Kevin 4
Como siguen evolucionando las cosas con mi cuñadito .
Cuando Kevin cumplió 7 años, mi suegra le regalo el celular que ella usaba ya que ella se había comprado uno mas moderno, en ese entonces comenzaban apenas a salir los touch. Más que nada era para que jugará, solo lo usaba en la casa, de hecho no podía llevarlo a la escuela.
Siempre después de clases Sandra y yo lo recogíamos y lo cuidábamos hasta que su papá pasaba por el.
En una ocasión, el señor se había retrasado en su trabajo y Sandra tenía que irse a trabajar a las 4 de la tarde. No muy seguro de ello, me pidió cuidarlo en lo que el llegaba.
Era incierto el tiempo que estaría a solas con el. Además para la tranquilidad de el, le dieron las llaves. Después de que Sandra se fue Kevin y yo nos quedamos viendo televisión.
-Toño el otro día le tomé una foto a mi mamá. Me dijo el muy emocionado.
Me la mostró, estaba su mamá, una mujer madura de 45 años, desnuda de la cintura para arriba, se notaban los estragos de la edad, pero no era gorda, se podían ver sus tetas algo caídas pero muy apetecibles. Siempre fue una mujer muy vanidosa, su silueta se veía perfecta, achampañada de su cabello largo muy rizado. Me éxito demasiado ver desnuda a mi suegra.
-Trata de seguir tomándole fotos o si puedes grabarla. Le dije mientras tocaba mi pene sobre el pantalón.
-Pero y si se da cuenta me va a regañar.
-Mira para que no se den cuenta, me pasas las fotos y luego las borras. En ese momento le mostré como pasarlas por bluetood.
Tome mi celular y le mostré un video de Sandra tocando su vagina.
-Yo también tengo ganas de meter mi pene en el hoyito. Me dijo algo cabizbajo.
-¿Quieres sentir el mío? Y ya luego voy a tratar de que se lo metas a Sandy. Pero rápido que puede llegar tu papa. Le dije, mas que nada para tenerlo contento y siguiera siendo mi confidente.
Hay en la sala me acomode en el sillón, de tal forma que podía ver por la ventana si alcanzaba se acercaba. Baje mi ropa quedando desnudo de la cintura para abajo, dejando mi culo a su alcance.
Rápido bajó su pantalón escolar y su calzoncito, y empezó a acercar su pedacito de carne a mi. Con mis manos separe mis nalgas para que pudiera sentir más mi entrada, solo sentía como su penecito se restregaba, pero al querer penetrarme salia hacia arriba.
Para ayudarle se lo chupe un poco, así mojado con mi saliva, volvió a acomodarlo, y comenzó a frotarlo, entró solo un poco, o más bien nada, sentía sus ahora aproximadamente 6 cm entre mis nalgas, y su glande en la entrada de mi ano, era como tener un dedo meñique jugando en mi culo , me gustó sentir su calor y suavidad. Nunca había sido penetrado, a acepción de mi infancia cuando un doctor se propaso metiéndome el dedo, no me llamaba la atención, pero admito que tenerlo así, tratando de darme, como desesperado me encantó.
Mientras el torpemente se movía, yo me estaba masturbando de lo mejor, su pollita se sentía muy caliente y me enloquecía sentir sus huevitos chocar con los míos. Estuvo moviéndose unos 10 minutos.
-Quiero hacer pis. Me dijo con su vocecita agitada.
-Hoy no se va a poder Kevin, puede llegar tu papa.
-Kevin ¿me dejas también metértelo?
-Pero no quiero que me duela como el otro día.
-Va a ser despacito, para que no te duela.
Quizá por su excitación accedió, intercambiamos lugares, ahora el veía si alguien se acercaba.
Paro su tierno culito, ofreciéndome ese rosado hoyito. Primero se lo chupe, tratando de dilatar lo con mi lengua.
Acomode mi polla en su entrada e hice presión, a diferencia de la primera vez, mi pene entró un poco más fácil.
-Hay, ya me esta doliendo.
Ignore sus palabras y seguí moviéndome, solo con mi glande adentro, el se retorcía y encorvaba su espalda. Solo con unos 4 cm dentro, me masturbaba el resto con mi mano, eso para que no se saliera. Mi niño por fin me estaba dando el culito.
-Toño ya se paro el carro de mi papá. Con esas palabras, que sonaron como taladros, se dio por terminada nuestra sesión de placer.
-Si mañana tu papá vuelve a quedarse más tarde, lo volvemos a hacer, para que ahora si hagas pipí, dentro de mi.
El solo asintió, mientras ambos nos vestíamos. Su papá entró y nos encontró sentados viendo televisión. Observando con demasiada atención como buscando algún detalle que me delatara.
-Gracias por cuidarlo ¿no dio lata?
-Pará nada estuvo viendo la tele.
Estoy casi seguro de que se percató de él olor a sexo, pero aún así no dijo nada.
Esa semana transcurrió tranquila, solo lo recojiamos, jugaba con el hasta que su papá llegaba, no los juegos que yo quisiera, pero Sandra siempre estuvo en casa.
Llegado el sábado, los tres nos quedábamos juntos hasta las 4 de la tarde, a esa hora recojan a Kevin y Sandra se iba a las 5 a trabajar. Como yo tenia turno nocturno estaba todo el día en casa.
Por la mañana Sandra sacó a pasear a los perros, un pretexto para verse con alguien seguramente, ya que no quiso que la acompañáramos.
Me quede en la sala viendo televisión en lo que me daba sueño, Kevin fue conmigo. Estábamos viendo caricaturas.
-Kevin no has tomado más fotos de tu mamá.
-El otro día la grabe, hasta casi se da cuenta. Me dijo muy emocionado.
-A ver déjame ver.
Me presto su celular y era un video de 1 minuto y medio, eso porque no tenia mucha capacidad.
Por la toma se veía que Kevin estaba acostado en la cama y tapado, como durmiendo o al menos eso creía mi suegra.
Se acababa de quitar la bata de baño, estaba completamente desnuda, su cuerpo se veía muy bien, por fin veía ese culo, con algo de celulitis muy blanco, su vagina tenía vello, se notaba que lo recortaba. De su buro sacó algo que parecía ser lubricante, se veía la M de una marca muy famosa en México. Se sentó en un costado de la cama dando la espalda a la cámara, parecía que se ponía lubricante en la vagina, y se masturbaba, por el ángulo era imposible ver lo que se hacía, pero los ruidos la delataban. Tomaba su celular y al parecer se tomaba fotos.
El video se corto abruptamente con una última toma de ella haciéndose hacia atrás.
-Wooow que padre. Tu mamá está muy bonita verdad.
-Si, pero me gusta mas el cuerpo de Sandy.
-Ahorita no la e grabado, pero si sigues así, vas a poder meterle tu pene, ya está creciendo. Le dije mientras le acariciaba su penecito sobre la ropa. Metí mi mano en su short y se lo estuve tocando un rato, me gustaba sentir su cabecita marcarse dentro de su prepucio. El se dejaba y me veía mientras le hacía esos tocamientos, que eran prohibidos.
Cómo supuse, Sandra no tardó mucho en llegar, deje de tocarlo y seguimos viendo TV como si nada.
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