Junto a mi hermana Julieta perdimos la virginidad
Julieta es mi hermana menor, tenía 11 años y yo 13 cuando nos iniciamos en el sexo. La curiosidad y las hormonas pudieron más que los las familiares..
Julieta, hermosa por donde se la mire. Un pimpollo de 11 años que está floreciendo, sus pechos son llamativos, no solo por su tamaño si no también por su forma. Altos, puntiagudos con pezones agresivos. Es alta para su edad y su cuerpo hasta hace unas semanas flacuchento ahora se está rellenando y no deja de llamarme la atención sus largas y bien torneadas piernas que terminan en un par de nalgas muy bien formadas, redonditas y tersas. Hace ya cinco años que practica patín carrera lo que le ha formado unas poderosas piernas y mantiene una figura especial. Además debo reconocer que es idéntica a mi madre pero con 20 años menos. Mi madre también es una morocha preciosa con un cuerpazo, más de una vez me he masturbado con la idea de que tenía sexo con mi madre. Se podría decir que estoy enamorado de Ella. Complejo de Edipo e llaman. Pero también hay que reconocer que es una madre perfecta. Ella sola nos está criando a mi hermana y a mí luego de que nuestro padre falleció en un accidente laboral hace ya cinco años. Y nunca hemos sabido de que haya estado con otro hombre que no fuera mi padre. Ella es médica, especialista en ginecología. Por lo que en casa es bastante común que se hable de sexo, hay videos de prácticas sexuales para enseñanza de los niños, y por ejemplo hay varias muestras de diferentes productos que los visitadores médicos le dan a mi madre para promoción.
Yo soy un flaco esmirriado, de cuerpo pequeño, casi sin culo. jajaja. Pero lo que no tengo de gran físico lo tengo de carismático, soy simpático, muy amable y genero atracción en las mujeres, tanto grandes como chicas. Tengo facilidad para fraternizar.
Todo comenzó con la curiosidad de mi hermanita. Ella todavía no ha tenido su período, ya alguna de sus compañeras de colegio sí. Por lo que Julieta estaba muy intrigada al respecto, ya mi madre había hablado varias veces con ella del tema, explicado y juntas han visto un par de videos donde claramente se explican los genitales femeninos y masculinos, órganos reproductores, el coito y demás yerbas. Pero Julieta estaba muy intrigada y con verguenza extrema para pedirle a mi madre explicación sobre por ejemplo el pene. Nunca había visto un pene real, solo en fotos y videos. Por otro lado, un par de sus compañeras del colegio se masturbaban y se lo habían contado y Julieta se sentía en inferioridad de condiciones al respecto.
Una tarde estábamos los dos solos en casa mirando TV, y con mucha verguenza me pidió si la podía ayudar con algo. Obviamente que por mi hermanita yo mato a quien sea. Con algunos reparos y muy tímidamente me preguntó si yo podía mostrarle mi pene, ya que nunca había visto uno en vivo. Se imaginan la sorpresa, pero convengamos que yo hacía tiempo que espiaba a mi hermanita cuando se duchaba, o cuando se cambia, o cuando estamos en la piscina de casa y ella en su bikini parece una diosa. La verga se me pone como un palo. Un poco cohibido, simplemente me paré frente a Ella, me bajé el short y liberé mi pija. Que dicho sea de paso a la simple solicitud de mi hermana ya comenzó a ponerse dura. Tengo que confesar que cuando en el gimnasio nos vamos a bañar luego de la clase de educación física, soy del curso el chico que tiene la verga más grande. Lejos por varios centímetros es la más larga y también es bastante gorda. Mi hermanita al verla abrió grande los ojos. Se aproximó, la tomó entre sus dedos y la sopesó. La sacudió varias veces, la olfateó y corrió varias veces el cuero para atrás, dejando libre la cabeza. Con tanto toqueteo la pija se puso toda erecta con las venas sobresaliente. Mi hermana la miraba embelesada, Puse mi mano sobre su mano y le enseñé como masturbarme, inocentemente lo comenzó a hacer, con suavidad, seguía hipnotizada por mi palo. Suavemente le pido que me la chupe. Mi hermana está algo sonrojada, pero noto también que está intrigada y muy curiosa. Finalmente se mete la cabeza a la boca y comienza a mamarme la verga. A esta altura mi pija está en todo su esplendor, son 18x6cms de pura carne en barra.
Mi hermana se aplica en la mamada, y pronto estoy por acabar, no alcanzo a avisarle a Julieta y le lleno la boca de semen, ella sorprendida no atina a otra cosa que a tragar rápido. Levanta la vista intrigada, pero se nota que está muy cachonda. Le retiro la verga de las manos, la hago pararse frente a mí, ahora soy yo quien se agacha entre sus piernas, le bajo la calza y su bombacha dejándola desnuda de la cintura para abajo, ella no se resiste, creo que todavía no se da cuenta de lo que está pasando. Me acerco, la tomo por las nalgas y meto mi cara entre sus piernas accediendo a su lampiña vagina, que para mi sorpresa ya tiene algo de flujo. Mi hermana está excitada. Le doy una buena chupada de concha, convengamos que todo lo que hacíamos lo hacíamos por instinto y por haber visto tantos videos educativos. Aunque yo también había gastado buenas horas en ver porno. Mi hermana gemía suavecito y respiraba fuerte, me tenía tirando de los pelos y me quería meter dentro de su concha por la calentura, y de pronto sin aviso pegó un pequeño gritito y se le doblaron las piernas, si no la hubiera tenido tomada de las nalgas se hubiera ido al piso. Así encontró su primer orgasmo producto de las caricias de un hombre, bueno apenas un muchachito.
