JUAN: LAS NECESIDADES DE MAMA…
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por juanyhelenhot.
Hola, después de un tiempo aquí estoy de vuelta con un nuevo relato, recuerden que yo me concentro en escribir historias de ficción principalmente con la temática del incesto, mi hermosa y degenerada mami Helen, les cuenta nuestras hermosa relación.
En esta ocasión les relatare una historia sobre una hermosa madre que encuentra el consuelo que tanto necesita en su hijo.
Nuestros personajes son la hermosa Leticia, una mujer en toda la extensión de la palabra, de 42 años, con un cuerpo espectacular, una cintura que envidiarían muchas mujeres en sus 20s, caderona y con un tremendo culo que arrebata miradas por donde quiera que va, pechos firmes, redondos y de un tamaño espectacular, Leti, tiene una carita hermosa, ojos grandes, labios amplios, hermosos, nariz finita cabello lacio hasta el hombro.
En fin, como lo dije, una mujer espectacular.
Luego tenemos a Jorge, el hijo, un joven de 17 años con un físico envidiable, en buena forma, atractivo, simpático, el vivo de retrato de su padre Don Luis, un señor de 48 años que hacía ya algún tiempo había perdido el interés sexual por su hermosa esposa Leti.
Bien, Leti era una mujer con una tremenda sexualidad, durante la mayor parte de su matrimonio paso momentos muy ricos con su esposo, sin embargo para este último llego un momento en que la vida sexual ya no era de su interés.
Leti anhelaba aquellos años de pasión con su esposo, de tener sexo de una manera increíble, hasta quedar completamente saciado su deseo, muchas veces paso por su cabeza intentar una infidelidad, sin embargo no se podía ver a si misma engañando a su marido.
En sus ratos de soledad en casa buscaba un poco de consuelo autosatisfaciéndose, pero aquello no lograba saciarla del todo.
Cierto día sucedió que su hijo Jorge regreso del colegio, estaba a punto de terminar su preparatoria, se acercaban las vacaciones de verano, Leti recibió a su hijo como era costumbre con la comida lista.
Ya sentados en la mesa mientras comían solos como era costumbre debido a que Don Luis trabajaba hasta un poco tarde platicaban como usualmente lo hacían.
Leti: Y ya decidiste que quieres estudiar mi amor?
Jorge: Aun no, estoy indeciso, me llama la atención la arquitectura pero no estoy convencido del todo…
En fin una charla normal, sin embargo en aquel mismo momento sucedería algo que Leti jamás llego a imaginar, algo inconcebible para ella.
En cierto momento Leti al querer tomar un pan de la mesa derramo accidentalmente un vaso de agua sobre su hijo Jorge, la reacción inmediata de los dos fue de un poco de risa.
Leti: Que torpe soy mi amor discúlpame…
Jorge: Esta bien mamá solo es un poco de agua…
En ese momento Jorge impulsivamente se puso de pie y se despojó de su playera del colegio, dejando ver ese abdomen bien marcado que tenia, pues era fanático del ejercicio, al verlo Leti quedo impresionada, hacía mucho tiempo que no miraba a su hijo de esa forma, en ese momento una sensación indescriptible la sacudió, su piel se erizo y sintió algo que la desconcertó un poco.
Jorge le dio a si madre la playera.
Jorge: Puedes lavarla mami, la tengo que usar mañana otra vez.
Leti: Claro mi amor si…
Y bien, en ese momento Jorge se retiró de la mesa dejando a su hermosa madre sola, Leti levanto los platos y fue a la cocina a lavarlos para posteriormente ir al cuarto de lavado de la casa para lavar la playera de su hijo.
Mientras esperaba que la máquina de lavado terminara, parada allí, no podía sacarse de la mente la imagen de sus hijo, con un cuerpo perfecto, eso que la desconcertaba era un sentimiento que jamás imagino llegar a tener, en solo un momento, repentinamente y prácticamente de la nada, surgió en ella una atracción física hacia su hijo Jorge.
