Kevin 2
Continuo con mi cuñadito.
Ese mismo día me encontré con Sandra a la hora de la comida, estábamos comiendo en una fonda cercana a su trabajo, cuando su mamá nos llamó, se encontraba muy alterada y pedía que fuéramos a la casa.
Cuando llegamos le pidió a Sandra que fuera a la recamara con su hermano. Yo me quedé con mi suegra y el papá de Kevin. Al parecer Kevin le había contado a su papá lo sucedido.
Lógicamente lo negué todo, y les dije que el me había visto mientras orinaba, y el me había preguntado el porqué mi pene era más grande que el suyo y el de su papá. Que yo solo le había explicado que a él también le crecería cuando fuera grande.
En ese momento las cosas cambiaron, ya que mi suegra empezó a cuestionarlo, ahora a su pareja, el porque el niño lo había visto desnudo.
-Cuando nos bañamos me ha visto. Pero esto es diferente, porque el me dijo que sentía sus manos sucias.
Llamaron a Kevin, y cuando escucho mi versión, el dijo que eso era lo que había pasado. Mi suegra se tranquilizó e incluso me pidió una disculpa por lo sucedido. Por otro lado el papá de Kevin no se quedó muy tranquilo, pero tuvo que tranquilizarse también.
Después de eso, yo comencé a ser más distante con Kevin, incluso deje de jugar con el. Su papá ya no lo dejaba nunca a mi cuidado.
Pasaron unos meses con esa situación, y se acercaban las fiestas de navidad. Una semana antes de navidad, mi suegra recibió una visita de uno de sus ex novios y se vería con el, razón por la que la noche de el sábado no estaría en casa. Coincidió que ese día Sandra tendría la posada de su trabajo, a lo cual supuestamente no podía llevar acompañantes.
Mi suegra se fue el sábado temprano y dijo que regresaría hasta el domingo en la noche. Sandra iría en secreto a su evento, ya que se suponía que Kevin ya no se tenía que quedar a solas conmigo, según su papá. Como ambas lo estaban ocultando al final me quedé solo con Kevin. Sandra se fue a las 7 de la noche, solo me pidió que le diera su pijama a Kevin para que se la pusiera.
Después de que se fue, me quede en la sala viendo televisión y Kevin en su recamara jugando videojuegos. Como a eso de las 9 de la noche le lleve su pijama y le dije, que se la pusiera.
-¿Me ayudas a ponérmela?
-Tu puedes solo. Y me di la media vuelta.
-Ayúdame, mi mamá siempre me ayuda.
Accedí y me para en los pies de la cama, el se puso de pie al borde de la cama. Primero le quite su playera, para luego desabrochar su pantalón.
Cuando estuvo semidesnudo con sus pequeños calzoncillos blancos frente a mi lanzó la pregunta.
-Toño ¿Sigue creciendo tu pene?
Controlándome le dije – No me preguntes eso, ya ves que tu papá se enoja.
Bajo su calzoncillo dejando su hermoso penecito frente a mi.
-Mira el mío ya esta creciendo.
-No me enseñes, porque tu papá nos regaña.
-Ya no le voy a decir, para que no nos regañe.
-No Kevin, termina tu de vestirte.
-No le voy a decir déjame ver como te crece.
Puso carita, como suplicando el que le mostrará.
-Bueno, pero de verdad no tienes que decirle nada a nadie o de verdad ya no te voy a querer, y no volveré a jugar nunca contigo.
-Enserio ya no le voy a decir.
Volví a colocarme frente a él, pero en esta ocasión me desnude completamente, después de todo, nadie podría molestarnos hasta la madrugada que regresará Sandra.
Mi pene ya estaba erecto, y deseoso de sentir el calor de ese niño.
Le comencé a pajear su penecito, que también ya estaba erecto. Se lo jale unos 2 minutos mientras el se quedaba viendo mi cuerpo desnudo.
-Te toca a ti hacer que me crezca.
Se hinco en la cama y tomo mi miembro, masturbándome con sus dos manitas.
-Mira te esta creciendo, y esta mojado. Dijo mientras se reía un poco.
-Kevin hay también otras formas de hacerlo crecer ¿Quieres que te enseñe?
Le pedí que se recostara en la cama, luego me hinque, dejando su inocente intimidad a centímetros de mi cara.
Pase mi lengua por sus huevitos, hasta la punta de su pequeño miembro. El solo se estremeció y suspiro. Coloco una almohada para poder ver bien que era lo que le hacia. Seguí dándole lengüetazos y besos en sus genitales. Hasta que sin decirle, metí por completo su pedacito de carne y sus bolitas en mi boca. Era tan esquicito sentir sus contracciones en mi paladar. Su olor y sabor eran embriagantes.
En momentos chupaba solo sus huevitos mientras con tres dedos jugaba con sus vírgenes 5 cm, y en otros momentos pasaba mi lengua por su pequeño glande, el cual estaba cubierto por su blanco prepucio. Solo bajaba un poco, casi nada.
