Kim: Mi prima… Mi amante (VI)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Darkel_xG.
– Viólame – escuche al entrar en la sala de mi casa haciendo que volteará hacia donde venía la femenina y sensual voz
– ¿Perdón? – pregunté sin poder evitar una leve risa ante lo abrupto de lo que había escuchado mientras entraba y dejaba unas cosas en una mesilla cercana
– Q-que me violes ¿no escuchaste?! – repitió mi prima girándose sobre el sillón viendo hacia mi
-… Cada día estas más loca Kim – respondí sonriendo y sentándome en un sofá al extremo opuesto de la sala
– ¿No quieres?, obligar a tu primita a hacerlo cuándo, dónde y cómo tú quieras? estaría indefensa – respondió sentada de frente a mí, entreabriendo sensualmente sus piernas para después cerrarlas subiendo su falda casi al borde de mostrar su ropa interior
– Puedo hacer eso cuando quiera, sin violarte – respondí recordándole un poco lo fácil que me era tenerla a mi antojo
– No lo digas así… – respondió volteando la mirada y sonrojándose – Me siento puta –
– Lo eres bastan—!
– Miguel!! – gritoneó mi prima no queriendo le recordara lo caliente que era mi traviesa muchachita
– Es broma mi amor, enojona – dije sonriendo, levantándome del sofá, acercándome a ella y besando a la gritona jovencita
– Entonces sí?… si me lo haces así? – preguntó nuevamente mi prima
-… jaja em, y porque de pronto tanto interés en que te "viole"? – pregunte levantándola del sillón y sentándome yo con ella encima mío
– P-pues porque sí, yo quiero, si? – respondió sin mucha claridad en su voz
– Mentirosa. Dime porque o te olvidas de eso – dije sonriendo a mi prima
– Miguel… anda – repitió haciendo un puchero en sus preciosos labios rojos por el labial
– Entonces no – respondí moviéndola de encima mío para levantarme
– No! Está bien – dijo evitando la quitara de encima mío – A mí… a mí me gusta los momentos en que me lo haces "más" a la fuerza… – agregó apenada, al tiempo que las mejillas se le enrojecían
– Te gusta te lo haga a la fuerza? es eso? – pregunte sonriendo cariñosamente ante la "confesión" de mi prima, aunque eso bien lo sabía yo ya
– S-si… así me gusta… – repitió apenada haciéndome sonreír
– Mmm… pero si "así" ya lo hacemos en ocasiones, porque lo mencionas ahora tan de pronto? – pregunte besando las mejillas de mi sonrojada prima
– P-pues sí, pero, cuando me lo haces así es sólo algunos momentos… – sus acaloradas mejillas parecían sonrojarse más y más – Y-yo quiero me lo hagas así desde el principio… a la fuerza… muy a la fuerza, ¿sí? – pregunto tierna y calientemente mi prima
– Cada día eres más caliente he – dijo sonriéndole a la apenada muchachita – quieres eso en verdad? –
– Si, ¿lo harás? – pregunto insistente
– Tal vez… –
– Miguel… anda, di que sí ¿sí? – insistió melosamente con un puchero en su linda boquita
– Okey, lo haré, caprichosa – respondí sin poder negarme a su manera de pedirlo
– ¡Si! – gritoneó sonriendo – no puedes negarme algo si te lo pido así, verdad? – presumió sabiendo que conseguía le consintiera la mayoría de sus caprichos haciendo pucheros y usando su melosa vocecita
– No abuses, no siempre te funcionara, muchachita malcriada – dije sonriendo un poco a mi prima que sonreía satisfecha
– Pero funcionó ahorita, y muchas otras veces – río orgullosa encima de mí
– Si? pues ahora te olvidas de este caprichito por estar burlándote – dije a la señorita provocando cambiara su semblante
– No no! Miguel, anda, sólo jugaba, no seas malo! – replico melosa nuevamente
– Ya veré – respondí a mi linda prima
– ¿Entonces sí? di qué si –
– Después Kim, después – dije moviéndola de encima de mis piernas – Ahora ve a llevarle esas cosas a tu mami que debe estarlas esperando desde hace rato, además mi madre no debe tardar en llegar – dije a mi prima que no parecía muy agradada de tener que volver ya a su casa
– Ya qué… por cierto! vendré más tarde aunque este mi tía, no importa que no podamos "hacer" nada, para que no se te ocurra salir por ahí con tus amiguitos donde al final acaban yendo también tus amiguitas ofrecidas – remarco con su voz lindamente autoritaria
– No saldré, aquí estaré, mmm… ahora ve a dejar eso muchachita celosa – dije sonriendo y besando sus labios
– No salgas he! – volvió a "ordenar" junto a la puerta antes de irse, girándose y alejándose contoneando femeninamente sus caderas al caminar, observando ese par de esbeltas piernas que han sido mi dulce perdición estos años
Cerré la puerta al verla llegar a la entrada de su casa y volví a la sala; llegó la tarde muy rápidamente y como había prometido no tardó en aparecer nuevamente mi prima en la casa, pero como era de esperarse no hice nada más que darle unos besos casi a la fuerza pues al estar mi madre en casa se ponía tan roja que hasta la desconocía.
Y así llego la noche y volvió a amanecer, era lunes, salí al colegio y volví después de la 1 o 2 de la tarde, me cambié, comí algo y salí un momento a comprar unas cosas, al regresar, estaba a algunos escasos 50 metros de llegar a la entrada de mi casa cuando levantando la vista vi caminando hacia mí una amiga de Kim, "seguramente viene de casa de Kim" pensé volviendo a mirar a cualquier lado aunque prefería observar detenidamente aquellas blancas y esbeltas piernas de la amiga de mi prima que se mostraban desnudas bajo su ajustado short color rosa, pero debería disimular mi mirada
– Hola, ya no saludas? – saludó deteniéndose al llegar delante de mi
– A… em, hola, perdón, no te vi – respondí, aunque la verdad era que no esperaba su saludo, que fuera amiga de Kim no significaba que la fuera mía también, sólo la había saludado un par de veces al encontrarla con mi prima, no, fueron más veces, parecía bastante amiga de Kim últimamente
– No te olvidaste de mi verdad? a ver cuál es mi nombre? – preguntó sonriendo coqueta
– Susana? – dije dudando un poco, en verdad no recordaba bien su nombre
– Si, pensé no me recordabas, vengo de casa de Kim –
– Son muy amigas verdad? se conocen hace mucho? – pregunté sonriendo
– Más o menos, pregúntale a ella mejor – respondió dejándome más dudas
– Okey, y que hacían? – preguntó siendo indiscreto, no me hubiera sorprendido si hubiera respondido con un cortante "cosas de chicas", pero no fue así
– No mucho, mañana no tengo clase y pensaba ir con unas amigas de mi secundaria al cine e invitar también a Kim – era cierto, Kim y Susana tienen la misma edad y cursan el mismo grado, pero asisten a escuelas distintas, no tenía idea como se habían conocido
– Y aceptó? – pregunté una vez más
– No, ella sí tiene clase mañana – respondió acomodándose el cabello la guapa señorita
– Que mal… –
– Emm, pero podrías ir tú, si quieres – agregó acercándose un poco
– No creo, igual tengo clase mañana – dije sintiéndome un tanto atraído hacia ella tan cerca
-… que mal, quería ir contigo – agregó aún más cerca con una voz que en ese momento no me di cuenta intentaba seducirme… tal vez
– Si, será en otra ocasión – dije sonriendo logrando alejarme un poco con fuerza de voluntad de su cercano y apetecible cuerpo de quinceañera
– Ya que, debo irme, se me fue el tiempo en casa de tu prima – dijo dejando de coquetear
– Si, igual yo, debo dejar estás cosas en cas—!