La desconcertaba porque ella sabía que aquello no era normal, que no estaba bien, pero al mismo tiempo pensaba en lo mucho que se parecía a su padre cuando este era joven.
Cuando termino de lavar la playera de su hijo Leti se dirigió a la habitación de Jorge, toco la puerta.
Jorge: Pasa mami…
Cuando Leti entro, miro a su hijo ejercitándose, estaba sentado en la orilla de sus cama haciendo algunas series de levantamiento con un par de pesas, aun con el torso desnudo, Leti miro los músculos en los brazos de su hijo y todo su torso y quedo impresionada, por unos poco segundos se quedó parada mirándolo, después reacciono y se acercó a la cama.
Leti: Aquí está tu playera mi amor…
Jorge: Gracias mami.
Inmediatamente la hermosa mujer se retiró del cuarto, sintiendo esa atracción aún más intensa.
El resto de la tarde Leti luchaba por dejar de pensar en su hijo como un atractivo hombre, trataba de distraerse en otras actividades, pero le era imposible sacarse de la mente la imagen de su hijo.
Finalmente el día llego a su fin, Don Luis llego a la casa, Leti, como toda buena esposa lo atendió, y finalmente todo pasó.
Durante la noche Leti no podía conciliar el sueño, pensaba y pensaba en su hijo, con su esposo a un lado durmiendo plácidamente.
Leti deseaba poder saciar su apetito sexual con Don Luis como por tantos años lo había hecho, era una situación infernal para ella.
Y bien, al dia siguiente cuando Jorge y Don Luis se habían marchado de la casa para ir al colegio y al trabajo respectivamente, Leti comenzó a hacer sus actividades cotidianas, pero un estaba en su mente ese pensamiento inmoral sobre su hijo que la desconcertaba.
Era día de lavar la ropa sucia y cuando Leti fue a la habitación de su hijo a recoger las prendas que debía lavar, comenzó a sacar la ropa sucia del esto donde estaba, al tener en sus manos unos bóxer sucio de su hijo, Leti se lo quedo mirando un poco, algo la recorría de los pies a la cabeza, un a lujuria tremenda se estaba apoderando de ella y sin pensarlo más se llevó al rostro aquella prenda y comenzó a aspirar con fuerza el aroma de la intimidad de su hijo impregnado en el bóxer.
“Esto no está bien, que estoy haciendo” pensaba Leti, pero esa lujuria la consumía, aspiraba cada vez más profundamente el aroma de su hijo, su sexo se humedecía, la tanga morada que usaba aquel día empezaba a empaparse del néctar que fluía de su vulva.
Tremendamente excitada Leti se arrojó sobre la cama de Jorge y llevándose una mano a su sexo comenzó a frotarlo sobre su pantalón, un pants negro muy entallado de licra, mientras seguía inhalando como loca el aroma íntimo de su crio, siguió mientras la lujuria la consumía y termino por introducir su mano al interior de su pants para darse un rico placer, sus dedos frotaban con pasión su clítoris mientras el aroma de Jorge la enloquecía.
Al cabo de unos minutos un delicioso orgasmo la estremeció, se quedó recostada en la cama mientras la razón regresaba a ella.
Finalmente al terminar aquel acto, Leti volvió en sí, sintiéndose atormenta por lo que acababa de hacer.
No dejaba de pensar en lo mal que aquello estuvo, pero en lo delicioso que fue darse placer mientras disfrutaba el aroma en el bóxer de su crio.
Y bueno, con el paso de los días Leti fue desinhibiéndose al respecto, cada día mientras se encontraba sola en casa realizaba el mismo acto de auto placer, cada día de la misma forma con la ropa íntima de su hijo Jorge.
Llego el momento en que el placer que aquello le daba supero a sus ideas sobre lo mal que eso era, y la atracción por su hijo se hacía más intensa, repentinamente Leti se vio a si misma deseosa por su propio hijo, el deseo que le provocaba la idea de sentirse atraída por su propio hijo la consumió y dejo de ver aquello como algo inmoral, algo indecente, para volverse una obsesión, un deseo prohibido una fantasía que la enloquecía.
