Juegos incestuosos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por satirosex.
Creo que la mejor época de mi vida, fue cuando aun vivía con mis padres, apenas iba cumplir la mayoría de edad, desde mucho mas joven ya habia tenido sexo, gracias a una vecina mayor, pero ella despertó un lado morboso que no controlaba bien
Todo empezó una tarde que estaba excitado masturbándome en mi recamara, y sin aviso entra mi primo mas pequeño que a veces llegaba a la casa, me mira sorprendido con mi verga tiesa y brillando, le reclamo y le pido que salga y cierre la puerta, pero solo la cierra, se quedo mirando justo mi verga tiesa, le pregunte por que entro asi, y me respondio que pensó que no estaba y venia por juguete, tan excitado estaba que le dije –voy a castigarte- me suplico que no, le conteste –bueno con una condición, que tienes que guardar en secreto y te presto lo que pidas- asintió y lo hice ponerle seguro a la cerradura, luego acercarse, le puse su mano en mi verga y comencé a moverla despacio, le dije –asi, asi quiero que lo hagas- y obediente, lo hizo, en pocos segundos tenia al pequeño masturbándome tan rico que apenas aguantaba gemir, con las piernas bien abiertas, lo miraba morboso como me miraba absorto mientras me masturbaba, en poco rato broto mi semen, le moje la mano y su cara, por instinto chupo sus labios donde habia caído varias gotas, no hizo gestos de asco, seguía moviendo su manita, pero lo detuve, nos limpiamos y salimos a jugar como si nada
Al llegar la noche, curiosamente mi primo pidió dormir en la cama de mi hermanito, ya que no estaba en casa, en lugar que con mi abuela, le dieron permiso, ya era algo tarde, y no podía dormir por lo que paso entre nosotros, pero entonces escuche un susurro –primo, primo, estas despierto?- conteste igual –si, que pasa?-, se paso a mi cama, me susurro en tono nervioso –podemos jugar condi otra vez?-, extrañado le conteste –si-, resulta que asi lo abrevio, lo entendí al sentir su mano temblorosa meterse en mi pijama, de inmediato me pare y puse llave a la puerta, regrese y me desnude, aun temblando se acerco y sentí como su mano temblaba riquísimo, me tomo mi pene y lo agito, pronto tenia una erección completa, por lo visto le habia gustado la condición, no se detuvo hasta que broto mi leche, para aumentar mi morbo, note como con su lengua recogia las gotas que lo mojaron, eso me hizo seguir erecto, le susurre –para que sepas su verdadero sabor, tienes que chupar aquí- acercándole mi glande, lo pensó unos segundos y entre la penumbra vi excitado, como se inclino y le dio una larga chupada, que me hizo arder como nunca, imagino que sintió rico, por que lo repitió una y otra vez, descubro como chupaba con sus ojitos cerrados, como disfrutando un caramelo, lo dejo probarme, cuando lo sentí bien duro, le susurre –ahora jugaremos otra condi- y sin detenerme, lo fui desnudando, tenia una piel sedosa, delgado, sus nalguitas respingonas, abultadas, lo monto de espaldas acomodando su rajada del culito justo en mi verga, era tan morboso que hasta prendi una pequeña lámpara para verlo, luego comencé a moverlo, que delicia, su culito estaba caliente, veía aquellas nalgas deliciosas moverse masajeando mi pene, no tardo en tomarle gusto, se movia solito, tan rico o mas que varias de mis novias, mis huevos peludos se frotaban con sus bolsitas, sin esperarlo solto un suave gemido, algo que hasta miedo me dio, podrían descubrirnos, susurre –no hagas ruido, nos pueden descubrir- obediente, siguió frotándose ahogando sus jadeos, hasta que eyacule mojandolo, creo que lo sintió rico por que claramente aumento sus movimientos de cadera embarrándose las nalgas con mi semen, no quería parar, pero yo estaba satisfecho asi que lo detuve, nos limpiamos y recostamos
