Intercambio familiar
Francisco en sus vacaciones familiares se fija en su sobrino Javier (7) mientras que Rubén su gemelo, desde los 10 disfrutó junto a su sobrina Mercedes..
Rubén y Francisco son hermanos gemelos, idénticos hasta su adolescencia, cuando Francisco creció unos centímetros más, ambos de 42 años casi cumplidos decidieron festejar su cumpleaños y vacaciones en familia juntos en la playa. La familia de Fransisco consistía en su esposa Susana de 40 años, su hija menor Alicia de 10 años y la mayor Mercedes de casi 18 años, y la familia de Rubén con su esposa Liz de 37 años y su único hijo Javier de 7 años, existía un vínculo sólido ente ambas familias, con el pasar de los años ambas esposas eran casi como hermanas, vivían en la misma zona, desde pequeño Javier confundía a su tío y a su padre lo que lo hizo muy pegado a Francisco.
Habían alquilado por 15 días, una casa modesta pero con 3 habitaciones, 2 con camas matrimoniales y una con 3 camas para los más jóvenes, tenía 3 baños, uno en cada habitación doble y uno de uso común.
Era sábado, Mercedes solo estaría durante los fines de semana ya que tenía sus primeras clases en la universidad, convenientemente su universidad estaba en la misma ciudad, Alicia la hija menor era como un niño más, nunca fue muy femenina por lo que se llevaba muy bien con su primo, decidieron pasar todo el día en la playa, las mujeres parecían estar interesadas en solo tomar el sol, Rubén «disimuladamente» veía a los alrededores y Francisco jugaba en el agua con los niños, así las horas pasaron, el sol se escondió y el mar estaba cada vez más frío, salieron el agua y Liz cubrió a su hijo con una toalla tipo capa y le quitó el traje de baño húmedo mientras buscaba algo seco para vestirlo pero al parecer había olvidado, el niño se veía muy lindo solo con su capa, su cabello castaño mojado su piel blanca levemente dorada por el sol, sus ojos marrones sumamente expresivos y sus grandes mejillas que provocaban querer morder y apretar.
- Voy atener que ir a la casa a buscar algo para ponerle.
- Déjalo así, ya estamos por irnos . – dijo Rubén muy despreocupado.
Liz dudó pero no insistió, pronto el niño fue a jugar a la arena junto con Alicia, su capa era con motivos de superhéroes, parecía quedarle algo corta, cuando se apoyó en sus rodillas la capa se levantó dejando ver sus blancas nalgas adornadas con un rosado ano, ver eso para Francisco fue impactante y enseguida apartó la mirada, Rubén y su esposa no prestaban atención y Susana estaba ya guardando las cosas, Francisco se puso los lentes de sol y volvió su vista a su sobrino, cada vez que apoyaba sus manos sobre la arena y hacía fuerza hacia abajo sus nalgas se abrían más y su pene colgaba graciosamente hacía adelante, no podía creer que lo que estaba viendo se le hiciera agradable, era hermoso, temía ser descubierto viendo a un niño, se acercó a ellos, les preguntó si querían un helado y como todo niño, felizmente dijeron que si, fue a comprarlos por si en el camino podía despejarse un poco con algo pero la playa estaba casi vacía , en la tienda junto a la playa solo quedaban helados de vainilla, compró un par y volvo, se sentó más cerca de los niños y les dió a cada uno un helado, esta vez Javier se sentó con su nalgas sobre la arena y sus piernas levemente abiertas mientras las movía hacia los lados, lamía el helado lento lo que hacía que este se derritiera y escurriera por sus manos, unas gotas cayeron sobre sus muslos haciendo que bajara la vista e intentara limpiarse con sus dedos que también estaban sucios de helado, ninguno de los adultos lo estaba viendo, a excepción de Francisco, se acercó a él y lo limpió con sus dedos.
Los demás ya tenían todo guardado para volver pero Javier dijo estar cansado para caminar, su tío se ofreció para llevarlo hasta la casa que solo estaba a unos metros, caminó más lento que el resto mientras que Javier seguía con su helado.
- Tienes que terminar ese helado antes de entrar.
- ¿Me ayudas tío?
Por alguna razón esa pregunta le hizo hervir la sangre, lo pensó unos segundos y lamió la comisura de sus labios limpiando los restos de helado.
- Jaja así no tío
- ¿ Cómo entonces?
Fingió inocencia y caminó con el unos pasos más cerca de una zona con arbustos al costado de la casa, apenas había luz natural pero era la suficiente para poder ver a Javier, continuó lamiendo cada gota que había caído en su cuerpo mientras el reía por las cosquillas que le hacía su barba, lamió sus manos casi metiendolas enteras en su boca, levantó su capa lamiendo su pecho y bajó por su abdomen, contempló su pene casi totalmente cubierto por su prepucio apenas veía su punta, sus testículos eran notablemente más grandes, solo le dió un beso sobre su pene y se incorporó, lo tomó en brazos y mucho más lento que antes caminó hacia la casa, metió su mano por debajo de su capa y tocó suavemente sus nalgas.
- ¿ Que haces tío?
- Nada, ya estamos llegando a la casa.
- ¿Tus manos?
- Dijiste que estabas cansado, por eso te estoy llevando.
- Me estás tocando raro.
- ¿Eh? Mira la llegamos , ahora baja.
Lo bajó con sus pies descalzos pero estiró sus brazos pidiendo que lo volviera a llevar, antes de entrar a la casa observó si había alguien y le dió un beso sobre sus labios, junto con su lengua intentó abrir su boca y succionar su labio inferior, su respuesta fue tan inocente, solo rió tomando su cara, le dió un ligero beso apenas tocando sus labios, su intención era continuar pero ya estábamos en la puerta, cuando entraron, Liz esperaba para bañar a su hijo, Francisco esperó su turno para ducharse y mientras lo hacía veía algunos vídeos, a lo lejos oyó la voz de su hermano casi gritándole a Javier que también le respondió gritando, se oían enojados y no duró mucho su pelea.
