Juegos incestuosos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por satirosex.
Juegos incestuosos 3
Esto es algo que sucedió y que no afecto a nadie, yo tenia incesto 2 de mis primos, nos divertíamos riquísimo, supongo que debido a eso cai en la tentación
Una tarde cualquiera disfrutaba de una revista porno, me masturbaba bien rico cuando escuche llegar a mi hermanito, cosa que me extraño, guarde todo y fingi que miraba televisión, estaba en nuestro cuarto, llego como siempre y me saludo alegre, a pesar de la diferencia de edades, nos llevábamos excelente, es mi consentido hasta ahora, fui complice en sus travesuras y demás, yo tenia 19 en ese tiempo y le llevo 7, con la confianza que nos teníamos no era raro que anduviéramos en calzones estando solos, mas aun que era verano y el calor era intenso, en calzones solamente se acomodo boca arriba y se puso a hacer sus tareas, no pude evitar mirarle sus nalgas, herencia de nuestra madre, bien paradas y formadas, sus calzones blancos se ajustaban marcando su rajada del culito, desvie mi vista y segui mirando televisión, termino sus tareas, se puso a mirar televisión conmigo, luego de un rato me pidió que jugaramos a algo, ya que estaba aburrido, no tenia muchas ganas, pero con tal de distraerme le acepte su idea
Espere que piense algo, de repente dijo que jugáramos burro castigado, que a veces jugábamos incluso con mis primos, tirábamos un dado cada quien para saber quien seria el burro, el que tuviera menos puntos se ponía, en el segundo tiro del ganador era el numero de veces lo brincaban, tiramos y perdi, juntamos las camas que era grandes para no hacerlo en el piso ya que era poco espacio, muerto de risa brinco 4 veces, despues volvimos a tirar y perdi de nuevo, otra vez me brinco varias veces, en el tercer tiro le gane, y me salio 5 brincos, se coloco inclinado con el culito erguido y su cabeza y manos pegadas al colchón, me puse detrás y lo brinque riendo, al segundo brinco mi bulto rozo sus nalgas, senti rico, no pude evitarlo, al tercero lo roce aun mas, reconozco que intencionalmente, pero con mi calentura era difícil pensar, me tarde mas de lo normal, fue tan intensa la sensación que al cuarto, no se que paso, pero justo al momento del brinco, como por accidente le descubri las nalguitas, en rápida accion saque mi miembro ya medio erecto y lo frote, me invadio un intenso calor, era riquísimo, el morbo de lo prohibido lo hacia mas delicioso, no se cuanto tarde, al terminar se los subi, en el ultimo brinco repeti la misma accion y mas lentamente, goce del prohibido roce, termine y fingiendo que no pasaba nada me acosté a seguir el juego, en su cara no había molestia, tiramos los dados, y perdió otra vez, esta vez me salio un 6 para los brincos, me senti un poco culpable, asi que hice 2 brincos sin tocarlo, pero cuando iba por el tercero, me detuvo y me dijo –porque no brincas igual que antes- lo mire extrañado, entonces se puso en la misma posición pero se bajo su calzones desnudando sus nalguitas, trague saliva, temblé, me saque mi verga y se la frote, termine y se los subi, cuando iba a brincar de nuevo, se volvió a bajar sus calzones, ya mi calentura me ganaba, le baje mas los calzones, y con deliberada lentitud brinque frotándome en esa rajada prohibida, termine y regrese detrás, senti claramente como temblaba y su respiración se agitaba, baje mas sus calzones hasta sus rodillas, sin que lo viera me quite los calzones, “brinque” de nuevo, frotando mi erección como piedra en aquellas preciosas nalgas, para el ultimo brinco lo hice igual y aun mas lento, mi verga babeaba de deseo, antes que reaccione me recosté boca abajo y me tape con la sabana, lo mire quitarse los calzones, jugamos y gano, le toco 2 para los brincos, me coloque y me brinco casi diría con cierta prisa pero senti sus genitales rozarme, cuando volvimos a recostarnos sus mejillas estaban encendidas, ambos jugamos como si no pasara nada, al tirar gane y su sonrisa se amplio, porque me salio 6 para los brincos
