Jugando con Marie parte 1
Aventuras con una amiga y …su papa.
Jugando con Marie
– ¿Quieres tocarla, cariño?, ven dame tu mano, ponla aquí, ¿ves lo caliente que esta?, ahora mueve la mano, así arriba y abajo y veras que dura se pondrá
Era el día del cumpleaños de mi padre, en casa todo el mundo andaba alborotado, pues por la noche se celebraba una gran fiesta en la casa de mis padres, a mí me dijo mi madre que me dejarían estar hasta las doce, ¡Guau- pensé yo- que bien hasta las doce!
Mientras mama organizaba el servicio, para que todo saliese estupendamente, yo iba fijándome en todo, mama quería que desapareciera, que no estorbara por allí, ya que una cría como yo de trece años era como una mosca cojonera, quería estar en todo y cotillearlo todo, y de paso escuchar las conversaciones de los mayores.
Así que viendo venir que me estaba ganando una bronca del diecisiete, fui a la habitación de mis padres a ver la tele, estaba aburrida a más no poder, así que me puse la televisión esperando encontrar algo que me gustase, empecé haciendo zaping, hasta que de pronto me encontré con una película porno del canal de pago, yo jamás había visto una película de ese tipo y me quede a cuadros al ver aquellas mujeres y aquellos hombres y sobre todo las pollas de esos tipos, en el «cole» habíamos estudiado la sexualidad pero nunca habíamos visto nada de eso, solamente esos dibujos hechos de perfil que te permitían ver todo el aparato reproductor como si al pobre hombre o a la pobre mujer les hubiese cortado por la mitad; así que con los ojos abiertos como platos miraba como aquella gente parecía pasarlo en grande.
La verdad es que yo desde hacía un par de años ya me metía el dedito en mi coñito sin pelo aún, pero con un clítoris siempre con ganas de jugar, y mientras veía la película tenía muchas ganas de tocarme y de sentir aquella cosa que era como si me pasase corriente por todo el cuerpo y me hacía mojarme tanto, se llamaba orgasmo, nos dijeron en el colegio.
Así que más caliente que una plancha, cerré la puerta de la habitación de mis papas, y quitándome el pantaloncito que llevaba, empecé a tocarme el coñito y a darme mucho gusto, pensé que cuando fuera mayor, yo también chuparía las pollas de mis novios, y ellos me chuparían a mí, y mientras me imaginaba esto tuve mi primer orgasmo.
Cambié de canal rápidamente, me lavé las manos y baje a ver qué pasaba, cuando mi madre me vio me pregunto que donde había estado, yo le contesté que en mi habitación leyendo, a lo que ella dijo que perfecto, yo me reía en mi interior pensando que si mami me llega a ver mientras me tocaba el coño le da algo.
Cogí un refresco de la nevera y me senté en el porche de mi casa, allí se estaba muy tranquilo y aproveché el momento para pensar en todo lo que había visto en esa película y pensé en contarle todo lo que había visto a mi amiga Marie, era mi mejor amiga dentro y fuera del colegio, era una chica francesa que había venido a vivir a España ya que su padre trabajaba en la embajada de Francia.
Me levanté y fui a llamar a mi amiga, le dije todo lo que había visto, ella me dijo que se moría de ganas de verlo ya que en su casa no podía entrar en la habitación de sus padres, porque ellos si veían películas de esas todas las noches pero las tenían en CD y creían que ella no les oía cuando después de verlas follaban como locos, así que le dije que viniese a mi casa, como de todas maneras sus padres iban a venir a la fiesta de papa, podrían dejarla dormir como otras veces aquí, me dijo que si enseguida, pero que antes tenía que preguntarle a su madre que esperase un momento que enseguida me daba la respuesta. Esperé unos instantes y cuando cogió de nuevo el teléfono, su voz era de pura felicidad, su madre había dicho que sí que podía quedarse en mi casa, que ya llamaría a mama para decírselo, estábamos las dos como dos motos, así que colgué el teléfono y al poco rato vi como mama hablaba por su teléfono móvil con la madre de Marie, y escuche como estaba de acuerdo en que «Las nenas duerman esta noche las dos aquí», jaja, pobrecitas de las nenas, penaba yo, ya veréis el festín que se van a organizar.