Volvió a lo suyo y no tuvo otra alternativa que ver porno, entró a su página porno favorita pero en el apartado gay, no era la primera vez que exploraba esa categoría, buscó específicamente «daddy and boy», vió muchos resultados de hombres adultos con jóvenes muy jóvenes, abrió un vídeo con un joven parecido a su sobrino pero obviamente mayor, al parecer el » padre» lo castigaba por escaparse de la escuela y claro terminaban cogiendo, oyó unos pasos acercándose y era Javier, se sentó junto a él, inmediatamente bloqueó el teléfono e intentó cubrir su erección, después de todo estaba duro desde que lo vió en la playa.
- ¿ Que hacías tio?
- Nada, veía mensajes.
- A ver…
Lo atrapó viendo ese vídeo, y como era curioso enseguida se sentó en el hueco de sus piernas a ver, el mismo desbloqueó el teléfono y le dió play al video, sabía que no era del todo correcto pero estaba tan caliente en ese momento que no le importó.
- ¿Tío, por qué hace esos ruidos?
- Porqué le gusta lo que está haciendo..
- ¿ Y que hacen? No entiendo.
- De divierten mucho…pasan tiempo padre e hijo.
- ¿ Es su padre?
- Si.
- Yo jueg…jugaba con mi padre pero no así…nunca
- Es otra manera de jugar…
- Nunca voy a jugar así con papá
- ¿ Por qué?
- Porqué lo odio…
Recordó lo que oyó, estaba enojado con su padre incluso le gritó que lo odiaba y le enseñó su dedo y su lengua.
- ¿Sabes?, no solo puedes jugar así con tu padre…
- ¿Con quién entonces?
- Conmigo…¿No quieres?
- ¿Pero…así?
Había comenzado a mover su cadera rozando si pene en su espalda pero él no parecía entender mucho .
- ¿Qué haces?
- ¿ Que crees?
- ¿No se? Siento un poco de cosquillas ….atrás…
- No estoy haciendo nada…pero lo que hacen en el vídeo hacen que mi amiguito se mueva solo y este feliz.
- ¿ Cómo?
- No puedo explicarte….
- Quiero ver…
- No…
Podría aprovechar su tierna edad, dónde quieren saber todo, hacen muchas preguntas pero estaban en una situación complicada estando los demás en la casa.
No dijo más nada y se fue al baño dejando intencionalmente su teléfono, desde lejos vio como lo tomó y abrió el vídeo otra vez, giraba su cabeza parecía que quería entender que era lo que pasaba, Francisco esperó unos minutos y volvió.
- ¿ Qué ves?
- Nada…
- Dime.
- Nada tío.
- No tengo nada ahí que tú no puedas ver, ya dime.
- El vídeo de antes…
- ¿ Y?
- De verdad no le duele.
- Para nada, le gusta mucho.
- ¿ Y por qué se queja?
- No lo hace, son gemidos de placer.
- ¿ Tu también lo haces?
- No así pero si.
- ¿cómo?
- Un poco más bajo…se siente muy bien…
Bajó un poco su traje de baño dejando ver parte de su glande y se volvió a sentar junto a él, acarició su espalda casi llegando a sus nalgas, dudó en continuar pero igual lo hizo.
- ¿Tío?
- ¿ Qué?
- Mi mamá siempre me dijo que no debo dejar que otros adultos me toquen sino quiero…
- Javier, ¿Sabes que yo te cambiaba los pañales cuando eras bebé?
- Si…
- No te haré daño, y bien como dijo tu madre sino quieres no pasará nada, continúa viendo el vídeo, me daré un baño antes de cenar, recuerda bloquear el teléfono después que termines de ver eso.
Con su cara sería se puso de pie y volvio al baño, su intención era que sintiera que estaba molesto con él, le tomó casi 5 minutos golpear la puerta.
- ¿Qué?
- ¿Puedo pasar?
- ¡No!
- Tio, no te enojes conmigo.
- ¿quée quieres?
- ¿Puedo entrar?
- No.
Entró de todas formas, aún tenía el teléfono en las manos apretándolo sobre su pecho.
- Te dije que no entraras …
- Pero …
Lo tomó en brazos quitándole el teléfono.
- ¡Ahora sal!
- No quiero.
- ¿Entonces que quieres?
- El juego… explícame…
- Si me quieres prometes que no dirás lo que viste…te lo explicaré pero poco a poco.
- Si.
Lo tomó de sus hombros viéndolo a la cara, intentó soltarse pero sus manos estaban firmes en sus hombros.
- Ya no estaré de malas contigo pero tienes que ayudarme con esto…será rápido…
- ¿ Qué tengo que hacer?
- Prestarme tu boca.
- ¿Cómo?
- Abrela y tienes que imaginar que esto es el helado de la playa.
Termino de quitarse el boxer el cual está a con una gran aureola húmeda de su líquido preseminal, y se movió haciendo que su miembro se sacudiera de lado a lado, lo tomó y lo llevó a sus labios empujando para abriera la boca.
- Tiene un sabor raro…
- Shhh… chupalo…
Su glande estaba humedecido y tenía a su sobrino de 7 años lamiendolo, continuó empujando para entrar en su boca pero él lo detenía haciéndole chocar con sus dientes, estaba siendo un poco dolorosa la experiencia.
- Abre la boca…no uses tus dientes…solo abre la boca y chupalo como un helado, lamelo suavemente…
- Pero el sabor no me gusta…
- Dijiste que me ayudarías…
- …Está bien
Abrió su boca sacando un poco su lengua, tomó su verga tocandola suavemente, de arriba hacia abajo movió su mano guiada por la mano de Francisco, sin dudas necesitaba entrenamiento pero esa inocencia y desconocimiento le agradaba , está cubierto de sus jugos y su saliva, fué lo más delicado posible para no asustarlo y el parecía muy animado en complacer a su querido tío que acariciaba su cabello animándole a continuar, cuando no resistió más tomó su verga y se masturbo a escasos 2 centímetros del rostro de Javier, el niño no sabía que hacer, solo lo veía atentamente.
- Abre la boquita…
En niño obedeció sin dejar de ver cómo su tío se masturbaba y gemía frente a él hasta que se corrió como abundantemente en su boca, desde luego el no quiso tragar su semen, se desbordó fuera de su tierna boca escurriendose por su mentón.
