Kevin 5
De nuevo Kevin .
-Amorcito me encontré a Naye y me dijo que si hoy en la noche podíamos ir a su casa, pero mi mamá va a ir con Sergio y se va a quedar allá ¿entonces como le podemos hacer con Kevin?
-Yo tengo que trabajar, pero si quieres tu vas. Yo falto y me quedo con Kevin.
-De verdad amor, es que si quiero ir. Kevin pero no le vallas a decir a tu papá ni a mi mamá que te quedaste solo con Antonio.
-A mi me gusta quedarme con Toño, es mi mejor amigo. Dijo mientras me daba un abrazo.
A las 8 de la noche llego mi suegra solo para alistarse para volver a salir, casi enseguida se fue Sandra.
Esta vez estaba decidido a tenerlo completamente. No tenía precion de ningún lado, Sandra y su mamá regresarían hasta el día siguiente y su papá lo haría de la misma manera.
Prepare unos vasos de refresco y les puse algo de alcohol, solo quería que estuviera más suelto a la hora de la penetración.
El estaba en la recamara de su mamá jugando videojuegos. Le pedí que me juntara, jugamos un rato en lo que se tomaba el refresco. Tomó 3 vasos y se veía algo adormilado.
-¿Kevin me dejas medir tu pene, para ver cuanto a crecido?
-Tengo sueño y si mañana
-Si quieres duérmete, yo te pongo tu pijama.
Se desvistió quedando solo en su calzoncito. Se recostó y lo despoje de ellos quedando su tierno cuerpecito casi rosa totalmente descubierto.
El sólo se me quedó viendo en lo que yo también me desnudaba. Me subí en el besando toda su desnudes, deteniendo en su precioso miembro. Se lo chupe un poco para luego subir de nuevo pasando mi lengua por cada rincón de su intimidad. El solo se reía.
Llegue hasta su boquita y lo bese. El se quedó con cara de extrañado.
-Toño los hombres no se deben besar, eso me dijo mi papá.
-Lo que pasa es que te voy a enseñar como se hace el amor, para que puedas hacérselo a Sandy.
Se volvió a quedar quieto y está vez lo bese metiendo mi lengua, jugando con la suya, el se reía mientras con mis manos jugaba con su pene y sus bolitas.
Nos metimos a la cama incluso tapándonos con las sábanas, sus manos no se quedaron quietas y también me empezó a masturbar.
Me metí bajo las sabanas y devore su culito, metiendo un dedo en lo pasaba la lengua desde su miembro hasta sus sabes nalguitas.
-Te voy a hacer el amor Kevin. ¿Quieres sentirme?
Solo asintió.
Lo acomode de lado y empecé a restregar mi polla, cada intento de entrar se veía entorpecido por sus movimientos reflejo.
Fui al buro de mi suegra y saqué el lubricante que hay guardaba. Esta vez lo acomode boca arriba, con sus piernas abiertas, baje de la cama y poniéndome a su altura, bañe su hoyito con el lubricante, también me puse en el pene. Me puse en su entrada e hice presión, esta vez mi pene entró, el alcohol en combinación con el lubricante facilitaron la penetración.
Empuje metiendo unos 5 cm en su pequeño recto. El se quejo, casi gimiendo.
-Ya me esta doliendo, sácalo.
-Tranquilo ahorita se te va a pasar.
Comencé con el vaivén dentro de el. Cada que volvía a entrar lo metía un poco más en su apretado recto. Era una visión perfecta, su esfínter cedía y me apretaba con su calentito recto.
Lo fui penetrado más, tenía casi toda mi polla dentro, su cara estaba roja y apretaba sus ojos.
-Tengo muchas ganas de hacer popo.
-Tranquilo cuando termine podrás ir.
Seguía quejándose, de hecho ya eran gritos los que daba, aún así no me detuve y seguí rompiendo su culo. Lo seguí follando mientras le jalaba su pollita y masajeaba sus huevitos.
Pasados unos minutos, sus alaridos, volvieron a ser gemidos.
-Te gusta, tu pene va acrecer mucho.
El solo asentía, apretando sus ojos.
Su virgen culito, y su hermosa imagen de el recibiéndome, me tenían tan excitado que no resistí mucho, y a los pocos minutos se lo hundí hasta el fondo, inundando de semen sus entrañas. El solo dio un grito y se tapó la boca con las manos, sus ojitos se veían rojos como a punto de llorar.