Sin embargo la hermosa madre pensaba que aquello que ella sentía era solo una fantasía prohibida, algo que no pasaría de allí, sin sospechar que sus deseos podrían llegar a hacerse realidad…
Bien, las vacaciones de verano habían llegado, Jorge se graduó de la preparatoria y presento su examen de admisión a la universidad a la carrera de arquitectura por la que finalmente se decidió.
Un fin de semana, un día sábado tenían una invitación a un evento social, la hija de unos amigos de Leti y Don Luis cumplía sus 15 años y acudieron en compañía de su hijo Jorge.
Todo era normal, hasta que llego cierto momento durante la fiesta.
Jorge estaba bailando en la pista con una chica que recién había conocido en ese evento.
Leti lo miraba fijamente sentada un su silla en una de las mesas que rodeaban la pista de baile, su esposo a un lado de ella conversaba con unos amigos mientras bebían una copas, la falta de interés de Don Luis hacia Leti la frustraba, y ella deseaba regresar a aquellos años cuando en fiestas similares su esposo la sacaba a bailar y la pasaban muy bien.
Leti comenzaba a sentir cierto celo por su hijo, al verlo bailar con aquella jovencita.
Llego un momento en que no pudo resistir más, volteo a ver a su esposo y al verlo platicando con sus amigos, Leti se levantó de la mesa sin que Don Luis ni siquiera lo notara, se dirigió hacia su crio y al llegar a él sin pensarlo más le pidió a la chica con quien bailaba que le cediera unas piezas con su hijo, la joven se hizo a un lado y se retiró a su mesa, Jorge recibió con agrado el hecho de que su madre quisiera bailar con él.
Leti había bebido también algunas copas y se encontraba ya un poco desinhibida.
Madre e hijo se sonrieron y empezaron a bailar al ritmo de las cumbias que tocaba el grupo que amenizaba la fiesta.
Por un rato no se dijeron palabra alguna, hasta el momento que Leti que se encontraba un poco excitada por su hijo decidió hacer algo.
Leti notaba que respetuosamente si hijo no la tomaba de la cintura como era lo propio del ritmo, la hermosa madre movía las caderas de una manera impresionante, usaba un vestido muy ajustado en color rojo que dejaba ver su impresionante silueta con un escote que hacia lucir su maternales y hermosos pechos de una manera muy rica.
Jorge, pensaba que su madre era muy hermosa, pero son morbo, sin embargo notaba como varios hombres en la fiesta dirigían sus miradas a su madre, jóvenes maduros, de todas la edades, el joven percibía cierta lujuria en las miradas que recibía su hermosa madre, aquello le molestaba un poco, pero sabía que al tener ese cuerpo de diosa, esa carita tan hermosa y al lucir así de bella era algo inevitable.
Leti, desinhibida y con esa lujuria que se había despertado en ella pos su propio hijo comenzó a actuar de una manera que impresiono al joven.
Leti: Me veo bioen mi amor? Pregunto la hermosa madre
Jorge: A que te refieres mami?
Leti: SI mi amor, te pregunto si me veo bien con este vestido, crees que me queda bien?
Jorge: Si mami, te queda bien, te ve muy guapa
Leti: Gracias mi amir, pero me lo dices porque soy tu madre!
Jorge: No es eso mami, es la verdad, solo basta con ver cuantas miradas atraes para darse cuenta que te vez muy bien, muy guapa.
Leti: A si? Y te molesta que me vean?
Jorge: Pues, no puedo evitarlo pero si es un poco desagradable notar como miran a mi madre, de esa manera…
Leti: Jaja, ay mi amor, pues a mí no me molesta que me vean así, me hace sentir especial, me hace sentir que aun soy guapa, y bueno, mira a tu padre, el ni siquiera me ve, está platicando con sus amigos y ni si quiera me dice algún piropo como antes, y ya que él no me ve pues la miradas de otros no me molestan jaja.
Jorge, tomo aquellas palabras con cierta sorpresa, noto que su madre estaba ligeramente alcoholizada y se sintió un poco abrumado por ello.
