JUGANDO CON MI HIJA DE 7 AÑITOS
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por CuloSabroso.
Continuando con el relato, llegaron las 17Hs y nos dispusimos a salir de la pileta.
Mi mujer y mi hija se fueron al baño a darse una ducha para ya quedar listas mientras yo ya estaba imaginando que faltaba cada vez menos para que mi mujer se vaya, y mientras mi hija juegue con sus muñecas en su habitación, yo disfrutaría al máximo viendo unos nuevos videos pornos hasta explotar de éxtasis y largar el semen acumulado que traía encima.
Vi que salieron del baño ya listas cada una con una bata puesta (que es una toalla de las que cubren todo el cuerpo con mangas en los brazos y llegan hasta las rodillas) así que fui al baño también a ducharme y mientras lo hacía mi verga ya me pedía acción, la tenía dura de solo pensar en lo que iba a disfrutar viendo porno en la web.
Terminé de bañarme, me sequé todo el cuerpo y también me puse mi bata para salir del baño e ir a tomar algo fresco a la cocina.
Mi mujer me saludó ya que se iba, saludó a mi hija que ya estaba entretenida jugando en su pieza y se fue.
Había llegado el momento que tanto había esperado durante toda la semana: ver porno y darle una alegría a mi verga caliente.
Tomé agua fresca de la heladera y mientras me dirigía hacia mi cuarto pasé por la puerta del cuarto de mi hija que estaba abierta para ver lo que hacía.
Estaba sentada en el piso de espaldas a mi y se veía muy entretenida jugando con todas sus muñecas lo cual fue un alivio para mi ya que no iba a tener interrupciones.
Me fui a mi cuarto, cerré la puerta con llave, puse muchos almohadones para que me sirvieran de respaldo sobre la cama, me senté, prendí la notebook, me abrí la bata dejando libre mi verga que estaba ya muy dura y con ganas de que la toque y me dispuse a buscar porno.
Las veces que podía hacer este ritual sexual lo disfrutaba al máximo y me masturbaba por casi 3 horas antes de acabar y largar toda mi lechita, así que tenía tiempo de ver toda clase de videos por un largo tiempo.
Llevaba aproximadamente media hora viendo porno y tocando mi miembro que estaba caliente como el fuego, cuando de repente siento que mi hijita quiere abrir mi puerta.
Veo que el picaporte de la puerta se movía y Milu estaba haciendo fuerza para poder abrirla.
En ese instante apagué la notebook, me levanté de la cama, cerré mi bata para ocultar mi miembro duro y caliente y me dirigí a la puerta.
Abrí y le dije:
Yo: Qué pasa Milu?
Milu: Nada es que estoy aburrida de estar jugando sola en mi habitación.
Que estás haciendo papi?
Yo: estaba viendo tele hija.
Milu: aaaahhh y puedo ver tele con vos?
Yo: Porqué no volves a jugar a tu cuarto con tus muñecas hija? Justo apagué la tele porque me iba a acostar para ver si me podía dormir un ratito (le digo esto para intentar hacer que se vaya y no tenga ganas de entrar y así poder seguir dándole duro a mi palo que aún seguía duro como una piedra)
Milu: Noooo, no quiero estar sola.
Puedo entrar y me acuesto también?
Yo no podía creer que mi hija no iba dejarme solo en mi habitación y poder largar toda la leche que traía acumulada desde hace dos semanas.
Pensé unos segundos qué podía hacer para que se vaya.
pero lo pensé bien y la dejé entrar ya que podía ir luego al baño y terminar ahí lo que había empezado.
Le dije que pase y yo trataba de ocultar mi erección debajo de la bata ya que mi palo aún seguía durísimo y chorreando líquido.
Le dije que se agarre unos almohadones para apoyar su cabeza y así dormir.
Los dos nos acostamos, yo me puse de costado viéndola a ella ya que si me acostaba boca arriba mi erección se iba a hacer muy notable y acomodé mi bata de tal forma que no se notara mi verga.
Ella estaba acostada boca arriba y también tenía puesta su batita.
Cerré los ojos para hacerme el dormido a ver si ella también se dormía y yo mientras recordaba esos videos que había disfrutado unos minutos atrás.
Mi verga seguía muy dura y en ningún momento se me bajó, más allá de estar compartiendo la cama con mi hija que jamás nunca había pensado algo sexual que la involucre a ella.
Milu no se dormía y se movía en la cama para un lado y para el otro haciendo que no pueda concentrarme del todo al recordar lo visto en los videos.
Al parecer no tenía sueño y comenzó a molestarme diciendo que no duerma ya que ella quería jugar conmigo y que no quería dormir.