Esa situación de repitió por 3 días cada vez Francisco le enseñaba un vídeo nuevo y más duro que el anterior. En la playa se dejaba cubrir con arena pero cada vez que cubría sus piernas el las movia, así el niño tenía que volver a cubrirlo, haciendo que Javier se sentara sobre él, cerca de su cadera.
- Siéntate más adelante – le dijo
- ¿ Dónde?
- Shh, habla más bajo…
El niño apoyo sus manos en el cuerpo de su tío y se sentó más hacia adelante en dirección de sus pies, estaba en la altura perfecta, sus nalgas descansaban sobre la pelvis de Francisco quien desde abajo de la arena comenzó a moverse, estaba jugando a espaldas de los demás, a Liz y a Susana no le gustaban que los niños jugaran cerca de ellos ya que les molestaba la arena.
Jugaron durante horas, el sol se estaba ocultando y ya era hora de volver, camino hacia la casa ocultaba su erección como podía pero Javier corrió hacia el pidiendo que lo llevará, Francisco ya iba cargando la sombrilla y algunos juguetes y el peso del niño sería demasiado para sostenerlo con sus brazos.
- No puedo llevarte, tendrás que sostenerte tu solo..
- Bueno…
El niño rodeó su cuerpo con sus piernas y abrazo a su tío, el propio peso de Javier lo hacía deslizarse hacia abajo, la parte interna de uno de sus muslos estaba apoyado sobre el pene erecto de su tío, los demás ya estaban en la casa probablemente discutiendo quien entraba a la ducha primero pero Francisco se detuvo soltando lo que traía en sus manos y tomó a Javier con ambas manos apretándolo contra el, su entrepierna se pegó con la del pequeño, tomó sus cosas y lentamente fue hacia la casa, con cada paso que daba su verga rozaba con el cuerpo del niño, a escasos metros del llegar volvió a soltar lo que llevaba, apoyó su espalda a la pared y movió a Javier de arriba hacia abajo rápidamente, el temor de ser descubierto aumentaba el deseo, el niño no entendía y lo veía como un juego hasta que su tío tomó su cabeza pegándola a la suya gimiendo casi en su oído, ahí recordó que sus momentos en el baño juntos siempre terminaban con esos sonidos y una buena cantidad de semen, rápidamente Francisco entró a la casa, casi directo al baño pero era su hermano quien estaba dentro, paciente esperó junto a la puerta, su traje de baño estaba húmedo con su semen, Susana lo vió de pie junto al baño, se acercó tocando su espalda.
- ¿ Que haces aquí?
- Necesito usar el baño…
- Usa el nuestro, las niñas juegan aún.
- No, seguro ya te acabaste el agua caliente.
- Probablemente jaja.
La mujer volvió a su habitación secando su cabello con una toalla, Francisco insistía en usar ese baño, era el lugar de encuentro con su sobrino, luego de su ducha esperó y esperó pero el niño no apareció buscandolo, cuando salió al patio vió que todos estaba vestidos como para salir habían organizado una salida a una feria pero Javier y Alicia no parecían querer ir.
- Me disculpan pero estoy muerto, no quiero salir…si los niños no quieren ir me quedaré con ellos. – dijo Francisco.
- Pero te aburriras- dijo Liz.
- Estoy muy cansado hoy.
Seguian discutiendo a lo que Francisco llamó a su hija Alicia a la cocina.
- ¿Si te doy dinero vas a la feria?
- ¿ Cuánto?
- ¿Cuánto quieres?
Abrió su billetera y dejó que la niña tomara el dinero que quisiera, lo valía si con eso los dejaban solos.
- Oye, no digas a nadie que te di dinero…tu hermana también querrá y no le daré…no sea muy obvia en gastarlo tampoco.
- Tranquilo…
Dicho esto la niña salió alegre a decirle a su madre que si iría, lo que dejaría a Francisco y a Javier solos por unas horas.
(
- ¿Estás seguro de quedarte con él? A veces se pone muy revoltoso…- dijo Liz.
- No te preocupes, también parece cansado, seguro vera un poco de dibujos y luego se irá a dormir.
- Está bien , cualquier cosa llámame.
- Claro.
Se despidieron y se marcharon, a los minutos Francisco había cerrado todas las puertas y ventanas, asegurándose de si volvía alguien iba a hacer el suficiente ruido para que pudiera escuchar, Liz había había vestido incluso perfumado a Javier, estaba hermoso pero esa ropa no la llevaría puesta por mucho más tiempo, ese día si o si Francisco iba a pasar al siguiente nivel, jugaron un poco juntos a las escondidas y a la búsqueda de tesoros, sin que su sobrino lo viera fue hacia el baño de siempre y lo llamó, cuando el pequeño entró el ya estaba desnudo, ese baño contaba con una mini bañera transportable dónde el niño podría entrar perfectamente, extendió su mano a Javier quien con gusto la tomó e hizo lo que su tío pidió, se quitó su ropa y entró a la bañera, Francisco tenía pronta una esponja y a pesar de que el niño ya estaba limpio de todas formas lo enjabono muy bien, era una mera excusa para tocar todo su cuerpo, le pidió que se pusiera de pie y aprovecho para tocar sus nalgas, todo su cuerpo era tan suave y hermoso, lo enjuagó por completo y jugó un poco con su anito, hubiese preferido hacerlo en una cama pero la situación ya era muy arriesgada, su verga ya estaba dura, miles de veces imaginó ese momento, aún con el niño dentro de la bañera abrió más sus nalgas y lentamente pasó su lengua por cada centímetro de ese infantil manjar, eso era algo que Javier ya había visto pero no sentido en carne propia.
- ¿Por qué me lames?
- Te estoy preparando para el plato fuerte…
- ¿Que es?
- Hoy por fin te la meteré…
- ¿Cómo en los vídeos?
- Así mismo…
- ¿Me va a gustar? Y Voy a hacer esos ruidos?
