y la arrojo al cenicero.
Así que aprovecho y me pongo de rodillas en mi cama. dispuesta a rebotar sobre el dildo que siempre está a la mano al igual que mis cigarros.
En la tv mi «abuelo» está jalando a la perra con el cinturón como si fuera su correa, llevándola a gatas a otro lugar.
mmh…Me moja el dominio que puede llegar a ejercer un hombre real sobre una hembra que sabe su lugar.
Una toma desde atras me permite admirar el suculento trasero de la morena y esas super sexys plataformas transparentes que usan las putas por complacer a los hombres y que por supuesto tengo unas iguales.
Ya en la habitación mi «abuelo» pone a la morena en cuatro patas sobre la cama.
No se toma la molestia de quitarle la tanga. Sólo la jala a un lado y se la deja ir hasta el fondo.
La vieja respinga como yegua que es espoleada y el macho vergudo la doma usando su cabello como si fueran las riendas de esa potranca sexual.
Le jala el pelo y ella se arquea hacia atras, sus tetas se bambolean frenéticamente.
Acelero los brincos que me doy sobre mi dildo mientras el macho plateado se apodera más y más de la concha de la hembra, copulando como animales y gimiendo tal cual.
Está empalándola con su chorizo venoso y su panza rebota delicioso contra las nalgotas de la zorra. Mis audífonos retumban con el plop, plop, plop del choque carnal al igual que mi cama al unísono de la cogida que estoy contemplando.
Mi cigarro me brinda el placer que sólo la nicotina da a un adicto a ella.
Cambian de posición y la voltea para que cuelgue su cabeza desde la cama.
Mis años de ver porno hacen que sepa lo que sigue.
Yo aprovecho para inhalar de mi segundo tabaco de la velada y volver a sentarme está vez a los pies de mi cama. Acercándome expectante al televisor.
El anciano haciendo uso de su condición de macho empieza a taladrar la garganta de la morena con su rico instrumento.
Los gritos sofocados de la muñequita son un manjar para mis oídos.
mmmhh…yo a la orilla de la cama le doy un par de mamadas a mi dildo imitando el abuso que inflige mi «abuelo» a la boca que está usando.
Me lo meto hasta el fondo y lo mantengo ahí, sólo para sentir como se abre mi cavidad bucal hasta la garganta y empiezo a tener horcajadas tal cual sufre la morena a quien envidio por ser ultrajada tan fácilmente.
Así, así abuelito…cógetela.
le susurro a la pantalla después de saborear mi dildo.
Acto seguido, me empiezo a ensartar solita con el libido a tope en cuanto veo a mi «abuelo» hacer muecas del placer que le da machacarle la garganta a la morena esa.
Mi cigarro se consume en mi boca lentamente mientras a dos manos me doy castigo mete y mete mi juguete en la raja que me escurre hasta salpicar las sábanas.
En un movimiento de lo más dominante mi «abuelo» jala del cabello a la puta para girarla y disponer de su pucha jugosa.
Empieza a meterle la verga con la enjundia de un quinceañero y la morra gime como toda una perra en celo.
Mi cigarro se acaba y lo dejo en el cenicero, me paro de la cama y me acerco todavía más a mi TV.
Aún llevo el dildo atrapado en mi concha…separo las piernas y me empiezo a picar la vagina bien duro, así parada a menos de un metro de la tele.
Cógetela, dale, dale pinche abue, cógetela, coge…te…laahhhhh…aahh.
Le digo al televisor mientras el orgasmo me estremece de pies a cabeza.
En la TV mi «abuelo» se deslecha inundándome los oídos con sus gemidos y el cerebro con endorfinas propias de una dosis alta de placer.
Me quito los audífonos sólo para descubrir que por algún mal funcionamiento el audio estaba también activado en mi pinche pantalla…
No manches… pensé yo.
Abro mi recámara y veo la luz de la cocina prendida y la puerta de mi niño abierta…putamadre…
Me pongo la pijama y salgo a ver lo que sé que ya pasó.
Mi hijo está preparándose un sándwich y un vaso de leche con chocolate.
Hhhoola bebé, le digo nerviosa.
Perdón, ¿Te despertaste con mí película de…ejem.. terror? lo siento… estaba a punto de buscar alguna explicación.
No má, me contestó tranquilo.
Ya sé…yo sé. Me guiño un ojo.
Deteniendo mi endeble argumentación.
La verdad es que toda la semana he tenido algo de insomnio y no me ha sido fácil dormirme.
Q Rico, me encantan las hembras q se violan solitas la panocha y saben gozar ! Ojala le enseñe cositas ricas al nene
Gracias por tú comentario betoperez0101. Ojalá y las que siguieron te hayan gustado