Intercambio de leche con mi prima
Ayudé a mi prima a sacar la leche de sus tetas. Y ella me ayudó a mi a sacar mi leche.
un día estaba en casa y me llamó mi prima.
los que habéis leído mis relatos anteriores ya la conocéis: madurita de unos 45 años, bien culona, más bien bajita y con unas tetas bien firmes y que ahora estaban bien grandes ya que había sido mamá hacía unos meses.
– hola primo. estás en casa?
– sí, estaba viendo la tele.
en realidad estaba viendo una peli porno. justo cuando mi prima me llamó estaba en una buena escena y había empezado a menearmela. Además estaba usando las bragas de mi prima que una vez me llevé de su casa. me encantó el momento, y me dió mucho morbo la situación
– es que mi marido se ha ido a pasar el día fuera con la niña y me preguntaba si me podrías ayudar en algo
– claro. no estaba haciendo nada en especial.
la polla me dió un salto. justo en el momento que empezaba a cascármela pensando en ella, mi prima me llama para que la vaya a ver. me faltó tiempo para salir disparado hacia su casa
– ay, gracias. te lo agradezco mucho
me fuí hacia su casa. estaba cerca y siempre me gusta pasar un rato con mi prima.
cuando llegué la encontré algo angustiada. vestía con una blusa blanca, que dejaba entrever su sujetador. yo no podía dejar de mirar sus tetas. como estaba dando de mamar, las tenia bastante grandes
– mi marido se ha ido de casa con la niña esta mañana y si no regresa pronto no sé que voy a hacer. le debería dar el pecho a la niña y no está aquí. y tengo las tetas ya muy llenas de leche
– joder, las tienes a punto de reventar!
estaban increíblemente llenas. yo no podía dejar de mirarlas. ella se dió cuenta que estaba absorbido mirándola, pero me daba igual. yo solo podia pensar en esas tetas
– sí, y si no me saco la leche pronto esto va a acabar en mastitis
– y como lo haces? tienes un sacaleches?
– no sé… lo he intentado, pero no me funciona. normalmente es la niña que mama, pero ahora no sé que voy a hacer
esta era la mía. era mi oportunidad para llevarme a la boca esas dos ubres. yo lo deseaba con toda mi alma
– si quieres… yo… puedo ayudarte
– no sé… como?
– puedo tratar de sacarte un poco de leche…
– no sé.. me da cosa…
– como quieras. es por ayudar… pero eso tiene pinta de doler y tienes que sacar la leche
mi prima se me quedó mirando mientras dudaba. finalmente accedió
– quizá no sea mala idea. al final, todo queda en casa
y empezó a desabrocharse la blusa. asomaron un par de tetas muy grandes. no es que fueran enormes, pero las hormonas y la leche hacían que se vieran enormemente apetecibles.
llevaba un sujetador de esos de amamantar, con lo que se quitó solo la parte de delante, dejando al aire un pezón bien grande. se pasó un par de veces los dedos por encima y ya empezó a emanar leche
– mira como está. crees que me vas a poder ayudar?
– por lo menos lo voy a intentar
yo estaba excítadísimo. mi prima me estaba ofreciendo su pecho y yo no lo iba a desaprovechar
me acerqué y con suavidad posé mi mano debajo de su teta, como agarrándola.
– sí que está llena, esta teta
– sí, hay mucha leche
acerqué mi boca y sacando la lengua empecé a lubricar aquel pezón
– mmmm sí, hazlo suave ahgghmmmmm pon toda la boca
– así? – junté los labios y me intuducí todo su pezón en mi boca – así lo hago bien?
– sí, lo haces muy bien. así es. vacíalo un poco mmmmmm
estuve un rato mamando. de vez en cuando lo soltaba y miraba a mi prima
– te duele? lo hago bien?
– lo haces genial… mmmmm… me estás aliviando mucho… ahhgggg… toma toda la leche
yo estaba a tope. me daba un morbo increíble. y quería ir un paso más allá
– quieres probar la leche? – le pregunté
– sí. tengo curiosidad. a que sabe?