- Espero que sí… elige uno…
Le había dado a elegir entre los 2 lubricantes, eligió el de chocolate, lo bueno de ellos era que eran comestibles, antes de usarlo en su sobrino se lo untó en su miembro, el niño se puso de rodillas dentro de la bañera y comenzó a lamer el gran pene frente a él, le gustaba mucho el sabor ahora, en todo ese tiempo había mejorado, al principio lo lamió lentamente hasta introducirlo en su boca, movía su lengua en todas las direcciones como si fuera un caramelo, poco a poco avanzo más hasta sentirlo en su garganta, sus suaves mejillas se estrechaban y su lengua se adaptaba a la forma de esa verga, succionandola lentamente, su lengua lo empujaba contra su paladar, se veía como un bebé hambriento, Francisco sintió que el tiempo era muy corto para todo lo que quería hacer, su objetivo era uno y estaba a punto de cumplirlo, la ventaja de ese baño era que tenía 2 lavamanos de mármol unidos y entre ellos cabía perfectamente el cuerpo del niño, el hombre puso una toalla debajo antes de sentar a su sobrino allí, lo secó muy bien y le pidió que abriera las piernas, con un poco de lubricante en sus dedos lentamente introdujo uno en su ano, sentía que era tan pequeño que por un momento dudo en continuar, era una cavidad estrecha pero muy caliente, introdujo otro dedo con un poco de dificultad, Javier comenzó a estar incómodo, lo movió un poco abriéndolos dentro, y poco a poco su cavidad se fue abriendo, aún no era suficiente pero el tiempo pasaba, Francisco ya no podía esperar más, con una buena cantidad de lubricante se dispuso a continuar y finalmente penetrarlo, en cada intento, su miembro resbalaba hacia arriba sin poder entrar, lo tomó firme y empujó su verga atravesando ese pequeño ano, el niño sentía como su ano se abría cada vez más, sentía un dolor extraño, en cambio Francisco sentía tanto placer que quería correrse ahí mismo, su gran verga dentro de un pequeño niño y solo era el comienzo.
- Me duele mucho tío…
- Mira, si me dejas continuar y puedo meterla toda me detendré.
- Pero me duele…
- La meteré solo una vez…
- Está bien.
Dicho eso Francisco continuó avanzando hasta estar por completo dentro del pequeño y no se movió.
- ¿La saco?
- Si…ya…
- ¿Estás seguro?
- Si…
- Si la saco ahora, luego te dolerá más…
- ¿Más que ahora?
- Si.
- Pero me duele…
- Mejor busquemos algo para distraerte.
Su última opción era darle tu teléfono pero antes de eso él quería intentar algo más, Javier apretaba sus rodillas en el pecho en tanto que su tío tomó su pequeño pene y comenzó a tocarlo, el niño soltó sus piernas y se miró su pene sin entender lo que hacia.
- ¿Qué haces?
- Masturbando tu pene para que te sientas mejor…
- ¿Tocar mi pene es masturbando?
- Si, en el vídeo lo hace, mira.
Busco su teléfono y adelantó el vídeo hasta casi el final donde el participante pasivo se masturbaba hasta correrse gimiendo y sacudiendo su cuerpo.
- ¿Ves como le gusta?
- ¿Si hace así le gusta?
- Si, por eso se mueve así, y hace eso ruidos…abre tus nalgas con ambas manos.
Ya habían pasado unos minutos desde que su tío tenía su verga dentro de su pequeño esfinter, poco a poco el niño dejo de sentir tanto dolor, aún sentía como se estiraba y como algo extraño estaba dentro pero lo peor ya había pasado, estaba más calmado, aún mantenía sus manos abriendo sus pequeñas nalgas, el hombre sintió que ya era conveniente comenzar a moverse, después de estar unos minutos reprimiendo sus enormes ganas de penetrarlo duro, poder comenzar a embestirlo era su premio, lentamente fue saliendo de él, solo unos centímetros volviendo a entrar, sus movimientos eran muy lentos pero firmes, Javier quería cerrar sus ojos pero a la vez no quería dejar de ver lo que hacía su querido tío, solo veía como el torso descubierto de su tío se movía, sentía las cosquillas que le provocaban los vellos de Francisco cada vez que entraba por completo en él, el hombre tomó su pene y testículos empujándolos hacia arriba para poder ver mejor como su verga se hundía en el ano de Javier una y otra vez, necesitaba verlo, no era suficiente solo sentirlo, continuó moviéndose dentro y fuera de él cada vez más rápido, sintió que faltaba poco para correrse, afirmó sus movimientos tomando la cadera del pequeño y se liberó penetrandolo violentamente, al niño solo intento frenar el cuerpo de su tío con sus manos , aún así continuó, su cuerpo chocaba con el del niño repetidamente, disminuyó su velocidad casi en el punto del clímax solo para entrar más profundo que antes, de tres embestidas duras y profundas pero lentas eyaculó en el recto del pequeño Javier quien lo veía algo asustado.
- ¿ Y como se siente la verga de tu tío?
- Me dolió mucho…
- Pero al principio.
- Si, después no dolió tanto…
- Cuánto más lo hagamos menos va a doler.
- ¿ De verdad?
- Si…
- ¿Cuándo?
- ¿Cuándo que?
- ¿Tambien tenemos que estar solo en el baño?
- Tenemos que pensarlo…pero necesitamos estar solo los 2, nadie puede saber…
Al otro día Javier se despertó muy temprano y fue a buscar a su tío, aún dormía junto a su esposa, intentó ser discreto pero al ver que Francisco no se despertaba subió el tono de su voz, al despertarse, casi por instinto le cubrió la boca al niño.
- Shhh..
Lo llevó hasta afuera de la habitación y le pidió silencio, tomo una manta cuando salió el niño lo esperaba y mientras los demás dormían hablaron sobre lo sucedido el día anterior, estaban en el patio de la casa aprovechando que estaba alejado de las habitaciones, de todos modos no alzaron la voz, la manta tendría dobla función, las mañanas eran frescas, si alguien los veía afuera no podría ver qué estaba haciendo, no haría demasiado, solo quería ver si todo está bien, Francisco se sentó y con sus brazos extendidos abrió la manta a modo de cortina.
- Muéstrame…¿te duele algo?
