Kevin
Las vivencias con mi cuñadito. .
Tuve una novia con la que duré mucho tiempo, aproximadamente 5 años. Cuando comenzó nuestra relación yo tenía 16 años y ella era un año mayor que yo.
A los dos años de relación, por algunos problemas que tuve con mis padres pase a vivir a casa de su madre, donde vivía su mamá, ella, y su hermano. Pará ese entonces nuestra relación se había tornado monótona, y de hecho yo me llegué a enterar de que ella me engañaba. Pero la razón de seguir con ella tanto tiempo fue precisamente mi cuñadito quien en ese entonces tenía 6 años, era un niño muy tímido, de tés blanca, algo llenito y altito para su edad, unos ojos oscuros muy grandes, y su cabello rizado, como su mamá.
Desde que lo conocí me tomo mucho afecto, igual que su mamá. Quizá era porque siempre estaba dispuesto a jugar con él. La verdad es que nunca me pasó por la mente, verlo de una manera que no fuera como mi cuñadito consentido.
Tenía unos meses ya viviendo con Sandra, cuando un día se me ocurrió pasar a recogerla a su trabajo. Estaba parado en la acera de enfrente esperando a cruzar, y en ese momento comprobé lo que ya me habían dicho. Estaba ella besándose con uno de sus compañeros. Me regrese a casa muy triste, pero sobre todo con mucho coraje. Cuando ella llegó, no se aun porque, pero no le dije nada.
Al día siguiente mi suegra entraba a trabajar a las 8 a.m. Y supuestamente Sandra también tenía que entrar temprano, algo que yo se que no era cierto, porque conocía sus horarios. Me pidieron de favor si podía cuidar a Kevin en lo que su papá lo recogía a la 1 de la tarde. Ya antes lo había cuidado así que no le vi problema.
Cuando ellas se fueron Kevin se quedó viendo televisión en la recamara de su mamá. Un rato más tarde, como a las 9 de la mañana ya no podía conciliar el sueño, así que me dirigí al baño, estaba orinando, deje la puerta entre abierta sin ninguna intención realmente. De pronto volteé y vi a Kevin viendo por la parte que quedaba abierta.
-¿Toño porque lo tienes tu pene tan grande?
Me sentí apenado y guarde mi miembro. – Es grande porque cuando vas creciendo también va creciendo contigo.
El mío es muy chiquito, dijo, mientras bajaba el cierre de su pijama, que era un tipo mameluco completo, de cars, su película favorita. Bajo su pijama y luego su blanquita ropa interior. Dejándome ver su cuerpo completamente desnudo. Con unos deditos tomó su pequeño y blanquito pene de apenas unos 3 cm, totalmente cubierto por su prepucio. Debajo unas bolitas chiquitas, aunque su suave escroto se veía colgadito.
Mentiría si dijera que ver a ese niño desnudo tocarse no me había gustado, pero no sabía cómo reaccionar, y mi moral trataba de desviar el tema.
¿Y estas bolitas que son? – dijo mientras se tocaba sus pequeños y tersos huevitos, sin ningún vello.
-Son tus testículos, también crecerán.
-¿Ty también tienes? Me pregunto
Solo le conteste que si, para luego retirarme a mi recamara, huyendo de aquello que había sentido.
Entre a mi recamara y el me siguió, dejando atrás su ropa.
-¿Me dejas ver como son? Me dijo
Estaba en un debate moral en mis adentros, pero al verlo hay desnudo frente a mi cama, pidiéndome ver mis testículos, no me resistí más.
-Solo si prometes no decirle a nadie que te deje ver.
-No lo diré
Volví a bajar mi pijama y mi bóxer hasta las rodillas dejando mi miembro al aire, siempre me a gustado tener el vello recortado, lo cual hacia que se viera aún más grande de lo que realmente era, media unos 18 cm erecto, algo grueso. En ese momento estaba en reposo, de apenas unos 12 cm.
Me senté en la cama dejando ante su sorprendida vista mis geniales. Sin pedírselo y sorprendiéndome, llevo su manita hasta mis bolas y comenzó a palparlas. Mi pene inmediatamente reaccionó, empezando a crecer ante su vista. Y es que sentir el calor de sus manitas acariciando mis huevos me enloqueció.
-¿Por qué tu pene esta creciendo? Pregunto el niño curioso
-Es que si lo tocas te crece. Le dije mientras compense a tocarle su penecito.
Sin pedírselo se sentó a un lado mío y compenso a tocar mi verga, que ya estaba completamente erecta.
-Mira para que crezca tienes que moverlo así. Le dije mientras con dos de mis dedos pajeaba ese lindo miembro de niño.
Entendió rápido, y tomó lo mas que pudo de mi polla con su manos y comenzó a masturbarme. Su pollita se puso dura, de unos 5 cm, aún cubierta por su blanco glande, se podían ver unas venitas marcarse por su erección y lo blanco de su piel.
-Es mas grande que el de mi papi.
-¿Ya se lo has visto?
-Cuando nos bañamos, pero no me deja agarrárselo. Pero el tuyo me gusta mas porque el de mi papi está negro y tiene muchos pelos.
-Te lo voy a enseñar cada que quieras, nada más no le vallas a decir nada a nadie.
Me sentía en les nubes con esa manita masturbando torpemente mis 18 cm. Ya no pude aguantar mas y sin avisar mi polla comenzó a arrojar varios chorros de semen, llenándose solo un poco esa inocente manita, ya que cuando comenzó mi eyaculación el rápido me soltó. Tuve que continuar yo para disfrutar mi orgasmo.
-Wacala Toño ¿Por qué te hiciste pipí? Me dijo en ese momento.
-No es pipí, es algo que nos sale a los hombres cuando nos hacemos crecer el pene. A ti también te saldrá cuando crezcas.
Le pedí que se vistiera, y que luego jugaríamos. El se vistió y se quedó jugando en mi recamara como si nada hubiera pasado.
Su papá llegó por el a la hora de siempre, me agradeció por cuidar a su hijo y se fueron.
El resto de él día me la pasé pensando en ese inocente niño, sobre todo en su cuerpecito suave, necesitaba que fuera mío. Ahora la menor de mis preocupaciones era mi novia y su infidelidad.
Con lo que vio tu cuñadito y con lo que toco tu verga ya se le quedo grabado y el te lo va a pedir para que termine mamandote la verga ya despues le netes la verga y sera para ti tu putito
Buen niño , me encantaría tener un hijo para enseñarle todo