– "Muack" – sonaron sus labios besando repentinamente mi mejilla – deberías ir mejor con Kim, seguro que te está esperando – dijo en una juguetona voz aún cerca de mi oído antes de despegarse
– Esper… – dije sorprendido aún, no sólo por "despedirse" de esa forma, nunca hablando cruzado más que tres palabras como para tomar confianza y hacer eso, pero dejando eso de lado, que quería decir con "seguro te está esperado"?… acaso…
– Olvídalo, no es nada – agregó con la mirada algo rara, tal vez apenada, como si casi hubiera dicho algo indebido – Adiós –
Seguía tan pensativo que no contesté su saludo, se alejó por donde yo había llegado e igual por mi parte camine los escasos metros y entré a mi casa.
Acomodé las cosas que había traído a indicación de mi madre que seguro no tardaría en llegar, descanse un instante y volví a pensar un poco en lo mismo, así que abrí la puerta y me dirigí a casa de mi prima
– Kim? – pregunté entrando ya a la sala
– Acá estoy! – respondió enseguida desde el comedor
– Que haces mi amor?…mmm – pregunté acercándome por detrás de donde estaba sentada y besando su mejilla mientras la abrazaba
– Tarea… mmm – respondió soltando un momento el libro que tenía enfrente y girando un poco su rostro para que la besara en los labios
– Mmm… bueno termina – dije mordiendo un poco sus labios antes de soltar sus labios y su cuerpo para dejarla terminar
– No! puedo terminarla después, anda bésame más así como ahorita – respondió rápidamente tomando mi brazo para que no me alejara
– ¿Segura? y tu mami? – pregunté pues era obvio que no estaba en casa
– Vuelve en un momento, bésame más antes que llegue, término mi tarea después, bésame! – repitió exigiendo caricias y besos mi prima al instante que la tomaba del rostro y volvía a envolver sus aún húmedos labios rosas en los míos
– Mmm…- gimió con los ojos entrecerrados mi prima al momento que sin soltar sus labios la levantaba, me sentaba donde ella había estado y la sentaba de frente a mi encima de mis piernas, una acción a la que estaba mas que acostumbrada – Ah mmm! – gimió nuevamente cuando mi boca se movía besando su cuello hasta su oreja
– Te gusta mi amor? – pregunté juguetonamente dejando de besar su cuello un instante y viéndola con las mejillas rojas, acaloradas de calentura, algo típico en mi preciosa y caliente muchachita
– Sabes que sí… más… mmm… anda – pidió mi prima besándome una vez más mientras movía suavemente su cadera sobre mí, masajeando mi verga que se apretaba dolorosamente entre las ropas, mis manos subían y bajaban acariciando sus desnudas piernas a los costados de las mías, apretando y masajeando su carnoso par de nalguitas entre la tela de su ajustado y diminuto short color amarillo separando con un poco de dificultad la otra tela de sus bragas, moviendo mis dedos sobre la suave piel de su traserito
– Mmm… también mis pechos! mmm – exigió entre mis besos, sacando con su mano una de las mías de entre su culito y apretándola contra la redondez de sus pechos que se notaban presionados por la tela color celeste de su blusa
– Que bonitos mi amor… mmm – dije refiriéndome a sus pechitos al tiempo que levantaba su blusa y liberaba sus tetitas de su azulado sujetador que oprimía sus redondas montañitas de carne blanca y pezones rosados
– Mmm… mételos, mételos mmm… – gemía entrecerrando los ojos mi prima sintiendo un dedo mío abrirse paso por detrás entre sus nalguitas y lo dejaba resbalar por la húmeda línea entre los labios de su coñito
– Mmm… – murmuré sin palabras con mis labios succionando, chupando y mordisqueando con ansia uno de sus pezones, apretando suavemente su otro pecho en mi mano, mientras un par de mis dedos se abrían paso en las tibias y húmedas paredes de su coñito
– Ya… mmm… Miguel ya, si me vas a cojer métemela ya – pidió mi prima meneándose sobre mis dedos y observándome ligeramente comiéndome sus sensibles pechitos
– Mmm… espera, despacio Kim – dije soltando sus pechos pues ella ya se ponía de pie e intentaba desabrochar mi pantalón con su rostro impaciente de calentura
– Ya! Miguel… – repitió mi prima al momento que con algo de fuerza lograba alejar sus manos y me ponía de pie junto a ella
– Shh, ven acá – dije apretándola contra mí, conmigo detrás de ella, sintiendo sus semidesnudas nalguitas con su short a medio bajar presionarse contra mi verga aún bajo mi ropa
– Mmm… ahh.. – gemía mi prima caminando forzadamente con mi brazo sujetándola del vientre contra mí, mi boca arrancándole suspiros al besar su cuello y mis dedos jugando al frente en el suave botoncito de su coñito
– Aquí – indique colocándola sobre un sillón de sala más amplio comenzando a desnudarme – Primero me la mamar—!
