Jugando a las escondidas conseguí poseer a mi prima – Parte I
Beatriz es mi prima, tiene 10 años, yo 13. Somos muy cercanos y casi todos los veranos los pasamos en la chacra de nuestro abuelo..
En la chacra del abuelos, todos los días hay algo que hacer, casi siempre ayudar con los animales. Llegó el sábado y era especial ya que festejaríamos el cumpleaños de la abuela María. Y claro, vendrían todos los parientes y amigos de ellos.
Se hizo un gran asado y la fiesta duraría hasta entrada la noche, ya que al otro día domingo nadie trabajaba. Además se repartieron bebidas como si fueran a ir al desierto, lo que hizo que a la hora de la cena ya estuvieran casi todos bastante alcoholizados. Yo aburrido, ya que de los primos era el mayor, mi prima Bety (10), Josefina (10) Irina(9), Francisco(9) y Joaquín (8) propuse que hiciéramos algo afuera en el parque, ya que los mayores todos comían y bebían sin prestarnos atención.
Mis primos y primas estuvieron de acuerdo, nos encaminamos al pequeño bosque que hay detrás de la casa para jugar a las escondidas. Joaquín al ser el más chico fue el primero en contar. Nos comenzamos a esconder, y enseguida Bety se vino conmigo. Nos escondimos entre unos matorrales de espinos, yo lo conocía por que solía esconderme allí a masturbarme con la ayuda de las revistas de mi tío. Desde que descubrí en el colegio que mi pene es bastante más grande que el de los demás chicos, no dejaba de jalármelo a cada rato. De puro orgullo nomás.
Llegamos al claro entre los matorrales y mi prima se pone en cuatro, posición de perrito a controlar que no nos descubran, y yo no tuve mejor idea que ponerme detrás de ella. Bety traía una faldita de volados media corta, lo que al agacharse me permitió ver su hermoso culo. No resistí la tentación, y arrodillándome detrás de ella, le subí la faldita y le apoyé mi verga ya dura entre sus cachetes. Mi prima se sorprendió, pero como no podía hablar o nos descubrirían, prefirió quedarse callada, además le gustó sentir la verga entre sus nalgas. Se la froté un poco y se la hice sentir bien gruesa. De pronto mi prima tira su mano hacia atrás y toma mi pija por sobre el short. Comienza a apretarla y a masajearla. Todo haciéndose la tonta y vigilando. Yo ya caliente meto mis manos por debajo de su falda y encuentro su conchita, gordita de labios gruesos, meto en su rajita dos dedos y ella gime. Me dice, Tato, no, sacá la mano!!! Pero no soltaba mi verga. Yo insistí y ella dejó de luchar, se quedó quietecita y abrió un poco sus piernas para que mis manos entraran mejor. La masturbé por un ratito y ella solo suspiraba fuerte, y mi pija estaba que no daba más. De pronto aparece mi primita Irina y nos dice que Joaquín ya encontró al primero y que tiene que contar ahora Francisco. Nos paramos y nos acomodamos un poco la ropa, y fuimos con los demás, yo tenía la verga tan dura que me dolía.
Francisco comienza a contar y salimos corriendo, otra vez Bety a mi lado, elijo otro escondite un poco más lejos y mucho más oculto que el anterior, mi prima me sigue, y hace otra vez lo mismo, se pone de rodillas en cuatro y se queda esperando. Yo no me hago rogar, pero esta vez decidí ir más allá, me bajo el short liberando mi verga, le levanto la falda, hago a un costado su calzón y pongo la punta de la pija entre sus ya mojados labios vaginales, mi prime me pregunta que hago, simplemente le digo, te cojo. Se quedó quietecita, yo de a poquito comencé a frotarle la punta de mi pija entre sus labios, ella gime, de pronto pone su mano sobre mi miembro y lo dirige al medio de sus labios vaginales, la cabeza encuentra el camino a su cueva, la pija comienza a entrar, mi prima suspira y gime fuerte, de pronto ya media verga está adentro, no aguanto más la calentura, la tomo de la cadera y se la meto hasta el fondo de un empellón, ella grita despacito, y me dice sacala me duele mucho, yo no pienso hacerlo y comienzo a darle traca que te traca, la cojo con ganas y ella comienza a disfrutar la verga, ya pronto siento como su vagina pulsa y aprieta cada vez más mi verga y de pronto siento el calor de sus fluidos sobre mi tripa, y en ese mismo momento yo le largo mi leche. Acabamos juntos. Se desarmó y cayó de panza al suelo y yo arriba de ella con la verga metida en su vagina hasta los testículos. Me giré y quedamos los dos enfrentados, mi prima estira su mano y toma mi pija que está medio blanda, la sacude. En la obscuridad Bety me dice que le gustó, aunque le dolió mucho cuando le entró, pero que luego se sintió rico. Luego me dice que le encanta jugar conmigo a las escondidas y que podemos jugar cada vez que yo quiera.
Buena historia espero halla más de éstos pequeños primos cogiendo y saber si son los únicos o unieron a alguien, saludos
Qué rico relato, ojalá a esa edad me hubiese tocado con una prima así.