Más aun por lo que Leti hizo a continuación.
Leti tomo la mano de su hijo que estaba en su cintura y repentinamente y sin pensarlo más la bajo hacia sus caderas, la palma de la mano de Jorge quedo sobre sus amplias caderas y sus dedos rozaban sus hermosas nalgas.
Leti: Lo correcto es que me sujetes así mi amor, así es como debes hacerlo para bailar cumbias, sujétame con fuerza y como debe de ser no seas tímido bebe…
Jorge solo miro a su madre sonriendo, aquello lo abrumo, y al escuchar que su madre le pedía que la sujetara de esa forma se sorprendió, al poder sentir el rose de sus dedos sobre el culo de su madre, ese majestuoso culo maduro, con esas firmes y monumentales nalgotas el cuerpo de Jorge comenzó a reaccionar.
En eso momento Jorge comenzó a tener la misma sensación que provoco en su madre aquel día que lo vio con el torso desnudo y de igual manera que su madre aquello lo desconcertaba, pero juventud del chico y su sexualidad tan fuerte a esa edad lo hizo comenzar a asimilar aquello más pronto.
Jorge comenzó a disfrutar aquel baile con su madre mucho, rápidamente tomo confianza y comenzó a sujetar a su madre con más libertad, al girarla al ritmo del baile el chico daba un buen vistazo al cuerpo entero de su hermosa madre, llego el momento en que la mirada de Jorge inevitablemente se desviva hacia el escote de Leti, “Que pechos tan grandes y hermosos tiene mi madre” pensaba el joven.
Inevitablemente comenzó a tener una erección, cosa que lo sorpendia, “como puede estarme pasando esto al ver el cuerpo de mi madre”, pensaba, pero como ya lo había dicho, Jorge disfrutaba el momento y empezaba a sentir algo inexplicable.
Al seguir bailando llego el momento en que por el roce de los cuerpos Leti pudo sentir que algo había crecido bajo el pantalón de su hijo, cosa que la enloqueció y su hermosa panocha comenzó a lubricarse.
Jorge: Tengo que ir al baño mami! Dijo el joven
Leti: Esta bien mi amor, ve…
Leti se dio cuenta que había hecho que su hijo se excitara y eso la enloquecía.
La hermosa madre regreso a la mesa y noto que Don Luis ya se encontraba ebrio.
Mientras tanto en el baño su hijo se sacó la verga del pantalón a través del cierre, realmente no tenía necesidad de ir al baño, simplemente sintió que con esa erección no podía seguir bailando con su madre, se miró la verga bien dura entre sus manos y pensaba en cómo pudo haberse puesto así al bailar con su hermosa madre.
Se sentía un tanto confundido sin embargo cerro sus ojos y pensó “que bien esta mi madre, esta riquísima para su edad”.
Jorge se quedó un buen rato en el baño, sentía urgencia por darse una buena jalada pero sería mucho tiempo pensaba así que trato de dejar de pensar en su madre y su verga regreso a la normalidad.
Finalmente regreso a la mesa con sus padres y al llegar Leti le dijo que su padre ya estaba ebrio y seria mejor retirarse de la fiesta.
Don Luis apenas y podía mantenerse en pie, era algo vergonzoso que los vieran en ese estado, y como pudieron entre Leti y Jorge lo sacaron de la fiesta y llevaron al auto metiéndolo en el asiento trasero.
Leti: Mi amor, tu padre definitivamente esta ebrio y yo me siento un poco intoxicada, vas a tener que manejar tu…
Asi que Jorge que afortunadamente ya sabía manejar y tenía ya la edad suficiente para hacerlo tomo el control del vehículo, su madre viajo sentada junto a él, de camino a casa los dos se volteaban a ver ocasionalmente y se sonreían sin cruzar palabras, pero los dos se encontraban excitados el uno por el otro.
Al llegar a la casa, y después de estacionar el auto en la cochera nuevamente entre los dos bajaron a Don Luis del auto y lo llevaron hasta su habitación.