– No! métemela ya – exigió haciendo un puchero, deshaciéndose de las pequeñas prendas de ropa aún sobre sus muslos quedando totalmente desnuda igual que yo
Sonreí tomándola, recostándola sobre su espalda y metiéndome entre sus piernas, comencé a comerme su rosado coñito, al momento que ella intentaba zafarse pues pensaba sentiría mi verga ya
– No, no! – repitió logrando incorporarse, empujándome para quedar sentado a un lado de ella y en un movimiento colocándose con su caliente conchita sobre la punta de mi erecta verga – Esto quiero… mmm – sonrió caprichosamente mientras acomodaba suavemente su cadera, dejando bajar su cuerpecito alojando mi verga en lo estrecho de su carnoso canalito vaginal, en un movimiento tan sublime como conocido para su cuerpecito
– Mmm… Kim, no aprietes tanto… mmm… me matas – gemí apretando su carnoso traserito con fuerza hacia abajo temblando ligeramente al sentir mi verga aprisionada con fuerza en su cálido interior
– Mmm… me encanta verte gozar… mmm… tu nenita aprieta rico verdad que si? – preguntó ya moviendo sus caderas arriba y abajo, dejando resbalar mi verga dentro de su cuerpo
– Riquísimo mi amor… mmm – gemí disfrutando, pareciera que el interior de su panochita se apretará más entre más me la cojiera, y ahora además la apretaba voluntariamente haciéndome casi correr de la excitación
– Mmm… ma—! ah! – gimió repentinamente mi prima, pues en ese momento empujé con fuerza mi verga contra el sensible y estrechado fondo de su coñito y le sorprendía el orgasmo
– Mmm… eso mi amor, córrete por caliente – gemí castigando su sensible rajita presionando más mi verga contra su entrepierna que orgasmaba sus fluidos sobre mí, temblando y contrayendo sus piernitas y su espalda arqueándose encima mío
– Ahh!… Miguel… si la empujas tan dentro no aguanto y me vengo… ya sabes – gimió en un puchero por provocar su orgasmo abusando de su sensibilidad
– No aguantas porque te encanta tanto que te la meta hasta el fondo que te vienes más rápido, verdad mi amor? – pregunté juguetonamente a mi prima que terminaba de correrse con mi verga entrando suavemente en su jugoso coñito
-… es tu culpa que me guste tanto… – respondió algo apenada por mi comentario, aceptando que le encantaba
– No, es tu culpa por ser tan zorrita conmigo – dije sonriendo volviendo a entrar con más fuerza dentro de su cochito, provocando que volviera a gemir placenteramente con sus manos apoyadas en mi pecho mientras las mías la hacían subir y bajar hasta que mis testículos chocaban contra los abiertos labios de su coño
– Ahh… mmm… si si! – gimió soportando mis penetraciones constantes contra su suave y lubricada intimidad
Entraba y salía de su panochita de quinceañera, sus piernitas se movían temblorosas víctimas del placer, mi boca envolvía sus gritones labios para después bajarlos por su cuello hasta llegar a sus endurecidos pechitos, chupando y mordisqueando su blanca piel mientras mis manos estrujaban la delicada carne de sus nalgas, caderas y piernas al seguir introduciendo con fiereza mi erecta carne en su caliente cavidad
– Mmm… ya Kim, no aguanto… ahh – gemí haciéndole saber no podía esperar más en correrme
– Mmm… dame, dame lechita, damela… – dijo sonriente, dando los últimos brincos sobre mi verga y bajando repentinamente de mí, bajando su cabeza en un movimiento y metiendo mi verga en su delicada boca, mamándome profunda pero suavemente de una manera exquisita, preparada para recibir mi corrida en su boquita en cualquier momento, masajeando con sus dedos mis testículos mientras su boca mamaba con deseo mi carne dura una y otra vez
– Ahh… Kim… así, mama mi amor… ahh – gemí presionando ligeramente su boca hacia mí, comenzando a llenarle su linda boquita de mi semen
Sus labios se movían lentamente terminando de masajear mi verga para llevarse toda mi corrida mientras apretaba sus labios con fuerza y poco a poco soltaba mi verga
– Mmm… mi amor – resoplé acariciando su cabello negro, viéndola beber lo que acaba de recibir en su boca y relamerse los labios sensualmente, yo no había visto ni gota de mi corrida, toda había ido de mi verga hacia su traviesa boquita que la había bebido con gusto
– Te desleché rico mi amor? – preguntó subiendo de nuevo encima mío y buscando mis labios
– Riquísimo mi amor – respondí sonriendo ante su singular forma de decirlo
– La mejor, verdad que sí? – preguntó consentidamente esperando el "si"
– Si mí amor, eres la mejor… mmm – respondí besando sus suaves labios, sintiendo su traviesa lengua buscar rápidamente la mía
– Mmm… entonces te cojeras más a tu nenita por mamártela tan bien, verdad? – preguntó caliente moviendo su coñito por encima de mi verga que ya se recuperaba y se apretaba contra la piel de sus nalguitas y su entrepierna
– No mi amor, te cojería todo el día si pudiéramos, pero puede llegar en cualquier momento tu mami… mmm… así que seguiremos después, si mi amor? – pregunté besando aún sus labios y acariciando su cuerpecito desnudo
-… bueno… – respondió resignada de mala gana
Bese un momento más sus labios antes de volver a vestirnos y seguir besuqueándonos más
– Mmm… espera, creo que alguien toca la puerta – dije despegándome de sus labios
– No importa… – dijo intentando volver a mis labios
– Kim, ve a ver, que tal si es tu amiga que olvido su celular o algo – dije sin pensar mucho
-… cual amiga?… – preguntó prestando ahora si atención
– Ve a abrir, siguen tocando – respondí escuchando claramente el sonido ahora
Se levantó de mí y acomodándose un poco la ropa y el cabello, camino y salió de la sala y se alejó camino a la puerta; escuche el murmullo de las voces y momento después entro de nuevo a la sala
– Quien era? –
– Alguien que buscaba a mi mama… – respondió algo pensativa
– Que tanto piensas? – pregunté curioso recostado sobre un sofá
-… de qué amiga hablabas cuando tocaron? – preguntó inquieta
– ?, pues Susana –
– La viste venir? – preguntó curiosa
– Si, la encontré cuando regresaba de comprar unas cosas, venía de hablar contigo, eso dijo, no era cierto? – pregunté volteando a verla
– … sí, vino… pero hablaste con ella? – preguntó interesada