- Ahora no…ayer si…
- Abre más tus nalgas…
Su ano solo se veía enrojecido y quizás hinchado pero vió nada de que preocuparse, ese día lo dejaría descansar, al menos su ano, Javier se sentó sobre las piernas de su tío mientras comía unas galletas, estaban cubiertos por la manta, Francisco estaba viendo sus redes sociales , sentía todo el peso del niño sobre sus testículos, aún traía su pijama, sin dejar de ver su teléfono, con su otra mano curiosa la metió sobre la ropa del niño, tomó su pequeño pene y comenzó a tocarlo, la palma de su mano descansaba sobre el pene y testículos de Javier pero la punta de sus dedos casi alcanzaban su ano, los movió de forma circular lentamente, en niño no dijo nada, continuó comiendo, movió un poco su cuerpo hacia adelante casi apoyando su espalda en las piernas de su tío, eso facilitaba el trabajo de Francisco, poco a poco su verga fue despertando, no quería ir más allá y se detuvo, acomodó la ropa del niño quitando su mano.
- Nooo…
- ¿Qué?
- Me gustaba como estabas tocando…
- No puedo seguir..
- ¿Por qué?
- Porque si continuo, voy a querer cogerte muy duro aqui mismo…
- …
El niño no dijo nada pero si entendía a lo que se refería su tío, no insistió y se sentó en otra silla.
El día transcurrió normal, pasaron todo el día en la playa, en un momento tanto Rubén como Francisco se cansaron y se tomaron un descanso apartados del resto, ya que no tenían a sus esposas que los vieran feo cada uno se bebió una cerveza, Francisco pescó a su hermano viéndole el trasero a una joven.
- ¿Linda eh?
- Muy…
- ¿Te gustan así?
- Así estaba Liz cuando la conocí…
- ¿Que edad tenían?
- Ella 12 y yo como 18…
- Te gustaban más jóvenes…
- Si…no…
Ruben sintió como su hermano parecía acusarlo y se retractó, intento explicarse mejor pero lo estaba empeorando, Francisco comenzó a reírse al ver a su hermano casi entrar en pánico, cambiaron de tema, ese era su última tarde en la playa, al día siguiente luego del mediodía se irían, Francisco volvió al tema anterior.
- ¿O sea que si te gustaban como de 12, serían casi como Alicia…o tal vez como Mercedes, todavía se ve más joven de lo que es…?
- Mercedes…no, claro que no.
Rubén ni siquiera estaba pensadolo demasiado, contesto automáticamente, se perdió en sus pensamientos por unos minutos, recordó hermosos momentos que vivió junto a su sobrina.
Flash back
Rubén llevaba dos años de casado, habian intentado tener hijos pero no se les daba, el personalmente siempre quiso ser padre sobretodo de una niña, veía la felicidad de su hermano al tener a su pequeña y también quería ese gusto, siempre sintió que Francisco estaba un paso adelante y quería igualarlo, su sobrina Mercedes tenía 10 años en ese momento, muy delgada y de poca estatura podría pasar fácilmente por una niña de 7 u 8 años, una niña pálida de cabello oscuro y ojos color miel, los fines de semana luego de la escuela la pasaba a buscar y la llevaba a casa hasta que uno de sus padres terminara de trabajar y pasaban por ella, un día llegó su hermano a recogerla pero ella insistía en quedarse.
- Vamos, ya molestarte mucho a tus tíos.
- No quiero ir…
- Déjala, la llevo después de cenar- dijo Rubén encantado con la idea.
- Noooo, quiero dormir aquí.
No tenía ningún problema con que se quedara, tenían una habitación libre, lo discutieron por unos minutos y su hermano terminó por acceder, nunca le decía que no a su niña. Rubén la ayudó con su tarea, comieron algo ligero y jugaron toda la tarde hasta la hora de la cena, su tía Liz le sugirió que se diera un baño antes de dormir, pero su tío tenía otros planes, estaba solo con ella, viendo la televisión en la habitación donde dormiría ella, su esposa ya estaba acostada , aún traía el uniforme de su escuela, debajo de su falda tenía un short elastizado pero con el movimiento se habían movido tanto que marcaba mucho sus partes, sobretodo cuando lo subia luego de andar un rato, estaba muy entretenida con lo que veía y no vio como él la estaba observando, le llamó mucho la atención como la tela dividía su entrepierna, podía notar la división de sus labios los que parecían muy carnosos, continuó viéndola hasta que ella parecía cansada y querer dormir, le preguntó si tenía sueño pero le dijo que no, en un momento sintió como su cabeza tocó su brazo, se había dormido, la rodeó con uno de sus brazos y sin querer la tela de su camisa se estiró abriéndose, su camisa era lo suficientemente gruesa para no tener que usar nada debajo, todavía sus pechos no habían crecido, probablemente todavía usaba ropa interior con motivos infantiles, la llevo hasta la cama, sus pechos le encantaron, eran pequeños pero sus suaves pezones sobresalían un poco, todos su cuerpo era tan suave, solo los tocó con sus dedos pero eso no era suficiente quería lamerlos, saborearlos con su boca , al poco tiempo estaba lamiendolos suavemente para que no despertara, poco a poco le quitó su ropa, si notar que ella ya estaba despierta, y lo estaba viendo sin decir nada, el continuo saboreando y tocando sus pechos, quitando su pantalón, la niña no reaccionaba ni bien ni mal, Rubén no se detuvo y comenzó masturbarse enseñándole su pene a Mercedes.
- ¿ Tengo que tocarlo no?
- Si eso quieres si…y ponerlo en tu boca.