Sin tardar se coloco, lo mire con su traserito desnudo empinado, su pijita erecta, me levante y con lentitud “brinque” deleitándome con el contacto, frotándome en aquel desnudo trasero, ya para el 3er salto hasta le abria las nalgas y le pasaba mi tranca frotándola en su ano, ambos suspirábamos, en el ultimo “brinco” de plano le azote las nalguitas con mi pene, le di masaje a su ano con mi verga mojada, ambos temblábamos como si hubiera mucho frio, pero el calor era intenso, me quede ahí, coloque mi erección y la atrape con sus preciosas nalgas, comencé a moverlo como si me lo cogiera, hasta que broto mi semen, pero era tal el morbo y la excitación que mi erección no bajo del todo, como si no pasara nada, me recosté igual boca abajo, mi adorado hermanito me imito, tiramos y perdi, ahí me sorprendio, pidió que volviéramos a tirar porque según no cayeron bien los dados, al repetir gane, y para su emoción me salio un 5 para los brincos, se estaba levantando y le detuve, le dije –para que no te canses, mejor quédate asi y yo te brinco asi- me miro extrañado, pero obedecio, me puse detrás, y me acomode pegando mi verga a su delicioso culito, pude ver cuando hasta suspiro, empece a moverme como si me lo cogiera, acomode mi verga en su rajada del culo, mojandolo, se resbalaba tan rico, y mas cuando solito dijo –ah me gusta mas asi- sonreí y me deleite con sus carnes, senti como empezó a temblar, supongo que posiblemente se estaba viniendo, jadeaba intenso, mi erección ya estaba lista de nuevo, mi glande se frotaba en aquel agujerito caliente, nos olvidamos del juego, le di un suave piquete, brinco pero no reclamo, repeti una y otra vez, entonces me sorprendio con su nerviosa expresión –me la quieres meter verdad?- conteste muy nervioso si lo había hecho antes o como sabia, entonces me confeso que con sus amigos habían visto pornografía, ambos temblábamos y quedamos en silencio, me juro que nadie le toco ahí antes y que le gustaba lo que sentía, asi que segui “brincándole”, hasta que mi glande tieso le abrió su tierno ano, se quejo, pero sin oponerse, intente mas veces, hasta que el mismo abrió sus piernas, lo levante como me cogia a mi novia con el culo erguido, se hacia agua la saliva, ver ese agujero rosado oscuro, pulsando, me acomode y empuje, apenas entro la puntita, se quejo mucho y me asuste, quitándome, pero me miro y me dijo –no te enojes, hazlo otra ves- y ante eso me acomode y repeti
Despues de varias veces, por fin penetre aquel culito virgen, prohibido, me sentía volar de placer, lo deje acostumbrar, estaba tan caliente como yo, ya que muy a pesar de sus lagrimas, en ningún momento me pidió parar, despacio sin prisa gozando de su estrecho y caliente recto, avance, hasta que por fin aquel agujero prohibido se engullo casi entera mi erección, mi morbo era mucho, me acomodaba de manera que pudiera ver como se lo tragaba, sumado a eso la música de sus quejidos excitados, no pude contener mucho mi leche, fue delicioso cuando eyacule, sentía como salían y salían los chorros de semen, hasta quedar vacio, repose encima de su tierno cuerpo, nos miramos y sonreímos como si fuera una travesura cualquiera, se lo fui sacando sintiendo como salía mi semen, morboso vi su agujero chorrear mi leche de aquel agujerito caliente, mi querido hermanito quería continuar el juego pero ya no tenia animos, me sentía liviano, relajado, le dije que mas tarde y me hizo prometerle que lo haríamos, sonreí y jugando sus cabellos le dije que si, me abrazo y nos recostamos, sentía remordimiento péro a la vez una deliciosa sensación de satisfacción
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