Juegos de juventud con mi prima Maite
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
JUEGOS DE JUVENTUD CON MI PRIMA MAITE
Me llamo David, y toda la historia empezó cuando yo tenía 12 años, hacia tiempo que tenia una vecina que me enseño el juego del sexo, ella era mayor y solterona, con la excusa de que me daba clases particulares, me enseñaba todo lo que se tiene que saber sobre el sexo
Era verano, las fiestas del pueblo y la casa en donde yo vivía era centrica, por lo que todas las fiestas pasaban por el lugar. Tenía una prima, Maite de 10años, a la cual le empezaban a marcar las tetas; con la cual siempre hemos ido a la playa juntos y siempre hemos jugado a pelearnos.
Aquel verano, estábamos en la playa, ella llevaba un pequeño bikini, que se le marcaban los pequeños labios vaginales, por lo cual, a mí se me empezó a ponerme tiesa, en erección; en uno de los juegos, me puse por detrás y mi pene pasó por su culito, apretándolo, ella lo tuvo que notar; estuvimos un ratos así, hasta que mis padres nos llamaron para ir a comer.
Mi prima se quedó a comer con nosotros, ya que comimos todos juntos, mis padres, mis tios, en una casa familiar de las antiguas, donde vivían nuestros abuelos. Una vez acabamos de comer, los mayores se fueron ha hacer la siesta, así que quedamos mi prima y yo; ella subió al terrada y cogió una silla de playa y se sentó a leer unos tebeos, llevaba un vestidito playero, no llevaba la parte de arriba del bikini, por lo que las incipientes tetitas se le marcaban en el vestido. Me senté enfrente de ella con un comic, he hice ver que leeía perome fijaba entre las piernas, se le veía la parte baja del bañador. Me fuí calentando y me acordé de lo que había pasado en la playa, así que medio en broma, puse mi pié entre sus piernas, si llegar a tocarla.
Ella me dijo – Que haces David? – Me pongo cómodo – le contesté
Vale, pues yo también me pongo cómoda – me contestó tirandose hacia adelante,
Mi punta del dedo gordo quedó contra su vulva, y ella sonrió y no me dijo nada, así que yo empecé a frotar mi dedo gordo sobre su rajita. Vi como disimulaba, pero empezaba aponerse colorada y al poco tiempo empezó a culear sobre mi dedo, hasta que pegó un suspiro y se quedó quieta, había tenido su primer orgasmo.
Entonces ella puso su piececito sobre mi paquete y empezó frotarlo, aquello cada vez me ponía más a cien, y sin quererlo tuve que levantarme para no correrme allí mismo; entonces ella me empujo sobre la silla, se sentó sobre mí, con sus piernas abiertas y haciendome cosquillas.
Ella dijo – donde vas, no me has dejado leer, ahora te molestaré yo –
Mi pene quedó sobre su rajita y ya no pude más, la abracé y le pequé un beso en la boca, ella se levantó y se rió.
Eso no se hace primo, los besos se dan a las novias – me dijo
Pensé que era el momento de que si tenía que pasar algo debería ser entonces, así que le dije a mi prima – Te gustó lo que ha pasado, pues te hago un reto, si tu me enseñas lo que tienes debajo de la braguita, yo te enseño lo que tengo debajo del bañador –
Ella se quedó parada, y primero pensé que se iba a ir, pero no se rió y me dijo -Ni lo sueñes, me enseñas tu lo tuyo y después veremos – me contestó
Así lo hice, me bajé el bañador y salió disparado el falo, me dolia de tan duro que estaba, ella se quedó parada y sin saber que hacer, así que le cogí las manitas y las puse sobre él, empecé ha hacerme una paja con sus manos, ella tenía los ojos abiertos y acercó su cara. Entonces con una mano bajé hasta sus braguitas y empecé a acariciarla por encima de la ropa, notaba su bikini mojado, a ella le gustaba, así que le dije – ahora, te toca a ti, pero primero sacate el vestido – ella así lo hizo se quitó el vestido y yo me saque la camiseta, y el bañador, quedándome desnudo delante de ella, así que le dije – ahora, bajate la braguita – ella me dijo – me da vergüenza – venga, ves yo ya estoy desnudo, ahora te toca a tí. – le dije. Ella se acabó bajando la braguita, y por fin vi aquel triangulo peladito de labios abultados.
Me puse de rodillas y sentándola en la silla, le empecé a chupar el chochito, sabia a gloria, ella solo jadeaba – Te gusta – le dije – Si no pares, es fantástico – me contestó;ella se corrió sobre mi cara, puso los ojos en blanco. Me levanté y me senté sobre mi silla la cogí de la mano y le dije – siéntate sobre mi con las piernas abiertas – Ella me obedeció y se sentó, mi pene apuntaba a aquel pequeño agujerito virgen. Así que le puse la punta en él, y empecé a jugar, recorriendo los labios arriba y abajo, ella se apretaba más sobre mí, hasta que no pude más le introducí la punta, ella pegó un gritito, me paré y empecé a bajarla primero entró media y cayeron unos pequeños hilillos de sangre, entonce se la clavé hasta el final, ella gritó – me haces daño, ves poco a poco por favor – Así siguiendo lo que habia aprendido con mi vecina, empecé a bombear y ella, una vez le pasó el dolor, empezó a culear sobre mí, llegamos los dos al extasis y casi nos caemos de la silla.
A partir de aquel dia. Siempre que podíamos, nos escondíamos y follábamos de todas las maneras.
Mi prima fué mi amante durante muchos años y también fue mi alcahueta, presentándome amigas de ella para que las iniciara, más de una vez hicimos un trio. Pero esto ya será otra historia
El Tío David
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