No pude evitar recordar cuando yo estuve en su lugar, e incluso hice lo mismo.
Tomé sus lindas piernas y se las flexione, dejando sus suaves nalguitas a mi merced. Fui bajando mi lengua hasta estar lamiendo su virginal anito.
-No, hay esta sucio, me dijo el riendo un poco.
-Tranquilo, te bañaste hace rato. Y te va a gustar.
No dijo más y seguí disfrutando de su delicado hoyito. Pasaba mi lengua entre sus nalguitas haciendo énfasis en su virginidad. Con mis dedos seguí masturbándolo, mientras el suspiraba y daba tiernos gemidos, que me calentaba aún más.
Me levante para luego recostarme en la cama donde el dormía con su mamá, pero ahora, me apreciaba a mi completamente desnudo masturbándome.
-Te toca ayudarme.
-Pero mi papá dice que esta sucio ¿también lo tengo que hacer?
-Si, solo son besitos y es como si chuparas un dulce. Además yo también me bañe.
Subió a la cama y se sentó sobre sus rodillas. Coloque unas almohada detrás de mí para poder apreciar bien a ese hermoso ángel desnudo.
-Dale besitos, como yo te hice.
Mi miembro estaba totalmente duro, como estaba recostado, se inclinaba hacia mí ombligo, dejando mis testículos también al alcance de sus labios. Tenía poco de haberme depilado, por lo tanto el no se encontraría con mucho vello, además que siempre fui lampiño y no me crecía mucho.
Lo primero que sentí fueron sus labios, dando besitos secos por el tronco de mi falo, hasta llegar a mis testículos, estando hay, comenzó a dar pequeños lengüetazos. Me sentía en el cielo sintiendo su húmeda lengüita que comenzaba a escalar mi verga. Cuando por fin llego a la punta, tomó mi polla con su manita y pasó la lengua por mi glande que estaba empapado de mi presemen.
-Esta muy salado wacala. Dijo mientras se apartaba.
-Pruébalo bien, te va a gustar, a tu hermana le gusta mucho.
Tome mi celular y le mostré un video donde Sandra me estaba haciendo sexo oral. Tenía los ojos abiertos como plato. En el video se veía a Sandra desnuda, mamando y masturbando mi pene. Vio el video completo de unos 8 minutos, donde al final me masturbaba, vaciándome en su boca. Tomando cada gota de mi semen.
-¿Entonces Sandy también te ayuda a que crezca tu pene?
-Si, a ella le gusta mucho ayudarme y lo hace de muchas formas. Te las voy a enseñar ahorita.
-Pero no me quiero tomar tu pipí.
-Ya te dije el otro día que no es pipí, y si te lo tomas te va a ayudar a que crezca tu pene, asi como el mío.
-Mira te voy a enseñar como Sandy también me ayuda metiéndoselo.
Se quedo atento al video que le puse, al parecer no entendía lo que sucedía en el. Era un video de unos 15 minutos en los que se veía muy bien como follaba a su hermana en posición de perrito.
El seguía muy atento viendo, cuando comenzó a tocar su pollita. Le gustaba lo que veía.
-¿Te gusta como se ve tu hermana sin ropa?
-Se ve bonita, y su pene se ve suave.
No pude evitar reírme. – No, las mujeres no tienen pene, se llama vagina y por hay es por donde entra nuestro pene. Tu mamá también la tiene ¿Se la has visto? ¿O sus pechos? Le indique cuáles eran en el video, con los de su hermana.
-No, cuando nos bañamos se deja su ropa.
Me levante y me pare frente a él, volviendo a dejar mi polla frente a su cara.
-Ahora si chúpalo y ahorita te enseñó más videos de tu hermana ¿Quieres?
Asintió solo con la cabeza, dejo de tocar su pene y llevo sus manitas al mío. Comenzó a pasar su lengua por todo el glande, y luego a meter lo que podía a su virgen boquita, solo entraba mi glande y un centímetro cuando mucho, sus dientes me lastimaban un poco, pero aún así sentir su calor y su suave lengua me hacían disfrutar de sobremanera, imitaba los movimientos que había visto en el video. De ves en cuando retrocedía para tomar aire y seguir mandando. Me sentía tan excitado, la mejor mamada de mi vida me la estaba dando mi cuñadito de 6 años.
Me lo mamo cerca de 5 minutos, al parecer su sabor comenzaba a gustarle. Cuando se separó dejó un hilo de líquido transparente desde mi polla hasta sus ahora brillantes labios.
-Sigue, para que te tomes la lechita.
-Es que no se me antoja.
-Pruébala, a Sandy le encanta tomársela y si lo haces, tu pene crecerá.
-Nooo. Me dijo algo disgustado.
-OK, mira entonces te voy a enseñar como hacerlo crecer de otra manera.
Volví a recostar e en la cama, el se tumbo a mi lado, así desnudos, volví a mostrarle otro video donde estaba follando con Sandra, en esta ocasión en posición de misionero. El veía el video mientras yo le seguía tocando su penecito que seguía duro.
-Mira si no quieres tomarte la leche, la vamos a meter como en el video.