– Sólo la saludé, me saludó y hablamos un momento – era cierto
– De qué? – preguntó sería
– De nada Kim, sólo dijo que venía de tu casa a invitarte al cine y ya – dije pensado que era otro de sus momentos de celos al hacer tantas preguntas
– N-nada más? – preguntó pensativa
– Si, sólo eso – dije evitando la parte donde su amiga parecía coquetearme – porque preguntas tanto? –
– No, por nada… – dijo sonrojándose un poco por alguna razón – No pensé que le hablarás –
– No lo hacía, me sorprendió que me hablara, pero ya ves… –
– Bueno… – agregó aún pensativa
– Oye – dije haciendo una pregunta – Desde cuando conoces a Susana? –
-… hace mucho… antes que a ti – respondió sonriendo
– Tanto? cómo yo solo la había visto contigo no hace tanto… –
– Ella es mi amiga de la ciudad donde vivíamos antes de venir a vivir aquí –
– Debe ser muy amiga tuya entonces… –
– Si, deje de verla cuando me vine a vivir aquí, pero siempre que podía hablábamos por teléfono o chateábamos, pero hace un año su familia se cambió a vivir aquí, y la veo ya más seguido… – entonces se sonrojó un poco antes de seguir – hasta le conté que "nosot—"
En eso su madre la llamo desde la puerta para que le ayudará a llevar unas cosas, "Nosotros que?" pensé por un momento, pero lo olvidé con la plática de mi tía que ya entraba a la casa
Salí de su casa un momento después y el resto del día transcurrió normalmente
Así paso el resto de la semana con algún encuentro sexual más en su casa o la mía, hasta que llegó el sábado por la tarde
– Mmm… Kim – gemí inseminando la boca de mi hermosa prima con mi corrida
– Mmm… – gimoteó mi prima terminando de mamar mi verga habiendo recibido su primera ración de leche de la tarde
– Que boca mi amor… – dije un poco agitado
– Y ahor—!- y en ese instante se escuchó el inoportuno timbre de la puerta
– ! Rápido Kim, acomódate "eso" – dije refiriéndome a la única prenda que se había quitado, su blusa – Ve y abre mientras me visto – agregué subiendo rápidamente mi ropa
Apresuradamente se colocó la blusa y camino hacia la puerta, para cuando escuche la otra voz hablar dentro de la casa ya estaba vestido nuevamente
-… que calor hace no? cómo para quitarse “esto”… – escuché comentar a la otra femenina voz
– Cállate! no estoy sola – escuché gritar en voz baja a mi prima
– Con quien est—
– Hola – dije amablemente a su amiga Susana que me veía al entrar en la sala, por un momento perdí mi mirada entre los apretados pechos de la jovencita y las torneadas piernas que surgían de su minifalda, volteó hacia Kim y después sonrió saludando
– Hola, perdón no pensé que —
– No, ya me iba, ustedes platiquen sus cosas – dije caminando hacia la puerta para dejar a las señoritas platicar
– Miguel… – dijo mi prima pensando en decir algo, pero sin terminarlo
– Nos vemos, no hagan travesuras niñas – dije riendo un poco y saliendo con un poco de prisa de la casa
Escuché a su amiga reír un poco antes de salir de la casa y salí a la calle sin mucho rumbo, no tenía ganas de ir a casa, pero fue entonces que busqué en el bolsillo del pantalón el celular
"Lo dejé…" pensé deteniéndome apenas a unos minutos de haber salido, decidí volver, y en menos de 5 minutos estaba ya de vuelta llegando frente a la puerta de casa de mi prima
"Yo la dejé así?" me pregunté al ver la puerta abierta, "seguramente si, por salir tan de pronto" pensé
Entré, no vi ni escuché la voz de mi prima y su amiga, "seguro están arriba" pensé, así que decidí sólo entrar a la cocina, donde recordaba claramente haber dejado el celular, entre intentando hacer el menos ruido posible, no había porque volver a interrumpirlas, sólo tomaría el teléfono y saldría nuevamente, como si no hubiera vuelto.
Todo pasó así, hasta el momento que tomaba mi celular de sobré la mesa, escuche la voz de su amiga claramente del otro lado de la pared, estaban en la sala, pensé salir como tenía planeado, pero la "extraña" pregunta de Susana movió mi curiosidad y me detuve un instante más a escuchar
– Porque no me quieres decir? si lo estaban haciendo verdad? – preguntó riendo un poco la voz de Susana
– Ya deja de preguntar eso! – respondió la inconfundible voz de mi prima
– ¿No? o sí? – volvió a preguntar entre risitas su amiga
– Ya te dije que no! deja de hablar de eso Susy! – repitió mi prima, "que hago aquí escuchando a escondidas la plática de unas chicas" pensé casi retirándome, pero entonces la siguiente frase de Susana hizo más que llamar mi atención
– Mentirosa, vi clarito que no lo querías dejar ir – hasta ahí todo bien – Seguro querías seguir devorándote a tu primito en cuanto me fuera, verdad que si? Por un momento pensé que me correrías he jaja – dijo la burlona voz de su amiga
"¡Que cosa están platicando estas dos?!" pensé, y porque hablaban de mí, y de "esas cosas"?
– Bueno si! ya, contenta? – respondió Kim queriendo callar a su amiga
– Ya ves? y decías que no! – repitió riendo amistosamente Susana
– No voy a estar diciendo eso a cada rato Susana! –
– Porque no? si me dejas me lo "como" yo también – comentó dejando de reír un momento Susana
– Susana cállate ya, claro que no! no empieces con eso –
– Un poquito Kim, si me has dicho que lo hace tan rico que—!-
– ¡Susana ya! aunque seas mi amiga no te voy a dejar decir esas cosas – dijo algo molesta mi prima
– Ya, ya está bien, perdón – dijo riendo Susana habiendo hecho enojar tal vez a propósito a mi prima -… y ya le dijiste lo que te dije? –
– Si –
– Y? qué te dijo? – preguntó insistente su curiosa amiga
– Nada! dijo que después… después hacíamos… "eso"! –
– Jaja, vaya Kim! qué indiscreta he – rio en voz alta su amiga
– Cállate, que más indiscreta eres tú por decirme que le pidiera eso –
Se escuchó la risa de Susana y detrás la de Kim también algo divertida al final; "Desde cuándo estas dos se comentaban eso?", entonces recordé, Kim me había medio dicho que le había platicado "algo" a Susana, así que era esto?, en qué estaba pensando cuando le platicó eso? si tanto le había dicho yo que no era bueno que alguien supiera de "nosotros", y ella tampoco parecía tener intención de contarte a alguna de sus amigas, tan amigas eran?