Me siguió molestando hasta el punto de que tuve que abrir los ojos y dejar de hacerme el dormido.
Le pregunté a qué juego quería jugar ella y de la emoción de que ya no íbamos a dormir se arrodilló en la cama.
Pensó un ratito y me dijo:
Milu: podemos jugar como cuando yo era más chiquita a las cosquillas.
Yo: ya estas grande Milu para las cosquillas.
Después de que le digo eso, se acerca rápido a mí e intenta hacerme cosquillas debajo de los brazos.
Como yo no tengo cosquillas no hubo problema así que la agarré de los brazos y sujetando con una sola mano sus dos bracitos se los levanté y le comencé a hacer cosquillitas en las axilas.
Fue como si un demonio se apoderara de ella y comenzó a sacudirse y a reírse a carcajadas ya que ella es muy sensible a las cosquillas.
Estuve 10 segundos así hasta que se zafó.
De la fuerza que Milu estaba haciendo por soltarse y liberarse de las cosquillas, en eso se cae para atrás acostada.
Milu cae acostada en la cama boca arriba y aun riéndose.
Yo desde el punto que estaba no le veía la cara ya que me tapaba la visión sus piernitas.
Esperé 5 segundos desde que dejó de reírse y le agarré un piecito para hacerle cosquillas en la planta del pie.
Cuando Milu lo sintió comenzó a patalear, a moverse y a reírse nuevamente por las cosquillas que le estaba dando.
En uno de esos movimientos que hizo abrió las piernitas y pude ver que no traía nada puesto debajo de la batita.
Solo tenía puesta la batita y nada más.
Dejé de hacerle cosquillas porque quedé sorprendido e inquieto por haber visto eso.
Para ese entonces a la batita ya se le había desatado el nudo que hace que la batita quede cerradita por los movimientos que había hecho Milu por las cosquillitas.
Ella se seguía riendo en la misma posición pero yo ahora además de ver sus piernitas también le estaba viendo toda su conchita (cuquita, panochita) ya que ella sin darse cuenta ya no tenía la batita que le cubriera y a su vez abría las piernitas y me mostraba sin saber su sexo.
Yo me quedé mirando su conchita sorprendido de lo que estaba viendo.
Mi propia hija estaba acostada boca arriba, sin nada que le cubriera y abriendo y cerrando las piernitas dejándome ver toda su conchita mientras descansaba de las cosquillas que le había dado.
Tenía una conchita hermosa, rosadita y sin ningún pelito.
Después de verla así durante 20 segundos mi cuerpo reaccionó y pude sentir una corriente eléctrica que me corría por todo el cuerpo y terminaba en la cabeza de mi verga que para ese entonces estaba más dura que nunca.
No entendía cómo podía estar con la verga bien dura y bien caliente, mirando la conchita de mi propia hijita.
Jamás se me hubiese pasado por la cabeza algo así, pero sucedió y no tenía idea de qué hacer.
Era mi hija y no podía hacer nada.
Estaba tan caliente con lo que estaba viendo y con lo que había visto en los videos que todo se me fue yendo de las manos, me estaba descontrolando y eso no era nada bueno.
Pero la calentura siempre puede más que el razonamiento de un buen padre.
Le dije a mi hija que se tenía que quedar quieta y con los ojos cerrados ya que si se movía recibiría de castigo nuevamente cosquillas.
Ella cerró los ojitos, se quedó quietita con las piernitas a medio abrir, y yo me senté en la cama a admirar ese cuerpito desnudo, pero mis ojos se centraban solo en su conchita y en su culito que solo se le veía un poco.
Me saqué la verga afuera de la bata y comencé a tocarme.
Le dije a Milu que tenía que abrir bien sus piernitas pero sin abrir sus ojitos para que no vuelvan las cosquillas.
Y así lo hizo.
Abrió sus piernitas al máximo dejando totalmente expuesta su conchita de bebé, sin ningún pelito y bien cerradita.
Yo no podía más de lo dura que la tenía a la verga así que comencé a masturbarme, pero despacio para no producir movimientos en la cama.
Después de unos segundos y por lo excitado que estaba me acerqué un poco y me arrodillé sobre la cama muy cerca de ella para que mi verga quede a pocos centímetros de su conchita virginal y seguí masturbándome.
Le dije que no podía abrir los ojos por nada del mundo y después de que me dijo que si, agarré mi verga la apreté con mi dedos haciendo presión desde el tronco hacia la punta de mi palo para que salga todo el líquido preseminal que ya tenía acumulado dentro de mi tranca.