Leti: Que ebrio se puso tu padre, es un borracho…
Lo dejaron caer en la cama completamente dormido.
Después de eso, Jorge se despidió de su madre y se fue a su habitación.
Leti se sentó por un momento en la orilla de la cama mirando a su esposo, ebrio dormido, sintiendo un gran odio hacia ese hombre que años atrás la había hecho gozar como loca y que ahora solo era un borracho que no tenía el más mínimo interés en ella.
En ese momento Leti comenzó a pensar en su hijo, comenzó a excitarse recordando el baile en la fiesta, y repentinamente y aprovechando que estaba ligeramente alcoholizada no pudo más y sin pensarlo más se levantó de la cama para dirigirse a la habitación de Jorge…
El chico estaba en su habitación, se había despojado ya de su ropa y solo tenía puesto su bóxer, estaba recostado en su cama y se acariciaba la verga sobre el bóxer pensando en el cuerpo de su madre, “es mi madre pero esta riquísima” pensaba, “jamás pensé así en ella y ahora no puedo sacármela de la mente, que afortunado es mi padre de haberse casado con ella”.
En ese momento sonó la puerta de cuarto y antes de que pudiera reaccionar Leti la abrió, Jorge se sorprendió un poco y se sintió raro de estar solamente en bóxer al momento de que su madre entro.
Leti calvo su mirada en el atlético cuerpo de su joven hijo al verlo así, su sexo comenzó a palpitar, su piel se erizo y la lujuria la comenzó a consumir.
Leti entro en la habitación y cerro la puerta, ante la mirada de incredulidad de su hijo comenzó a acercarse a la cama hasta llegar junto ella y se sentó a un lado de su joven hijo.
Jorge: Sucede algo mami?
Leti: Ay bebe, es que…
Leti, sabía por lo que había decidido ir al cuarto de su hijo y al estar ya allí junto a el titubeo un poco.
Jorge no sabía realmente que hacer se quedó paralizado y finalmente las cosas comenzaron a fluir…
Leti: Mi amor, quería decirte que…
Jorge: Que mami?
Leti: En la fiesta, fue agradable bailar con tigo, tu padre ni siquiera me hizo caso pero tu, tu me prestaste atención y me hiciste sentir especial y es que hace tanto que tu padre dejo de interesarse en mí que hoy sentí algo muy lindo al bailar contigo.
Jorge: Pues si mami, note que mi padre no te presto atención en toda la fiesta, y creo que eso no está bien, con una mujer tan hermosa como tu cualquiera debería sentirse afortunado.
Leti: Ay bebe, gracias, tú si eres un caballero y eres muy guapo, mira nada mas que cuerpo tienes, el ejercicio te sienta bien, has crecido mucho mi bebe, ya eres todo un hombre.
En ese momento y justo al termina de pronunciar esas palabras Leti llevo una de sus manos al torneado pecho de su hijo y comenzó a acariciarlo, el joven reacciono con sorpresa y agrado y dejo que su madre lo acariciara mientras la miraba y sonreía, inevitablemente aquello comenzó a a hacer que tuviera una impresionante erección.
Mientras Leti acariciaba el pecho de su hijo lo miro sonriendo.
Leti: Oye amor, dime una cosa, haz tenido sexo ya?
Jorge tomo con sorpresa la pregunta de su madre, pero al mismo tiempo con excitación.
Leti: Anda bebe contéstame dime la verdad? Le dijo la hermosa madre sonriendo.
Jorge inmediatamente comenzó a sentir algo en el ambiente, una magia especial que estaba envolviéndolos a el y a su madre.
Su ingenuidad de joven su tremenda sexualidad de 17 años y una inexplicable pero deliciosa lujuria lo comenzaron a consumir.
Jorge: Pues si mami, si he tenido sexo!
Leti: Umm mi amor, y yo pensé que aún era virgencito jaja.
Jorge: Jaja, pues mami, en estos tiempos es muy normal tener sexo a mi edad.