Pensaba esto y aquello, ya había pasado más de un par de minutos ahí escuchando, ya había escuchado demasiado, así que salí lentamente y sin salir azoté la puerta haciendo parecer que había llegado
Caminé haciendo ruido a propósito hacia la cocina, saqué algo del refrigerador y escuché en ese momento la voz de mi prima
– Miguel? regresaste?! –
– Eh, si! olvide el celular, no se preocupen ya me—
– No no! yo ya me iba – dijo rápidamente Susana sonrientemente entrando con Kim a la cocina
– Te vas ya? – preguntó Kim
– Si, tu aprovecha – dijo riendo juguetonamente viendo a Kim, creo que incluso vi un guiño de una a otro
– Cállate ya – respondió mi prima viendo a su amiga
– Yo me voy – dijo una vez más Susana besando mi mejilla, traviesamente volteando a ver a Kim – Suertuda! – gritó a Kim desde cerca de la puerta pensando que sólo Kim entendía sus palabras
– … que no se te haga costumbre recibir besos de otras… ni uno sólo – aclaró viéndome fijamente mi prima después que su amiga se había ido
– Pues deberías poner atención con que cosas le cuentas a tus amigas – dije seriamente dejándome caer en el sofá
– !? de qué cosas hablas? – preguntó con atención
– Las escuche Kim. Te dije que no contaras lo nuestro. – dije ligeramente molesto
– ¡Miguel, perdóname, sólo le he dicho a ella, perdón perdón! – respondió asustada – A-además se lo dije hace mucho, antes de que viniera a vivir a esta ciudad, y-y no ha dicho nada, Miguel ella si es mi amiga… no como esas demás putas que sólo quieren ser mis amigas para estar de ofrecidas contigo, por favor no te enojes… – dijo acercándose hacia mí con la voz asustada y los ojos llorosos
– No debiste hacer eso, por hacer eso nuestra relación se podría acab——!
– No! No, cállate! no digas eso! eso no va a pasar… nunca! – gritó llorosamente abrazándose a mi
– Sólo no se lo digas a nadie más, okey?… no llores – dije más tranquilamente abrazando su cuerpo que se apretaba contra mí y acariciando su cabello
Asintió moviendo ligeramente su cabeza, levantó el rostro de sobré mi pecho y dirigió sus labios a los míos, bese suavemente sus rosados labios sobre su lloroso rostro hasta que su rostro sonreía ya más alegre y el deseo en sus besos aumentaba
– Mmm… ya Kim, ya – dije despegándome de sus labios al escuchar la puerta abrirse
Despegó sus labios rápidamente y se movió a un lado mío; momento después entro mi tía y mi madre acompañadas de alguien más, una amiga de ellas dos
Pasado un rato, ya sin tiempo para "hacer" nada más con mi prima volví a mi casa e hice mis cosas normalmente, salí con un par de amigos, cosas más, cosas menos, y así término el día
-…mmm… ya, ya esperamos mucho… mmm… no quiero que sólo me beses… – murmuró mi prima besándome encima de mí, pues teníamos rato "esperando" que su mama no fuera a volver de sorpresa, aunque tardaría, y bastante por fortuna
– Mmm… no te gusta que te bese?… – dije despegándome de sus labios
– Me encanta… pero si sigues me voy a morir de calentura… ya me cojes? – pidió mi prima moviendo su caliente cuerpecito sobre mi
– Mmm… por mi puedo dejar que estés así caliente todo el día – dije un poco en broma
– No! cojeme! no hagas más eso de tenerme caliente, cojeme… y mucho – gritoneó lindamente mi prima con sus rojas mejillas prueba de que su cuerpo ardía en ganas de sexo
Sonreí ante su respuesta y volví a llevar mi boca entre su cuello mientras mis manos volvían a acariciar con fuerza las calientes y perfectas formas de sus caderas, nalgas, pechos y piernas sobre la delgada y casi translucida tela de su vestidito blanco, moviendo una de mis manos por entré sus piernas hasta la cálida y húmeda tela ajustada de sus bragas que se apretaban contra los labios de su coñito
– Mmm… ya Miguel!… – gimió mi prima demasiado excitada al sentir mis dedos masajear su panochita por encima de su mojada ropa interior -… cojeme ya… –
– Mmm… necesitas una buena verga "aquí" adentro, verdad mi amor? – pregunté sexosamente tocando los húmedos y calientes labios de su coñito por debajo de sus braguitas
– Si… mmm… dale una buena cojida a tu nenita puta… mira como se moja tu zorrita de ganas que se la metas… métemela ya, fuerte, muy fuerte cojeme – dijo mi prima enloquecida por mis labios en su cuello con la calentura en su cuerpo cada vez más alta
– Mmm… sigues con eso de que te lo haga "duro"?… qué putita te has vuelto mi amor, no platicarás esto con Susana verdad? – pregunté casi por casualidad mientras sentía que mi prima seguía ardiendo con mis caricias, acercándose al orgasmo
– Tonto… mmm – rio traviesamente mi prima – Ella… ella fue la que me dio la idea de decirte me lo hicieras así… que me violarás – respondió indiscretamente mi prima, la calentura no le daba tiempo a sentirse apenada
– Así que tu amiguita te metió esa idea pervertida mi amor… – dije haciendo una pausa en mis movimientos – No debiste desobedecerme en eso de contar "cosas" nuestras, menos algo así… voy a cumplirte ese caprichito caliente que tienes… te voy a cojer tan fuerte hasta que se me antoje que no te quedarán más ganas – dije moviéndola de encima mío y jalando con fuerza su vestido hasta sacarlo casi por completo por encima de su cabeza
– Mmm… si mi amor, que le vas a hacer a tu nenita desobediente? cojetela duro, métemela hasta qué te ruegue que pares… – dijo sonriendo traviesamente mi prima provocándome más, terminando de quitarse el vestido, bajando sus braguitas ya húmedas por sus muslos y dejándolas caer al piso
– Cállate, si te has portado mal – dije algo serio quitando con fuerza su coqueto sostén, tumbándola ya totalmente desnuda sobre el sofá, abriendo sus piernas y comenzando a meter mis dedos en su encharcado coñito
– Mmm… – gimió mi prima sintiendo mis dedos entrar con rapidez dentro de ella
Sentí su cuerpo jadear aún más cercando a su orgasmo, su rostro frente a mi cara pedía sin palabras ansiadamente su orgasmo, sólo unos movimientos de mis dedos más y temblaría entre mis brazos, pero me detuve