Llegó por fin la noche, y empezaron a llegar los invitados que mis padres y yo recibíamos a la entrada de nuestra casa, al fin llegaron los padres de Marie y ella también, pedí permiso para ir a mi habitación con mi amiga y enseguida me dijeron que sí, creo que éramos un estorbo para todos ellos ya que no sabían dónde ubicarnos.
Cuando llegamos a la habitación Marie me pidió que le contara de nuevo todo lo que había visto, ella me miraba mientras yo cada vez más roja y más excitada le contaba la película con todos los detalles posibles, tanto que casi me pongo a tocarme allí mismo, también Marie estaba excitada se lo notaba en los ojos, le brillaban.
Debo decir que Marie era un poco más mayor que yo, ella ya tenía catorce años casi quince y tenía unos buenos pechitos para su edad además de muy buen tipo, era rubia y con los ojos verdes como esmeraldas, vamos que estaba como un quesito.
Después de contarle todo eso a Marie, ella me dijo que estaba muy caliente, yo le dije que también, me propuso que jugáramos las dos a tocarnos a ver qué pasaba, yo sabía que aquello no estaba bien pero eran tantas las ganas que tenia de tocarme que el hecho de sentir las manos de mi amiga no me importaba, le dije que sí, entonces nos quitamos las braguitas, ella me pidió que le enseñara mi coñito, así que me eche en la cama y me levante la falda para que ella me lo pudiese mirar bien a gusto ella me abrió los labios y empezó a pasar el dedito por allí donde tanto placer sentía, en unos segundos estaba más que mojada, ella seguía haciéndomelo, empecé a sentir como me venía el gusto y a gemir cuando ella se puso entre mis piernas y paso a hacer con la lengua lo que tan bien me hacía con el dedito, ahí creí morirme de gusto, Dios mío!!!, como me pasaba la lengua por todo mi sexo, me corrí y para que no se oyesen mis gritos tuve que taparme la cara con la almohada.
Ella entonces se acercó a mis labios y me dio un beso, primero tímidamente después sin darme cuenta nos estábamos comiendo la lengua la una a la otra me empezó a tocar los pechos que no eran tan grandes como los suyos pero que los tenía calientes y erizados, después se puso a mamarlos como un bebé y me daba mucho gusto, luego cogiéndome la mano me la puso encima de su sexo y me dijo en un susurro que le metiera los dedos dentro le metí uno con miedo a hacerle daño como veía que no decía nada le metí otro así hasta que le metí cuatro dedos, entonces me di cuenta de que ella ya no era virgen.
La miré y ella me miró, me dijo que luego me contaría que no parase que le daba mucho placer como la tocaba, empezó a agitarse como yo antes y tuvo un orgasmo.
Luego de corrernos las dos, le dije que quería probar el sabor de su conejito, y ella se abrió de piernas para mí no sabía que gusto tendría, pero cuando puse mi boca allí me supo muy bueno, muy rico, y enseguida ella me dijo como tenía que hacerlo, si más fuerte o más arriba y me pidió que con mi lengua la follara, así lo hice y al cabo de un buen rato se corrió en mi boca dejándome el gusto de ella en mis labios.
Cuando paramos le dije que me contara como había dejado de ser virgen, entonces me contó lo siguiente:
-Un día yo estaba en casa con mi papa, mama había salido con sus amigas a hacer unas compras de Navidad, yo estaba en mi habitación leyendo, así que la casa estaba en silencio, papa estaba en su habitación viendo una película, pero la tenía tan bajito que apenas se oía, seguí leyendo hasta que me pareció oír unos suspiros así que pare la oreja pero no oí nada, pensé que serían manías mías, hasta que volví a escucharlos, entonces me levante de la cama y me dirigí hacia donde se oían los ruiditos, me llevaron hasta la habitación de mis padres, la puerta no estaba del todo cerrada, iba a entrar cuando la visión de mi padre con su polla en la mano tocándosela me hizo parar en seco, quería irme pero no podía, mi padre estaba viendo una película, si, como esa que has visto tu hoy, lo que pasa es que en vez de tías mayores salían chicas de mi edad más o menos, yo nunca había visto una polla, y me quede alucinada viendo el tamaño de la de mi padre que además de ser muy gorda estaba muy morada, y tenía unos nervios que se le marcaban a base de bien, enseguida sentí como me mojaba las braguitas y es que no era para menos mi padre se la estaba pelando mientras yo me metía los deditos para parar el calentón que me había dado, corriéndome.