Leti: Si bebe lo sé, y no me molesta, jaja y podría decir que siento envidia de las chicas que han estado contigo, siendo un hombre tan apuesto, tan fuerte…
Aquello se estaba cocinando, Jorge no daba crédito a todo eso.
Jorge: Jaja, mami que cosa dices, como es eso posible?
Leti: Pues mi amor, soy tu madre pero también soy mujer y no dejo de reconocer que mi hijo es un hombre muy pero muy apuesto…
Jorge: Pues a decir verdad mami, tu estas muy guapa, el tiempo no pasa por ti jaja
Leti: Si bebe? Eso crees?
Jorge: Por supuesto que si mami.
Ambos, madre e hijo sabían que pasaría algo esa noche para ese momento y todo estaba por consumarse.
Leti: Te pareces mucho a tu padre cuando era joven, me haces recordar los buenos tiempos cuando tu padre me hacía gozar mucho, cuando pasábamos horas disfrutando sin parar y ahora ni siquiera me toca.
Jorge: En serio? Como es posible eso?
Leti: Pues así es bebe, tu padre ya no me toca y yo aún tengo mucho fuego por dentro, tengo mucha pasión y sabes algo bebe, tú me provocas algo inexplicable, sé que eres mi hijo pero me haces sentirme muy cachonda…
Las palabras de Leti le resultaron increíbles a Jorge, no daba crédito a lo que acababa de escuchar y en ese momento estaba ya muy excitado y lujurioso, sabía que era su madre, pero también en ese momento la vio como una extremadamente hermosa mujer deseosa de sexo, hambrienta por satisfacer sus deseos íntimos.
Jorge miro a su madre fijamente y perdió el control por completo.
Jorge: No sé qué decir mami! Estoy sin palabras, pero sí puedo decirte que cuando bailamos en la fiesta el sentirme junto a mí, y ver cómo te movías bailando con ese vestido me pusiste nervioso y provocaste que…
En ese momento Leti llevo si mano a la boca de su hijo y poniendo su dedo índice en sus labios le dijo:
Leti: Shhh! Si mi amor, me di cuenta de cómo te pusiste y sabes, me excito mucho que te hayas puesto así, me hiciste sentir algo muy rico…
Completamente ardiendo y llena de lujuria, Leti comenzó a acercarse lentamente a su hijo, el miraba como en cámara lenta como su madre se acercaba a el, seguro de lo que seguiría… el rostro de Leti llego justo enfrente l de su hijo y sin pensarlo más comenzó a darle unos besos muy ligeros y sensuales en su boca, comenzó a morderle lentamente los labios, ambos no podían creer lo que estaba pasando, lentamente la mano que acariciaba ale pecho de Jorge fue deslizándose hacia abajo hasta llegar al paquete de Jorge, Leti pudo sentir esa tremenda y rica erección de su hijo, comenzó a acariciar la verga de si hijo sobre el bóxer, el chico no podía creer aquello, lo besos lujuriosos y sensuales de su madre lo enloquecían, y así Leti comenzó a susurrarle a su hijo:
Leti: Mmmm bebe, estas durísimo, se siente deliciosa…
Jorge: Mami, que haces?
Leti: Bebe, te necesito, necesito que un hombre apague el fuego que me consume por dentro, quiero que seas tú mi hijo, quiero que me des lo que el estúpido de tu padre ya no me da…
Jorge no pudo más, aquella completamente inesperada situación lo consumía y sin pensarlo más, se levantó de la cama, tomo a su madre y parándose frente a frente a un lado de la cama la tomo entre sus brazos y comenzó a besarla como loco, comenzó a fajarse a su madre Leti quien de inmediato comenzó a disfrutar las morbosas y lujuriosas caricias de su hijo.
En ese momento los dos se perdieron por completo entregándose a una pasión prohibida, gemían lentamente, y la idea de ser madre e hijo los excitaba mucho mas.