Puse mi verga arriba de su conchita pero sin tocarla y le largué un poco de mis jugos.
Fue una de las cosas más excitantes que me pasaron en toda mi vida.
Ver como de mi palo caliente sale ese líquido y le cae sobre la conchita de mi hija sin que ella se dé cuenta.
El líquido era una mezcla transparente del preseminal y blanco del semen que ya estaba largando debido a la total excitación que sentía.
Le cayó en la parte de arriba de su vaginita pero enseguida se dirigió a la rayita de su concha y de ahí fue bajando por toda su conchita y hasta su culito.
Fue un chorro tan grande que parecía que ya había eyaculado, pero no, solo fue el comienzo del primer contacto sexual que tuvimos.
Me daba miedo tocarla porque no sabía cómo iría a reaccionar ella.
Así que estuve unos segundos pensando de qué forma seguiría todo esto.
No se me ocurrió otra cosa que seguir jugando con ella pero esta vez sería otro juego inocente y a la vez perverso.
Me guardé la verga dentro de la bata y le dije:
Yo: vamos a jugar a otro juego bebé?
Milu: Siiii paaaaa.
pero que ya no sean cosquillitas!!!!
Yo: Bueno, si cabalgas bien no va a haber cosquillitas
Milu: Vamos a jugar al caballito paaaa?
Yo: Siiiiii, como cuando jugabas de chiquita, te acordas cómo era?
Milu: Siiii, vos te sentabas, te cruzabas de piernas y yo hacía caballito sobre un pie tuyo.
Yo: Muy bien Milu.
cómo te acordas!!!! Bueno vamos a jugar entonces.
Fue en ese momento en el que me dirigí a la punta de la cama, me senté ahí quedando con los pies en el piso mientras mi hija se bajaba de la cama con su batita abierta y mostrando su conchita al aire.
A ella no le preocupó nada quedarse así ya que en su inocencia de niña las partes sexuales son como cualquier otra parte del cuerpo.
Así que me crucé de piernas (lo cual causaba que mi verga dura quedara aprisionada entre mis dos piernas y sobresaliera ya que la tengo bastante grande) y le dije que se suba al caballito.
Ella fue y se apoyó para comenzar a cabalgar sobre mi pie y fue en ese momento en el cual tuve el primer contacto físico con su conchita.
Apoyó toda su sexo en mi pie para cabalgar y pude sentir lo suave y calentita que la tenía.
AAAyyyyy Dioooos, estaba en el cielo, no podía creer que mi bebé de 7 añitos estuviera con su conchita desnuda sobre mi pie.
Ya me estaba volviendo loco así que le hice dar unos saltitos sobre mi pie y le dije que íbamos a jugar de otra manera, porque ya estaba muy pesada para jugar de esa manera.
Y me dijo:
Milu: Y cómo vamos a jugar entonces? Preguntó eso mientras se despegaba de mi pie y se ponía de pie.
Yo: le dije mira, yo me voy a acostar en la cama como si fuese un caballo y vos vas a subirte arriba mío a cabalgar.
Te gustaría?
Milu: Siiii papi.
que divertido!!!!! Me dijo
Yo estaba tan caliente que ya quería tenerla arriba mío y verle esa conchita más de cerca.
Me acosté boca arriba en la cama pero con las piernas arrolladas y puse la verga ahí entre las dos piernas para que no se me note el chorizo duro y traté de taparme como pude con la bata.
Ella se subió a la cama y me preguntó cómo hacía y yo le dije que se suba arriba mío y que se siente en mi panza y que apoye su espaldita en mis piernas levantadas.
Así lo hizo, se subió arriba mío, se sentó en mi panza a la altura del ombligo y se echó para atrás recostándose sobre mis piernas levantadas.
Al hacer esto, se sentó y abrió las piernitas dejándome ver nuevamente toda su conchita al aire.
Me puse un almohadón en la cabeza como pude para de esa manera poder verle mejor esa delicia que tenía entre sus piernitas.
Mientras le miraba su cosita le dije que comience a cabalgar y que haga saltitos como si estuviese andando arriba de un caballo.
Comenzó a hacerlos y de ver esa imagen de su conchita saltando sobre mi ombligo me enloquecí y abrí mis piernas para que mi verga se sienta libre y no esté escondida entre mis dos piernas.
Al hacer esto, mi verga bien dura estaba apoyada sobre la espaldita de Milu que no creo que la haya notado debido a que estaba concentrada en sus saltitos.