– es muy dulce. mira – y le dí un beso. con la lengua le pasaba su leche
– mmmmmm – decía ella – sí que es dulce. que suerte que hayas venido y me estes ayudando.. ahmmmm
me recreaba en su boca. pasaba a su teta, mamaba un poco y volvía a su boca. estuve un buen rato así
– ohhhmmmm que bien… ahora ya esta mucho mejor, pero faltará la otra
yo tenía el pantalón a rebentar. tanto morbo me estaba dejando la polla bien dura
– claro, no vamos a dejar esta llena. ven, que te saco también la leche de esta… así
en cuanto acabé de mamar las dos tetas, mi prima se dejó caer en la cama
– ay, gracias. no sé qué habría pasado de no ser de ti. estoy mucho más aligerada
– no hay de qué, pero ahora el que va cargado soy yo
– como? no te entiendo
– yo también tengo leche, sabes? leche calentita que ahora tendré que sacar
– ah, sí?
– sí. ésta tambien se tiene que mamar, si no me va a doler. crees que puedes ayudarme?
– no sé. a ver, deja que lo vea
mi prima estaba todavía con las tetas al aire y se mordía el labio inferior mientras yo me desabrochaba los pantalones y me bajaba los calzoncillos
– mira, está aquí
mi polla estaba a tope. estaba tan caliente que me daba miedo que sin siquiera tocarla empezara a escupir leche
– y aquí dentro hay leche?
– sí. leche caliente. y si la quieres, es toda tuya
– ah, sí? y que tengo que hacer?
– pues tienes que cogerla
– como?
tomé su mano y la acerqué a mi polla
– vamos, tócala.
mi prima la cogió con suavidad
– así? uy, está muy dura y muy caliente
– claro, eso es por ti. tu me has puesto así
– ay, no me digas eso
– tu has hecho que se haya puesto tan dura. ahora tienes que besarla
– debo besarla? – se acercó y besó el glande – así?
– sí. así. con cariño. y tienes que subirla y bajarla
– tengo que subir y bajar? vale. es divertido. y ahora?
– ahora tienes que mamarla como he hecho yo con tus tetas. en un rato saldrá la leche
– vale – mi prima juntó los labios alrededor de mi polla. lo hacía suave, con calma y ya sin las manos. estuvo un buen rato mamando. se notaba que era una buena experta
– así, Cristina ahhhgg me gusta mucho como me lo haces. ahhhhh te vas a llevar un buen premio, ya lo creo
– ah, sí? te gusta como te lo hago. te gusta que te la menee?
– claro… me encanta… si continuas así me vas a sacar toda la leche
– va a salir tu leche? me la vas a dar? me vas a dar toda tu leche calentita?
– claro que sí. la quieres? te quieres beber toda mi leche?
– eso quiero. quiero que me la des. quiero probar toda tu leche. vamos! dámela ya!!!
– pues ahí va! – y mi polla empezó a escupir leche como nunca antes. primero mi prima intentó contenerla dentro de su boca, pero era tal cantidad que se vio obligada a separar sus labios. no paraba de salir leche y más leche. le cubrí la cara entera de espeso líquido blanco
– ohhhh que bien…que buena deslechada, Cristina… que buena mamada me has hecho..ahhhh
– sí, ya lo creo… que bien que nos hayamos podido ayudar y que hayamos podido intercambiar nuestras leches
mi prima seguia relamiéndose mi corrida
– ven, prueba tu leche tu también
y se acercó a mi y me dió un beso. me estaba comiendo mi propia corrida y me estaba gustando bastante. le pasé la lengua por la boca y por la cara
desde ese dia, cuando uno de los dos tiene exceso de leche, el otro se la saca. porqué al final, los primos estamos para ayudarnos, no?
espero que os haya gustado el relato. os leo en los comentarios y si queréis visitar mi perfil, podréis leer más relatos con mi prima (y con su marido)
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