Después de un rato mientras era fajada por su propio hijo Leti llevo sus manos al cierre en la espalada de su vestido y presurosa se despojó de el ante la mirada atónita de Jorge, quien vio a su madre desnudándose ante él, al caer el vestido en el suelo, Jorge vio los tremendo pechos de su madre, no usaba brasier por el vestido y la excitación que sintió al ver a su madre de esa forma fue brutal, Leti usaba una tanga roja muy sexy y unas zapatillas doradas que hacían juego con su vestido rojo.
Leti: Ven a mi bebe, veeenn…
Jorge comenzó a manosear a su madre con tremenda lujuria mientras sus bocas se fundían un beso lleno de pasión.
Jorge: Mami, estas riquísima, no lo puedo creer…
Leto: Ay si mi amor, siiiiiiii, yo tampoco, pero que rico…
Las manos de Jorge apretaban los pechos de su madre, redondos firmes voluptuosos, apachurraban sus increíbles nalgotas, la mano de Leti manoseaba sin control el paquete de su hijo, hasta que finalmente el hambre de verga que tenía la hizo arrodillarse frente a su crio, y sin pensarlo más con un rápido movimiento le bajo el bóxer y esa tremenda y hermosa verga salto dura, gruesa, jugosa.
Jorge miraba a su madre arrodillada ante el con lujuria sin terminar de dar crédito a lo que pasaba, todo había sido tan inesperado y repentino, sin embardo la lujuria los consumía a ambos.
De inmediato las manos de Leti comenzaron a acaricir la verga de su hijo quien comnezo a disfrutar de lo lindo, Leti volteaba a ver a su hijio mientras le jalaba la verga con fuerza y lujuria.
Leti: Ay bebe, pero que bien equipado estas, mira nada más que cosa tan rica tienes aquí…
Jorge ya completamente consumado por la lujuria disfrutaba y ya sin inhibiciones:
Jorge: Y como sabes que esta rica si no la has probado mami?
Leti: Mmmm mi niño, quieres que mami pruebe tu verga? Quieres que mami te de una rica chupada?
Jorge llevo sus manos a la cabeza de su madre, la tomo con fuerza y la empujó hacia su verga.
Jorge: Chupala mami!
Leti, se llevó a la boca esa hermosa verga de su crio, y comenzó a hacerle un trabajo increíble, la besaba, la lamia, la escupía, en verdad demostraba estar hambrienta, le daba unas tremenda embestidas con la boca a la verga de Jorge quien gemía sin control.
Leti: Bebe esta delicoosa, si que ricoooooo, no te imaginas como deseaba hacerle esto a una buena verga y por dios no puedo creer que sea la de mi hijo…
Jorge: Oh si mami siiiiiii, que rico, chupala, es increíble recibir una mamada de mí madre no lo puedo creer!
Después de un rato de darle placer a su hijo Leti fue levantada por Jorge quien la beso como loco mientras la manceba por unos instantes, después tomándola con fuerza la llevo a la cama y la arrojo en la cama, a Leti la enloquecía la rudeza de su crio, Jorge se subió a la cama y de inmediato se dirigió al sexo de su madre, lo acaricio un poco sobre la tanga dándose cuento lo mojada que estaba estaba ya.
Leti no podía creerlo y lo disfrutaba plenamente, se llevó las manos a sus caderas y tomando su tanga levanto las piernas y se despojó de ella, abrió las piernas dejando frente al rostro de su hijo su hermoso sexo.
Leti: Cómeme bebe!!!
Jorge se lanzó a devorar la chochita de su madre quien se retorcía de placer gimiendo como una perra en celo, se fritaba sus pechos mientras tomaba la cabeza de su hijo empujándola con fuerza hacia su sexo.
Leti: OHHH DIOS MIO! Asi asi bebe que ricoooo cómeme!
Jorge: Por dios no puedo créelo, mami que rica esta tu chocha mmm que deliciaaaaa
Y así pasado un rato Jorge no pudo más, se arrodillo sobre la cama frente al sexo de su madre tomo sus piernas y se las llevó a los hombros, Leti que supo lo que estaba por pasar tomo en su mano la verga de Jorge y la acomodo en su vulva.
Leti: Hazlo bebe, hazloooooo
Jorge comenzó a embestir con furia a su madre, su verga entraba una y otra vez en el mojado sexo de su madre, quien gemía sin control.