Quedamos los dos algo confundidos y muy calientes. En ningún momento pensamos que lo que habíamos echo estaba mal. Nos queremos tanto que hasta parecía inevitable que sucediera. Nos vestimos sin producir una palabra al respecto. Nos sentamos nuevamente a ver Tv, tomados de la mano. Obviamente no solo flotaba el olor a sexo en el living, también estaba entre nosotros el seguir avanzando, ninguno de los dos habíamos quedado satisfechos con la experiencia vivida. Sabíamos que hay mucho más.
Se hizo la tardecita, llegó mamá del trabajo y los tres preparamos la cena. Entre mi hermana y yo había un halo de misterio e intriga. Los dos sabíamos que iríamos por más. Mamá luego de la cena se ducho y se acostó cansada. Pronto estaba roncando suavemente. Como todas las noches entré a su habitación para apagar el Tv y cerrar la puerta de su cuarto. Con Julieta nos fuimos a mi habitación, casi sin hablar pero de común acuerdo buscamos en mi laptop una página porno de sexo explícito. Y nos dispusimos a mirar y a aprender. Ambos estábamos en ropa de cama, yo apenas con el pantalón del piyama y ella con un camisolín corto que dejaba prácticamente al aire sus nalgas. Estaba preciosa. Eso ya me tenía bastante excitado.
Luego de unos preparativos la chica del video le propiciaba una buena mamada a su novio, no es por agrandarme pero en determinado momento Julieta me mira y me comenta, Quique, ese tiene la pija más chica que la tuya. Yo me puse muy contento por ese comentario. Además ya tenia la verga parada haciendo carpa en mi pantalón. Como estábamos recostados en mi cama, uno al lado del otro, mi hermana de repente estira su mano y metiéndola por debajo del elástico del pantalón se apodera de mi pija. Inicia una caricia que luego se convierte en una tremenda paja. Yo hago lo mismo y meto mi mano debajo de su camisón y posiciono mis dedos entre sus labios vaginales, encuentro pronto su clítoris que ya está durito y también comienzo a masturbarla. Pronto los dos estamos paja contra paja. Mi pija está más grande que nunca. Mi hermana toma la iniciativa, y me pide que me baje el pantalón, lo hago y quedo totalmente desnudo. Ella sin yo pedírselo se saca el camisolín y me permite que observe su hermoso cuerpo, sus pechos turgentes con los pezones duros, su lampiño monte de venus. Me duele la pija de la excitación. Me recuesta en la cama y sin mediar palabra entre los dos se sube a caballito de mis piernas, lo que deja su vagina sobre el lomo de la verga. Comienza a frotarse y a estimularse. Pronto está muy caliente y yo igual. Se hiza sobre mi miembro y tomando la verga por el tronco se lo posiciona entre sus labios vaginales y amaga a sentarse. La cabeza cuesta que entre, ella se queja un poco pero no ceja en su empeño, al fin está bien lubricada y la tripa inicia su camino en pos de la virginidad de mi hermana. Es estrecha y cuesta que se deslice hacia adentro, ella se esfuerza y logra que la pija entre hasta su himen. Allí se trabó. No se animaba a más, le dolía bastante. Es que para una niña de 11 años es una muy buena verga la mía. Pero ella está decidida a que la penetro y tomando coraje pega un fuerte sentón, la verga rompe el himen y se entierra en mi hermana hasta topar con la punta en su útero. Mi hermana llora en silencio, no atina a moverse. Está clavada hasta el fondo. Yo no atino a nada, siento como las paredes de su vagina pulsan alrededor de mi pija. Luego de unos momentos Julieta comienza a moverse lentamente, las sensaciones son tremendas, la calentura que me embarga es terrible, me desespera, la tomo por la cintura y comienzo a cogerla con ganas y con fuerza, se la entierro hasta el fondo y se la saca casi toda, pronto está desaforada, se entrega por completo, cabalga la verga con desesperación y así llega a su primer orgasmo luego de haber perdido su virginidad, y siguió dale que te dale, ya saltaba arriba de la tripa y no pude aguantar más, me vine en potentes chorros inundando su vagina con mi semen, eso hizo que mi hermana volviera a tener otro orgasmo y quedó laxa sobre mí, con la poronga incrustada hasta el fondo. De a poco fue bajando la calentura, nos separamos y nos abrazamos. Luego fuimos juntos al baño a lavarnos. Nos habíamos desvirgado uno al otro, y sólo era el principio de un amor que dura ya cuatro años. El sexo fue una forma de unirnos y experimentar cosas geniales. Luego les contaré como fue el descubrimiento del sexo anal.
Woooooooooooooooww! estaré pendiente para leer la siguiente historia!