No me di cuenta que mi padre me estaba mirando, hasta que ya fue demasiado tarde, el en ese momento se estaba corriendo con grandes chorros de leche que salían como si escupiese por su pene, y yo me estaba yendo también, así que ninguno de los dos podía parar, cuando acabo papa abrió la puerta y me dijo que pasara.
Me dijo que no tuviese vergüenza de lo que había visto que era normal que un hombre como el, al igual que una mujercita como yo tuviésemos ganas de tocarnos y hacernos felices acariciando nuestro sexo, me pregunto si yo había visto alguna vez una polla, le dije que no, entonces él me dijo que me acercase y que la mirase y le preguntase lo que quisiera, yo me acerqué, olía de manera extraña, pero no era un olor desagradable, el seguía desnudo en la cama, vi unos huevos, grandes peludos y en medio un gran aparato, él me sonrió y me dijo:
– ¿Quieres tocarla, cariño?, ven dame tu mano, ponla aquí, ¿ves lo caliente que esta?, ahora mueve la mano, así arriba y abajo y veras que dura se pondrá.
Así lo hice y al cabo de un rato, aquello empezó a ponerse más duro y más largo, el suspiraba bajito y resoplaba hasta que me dijo:
– ¿Por qué no me pasas la lengua por la cabecita, como si fuera un caramelo?, Anda nenita se buena chupa la polla de papá.
A mí ya me estaba gustando el jueguecito, y enseguida empecé a lamer aquella cosa grande que destilaba jugos él me decía, «Mas deprisa, mas, métetela toda en la boca sigue así…así…oh…oh…que gusto, me corroo».
Me lleno la boca de su espesa leche, tanto que se me salía por las comisuras de los labios, entonces él me dijo, que me echara en la cama, con cuidado me quito las braguitas y me quitó la camiseta que llevaba, me dejo desnuda, me miró y me dijo:
-Cariño, que hermosa eres hija mía, te voy a comer toda entera, y vas a ver cómo vas a disfrutar, voy a hacer de ti una putita de lujo, voy a enseñarte a mamar, a follar por delante y por detrás y algún día hasta te enseñare a comer un coñito como el tuyo y veras lo bien que lo pasaras.
Mientras me decía esto, me iba lamiendo mis pechos y acariciando mi concha, que bien lo hacía papa casi tan bien como cuando me lo hacía yo solita, bajo hasta mi coño y empezó a lamerlo, mientras me preguntaba:
¿Te gusta cómo te chupa el coñito tu papa?, dime que te gusta, quiero que te corras en mi boca, date la vuelta que te voy a lamer todo el agujerito del culete, anda así, mira cómo te gusta, disfrutas ¿eh?, te voy a meter la lengua para dentro, así muévete.
Cuando me tuvo tan caliente que no podía más, se cogió la polla y poniéndome boca arriba empezó a metérmela por el coño, despacito, primero me hizo daño, pero al cabo de nada ya no me dolía, y solo sentía gusto, a lo mejor de tanto meterme los dedos ya me habría medio desvirgado yo sola pero, el caso es que no me hizo ningún dolor, eso sí disfruté como una loca, mi padre me daba fuertes golpes con su polla y me llegaba hasta el estómago, antes de correrse me volvió a lamer mi sexo e hizo que me corriera mientras me metía un dedito en el agujerito del culo, fue una pasada!!!!!,después se puso de rodillas y me metió la polla otra vez en la boca y se volvió a correr dentro, ahora siempre que podemos follamos por todos los agujeritos, y me ha prometido que me presentará a algunos amigos suyos para que pueda probar diferentes tamaños de rabos.
Yo, mientras mi amiga me explicaba todo esto, iba imaginando todas las escenas y cogí tal calentura que me empecé a tocar y a tocarla a ella también, las dos nos chupábamos los coños haciendo un sesenta y nueve magnifico y eso que era el primero que yo hacía, pero Marie me enseño y desde entonces siempre lo hacemos cuando estamos juntas, ni que decir tiene que esa noche dormimos las dos juntas, y que no paramos de jugar ni un solo instante, otro día os contaré como conseguí que Marie me dejase jugar con ella y su papá.
Estubo muy bueno el secreto de su amiguitq, ojalá pronto nos cuentes como sucedió el trío que hizo ella y el papá de está.