Jorge: Dios que rico me estoy cogiendo a mi madre!
Leti: Si bebe siiiiiiii hazme lo que el estúpido de tu padre ya no me hace, cógeme, cogemeeee!
Leti estaba vuelta loca con la verga de su propio hijo dentro de ella.
Al cabo de un rato Jorge saco la verga de su madre y se puso de pie sobre la cama.
Jorge: Ven aquí mami y usa esa boquita!
Leti encantada obedeció la orden de su hijo y arrodillándose comenzó a disfrutar de ese enorme y delicioso trozo de carne.
La insaciable y depravada madre quería mucho más, y pasado un rato dejo de chupar la verga de su hijo, sin decir más se colocó en 4 sobre la cama, apuntando ese hermoso y monumental culaso hacia su hijo, arqueando la espalda como una experta, sus nalgas de separaron dejando ver ese hermoso orificio trasero a su crio, morenito, hermoso.
La vista era impresionante para Jorge que admiraba la belleza de ese culo de su madre.
Leti: Ya sabes que quiero verdad mi amor?
Jorge: Y con gusto de lo daré mami!
Jorge se arrodillo y empezó a devorar como loco el culo de su madre, su manos apachurraban sus nalgas, su lengua lamian sin control el ano maternal haciendo a Leti gemir como perra.
Leti: Mmmm bebe si siiiiiiii
Jorge: este culo es impresionate mami, me encanta!
Pasado un rato finalmente Jorge comenzó a introducir su carne dentro del ano de Leti, quien gemía de dolor y placer.
Leti: Ay asi bebe asiiiiiii
Jorge comenzó a martillar el culo de Leti, tomándola con fuerza por las nalgas.
El placer que le daba ver a su madre como una perra y ese impresionante culaso era tremendo.
Finalmente Jorge comenzó a martillar con mucha energía a Leti, repentinamente saco su verga del ano de su madre.
Jorge: Ven mami!
Leti de inmediato se arrodillo frente a su hijo, gimiendo con la boca abierta mientras miraba llena de lujuria a su hijo jalarse la verga con energía y al mismo tiempo que Jorge gemia de placer, chorros de semen salieron disparados hacia Leti bañándole la hermosa carita, Leti gemía al recibir ese tibio y blanco néctar.
Leti: Dámela toda bebe! Así que rico!
Finalmente mientras el cuerpo de Jorge parecía convulsionarse de placer, Leti tomo su verga y comenzó a chuparla para extraer hasta la última gota del delicioso semen de su hijo.
Ambos, madre e hijo finalmente se tumbaron en cama besándose y manoseándose con lujuria si poder creer aquello.
Jorge: Por dios mami! Que acabamos de hacer?
Leti: Lo se bebe, pienso lo mismo, es increíble, no lo puedo creer?
Una charla surgió en aquel momento, los sentimientos eran confusos, pero sin duda alguna que ambos lo disfrutaron.
Leti: Bebe, no te imaginas como lo necesitaba!
Jorge: De hecho si lo imagino mami, estabas hambrienta!
Ambos terminaron por asimilar aquello, consientes que aquello había sido algo indecente, algo depravado, pero eso los excitaba aún más.
Leti: Asi que bebe! Te parece bien que seas tú quien me de lo que el imbécil de tu padre ya no hace?
Jorge: Totalmente bien mami, yo voy a disfrutar todo lo que se pobre diablo desperdicia!
Y así, Leti y Jorge acordaron el inicio de una relación incestuosa deliciosa, Don Luis jamás se imaginó que su esposa le seria infiel y menos aún con su propio hijo, jamás se imaginó las ricas y depravadas sesiones de sexo que disfrutaban su esposa y su hijo cuando él no estaba en casa…
Y bueno amigos, que les pareció este relato, espero sus comentarios y sugerencias y si alguien tiene una propuesta para que la escriba siéntanse libres de sugerir ideas para que escribas más relatos incestuosos.
Un saludo y hasta la próxima.
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