Jugueteos con mi primito de 8
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
¡Hola! mi nombre es Sebastián… actualmente tengo 23 años y este será mi primer relato de una experiencia vivida hace ya unos 6 o 7 años con uno de mis primos.
Todo comenzó cuando en ciertas ocasiones iba de visita a la casa de mis tíos, donde tenía 4 primos. En esos tiempos yo habría tenido unos 16 años aproximadamente. Siempre que iba mi primo de 8 no paraba de seguirme, queriendo jugar conmigo todo el tiempo. A mi al principio me desagradaba un poco eso, ya que resultaba bastante cargante, pero al final accedía. En estos juegos, notaba que mi primito era bastante cariñoso, y le gustaba subirse en mis piernas y ese tipo de cosas, lo cual en ocasiones me ponía bastante excitado. Ya no recuerdo exactamente como se dieron las cosas, pero creo que fue jugando al típico cachipún. Recuerdo que comenzamos jugando a esto, y el que perdía debía pagar una penitencia, así que aprovechándome de esto, cuando gané, le pedí que me enseñara su penecito, que en ese tiempo era bastante pequeñito, Luego de que me lo enseñó, las cosas fueron subiendo de nivel.
En un momento perdí yo, y el me pidió que le mostrara mi verga, la cual le enseñé en su mayor estado de erección, lo cual le asombró mucho. Así seguimos jugando, mostrándonos todo nuestro cuerpo, y siguiendo con tocasiones, lo cual me ponía demasiado cachondo, y por lo que veía, a él también, ya que permanecía todo el tiempo con una erección pequeñita jejeje Después de las tocasiones, siguieron los besitos en partes el cuerpo, en donde mi primito, me pidió que le besara su cosita, lo cual no tuvo que perdírme dos veces ejjee aunque sólo comencé con un besito chiquitito… pero con el paso del tiempo, ya terminé chupándole su penecito y sus coquitos bastante rato, y el hacía lo mismo con mi verga a punto de estallar de excitación.
Estos contactos fueron dándose con bastante frecuencia, ya que cada vez que iba de visita, mi primito me buscaba para que jugáramos, llevándome a las piezas más apartadas de su casa para que nadie fuera a pillarnos. En estos reiterados jugueteos, era siempre él quién comenzaba con el morbo, ya que el cachipún era su juego preferido, aunque después también jugabamos a esconder cosas en nuestros cuerpos, lo cual también resultaba bastante excitante. Esos tiempos fueron super entretenidos, y el riesgo de que fueran a encontrarnos le agregaba mayor excitación al momento. Ahora ya estamos más grandes, y mi primito es todo un adolescente, pero nunca más volvimos a jugar o a hablar del asunto, lo cual es una lastima ya que está super bonito.
Esta no es mi única experiencia, ya que a lo largo de mi vida he tenido bastantes encuentros similares o de otro tipo, entre esos un tío menor que yo, un hermano, un primo y bastantes de mis amigos jejejeje pronto escribiré otro relato sobre esas experiencias.
Saludos a la página, debo confesar que últimamente he estado pegado leyendo, lo cual incluso ha reemplazado mi adicción por el porno ajajajaj
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