Juguemos con Lupita
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Manuelillo.
Por aquel entonces yo estaba en pleno despertar sexual como todo chaval, me pajeaba con algunas fotos o películas a escondidas y miraba con atención como se desarrollaba el cuerpo de mis amigas.
Un buen día de navidad visitaba la casa de mis tios y me mandaron a jugar con mis primitas para distraerlas antes de cenar así que me dirigí a su habitación y allí estaban ellas jugando con sus muñecas y otros juguetes, mis primos mayores aun no volvían de trabajar o bien estaban haciendo las últimas compras y mis padres y tíos estaba terminando la cena y poniendo la mesa, así que estábamos solos los 3, mis primas muy monas traían vestiditos para la celebración, así que mientras ellas jugaban yo me puse a ver la televisión sin prestarles mayor atención, entre juego y juego lupita de 5 años y Marí de 6, se aventaban en la cama y sin mayor reparo me dejaban sus colitas al descubierto, ahí pude ver los lindos calzoncitos, blancos y con algunos dibujitos de mis primitas, para mi era algo muy coqueto al principio y sólo las miraba de reojo.
Al cabo de un rato las niñas me pidieron que jugara con ellas, accedí por mera distracción y me dieron una muñeca, yo solo seguía la corriente de sus juegos, las muñecas convivían entre si e iban de un lado de la cama a otro, fue aquí, en un paseo de sus muñecas al extremo donde yo me encontraba, que mi primita menor lupita se acerco con su Barbie a jugar con la mía, para esto se acomodo con las piernitas en posición de mariposa y entonces pude ver sus piernitas encima de las rodillas y sus calzoncitos de frente, en ese entonces sentí un deseo morboso y mi verga comenzó a levantarse. En ese momento trate de reprimir esa reacción, bloquee mi cerebro y mire hacia otra parte, sin embargo la idea ya estaba insertada, sólo tenía ganas de ver su ropita y tocar un poquito su breve piel.
Esa noche cenamos, convivimos un rato y poco a poco algunos se fueron a dormir, los mayores se quedaron en la mesa principal bebiendo, mis primitas estaban jugando en los sillones de la sala y yo estaba jugando con mi primo videojuegos ahí mismo, después de un rato mi primo se fue a dormir, mis primitas seguían jugando en la sala aunque ya con cara de sueño y yo, como era invitado, pues no sabía donde dormiría, así que me uní a mis primitas a jugar un poco, después de un rato me dijeron que me tocaba sillón, así que me quede el rato jugando en lo mis primas se iban y me dejaban dormir. Marí la mayor, cayo primero de sueño y se fue a su cama, lupita la menor quería seguir jugando, ya eran como las 2am y le di gusto y me quede con ella, yo me caía de sueño, ya me habían dejado un par de cobijas y la almohada para dormir ahí pero esa niña parecía tener mucha pila, le seguí el juego un rato hasta que se quedó dormida ahí conmigo.
Mis tios me pidieron que se quedara un rato hasta que estuviera profundamente dormida y así no se volviera a despertar en toda la noche, yo accedí y ellos la cubrieron con una manta, como yo soy alto y no cabía muy bien estando mi prima ahí, decidí sentarme a lado de ella y dormitar un poco hasta que se fuera, me cubrí con una cobija y me disponía a descansar, sin embargo lupita que aun dormitaba sintió mi cuerpo a su lado, se recargo sobre mí y me abrazo ligeramente con su mano derecha.
Sentía como su calorcito me cubría, ella se acomodaba y restregaba su cuerpecito hacia mí, seguramente imaginando que era una cobija o su almohada, entonces sentí el palpitar deseoso en mi cuerpo, mis manos se estremecían y mi miembro estaba algo inquieto, comencé a pasar mi mano derecha hacia su cuerpo, me cerciore que la manta cubriera bien su cuerpo, y puse mi mano en sus piernas para ver si reaccionaba o estaba durmiendo, no encontré respuesta, así que comencé a acariciarlas poco a poco, estaba muy nervioso, sin embargo tenían diminutos y abundantes vellitos que eran un cosquilleo a mis manos, sin respuesta alguna decidí subir mas a fondo mis traviesas manos, su entrepierna era totalmente suave e incluso me di el lujo de apretarlas un poco, lupita solo se movía un poco pero ya parecía profundamente dormida, intente tocar su calzoncitos, sin embargo estaba en una posición incómoda y sólo pude hacerlo brevemente pues no quería hacer un movimiento brusco y despertarla.
Sentir mi mano ahí me prendió de volada al 100% y mi verga ya dura desde hace rato se puso tensa, tanto que me dolía entre el pantalón y tenía unos deseos cabrones de jalármela aunque fuera un poco, ya caliente de la cabeza me decidí, me cerciore que mis tios siguieran festejando en el comedor y nos cubrí a ambos con mi cobija, me acerque los más que pude a su cuerpesito y entonces baje el cierre de mi pantalón debajo de las cobijas, como pude saque mi verga de entre los boxers (bendita ranura frontal que les hacen) y ahora si…. La manita con que lupita me abrazaba la fui bajando hasta mi verga, la pose sobre ella y ahí la deje un momento, su mano estaba calientita y apenas cubría la mitad de mi miembro. Tome mi mano sobre su manita y comencé a jalármela de arriba abajo suavemente para no despertarla, era más la excitación de tener esa otra mano pajeandome que el movimiento en si, pero era deliciosa la sensación y yo estaba encantado, para rematar cruce mi mano izquierda muy poco ortodoxamente para acariciar sus piernas.
Mi mano derecha pajeandome con ayuda de su manita mientras la izquierda le acariciaba las piernas, que rica sensación, así estuvimos como unos 10 minutos, ella comenzaba a moverse pues yo me la jalaba más rápido con su manita, así que antes de venirme, ensuciarla y complicar las cosas decidí detenerme, no sin mucho esfuerzo, e irme al baño a terminar mi chamba. A ella se la llevaron después de un rato a su cama sin problema alguno.
Ese fue el primer encuentro que tuvimos, ya después yo me ganaría su confianza y le enseñaría a colaborar conscientemente y demás pero se los contaré después, espero les guste mi relato.
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