- …
La niña parecía saber que se hacía en esos casos lo que sorprendió a su tío, tímidamente ella se acercó a el tomando su miembro, lo observó detenidamente y beso su glande, por fin ella le estaba haciendo sexo oral, exploró su suave y caliente boca, se la veía incomoda pero continuó, su pequeña lengua envolvía si pene y su caliente respiración chocaba con su pubis, su pene estaba cubierto con su saliva, estaba al límite y quería más, tomó su cabeza y comenzó a moverse , podía sentir como atravesaba su boca, su garganta intentaba cerrar el paso a su verga cuando entraba profundo, se sentia mal al principio ya que ella se veía incómoda, sus movimientos eran bruscos de a rato y ella en todo momento intentó amoldarse a eso, succionaba su miembro como podía y su lengua acompañaba los movimientos, se veía tan linda con una verga en su boca que quería llenarla de leche , a los pocos minutos se había corrido, ella se movió hacia atrás limpiando su boca, obviamente no se había tragado su semen, o al menos no todo, sus labios estaban húmedos con líquido blanco, se veía hermosa así, se sentó con sus piernas algo abiertas y apoyó su espalda en la cama, abrió más sus piernas con sus manos en los muslos, él vió más de cerca como la tela dividía sus labios, no le tomó mucho tiempo en querer arrancarle la prenda, su ropa interior era blanca con un detalles con brillo en los bordes, introdujo sus dedos entre la tela y su piel y despacio la quitó, parecía húmeda, los labios mayores abultados cubrían perfectamente su vulva, de un color rosado hermoso, apenas la tocó ella apartó la mirada, no se le quitaba de la cabeza que ella estaba húmeda, tan pequeña y ya se exitaba.
- Tranquila, no haré nada que te duela, ya verás…te gustará…
- No me mires tan de cerca.
- Shhh…
Introdujo uno de sus dedos, ella lo aceptó muy bien ,no dijo nada solo mantenía sus manos apretando su falda con sus piernas abiertas.
- ¿ Te duele?
- No…
- Si te duele me dices.
- Pero…yo…
- ¿ Qué?
- Con una amiga de la escuela…usamos..
- ¿ Que hicieron?
- Usamos unos lápices…
- ¿ Y?
- Lo pusimos dentro…
- ¿Solo uno?
- Lápices y otros cosas..
- ¿Y no te dolió?
- Si, pero ella me dijo que así somos mujeres y es normal al principio.
- Bueno ya que sabes un poco , a veces duele un poco pero después se siente muy bien, es bueno hacerlo con alguien que sepa.
- ¿Lo harás? – pregunto más animada.
- Claro, si tú quieres…yo puedo hacerte mujer…
- Pero no quiero que duela…
- Tranquila, si te duele nos detenemos.
- Está bien tío.
Su sobrina le estaba dando permiso de hacerla mujer, eso no era algo que sucediera todos los días, ni siquiera tuvo que pedírselo, aunque los útiles escolares no se parecían en nada con un pene adulto, en particular el suyo era bastante grueso más que largo pero de todas formas un tamaño considerable sobretodo para una niña, bajó su cabeza a su altura y lentamente lamió su vulva, ella intento moverse hacia atrás, tenía un aroma y un sabor único, sin dudas no se había preparado para tener sexo pero era un momento especial, sintió su mano alejándolo, no supo si era porqué no le gustaba o todo lo contrario.
- ¿ Esto se siente mejor que unos lápices no?
- No sé…es raro pero se siente bien…
Sacó su dedo y volvió a introducirlo junto con otro, la cara de la niña estaba roja respirando fuerte y cerraba los ojos, Rubén se acercó a ella levantando sus piernas y rozó su entrada con su húmedo pene, de arriba hacia abajo la recorrió, con un poco de saliva lo humedeció y se dispuso a continuar, la niña ahogó un pequeño suspiro cundo su verga atravesó su entrada vaginal, avanzo casi hasta la mitad y se detuvo ahí, estaba sumamente apretada, el calor que irradiaba era la gloria, incluso siendo una niña sentía la humedad interior como si fuera una mujer, lentamente se deslizó dentro de ella por completo, ella apretaba sus dientes sobre sus labios, luego de eso ya sería toda una mujer y especialmente la mujer de su tío, ese momento de penetrar el cuerpo infantil de su sobrina así fue toda una revelación para Rubén, uno de los mejores momentos de su vida sin dudas, pronto su pene se mezcló con su jugosa vagina, abriéndose paso en cada embestida, ella no gemia pero respiraba fuerte cada vez que entraba, él quería ir más allá, giró su cuerpo saliendo de ella, notando un hilo rojo casi en la base de su pene, tenía un pequeño sangrado, restos de su himen, apoyando su manos en el borde de la cama y con ambas rodillas en el suelo entró nuevamente en ella, enderezó su espalda y se cubrió la boca con sus manos, en ese posición podía ir más profundo, sentir el fondo de su vagina, lo que provocaba unos leves gemidos de su parte, aumentó la velocidad de las embestidas, tomó su cadera para moverme más profundo.
- Paraaa…me duele tío..
- Está bien.
Se detuvo volviendo a girar su cuerpo, la subió a la cama con sus piernas abiertas y pegó su boca a su vulva, la penetro con sus dedos, pero su verga se sentía sola, debajo de ella continuó lamiendola mientras ella le daba besos en el glande, con sus dos manos rodeó el miembro de su tío y las movió de arriba hacia abajo, Rubén la llevo más cerca de su boca, ella para continuar tocandolo tenía que estirar su brazos, Rubén abrió su vulva con sus dos manos e introdujo 2 dedos, estando dentro los abrió con la intención de estirar la cavidad, de todas formas sabía que eso no era suficiente, la única manera era volviendola a penetrar, lamentaba en ese momento no tener un lubricante, no tenía otra opción que usar más saliva, con la niña dándole la espalda y sentada sobre sus piernas, empujó su torso y ella se abrazo de las rodillas de su tío, el lavando su cuerpo y lentamente lo bajó penetardola, al estar ella inclinada hacia adelante la penetración no era tan profunda y ella no se quejaba, sus embestidas eran suaves y lentas, la sostenía de su cadera viendo como su pene entraba y salía de su vagina, su cabello le hacía costillas en sus piernas y podía sentir sus uñas clavándose en su piel.
- ¿ Tío, ahora soy tu novia?
- ¿Quieres serlo?
- Si…quiero que me regales cosas y y y pasear juntos…
- Está bien pero tendremos que hacer otras cosas…
- ¿Cuáles?
- Colo la que estamos haciendo ahora, mucho más.
- Si.
- Pero es un secreto entre tu y yo.
- Si tío… mi amor.