No aguanté más y le dije que pare un poquito, la hice poner de pie arriba mío y mientras iba a acomodando mi verga sobre mi panza y tapándola con mi bata, le pregunté qué pasó con sus calzoncitos? (braguitas) que no tenía nada puesto, se mira y me dice: Siiii papi, es verdad, no me había dado cuenta y mientras dice esto no sé porque ella misma se abre la conchita como fijándose de que no tenía nada puesto y a mí en ese momento me agarró un éxtasis sexual.
Viendo a mi bebita, parada arriba mío mirándose su conchita y abriéndosela fue lo mejor que me pudo haber pasado en ese momento.
Le dije: bueno no importa bebita y la ayudé a cerrarse la batita no porque sea bueno, sino por el plan que ya tenía en mente.
Le dije que se siente nuevamente para volver a cabalgar y por fin mi palo que estaba a reventar entró en acción.
Ella comenzó a hacer saltitos con su concha y al no tener mis piernas levantadas como antes pude ubicarla de manera que cabalgue arriba de mi trozo de carne.
La agarraba de la cintura y no podía creer lo que estaba pasando.
Mi hija tenía la bata cerrada pero su conchita seguía ahí debajo sin ropita y sin nada que la cubra.
Estuvimos así unos minutos hasta que decidí dar un paso más.
Mientras ella estaba dando saltitos fui abriendo mi bata sin que ella se diera cuenta y fui dejando libre mi palo caliente y fue en ese momento en el cual su conchita y mi vergón se pusieron en contacto.
Ella en su ingenuidad no notaba nada, estaba concentrada en divertirse jugando al caballito pero no se daba cuenta de que me estaba dando el mayor placer que jamás había sentido, por lo prohibido, por ser mi hija, por la diferencia de edad, por ser un adulto totalmente caliente y chorreando líquidos de mi verga y ella jugando como cualquier niña de su edad.
Y yo lo estaba viendo todo, por una abertura que se le hacía a la batita ya que sus piernitas estaban abiertas podía ver el contacto entre su vaginita y mi chorizón.
Yo ya tenía toda la pija mojada y le pedí que en vez de hacer saltitos como caballito, que comience a hacer movimientos sentada como estaba para adelante y para atrás.
Como no entendió muy bien, yo la agarré de la cinturita y le enseñé como debía hacerlo.
Lo que tenía que hacer era tan simple como refregar su conchita arriba de mi vergón.
Le pregunté si tenía calor y me dijo que si así que le dije que se saque la batita y se quede sin nada.
Yo le dije que también me la iba a sacar pero que ambos íbamos a taparnos los ojos con esos tapaojos para dormir, de manera que ninguno pueda ver al otro desnudito y seguir jugando así sin vernos.
Le puse el tapaojos y le dije que yo también ya me lo había puesto (lo que era una total mentira) y como pude me saqué mi bata y la de ella.
Ahí estábamos, padre e hija, desnudos en la cama, yo totalmente excitado y empalmado y ella arriba mío con su conchita virgen presionando mi vergón que estaba que explotaba de jugos.
Y así comenzamos con el nuevo juego mientras ella no veía nada y yo veía todo, le dije que haga los mismos movimientos que estaba haciendo anteriormente a lo cual yo también la ayude agarrándola de la cintura y haciendo mis movimientos de cadera para poder tallarle bien su conchita con mi verga.
Estuve disfrutando como loco por dos minutos así hasta que me dice
Milu: Me raspa papi…
Yo: En dónde te raspa mi amor? Le pregunté con una voz totalmente de excitación.
Milu: Acá, y se lleva su mano a su conchita
Yo: pero estoy con los ojos vendados Milu.
Le dije: Agarrá mi mano y ponela en el lugar que te está raspando.
Acto seguido llevó mi mano a su conchita y le dije: a ver bebita, acostate boca arriba a ver si papi puede aliviarte ese ardor que tenes.
Le dije que no se saque los tapaojos para que no vea nada de lo que iba a suceder y me le acerqué con mi cara cerca de su conchita y se la abrí para ver cómo estaba.
La tenía muy rojita debido al jueguito que habíamos tenido y no lo dude dos veces y le pasé la lengua por toda su vaginita.
Le mandé la lengua por todos lados y hasta la metí en la entradita y le dije si ahí era donde le ardía y me respondió con un sí.
Le dije que ahora papá veía cómo haría para curarla.
Me bajé nuevamente con mi cara y se la seguí chupando toda y le preguntaba: te arde bebé? Mientras estaba como un loco masturbándome a mil.
Me quería devorar toda esa conchita virgen de mi hija y cuando estuve por acabar me detuve.