– ? Mmm… muévelos… No! – se quejó mi prima al sentir mis dedos abandonaban su coñito que seguía a punto de correrse
– Shh cállate Kim, ven – dije levantándola un poco a la fuerza y colocándola en cuatro patitas sobre el sofá, haciendo que su pecho se apretara contra el respaldo acolchonado
– Métela! – pidió fuertemente mi prima abriendo sexosa y sensualmente sus piernas, separando con sus dedos los labios de su coñito que seguía rogando entraran en él y le arrancarán ese orgasmo
No respondí, apoye mi verga entre los labios de su rajita moviendo mi verga por encima sin meterla hasta sentirla llena del fluido que salía incesante de su interior, separe mi verga mientras mi prima giraba su cabeza gimiendo, esperando con desesperación mi verga que se abriera paso en las paredes de su coñito, entreabrí la firme y blanca piel de sus nalgas y atrayendo un poco su cadera apoye mi verga en la entrada de su culito
– Ahh! – gimió mi prima por sorpresa al sentir como mi verga hacia más presión y abría el estrecho esfínter de su culito – Miguel no! cojeme adelante primero… – pidió mi prima queriendo zafarse, pero apoye mis manos con mucha más fuerza en sus caderas, provocando que mi verga abriera con dificultad las estrechas paredes de su culito
– Deja de quejarte, verga era lo que querías no? quita la mano de ahí! – dije autoritariamente notando que su mano intentaba moverse nuevamente entre sus piernas para masturbarse, mientras yo comenzaba a bombear con bastante fuerza su apretado orificio que aún no se dilataba completamente por la poca lubricación
– Miguel… ahh… mmm… no, deja que me toque! – chillo mi prima al momento que me inclinaba un poco hacia adelante, tomaba ambos de sus brazos con fuerza hacia atrás, los cruzaba juntos detrás de su espalda y la sujetaba con fuerza por las muñecas, dejando su pecho y rostro apoyado contra el sofá
– Te tocas cuando yo te diga, entendido?… mmm… ahora mueve este rico culito tuyo y deja de estar de quejosa – dije sosteniéndola de las muñecas y entrando con fuerza en ella provocando que su cuerpecito se sacudiera adelante y atrás por las penetraciones
– Ahh… pero Miguel! –
– Que? no te gusta? te aguantas – respondí empujando con más fuerza, logrando entrar por completo en su caliente interior
– Ahh… s-si me gusta… pero ya sabes que así tardo más en venirme! – gimió mi prima recordándome que al follare su culito tarda más en llegar al orgasmo, y así lo quería yo
– Esto te pasa por zorrita, no importa que te mueras de ganas de venirte, te voy a dar verga en este culito tuyo hasta cansarme… ahh – gemí disfrutando de su interior, obligar y forzar a mi prima era más bueno de lo que recordaba
– Ahh… mmmm te gusta verdad?… tener a tu putita haciendo lo que te dé la gana – dijo mi prima gimiendo y moviéndose lo poco que la dejaba
– Mucho. –
– Mmm… ahh… rómpeme el culo Miguel… mmm… castiga a tu nenita por estar de caliente… fuerte… más fuerte… mmm – dijo entre sus gemidos mi prima encantada de sentir como la obligaba y le reventaba ese apretado culito
Sentía la verga tan apretada dentro de su culito, golpeteando mis piernas contra sus nalguitas que ya se le ponían rojas, por momentos mi prima hacia nuevamente esfuerzo por soltarse seguramente por sentir demasiadas ganas de tocarse el coñito para correrse ya, pero mis manos la mantenían sujeta de las muñecas y seguía cojiendo su bien formado cuerpecito, se escuchaba respirar agitada a mi prima, le faltaba el aire
– Miguel… por favor… no aguanto – chilló forcejeando inútilmente mi prima, y enseguida saque mi verga de su culito
– Aquí la quieres mi amor?… – dije apoyándola contra su coñito, presionando contra sus hinchados y rosados labios, pero no lo suficiente para penetrarla, sólo para aumentar el deseo en mi prima
– Por favor… por favor Miguel! – rogaba mi prima tratando de sentir mi verga echando su traserito hacia atrás
– La quieres, ven – dije cargándola y colocándome con ella encima de mis piernas, sintiendo mi verga apretarse entre la línea de su culito entre sus nalguitas
– Si! – sonrió excitada mi prima intentando mover mi verga con su mano para ponerla debajo de su coñito y sentarse en ella
– No, las manos, dámelas – dije
– Miguel… – dijo en voz suplicante mi prima
– Las manos Kim – ordené una vez más viéndola directo al rostro
Obedientemente movió sus manos al frente, dándomelas resignada, las sujeté y una vez más las pase a su espalda, sujetándolas con las mías
– Levántate un poco, para meterla – indique, mientras mi linda prima obediente levantaba un poco su cadera y esperaba con ansia la verga en su panochita
– ! Miguel! no, dijiste que… ahh!! – se quejó mi prima intentando evitar que metiera mi verga que ya la apoyaba una vez más en su culito y presionaba incluso con demasiada fuerza sus caderas hacia abajo, sintiendo como ocupaba una vez más el interior del recto de mi prima contra su voluntad
– Calladita – dije seriamente mientras sentía su estrecho canalito ir cobijando más y más carne de mi verga, presionado sus caderas hacia abajo con algo de resistencia de su parte – Mmm… que culito tan suave – dije sonriendo un poco y comenzando a moverme adentro y afuera de su culito
– Mmm… ya… ya – gemía mi prima estando apuntó de tener su orgasmo y sin poder acabar, pues los roces de su panochita contra mi cuerpo no eran suficientes para hacerla acabar, sólo suficientes para mantenerla en ese estado de éxtasis a punto de derramar sus juguitos
Su panochita cada momento parecía escurrir más de sus tibios fluidos, tantos que pasados los minutos su coñito tenía mi vientre bajo lleno de su tibia lubricación, mientras mantenía sus manos sujetas a su espalda, su culito lo presionaba y lo hacía bajar sobre mi verga, con sus pechos apretados contra el mío, esas redondas formas tan suaves contra mi piel, escuchando sus gemidos y gritos de placer con su boca justo en mi oído, mientras sentía sus carnosas nalguitas recibir mi verga entre ellas una y otra vez, golpeteando su traserito enrojecido contra mis piernas, moviendo mi cadera arriba y abajo introduciendo con fuerza mi verga hasta sentir la base de mi verga chocar contra la entrada de su culito