Rubén tenía la seguridad de que dicho eso, esa actividad en concreto se repitiria, tomó a la niña y la apoyo en la cama abrió sus piernas que se colocó entre ellas, dando pequeños golpes con su pene sobre si entrada vaginal volvió a penetrarla, había aumentado la velocidad, sintiendo cada centímetro de su cavidad, acercó su cabeza a la de la pequeña y le dió un largo beso, con su mano tocó sus pechos mientras la embestía duro y sus quejidos eran silenciados por ese beso hasta que se corrió dentro, continuó tocandola sin salir de ella, Mercedes lo abrazó fuerte algo cansada.
- Te amo.
- Yo también…
Eso se mantuvo durante años, hasta casi sus 18 años cuando fue a la universidad, hacía más de 1 año que no se veían, pero la situación cambió un poco, no solo vivia en otra ciudad sino que tenia novio, alguien más está disfrutando de ese cuerpito que costó amoldar a su gusto.
Volviendo en sí, Rubén escucho a su hermano, las últimas palabras de una frase.
- …..tu hijo
- ¿Qué?
- Así de pequeños…
- ¿Qué cosa?
- Javier no está nada mal, la verdad…¿me lo prestas?
- Jaja no y espero que lo digas jugando…
- Jaja, ¿Pero tú…con una más joven así…menor?
- La verdad sí.
- ¿Cómo mi hija?
- Si me la prestas si, jaja.
Ambos rieron y continuaron bromeando por unos minutos mientras bebían más cervezas, ambos hablaban muy enserio pero entre risas creían que bromeaban.
- Soy tu hermano, préstame al nene…
- ¿Estás loco, es menor, tiene solo 7 años?
- Solo jugaré un poco con él, tranquilo.
- No estoy muy de acuerdo con eso.
- Oye, a ti te gusta mi hija y también es menor.
- No es lo mismo…ya tiene novio¿ no creerás que es virgen aún?
- Eso no cambia las cosas…de todas formas veré hacia otro lado si me dejas a Javier…
- …lo pensaré.
Rubén no tenía nada que pensar, pero sentía que no estaba siendo justo con su hermano, durante la noche le hizo saber a su hermano que si le permitía jugar con Javier solo que tendría que irse por la mañana con la escusa de buscar algunas cosas para que los demás no sospecharan, además sería cosa de una sola vez.
Ambos despertaron muy temprano y partieron casi sin rumbo, ya habían buscado algún motel cerca, exactamente a 10km, a sus esposas les dijeron que habían encontrado un lugar donde vendían piscinas, ya que estaban en verano no era mala idea contruir una, por otro lado Francisco acompañaría a su hija mayor hasta su apartamento y la ayudaría a comprar algunas cosas que necesitaba, ella era la única que no sabía del plan, Rubén se le acercó para coordinar su despedida, Francisco la llevó hasta su apartamento luego de elegir unos muebles y se fue hasta el motel dónde lo esperaban Rubén y Javier, Rubén fue hasta el apartamento de Mercedes para encontrarse con ella.
Javier estaba algo dormido cuando llegó su tío, se aseguraron de que nadie los viese y entraron a la única habitación libre, era un motel de paso, una cama, un sillón y una televisión, al entrar Javier saltó sobre la cama pero Francisco lo tomó de sus pies arrastrándolo hacia él borde, subió su ropa descubriendo su abdomen y comenzó a hacerle cosquillas, el niño reía feliz, bajó su cabeza dándole pequeños besos y acariciando su piel, poco a poco sus manos buscaron sus nalgas, las tocó sobre su ropa mientras lamía su ombligo, acercó su boca a la del pequeño besándolo, su respiración chocaba con su nariz, Javier hacia su mejor intento para corresponder ese beso.
- Tu boca sabe a carmelo.
- Mira…
El niño le enseñó sus bolsillos llenos de caramelos, a Francisco le pareció un gesto tan infantil y lindo que se apresuró a continuar, besó la suave piel de su pecho sin dejar de tocar su cuerpo hasta quitarle toda la ropa, casi por costumbre el niño abrió sus piernas viendo como su tío lo contemplaba por unos segundos, bajó su pantalón solo dejando salir su gran verga y se acercó a Javier, su pene humedecido esperaba por la boca del pequeño, comenzó besándolo mientras lo tomaba con ambas manos, poco a poco su lengua cobró protagonismo, lamía el orificio de su uretra tragando cada gota de su líquido preseminal esperando que no parara de brotar, lo introdujo en su boca rápidamente, el hombre comenzó a gemir sintiendo como su sobrino devoraba su miembro, sus labios rodearon su glande y se deslizaba de arriba a abajo, Francisco tomó su rostro con ambas manos y avanzó más, Javier lo detenía con sus manos en sus piernas, pero el hombre necesitaba más, tomó su manos alejándolas y las sostuvo juntas para moverse más cómodamente, sin que el niño lo detuviera continuó avanzando y se movió más brusco, a Javier se le dificultaba respirar y se ahogaba, su tío se detuvo dejandolo descansar, acostado sobre la cama esperó a que Francisco continuara, abrió más sus piernas separando sus nalgas, el lubricante de chocolate ya era su favorito, esa vez solo quería prepararlo con su lengua, lamió cada centímetro de su raja una y otra vez, se detuvo en su entrada anal para penetrarlo con su lengua ante la mirada fija del pequeño Francisco cerró los ojos y con sus dedos abrió más sus nalgas, su nariz rozaba sus pequeños y suaves testículos, la punta de su lengua tocaba las paredes internas de su ano sintiendo el sabor del lubricante, sin tiempo que perder de dispuso a continuar, buscó una almohada poniendo el cuerpo de Javier sobre esta, tomando su verga fué moviendola sobre la del pequeño una y otra vez, Su duro pene empujaba contra su delicado ano, tomándolo firme fue dándose paso a través de su caliente esfinter, le era difícil avanzar ya que no lo había preparado como antes, Javier sentía como su ano se estiraba, como un gran trozo de carne caliente lo atravesaba poco a poco, cerró sus ojos esperando que el dolor disminuyera, se le hizo eterno pero cuando sintió como su tío besaba su frente notó que toda su dura verga estaba por completo dentro de él, seguidamente comenzó a moverse entrado y saliendo por completo, el niño aguantaba los movimientos bruscos de su tío aunque eran dolorosos, Francisco no tuvo mucha compasión con el pequeño, no tardó en embestirlo duro, el pequeño cuerpo del niño se sacudía con cada embestida, su tío cubrió su boca y aumento aún más la velocidad, los ojos de Javier se llenaron de lágrimas derramándose al cerrarlos, una y otra vez Francisco entró y salió de su recto, nunca hasta ese momento lo había hecho tan duro, para cuando estaba casi por correrse vio la cara de su sobrino y a pesar de lo mal que se veía continuó hasta correrse, continuo penetrandolo hasta que perdió su erección, salió de él y lo acarició secando sus lágrimas, el niño un poco asustado lo abrazó, Francisco lo consoló por unos minutos hasta que se calmó, aunque aún pera joven y consideraba que no era muy adecuado Francisco buscó entro sus cosas una caja donde traía un regalo para él, era un teléfono donde podría buscar lo que quisiera, claro que tendría que mantenerlo oculto de sus padres, el objetivo era que viera muchos vídeos y aprendiera algo para ponerlo en práctica con su tío.
