JUEGOS INFANTILES 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
JUEGOS INFANTILES 2
El tiempo inexorable siguió su marcha.
Aquella noche especial Adriana estaba feliz por haber sacado unas excelentes notas al terminar su tercer grado de secundaria con casi 13 años.
Después de la entrega de notas, invitamos a Gloria de 11 años largos, nos vestimos elegantemente y nos fuimos en mi coche a cenar a un buen restaurante, hasta brindamos con champaña.
Al regresar a casa se quitaron la ropa elegante y se pusieron los camisones de dormir, y yo el pijama.
Estábamos retozando en mi cama, entre risas por el efecto del licor, Gloria aprovecho un momento que estaba sobre mí restregándose en mi pene para decir:
– Papi, felicítanos como tú sabes, porque yo mañana también voy a traer muy buenas notas.
No negué ni afirme nada en un silencio cómplice, comenzaron a desabotonar la bragueta del pijama y se encontraron con la barrera del calzoncillo, no sabían como encontrar la abertura, les ayude quitándome todo, Adriana tímida tardo más en estirar la mano para tocarlo, Gloria no soltó la cabeza, para calmar la tensión dije:
– Ya mis amores que queréis hacer.
– El juego nuevo con el pene, pero yo primero dijo Gloria, mirando a Adriana
Las acaricie al mismo tiempo, las recosté en la cama, les mamé los pechos, imaginaos 4 volcanes a punto de explotar, les hice la mine esmerándome por igual, les metí el dedo, cuando Gloria gimió la hice abrir bien sus piernas.
– Eres una manzana pero estas verde, espérame.
Pase a mi hija mayor y la hice gemir introduciéndole la lengua tiesa al mismo tiempo que le apretaba un pecho.
– Eres un durazno…… (Lo de durazno era cierto porque su vagina ya tenía unas incipientes y suaves pelusillas) ya estas de comer ñam, ñam mamando su clítoris, me acomode, introduje mi pene por entre sus piernas y le hice un mete y saca como si me la estuviera follando, al mismo tiempo apretaba sus pechos suavemente. Introducción al sexo duro a sus 13 años, la deje gimiendo y apretándose el clítoris con sus dedos.
Estábamos tan desaforados que cuando se lo acomodé a gloria haciéndole de arriba abajo por entre las piernas y su rajita, ella gimiendo y anunciando sus primeros espasmos me dice al oído
– Papito métame la punta como la otra vez.
Continúe, le acaricie las teticas, lo puse en su entradita y sin pensar le metí la cabeza de mi pene, se vino en un orgasmo tempranero, le pegaba empujones suaves para que no entrara más pero si le prolongara el éxtasis.
– Mi turno papá, dijo Adriana, yo cavilaba
– ¿Será que la desvirgo? ella ya esta grandecita y aguanta, me resolví, que sea lo que sea.
Mi pene trato de clavarse por su clítoris, bajaba y subía sin control, lo coloque en su entradita y de un empujón suave se lo hundí.
Gemidos pidiendo más, espasmos incontrolados, el virgo de mi hija que se va en un hayyyyyyyyyyy profundo, sudor, un taladro que perfora un diamante, unos labios que se comen lujuriosamente los de una hija, mas gemidos, más de todo, una convulsión larga acompañada de un desmayo, chorros de fluido cálido, un pene que se descarga con 6 palpitaciones largas en las profundidades de su hija culminando el incesto comenzado 10 años antes con unas inocentes caricias.
Regrese poco a poco a la realidad, Gloria me esperaba, pase mi pene ensangrentado a su entrada roja palpitante y con restos de su orgasmo anterior, también me comí su boca, la penetre hasta el virgo, vacilé….
– Hija se lo meto del todo?
– Siiiiiiiiiiiiiiiii papito, empuje sentí desgarrarse su virguito, un leve quejido de dolor consentido, mezcle la sangre de la virginidad de mis 2 hijas, seguí con el mete y saca sin prisas con amor, tiernamente, me regalo otro orgasmo cuando se lo hundí todo, aumente el ritmo copulando sobre el cuerpo frágil de mi hijita, me corrí abundantemente, ella también, esa noche dormimos todos juntos en mi cama.
Juntas habían comenzado su historia incestuosa conmigo, juntas la culminaron.
Esta fue la última vez que lo hicimos en trío, después de su desfloración estuve con ellas muchas veces, pero con cada una por aparte.
A los 16 años Adriana termino sus estudios secundarios y la matricule en la universidad para hacer la carrera de periodismo por lo que se traslado a la ciudad, solo venía algunos fines de semana a casa, tiempo que aprovechábamos para calmar deseos acumulados.
A Gloria aun le faltaban 6 meses para sacarse el graduado, paso a ser mi única amante a falta de su hermana y estoy casi seguro cual fue la noche que quedo embarazada a sus 15 años, Esa noche especial estaba mas caliente que de costumbre, follamos sin medida, me descargue 3 veces dentro de ella y agotados nos dormimos unidos por el sexo, la próxima menstruación no le vino pensamos que era un retardo, la otra tampoco, sus pechos crecieron.
– Gloria, ¿usted se ha tomado las anticonceptivas?
– Yo creo que si papá.
– Pues yo creo que no, mañana te haces una prueba, resultó positiva.
Una 2ª energía entro en mi, ¡!volver a ser padre¡¡ Después de 15 años era como tener una segunda oportunidad de vida a mis 39 años, la abracé,
– “Siempre estaré contigo” mi amor.
– “Yo también papá”
Y sellamos el pacto de vivir juntos como pareja.
El diploma de bachiller lo recibió con una hermosa barriguita de 8 meses.
Nació mi hijo-nieto Julián, hermoso como la mamá y con mis facciones en una clínica de la ciudad para que no hubiese preguntas indiscretas.
Nos trasladamos a un chalet mejor en otra urbanización y nos llevamos la misma empleada que ya conocía nuestros secretos.
Gloria hizo una carrera en contaduría y administración de empresas que nos ha servido mucho en el negocio.
Adriana con su diploma de periodista y con su novio con el titulo reciente de arquitecto se sentía feliz, tenían planes para casarse la próxima primavera.
Nuestros encuentros sexuales se espaciaron al final de sus estudios:
¡HA! pero la despedida de soltera ¡Que recuerdo!
La lleve a un motel después de cenar, su vagina lisa bien afeitada como cuando era niña
– Papito hágame el ñamm, ñamm
Nos reímos de la broma pero sin embargo se lo hice, la penetre mientras le mamaba sus hermosos pechos firmes y jugosos entre mis quejidos y sus gemidos.
En el segundo polvo me excitó aun más contándome que ya se había comido al novio varias veces pero que nunca olvidara el polvo que les eche el día del grado al recordar cuando las desvirgue al terminar tercero de secundaria y en el tercer polvo, ella cabalgando sobre mí y recordando juegos viejos.
Y aquí estoy sentado en la sala, abrazando a mi hija-esposa Gloria y rodeado por mis hijos-nietos Julián de 10 años, Lina de 5 y Mar de 4, esperando a Adriana que viene con su esposo y sus dos preciosas hijas a cenar, Gabriela de 6 y Nora de 4 años.
FIN.
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