– Mmm… sientes cómo tienes la panochita escurriendo Kim? – pregunté sexosamente – Tanto te encanta como te abro este culito? –
– Ahh… si me gusta… fuerte, haz que me venga ya – respondió sin aliento mi prima, recibiendo dócilmente cada una de mis penetraciones
– Tanto te gusta? – pregunté una vez más sintiéndome temblar casi desfallecer de placer, dando una nalgada realmente fuerte, ese indefenso traserito me tentaba a castigarlo, y escucharla gritar con su vocecita
– Si! anda, cojeme fuerte el culo… mmm… como tú quieres… ahh… enculate a tu primita como tantas veces lo has hecho, hasta el fondo de tu zorrita, cojete a tu putita que tanto le gusta que se la metas por el culo desde que se lo desvirgaste… mmm – gimió y gritó mi prima rogando con sus movimientos al estar casi por acabar
Sentía mi verga estar a punto de arrojar su corrida en cualquier momento, cojerme esa delicia de cuerpecito adolescente cada día era algo más delicioso; me moví con más fuerza, baje una de mis manos entre su jugosa entrepierna, y sin perder un instante acomode dos de mis dedos hasta el fondo de su panochita, mi prima gritó y apretó las piernas por sentir su coñito que comenzaba a correrse con mis dedos moviéndose dentro y fuera de las hinchadas paredes de su coño y con mi verga entrando en su culito ajustado
– Ahh!! Sí, sí! – gimió arqueando la espalda mi prima, tensando todo su cuerpecito y desbordando los jugos de su coñito, con el orgasmo su culito se apretaba tanto con los espasmos, apretaba tan delicioso que pocos segundos pasaron y gemí enterrando mi verga con más fuerza en ella y comencé a llenarle los intestinos de mi leche, sentía las palpitaciones de su culito sediento de leche exprimiendo mi verga a cada segundo
– Mmm… sisi – gemía mi prima con mis dedos que los movía en círculos dentro de su panochita para hacer más placentero su orgasmo
Apreté las carnosas nalguitas de mi prima contra mí una vez más y saque mi verga de su culito, amaba y amo ese culito que siendo tan pequeño resiste dilatarse hasta amoldarse al tamaño de mi verga
Ciertamente "violar" a mi prima me excitaba de sobremanera, nunca la había obligado a tal extremo, pero esto me tenía tan caliente que mi verga solo había perdido un poco de su tamaño al acabar de correrme, así que en un movimiento acomode mi verga en la entrada de su panochita y saque mis dedos, sujete sus caderitas y presione entrando casi por completo en su coñito que seguía en lo último de su orgasmo
– Ahh! – gimió tomada por sorpresa mi prima, al sentir mi verga entrar en su sensible coñito, sólo estar dentro parecía comenzar a endurecer por completo mi verga otra vez, yo no era el único más excitado que de costumbre, el cuerpo de mi prima parecía estar ardiendo en fiebre, pero lo más notorio era "dentro" de ella, su coñito parecía estar quemándose por dentro, mucho más que otras veces, su lubricación interior era mucha más que lo normal y las paredes de su coñito se ajustaban a mi verga queriendo absorberla más en su interior
– Ah!… Miguel, así mmm…! – gimió mi prima enloquecida del placer, sujete sus tersas y torneadas caderas y baje con fuerza su cuerpecito sobre mí, casi con violencia, en un instante toqué el fondo de ese canalito de carne suave, húmeda y ajustada que ardía alrededor de mi verga
-Mmm… Kim… me vas a volver loco un día con este cuerpecito – agregué entrando y saliendo ya fuertemente de su interior
Mis manos seguían castigando su rosado traserito de piel delicada, me importaba poco si se lo dejaba marcado un día o dos, mi boca se envolvía casi con locura sobre sus pechos, dejando sutiles marcas de mordeduras en algún punto.
– Ay…mmm, si mmm… pégale a tu nenita, no debió contar esas cosas a alguien más, castígala… o podría volver a hacerlo…Ah!-
-Cállate, no te quedaran ganas de desobedecerme niña malcriada…- dije viéndola sonreír aún más picara y sexualmente que lo que ya lo hacía, quien sabe cuánto le encantaba que la tratara así
-Mmm…ahh… pues aún no he aprendido nada mi amor… ahh… me harás que sea obediente? mmm… aun no siento qu—ahh!! – decía excitada mi prima, sin acabar su frase pues yo la giraba sin sacar mi verga de su interior y ahora estaba ella sobre el sofá con las piernas abiertas y mi cuerpo sobre el suyo, mi verga entrando y saliendo una vez tras otra de su cálido y encharcado interior, rozando la punta de mi verga contra las paredes su tierna conchita, los labios rosados de su panochita se abrían forzados y gustosos de que llenaran su interior con mi carne quemante y dura
-Pues ya veremos si te comportas mi amor…mmm…- dije sujetando con fuerza sus caderas, abriendo sus piernas completamente y arremetiendo con fuerza contra ese cálido interior que palpitaba al igual que mi verga, su rostro por momentos parecía casi perder la noción de donde estaba, dejándose cerrar los ojos y gemir mientras yo sujetaba con fuerza sus manos a los costados de su cabeza con las mías, era sublime la vista de mi preciosa prima desnuda debajo de mí, esas perfectas curvas por todos lados en su cuerpo, el sonido de mi cuerpo chocando contra el suyo, y los gemidos que escapaban uno tras otro de su boca excitándome en demasía
Incorporé un poco su cuerpo contra el sofá, y en la misma posición seguí penetrando casi vuelto loco a esa entregada quinceañera caliente, su cuerpo hacia un movimiento delante y atrás al ser presionado por el mío contra el mueble
-Mmm…? Ya no te escucho tan habladorsita mi amor… –
Mi prima incapaz de hablar o sin querer hacerlo simplemente siguió disfrutando ser dominada de forma tan dura.