- Con esto puedo jugar.
- Si y ver muchos videos ricos.
- ¿Te puedo llamar también?
- Claro las veces que quieras y me puedes decir que está haciendo en ese momento, a qué juegas…..que vistes.
- ¿Para que?
- Solo quería saber…pero me gustaría que estés así siempre.
- ¿Cómo?
- Sin ropa.
Continuaron con su conversación por unos minutos hasta que Javier comenzó a bostezar, ese día se había despertado muy temprano y estaba cansado, Francisco vio como se durmió, por alguna razón verlo dormido y tan indefenso despertó su deseo y un instinto animal que no creía tener, de rodillas sobre la cama se acercó al niño abriéndole las piernas, acarició sus muslos palpando su suave piel, tomó sus testículos estirandolos suavemente jugando con ellos, levantó su cuerpo apoyándolo sobre sus piernas y abrió sus nalgas, introdujo sus dedos, aún quedaba semen dentro, bajó su cuerpo y se masturbó sobre el pene del pequeño, orinó sobre él y nuevamente entró en su recto, se movió lento, no quería despertarlo, lo tomó de la parte posterior de sus rodillas levantando sus piernas entrando y saliendo de su ano, Javier se despertó confundido.
- ¿Qué se siente despertar y tener una buena verga en tu culo?
- …
- ¡Sorpresa!
El niño no dijo nada, solo estiró sus brazos pidiendo un abrazo, Francisco levantó su torso pegando su pecho al suyo y continuo moviéndose, ahora que ya había despertado podría hacerlo más cómodamente, lo tomó firme de sus nalgas y lo embistió, todo su pene entraba y salia del pequeño esfinter fácilmente, Javier respiraba fuerte casi gimiendo.
- ¿Recuerdas como se «quejan» en los vídeos?
- Si…
- ¿Puedes hacerlo así como en esos videos?
- ….Aaaah…ahhhh…aaaaah…
- Así…pídeme.que te de duro…
- Ash…dame duro…
- Dime qué querés que te de leche…
- Dame leche…ahhh.
El niño obedecía cada petición de su tío, mientras esté continuaba embistiendolo, que un niño de 7 años le pidiera a un adulto que le diera duro y gimiera como puta mientras lo penetraban, tenían a Francisco en las nubes, salió de él volviendo a entrar muy suavemente, avanzo centímetro a centímetro hasta lo más profundo que pudo, salía solo para ver cómo se volvía a cerrar su rosado y húmedo ano, intercambiaron lugares y se acostó apoyando su espalda, el niño ahora estaba sobre él, casi sentado, se apoyó en sus piernas y mientras Francisco rodeaba su cintura con ambas manos se movía hacia arriba y hacia abajo lentamente, solo iba hasta la mitad de su longitud, eso desesperó a su tío quien empujó su cuerpo hacia abajo con fuerza haciendo que toda su verga entrara en su cavidad, el niño no se movió más, dejó que Francisco continuará, lo embistió rápidamente haciendo gemir al pequeño hasta eyacular, cuando se levantó, la verga semierecta de Francisco cayó hacia un lado acompañada de una gran cantidad de semen menos espeso y transparente que antes, estaban pasando un buen momento pero era hora de irse, luego de media hora se encontraron con Rubén y volvieron con el resto de la familia.
Rubén pensaba que en lo único que pudo superar a Francisco era en el tiempo que se cogió a su sobrina, le llevaba años de ventaja, ahora que ella ya no estaba cerca poco a poco vio a su hijo de otro modo, ya le había hecho sexo oral a su tío, confiaba que solo eso se había atrevido a hacer con el pequeño y le había dicho que lo hacía bien, eso le daba que pensar.
Hacia casi tres semanas que habían vuelto de sus vacaciones, se había despedido de su querida sobrina que le dió años del mejor sexo que había tenido en su vida, pero ella debía continuar con la suya. Después del acuerdo que había hecho con Francisco dejando claro que solo pasaría una vez, Rubén lo pensó por un par de días y ya que su hijo Javier había experimentado un juego sexual con su tío, no era mala idea continuar el juego pero ahora sería padre e hijo y podría ir más allá…
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Excelente relato, se dice que los gemelos comparten gestos, actitudes, sentidos, y en este caso gusto por infantes….eso estuvo bien rico….porfa continúa con la historia….lo más pronto posible…
Muy sabroso tu relato tu sobrino ya le gusto la verga y tu hermano ya dio cuenta de tu hija y a tu hija le gusto como se la cojio su tio Javier ya es para ti todo ya lo tienes puesto cuando tu digas a tu sobrino ya le gusta la verga eso viene a mi mente de tres nenes de entre 7 y 8 años los inicie rico y sabroso continua con el relato amigo
Muy bueno el relato , rico esos nenes y poder follar con ellos yo tuve una nena de 13 años prima aunque ya había perdido la virginidad, espero la continuidad de los relatos y saber si Rubén se cogió al hijo y Francisco sigue con Javier y la nena de el
Excelente me gustó tu relató