-Si mejor, es que no se me antoja.
Lo acomode de costado y me coloque detrás de le, comencé pasando mi verga entre sus nalguitas, se lo frote un rato, el se quedaba quieto solo tocando su pequeño miembro. Coloque mi pene en su entrada y comencé a hacer precion. Estaba tan apretado ese hoyito que no me permitía entrar.
-Mira acomódate como en el primer video, así va a ser más fácil.
Se acomodo en cuatro, dejando su culito virgen apuntando hacia mi. Al ver lo blanquita y sabe que se veía, volví a pasar mi lengua por toda su intimidad, su ano virgen se veía rosita y completamente cerrado, ponía mi lengua intentando que entrará, pero este se contraía. El solo daba tiernas risitas.
Cuando lo sentí ya muy mojado por mi saliva, baje de la cama para ahora de pie, apuntar mi duro miembro a su entrada, empecé a hacer precion, cuando mi glande comenzó a resbalar dentro de él, se quejo y trató de alejarse, lo tomé de su culito y no se lo permití. Me quedé quieto un momento solo con mi glande dentro de su caliente y apretado ano.
-Me esta doliendo, quiero ir a hacer popo.
-Tranquilo, es porque es tu primera vez, ahorita se te pasa.
Después de estar quieto un rato, intente volver a avanzar. Pero esta ocasión pareció dolerle aún más.
-No puedo, siento feo, mejor no. Decía gritando casi al borde de llorar.
Lo que menos quería era que se asustara, entonces decidí mejor sacar mi pene de su virginidad ahora ya profanada.
-Mejor si me lo tomo Toño.
-Bueno, acomódate para darte la lechita. Solo se quedó viéndome extrañado por la palabra que use.
Volvió a meterse mi falo a su boquita, mientras con su manita me masturbaba, como estaba recostado, le indique con mi mano que girará, quedando sobre mi en un 69, yo también comencé a meterme ese pedacito de carne nuevamente, el cual se encontraba muy rosado de la punta. Ahora disfrute más de lamer sus pequeños huevitos y su ano que se veía aún más rozado. El lo estaba disfrutando, lo sé porque incluso hacía movimientos de cadera, como desesperado.
Por la posición en la que nos encontrábamos no alcanzaba a chupármelo bien. Mejor opte por levantarme, e hincarme y ponerlo así a mamar. Sentí como mi semen subía desde mis testículos y mis chorros comenzaron a salir, los primeros fueron directo a su garganta, el sentía que se ahogaba, entonces soltó mi pene, yo continué masturbándome, cayendo le el resto en sus labios y en su pecho desnudo. Le costó algo de trabajo tragarlo, por un momento creí que vomitaría. Cuando se repuso terminó de lamer lo que me había quedado en el glande.
-Me llenaste todo. Decía mientras mi semen le escurria hasta su partecita.
Me hinque y seguí chupándole su penecito, ahora con el sabor de mi semen.
Tomé un poco de lo que tenía en su pecho y se lo compense a frotar en su hoyito, sin dejar de hacerle su felación. Quizá por lo dilatado de hace un momento, por su excitación o por mi semen, mi dedo índice entró un poco en el.
Mientras saboreaba su miembro, metía mi dedo cada vez más en su interior, sentía como su esfínter se contraía.
-Toño quiero hacer pis. Me dijo con su voz agitada.
-Vamos al baño, lo que sientes es tu pene creciendo.
Entramos al baño, lo senté en el retrete, y seguí mamándoselo, metiendo nuevamente mi dedo en su virgen hoyito. El jadeaba, no se si le dolía pero su esfínter se movía de sobremanera.
-Enserio me voy a hacer pipí.
-No te preocupes hazlo, termina, se que te gusta.
Sentí como mi boca se empezó a inundar de su caliente orina, tenía un sabor salado que no me desagrado. Al contrario traté de beber lo más posible, pero mucha se desbordó mojandonos a los dos. Sabía que eso había sucedido por su gran excitación y aún no poder tener un orgasmo como debería de ser por su corta edad.
Se quedó quieto e inmediatamente su esfínter expulsó mi dedo.
Todo el baño era un desastre y el tenía mi semen ya secándose en su cuerpo.
-¿Kevin y si nos bañamos rápido? Para no oler a pipí.
Teníamos regadera eléctrica, por lo tanto en ese momento nos metimos a bañar. El se sentó en su banquillo y hay se quedó relajándose, mientras yo limpiaba los estragos de su orgasmo.
Cuándo termine de limpiar me metí a bañar con el. Estaba casi como dormido bajo el chorro de agua. Me pare detrás de él y sin pensarlo mucho, comencé a orinarme detrás de él.
Mi orina lo baño por completo, pero el no parecío darse cuenta. Esto volvió a causarme una erección, al parecer mi pene pedía más de mi pequeño amante. Intenté de nuevo provocarlo pero el solo quería dormir, así que no le insistí. Le ayude a vestirse y nos dormimos juntos en la misma cama.
Muy muy bueno