-Ahh!… Dale… me voy a venir Miguel…mmm… ahh! – gimió mi prima con el rostro ya algo sudoroso y la mirada llena de deseo, ahora veía porque no había querido responder, disfrutaba tanto la muy sucia la cercanía de su orgasmo que se había quedado quieta disfrutando sentir como mi cuerpo la llevaba cada vez más y más cerca de correrse
-Pues hazlo zorrita… si tanto te encanta esto, rogabas para que te llenara de verga esta panochita, pues ahora córrete como la putita que eres… – respondí haciendo mis penetraciones profundas todas y cada una, llevándome uno de sus pechos a mi boca y subiendo mi rostro hasta su cuello y moviendo mis labios contra su sensible piel, en pocos segundos sentí su cuerpo tensarse, queriendo moverse víctima de su orgasmo, sus gemidos eran los de una hembra disfrutando que la hicieran disfrutar ser tan puta, mi verga seguía entrando y saliendo de su conchita que era un mar de fluidos en ese momento, se contraía dulcemente contra mi haciéndome palpitar cercano al orgasmo a mí también, hice un poco más lentas las penetraciones para tranquilizarme un poco, pero solo ver ese cuerpo entregado a mi parecía embriagarme de deseo aún mas
-Ahh…mmm… Miguel, no seas tan malo con tu nena… no la castigues tan duro…ahh!!- gimió mi prima mientras la acomodaba nuevamente encima de mí y comenzaba a hacerla saltar, subir y bajar hasta sentir mi verga desaparecer hasta la base dentro de su rosada panochita que me quemaba con la tibieza de su interior que ahora parecía ser un fuego que pretendía derretirme dentro suyo
-Mmm… solo a una putita como tú se le puede disfrutar así Kim… este culito debería estar contra mi verga todo el día…- dije apretando y estrujando con demasiada fuerza su par de nalgas entre mis manos, mis dedos deberían estar ya marcados en esa carne rosa que con cualquier golpe se tornaba enrojecida, sujetaba con mas que deseo esas caderas y me enterraba en su interior una vez tras otra, era y sabia como ser una buena y completa putita mi prima, movía su cuerpo ella misma de una manera tan perfecta y sensual que me mataba de solo verla, esa espalda arqueada moviendo ese suculento trasero que absorbía mi carne en su panochita, mientras sus dos pechos adolescentes rebotaban arriba y abajo
-Mmm… mi amor…- pronunció Kim en lo que parecía ser otro orgasmo de su pervertido cuerpecito, mi cuerpo solo quería hacerla correrse, mis dedos masajeaban sus nalgas y por momentos dos de mis dedos se mantenían dentro de su culo mientras mi verga abría una y otra vez aquella panochita que había sido desvirgada por esa misma verga, no, esa muchachita que había sido completamente desvirgada por mi hacía tiempo, y ahora disfrutaba ser tan putita a cada segundo
-Mmm…sisi… – gimió mi prima temblorosa mientras sus piernas se apretaban en reflejo a su orgasmo, perdiendo por un instante el equilibrio y cayendo su torso sobre mi pecho completamente
Mi verga parecía querer liberarse ya también, baje con rapidez su cuerpo de encima de mí y arrodillándola sobre el piso metí mi verga en su boca, esa boquita tan cálida y preparada como su panochita envolvían con ganas mi verga, subiendo y bajando, mientras su lengua dentro se movía de formas indescriptibles que siempre he adorado
-Ahh… mmm… eso es Kim… – dije disfrutando la boca de mi puta primita
Sentí mi corrida comenzar a salir mientras mis piernas temblaban un instante y su boca recibía gustosa su premio, mientras ese par de ojos me miraban fijamente, hasta su mirada sexual me excitaba mientras me corría en su boca, chupaba y chupaba toda mi corrida mientras una de sus manos entre sus piernas consentía su travieso coñito, y la otra ayudaba a su boca a terminar de sacar la última gota de mi
-Mmm… lo has tomado todo como siempre, verdad mi princesa putita? – pregunté acariciando su cabeza con esos un poco desordenados cabellos negros
-…- su boquita permanecía cerrada mientras movía su cabeza de lado a lado en respuesta negativa, y viendo más bien, sus cachetitos también parecían abultados, su rostro y sus ojos me miraban con esa conocida mirada para mí, esperando no ser regañada por algo
En la posición que estaba de rodillas, abrió sus labios, y sacando su pecho al frente, dejó caer en un delgado y largo hilo mi semen sobre su pecho, el brote de su boca parecía no terminar de salir, unos hilillos de semen habían escurrido ya por su vientre y escurrían cerca ya de su rosada conchita, era excitante la vista de mi tierna prima llenando su cuerpo con mi semen.
-….Lo vi en algunas películas, te gustó? – preguntó mi prima con una tímida sonrisa, mientras terminaba de frotar con sus dedos el semen sobre sus pechos e incluso sus hinchados labios vaginales, la parte baja de su boca también estaba llena de semen, pero estos fueron recogidos por su lengua y tragados dentro su boquita
-Claro que me encanta, creo que deberemos hacer eso más seguido… – dije levantándola, besando sus labios y acariciando su redondo traserito en forma de corazón
-…Mmm… pues he visto otras cosas en internet… aunque supongo que tú has visto más y no me haces ninguna de esas… – respondió con un puchero pretendiendo estar ofendida
-Pues si…pervertida- respondí sonriéndole
-Ven… vamos arriba, haremos otra cosa que vi… quizá así deje de portarme mal y desobedecerte… tu princesita puta no entiendes las cosas muy fácil… debes dejármelo bien claro… – agregó provocativamente mientras se dirigía a las escaleras moviendo esas sublimes caderas, caderitas dispuestas a soportar tantas cojidas, no sé cómo podía calentarme tanto
-Ya voy… solo recogeré nuestra roba y la subiré, llego en un instante…. – respondí
Así hice, tome nuestra ropa y la subí conmigo, subía las escaleras y entre a su habitación, ahí estaba ella sobre la cama de rodillas con sus manos detrás de ella, deje la ropa donde fuese y me acerqué
-Y bien, que era eso que haríamos?… o era una excusa—
-No… em, toma, lléname el culo de esto… – dijo sacando sus manos de detrás de su espalda y dándome un bote, era aceite para bebe
-Quieres que te llene las nalgas con esto? Pero podemos manchar algo – respondí, aunque deseaba ver ese lindo traserito lleno de aceite ya, ciertamente se me había pasado por la cabeza muchas veces
-Tu hazlo, he visto que es genial, quiero hacerlo… ándale si? – pidió melosamente una vez más, poniéndose en cuatro sobre la cama y levantando ese redondito par de nalguitas ya castigadas de tanto coger
-Sera tu culpa que tanto acabe cojiendote por provocarme así Kim – dije colocándome de rodillas detrás de ella, acariciando su traserito con mis manos
-Mmm… tal vez así tu nena aprenda quien manda… solo si la haces gritar mucho… si no puede qué AUU!! – gritó con un puchero en su rostro al sentir mi mano castigar fuertemente con una nalgada su carne suave
-Cállate, créeme que no te quedaran fuerzas de estarme contradiciendo después de la enculada que te pondré muchachita malcriada – dije comenzando a verter aceite en sus nalgas, y esparciéndolo con mi mano suavemente
-Mmm… llénamelo bien como a ti te guste mi amor… – respondió con su rostro sonriente y pícaro mirando hacia mí, mordiéndose un labio, mientras observaba lo poco que podía como su traserito se tornaba brilloso cada vez mas
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(Continuara…. Si así lo desean)
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