Todos los días siguientes durmió conmigo, cada momento que estábamos solos, me pedia jugar “condi”, era delicioso, nos colocábamos en un sofá cama que estaba frente a una ventana, ahí podíamos ver si alguien llegaba y también escuchar si llamaban, goce riquísimo, la cereza del pastel se dio una tarde
Todo comenzó igual, mi pequeño primo llego de caliente a pedirme jugar, yo encantado y estando solos, me quitaba las ropas de la cintura para abajo, el me imitaba, en pocos minutos me tenia jadeando masturbándome, por lo visto le encantaba, como también cuando lo montaba a frotarse, o darle masaje a su ano con mi glande, esa tarde yo estaba mas ardiente y morboso que nunca, lo puse boca arriba con las piernas bien abiertas, su culito brillaba de mis jugos, le frotaba el ano con mi glande, mirándolo como disfrutaba cerrando sus ojitos, entonces le di un suave piquete, que lo hizo brincar, pero no me detuvo, seguía dándole masaje y de vez en cuando picándolo, hasta que perdido de calentura, viendo su ano abrirse y cerrar ante mis caricias, empuje metiéndole el glande, grito mirándome tratando de safarse, en lugar de asustarme, me excite, le dije que se calmara, dócil, con lagrimas en los ojos, apenas se movia, empuje desflorándolo despacio, sin prisa, gozando como nunca, no era mi primer culo, pero si el primero masculino, y sentía delicioso, a la mitad lo deje reposar, lloraba, pero no hacia por safarse, suave le saque y meti, me tome mi tiempo, pero poco a poco le paso el dolor, lo notaba en sus gestos, no le meti mas de la mitad, se lo sacaba casi entera y arremetia hasta verlo brincar, era un placer diferente, ardia de excitación, nos mirábamos mientras mi verga le abria su tierno culito, pero notaba que ya sus quejidos no eran intensos, pasaron a ser leves gemidos, perdido de placer, me lo cogi suavemente hasta que mi verga eructo su carga, llenadole, cuando se lo saque, le quedo un agujero escurriendo mi semen, se quedo quieto, respirando profundo, lo levante y nos fuimos al baño, nos lavamos bañándonos juntos como otras veces, no decia nada, pensé “hasta aquí llego todo”, el resto de la tarde apenas me hablo y durmió con mi abuela
Al dia siguiente, llegue del colegio, la muchacha que ayudaba estaba saliendo y me dijo –ya llego tu primito, esta arriba haciendo tarea-, trague saliva, la vi salir de casa, subi esperando poder hablar con mi pequeño primo, llegue al cuarto de la abuela, pero no habia nadie, me extraño, fui al mio, y para mi sorpresa ahí estaba, leyendo algo, no tendría nada de raro, excepto que solo tenia su playera y calzones, lo salude y apenas contesto, me quite las ropas, como siempre estábamos solos, me recosté desnudo, comencé a masturbarme delante suyo, pronto obtuve su atención, fingia leer, pero notaba como su mirada lo traicionaba, me levante y me la frotaba cerca de su carita, tentandolo, hasta que cayo, no dijo nada, comenzó a chuparla haciéndome ver estrellas, su lengua era una maravilla, su boca como ninguna, cuando meti mi mano bajo sus calzones, suspiro, le acaricie las nalgas y el ano, claramente sentí como temblaba, sabia que era mio, le susurre “quítatelo, quiero hacerte lo mismo que ayer”, me miro y sin decir nada se quito las ropas, se acomodo igual, estaba tembloroso, pero no era miedo, eran ganas, lo confirme cuando gimio al sentir mi glande pegarse a su ano, lo lubrique con un aceite que tenia ahí, y se la meti, lloro un poco, pero no tardo en tomarle gusto, esta vez si se la meti completa, excitado sentí como se retorcia, era un placer intenso verlo moverse y quejarse pero sin pedirme que se la saque, esa tarde me lo cogi hasta que se me acabo la leche, después contare otras experiencias con mis otros primos y alguien mas cercano…
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