De un solo movimiento le saque mi polla, el se quedó unos momentos recostado, con sus manitas sobre su vientre, como sobándose por lo que sentía. De su hoyito comenzaba a escurrir mi semen mesclado con algo de sus eses, corrió al baño a terminar de sacar el resto.
Cuando regresó se quedó acostado en posición fetal, sin decir nada.
Me recosté a un lado y nos tape con la sabana ya que seguimos desnudos, estuve un rato abrazándolo en forma de cucharita, acariciando su cuerpo.
-Me dolió mucho. Fueron sus primeras palabras.
-Mientras más lo hagamos menos te va a doler.
Pasaron unos 30 minutos y seguíamos en esa posición. El comenzaba a quedarse dormido.
Nuevamente mi pene estaba erecto entre el calor de sus nalguitas. Alcance el lubricante y volví a ponerme en el pene. Lo acomode en su entrada y volví a entrar en el.
El estaba quieto, esta vez entró más rápido, por la posición lograba meter solo un poco más de la mitad en su dilatado y mojado anito.
El despertó, pero no dijo nada, con mi mano acariciaba y masturbaba su penecito. Pará mí sorpresa se hizo más para atrás para que entrará más. Besaba su cuello y su espalda mientras lo follaba, en esta ocasión más despacio y al le gustaba más. Le di por unos 15 minutos, se escuchaba el ruido de mi pene entrando y resbalando en ese culito que ahora me pertenecía.
El seguía mis movimientos, al parecer le gustaba que se la jalara, con mi polla adentro.
En un momento ya perdidos en la excitación me di vuelta cargándolo, sin salir de él, el quedó enésima mío con sus piernas abiertas, recostado boca arriba, sobre mi. Me tenía en las nubes, el jadeaba y daba gritos ahogados, más cuando por lo apretado de su esfínter mi pene salía abruptamente, incluso se escuchaba como entraba el aire en su recto en esos momentos. Sin pedírselo el se acomodo sentado sobre mi, dándome la espalda, para este momento lo había profanado completamente, mi falo lo había atravesado por completo. Podía apreciar bien como mi miembro se perdida entre sus nalguitas.
Lo levante y acomode ahora de forma que quedaba sentado, viéndome de frente, el me seguía cabalgando, mientras mis manos lo recorrían completamente, y con mis dedos lo seguí masturbando.
Nunca me imagine que un niño de 7 años ya pudiera disfrutar de esta manera de el sexo. Me parecía increíble que su pequeño ano soportará mi miembro adentro sin mostrar dolor, era algo que hasta ese momento creía imposible.
Mis movimientos estimularon tanto su pequeña próstata, y mis manos su miembro, que no pudo controlarse y empezó a soltar chorros de orina, mojándome la cara y el pecho. Puso cara de asustado y trató de contenerse.
-Tranquilo Kevin, ahorita limpiamos. Le dije siguiendo con mis movimientos.
El termino de sacar hasta la última gota de su pipí, se quedó recostado sobre mi pecho mojado, mientras yo seguía penetrándolo, no fue mucho tiempo, y comencé a eyacular en su interior de nuevo. Esta vez no se la saque, nos quedamos así un rato, hasta que mi pene comenzó a perder la firmeza, estaba semirrecto. Entonces paso por mi mente llenarlo también de mi orina, total, ya estábamos muy mojados, solté lo que mi vejiga guardaba en su recto e intestinos, inundandolo de tal manera que se desbordaba.
-Hay no, se siente feo. Me dijo tratando de levantarse.
Lo retuve hasta que había terminado de orinar dentro de él. Esto fue como un edema porque en cuanto salió, corrió al baño, casi no llega.
Fui hasta donde el estaba, lo encontré sentado sacando todo de su interior. Mi verga estaba llena de semen, algo de sus desechos y algo de sangre. Al parecer lo había roto un poco.
Quite todas las sábanas y almohadas que habíamos mojado, y las metí a la lavadora. Mientras se lavaba, los dos nos metimos a bañar. El estaba muy desinhibido, no parecía el Kevin que conocía, supuse que era por lo que le había dado de tomar. Yo lo bañe a él y él me ayudó a mí.
Sabía que una oportunidad como esta sería difícil de repetirse, así que hice esfuerzo de volver a parar mi pene. Esta vez solo lo puse a mamar, hasta que me vacíe en su garganta. Escupió la mayoría pero estoy seguro de que los primeros chorros fueron a dar a su garganta.
Esa noche dormimos desnudos, de hecho lo acaricie hasta que se quedó dormido.
como sigue
q chido deberas