Mientras le abría la conchita con mis dedos para ver cómo estaba en la partecita de adentro le dije que para curarla iba a tener que ponerle una cremita por fuera, así que en ese momento saqué de mi mesa de luz al costado de la cama un sobrecito de vaselina, lo abrí y se lo puse por toda su concha rojita y le dije que le iba a tener que poner un dedito adentro para poder curarla en todas partes.
Me volqué toda la vaselina en la mano y como pude puse un poco sobre su veginita y también aproveché para ponerme sobre mi verga para poder masturbarme mejor y que no se me irrite.
Acto seguido le dije que iba a meterle un dedito para poder curarla ahí adentro y así lo fui haciendo.
Le abrí con dos dedos sus labios y le introduje de a poquito uno de mis dedos, solo un poquito mientras estaba a full amasando mi palo caliente que a esta altura ya estaba por reventar.
Era demasiado ya para mí todo lo que estaba viviendo y disfrutando con mi hijita así que le saqué el dedito metido en su entradita y le dije que le iba a poner una cremita calentita sobre su conchita, para así terminar de curarla.
En realidad le iba a tirar toda mi leche sobre esa conchita que tanto me había calentado.
No aguanté más y dirigí mi vergón de 22cm sobre su conchita, comencé a masturbarme salvajemente sobre esa rayita cerradita, ya no me importaba nada, ni los movimientos bruscos, ni que me viera haciéndole eso.
Sólo estaba concentrado en lograr el mayor placer que jamás había sentido en mi vida.
De lo exitado que ya estaba le comencé a hablar muy sexualmente y le decía: Te gusta lo que te hace papi bebita? Pero no me dijo nada.
Sentis cómo te cae el juguito en la conchita mi amor? Los líquidos preseminales le caían en la conchita pero ella no sentía nada y seguía con los ojos vendados.
Le comencé a refregar mi verga por toda la rayita de su concha.
Yo ya no aguantaba más.
Estaba por acabar y le pregunté: La sentís mi amor? Sentis como papi te la pone ahí arriba? Me respondió con un SÍ quejándose, pero yo de lo caliente que estaba lo tomé como un sí de una puta que lo está gozando a más no poder y fue ahí que comencé a sentir que ya se me venía el tremendo orgasmo.
No podía ya pensar en lo que hacía, sentía que estaba a punto de acabar, le veía esa conchita toda roja y muy lubricada con vaselina, y le Dije nuevamente: La sentís Bebe en la entradita? Y no me dijo nada.
Y para terminar le dije: Si no la sentís ahora papi te la va a meter bien.
Y en eso no me importó nada, no aguanté más, se la apoyé en la entradita, hice fuerza y le hundí mi vergón caliente en su conchita, AAAAAAYYYYYYYY MI VIDA!!!!! le metí la mitad de la verga de una y no pude aguantar más.
Estaba tan cerradita esa conchita que me apretaba la verga a más no poder.
Se me venía toda la leche a la punta de la verga para salir.
Le dije: AHÍ LA TENES ADENTRO MI AMOR y con movimientos bruscos de penetración AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH comencé a llenarle toda la conchita con la abundante leche que tenía adentro mío.
Comenzó ella a quejarse mientras yo estaba en pleno orgasmo y no me importó, le dije: AAAAHHHHHH Ahí la tenes toda mi amor aaaaahhhhhhhh te estoy llenando toda la conchita uuuuuuuuu Aayyyyy bebé, tomá toda la lecheeeee uuuuuuuu.
bebé mira lo que me hiciste hacer para curarte… aaaaahhhhhhh sentí el último lechazo que le di y me caí sobre ella.
Estuve un minuto con mi verga a medio meter en su conchita, sintiendo como palpitaba dentro de ella debido a su estrechez y decidí sacársela con cuidado, yo aún la tenía muy dura, me tapé con un almohadón y le dije que se saque los tapaojos que ya la había terminado de curar.
Ella se los sacó, se sentó y se miró la conchita que de ella estaba saliendo un poco del esperma que le había metido hace unos minutos atrás y yo le dije que no se asuste que esa era la cremita para curarle el ardor.
Le dije que se vaya al baño, me puse la bata y fui a bañarla.
La bañé, le puse nuevamente su batita y nos sentamos a comer.
Le dije que no le diga nada a su mamá de nuestros jueguitos y me dijo que ese iba a ser nuestro secreto de hija y papi.
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Este es un relato ficticio.
Nunca ha pasado tal historia.
Este relato sólo es real y cobre vida en la mente de quienes lo leen y se lo imaginan.
Espero disfruten la lectura.
ATTE: CuloSabroso
Acabe dos veces leyéndolo
rico
Muy rico
Uno de los mejores relatos leidos
Suertuda