Kim: Mi prima… Mi amante (VII)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Darkel_xG.
Sentía mis manos resbalar con aun mucha más facilidad sobre la tersa piel de las nalgas de mi prima, aceitando con la totalidad de mis manos desde la parte media de sus muslos hasta el borde de su cadera, volvía a tomar el bote de aceite y vertía un chorro más dejándolo resbalar entre el canal de en medio del traserito de Kim, viendo como resbalaba sobre la entrada de su culito hasta llegar a su coñito, deje el bote a un lado y con una mano me dedicaba a esparcir parte del aceite por sus nalgas nuevamente, mientras mi otra mano masturbaba su aceitada conchita dejando resbalar mis dedos dentro de su interior.
– ¿Se te para tan rápido al verme el culo lleno de aceite mi amor?- pregunto traviesamente mi prima con el rostro semienterrado entre las sabanas, levantando el culo completamente para dejarme seguir con esa tarea que ya me estaba poniendo más que ansioso de volverme a hundir dentro de esa maravilla de muchachita.
– No tanto como lo parada que la tendré ahora que te la vuelva a meter mi amor, así que cállate – dije limpiándome un poco las manos en un pañuelo y acomodando el resbaladizo traserito de mi prima listo para volver a hacerla gemir como la quinceañera putita que tengo por novia y prima.
– Mmm… – gimió mi prima al sentir como mi verga ensanchaba nuevamente el canal de su vagina, ese coñito perfecto para cualquier verga, pero mío completamente. – No creo aprender a ser bien portada… si me lo haces tan suave… mmm… – pronunció mi prima sintiendo mi verga comenzar a moverse nuevamente dentro suyo.
– Cállate niña zorra – dije ante su provocación dejando entrar hasta el fondo mi verga, arrancándole un gemido inesperado, tomándola por sorpresa
– Mmm… tu niña zorra está muy caliente, solo cojeme muy fuerte… – respondió ya dejándose perder entre sus sensaciones y sus deseos, mientras yo sujetaba ambos de sus brazos a su espalda y la escuchaba gemir contra el colchón
Su resbaladizo par de nalguitas azotaban repetidamente contra mis muslos de manera violenta, no me importaba si le dejaba el culo rojo por una semana, solo quería matar de placer a esa muñeca lujuriosa que tenía entregada ante mí, esa sumisa muchachita que por fortuna desquitaba todos sus deseos conmigo.
-…Ahh!… sisi…mmm… – gemía Kim faltándole ya el aire mientras sus cabellos caían desordenadamente sobre su rostro
Con una de mis manos por momentos estrujaba sus pechos que se balanceaban delante y atrás victimas del movimiento de mis penetraciones, mientras yo seguía sintiendo que a cada arremetida de mi verga contra su conchita, estaba cada vez ardiendo más su interior, solo quería bañar ya el fondo de su panochita con mi corrida, volver a dejar esa conchita escurriendo mi semen una vez más.
Saqué mi verga y acomodándola con fuerza, la hundí en el rosado anillo del culito de mi prima, sintiendo como el aceite lubricaba en demasía mi verga mientras avanzaba incesante hasta sentir mi glande tocar los bordes finales de su recto, observando su pequeño anillo del culo ahora completamente dilatado abrazando la base de mi verga con mis testículos chocando contra el entreabierto coñito de Kim.
– Mmm…!! – gimió mi prima escuchándole casi claramente un pequeño suspiro casi risueño al sentir como le volvía a romper el culo
– Que putita eres Kim… – dije sin escuchar respuesta, ella solo se concentraba en dejarse sodomizar a mi antojo
Seguí martillando con violencia ese tierno par de nalguitas, sintiendo los bordes de su culito estrangular y asfixiar mi verga de la manera más deliciosa posible, disfrutando la tibieza y forma única del estrecho culito de mi prima, mientras la escuchaba gemir demasiado agitada, balbuceando por momentos que “le diera más” pero con su quebradiza voz de niña perdida en el placer. Minutos pasaban en lo que lo único audible era mi cadera arremetiendo contra su trasero, y agitados gemidos, mayoría en parte de ella.
-Ahh!! – gimió entreabriendo la boca y levantado la cabeza sintiendo como el cosquilleo del orgasmo comenzaba a recorrer su cuerpecito, de qué manera debería de disfrutar ser enculada para tener tantos orgasmos siendo cojida por el culo sin tocarse el coño, tantas veces y ahora de nuevo.
-Ahh!.. Ahhh! Si!… – chilló más alterada aun revolviéndose lo poco que podía pues la tenía bien sujeta, sintiéndose que los espasmos la invadían inevitablemente
– ¿Así te gusta zorrita? – dije extasiado de verla disfrutar tan casi enfermizamente de la enculada que le daba – Responde putita… – dije sacando mi verga en un movimiento y dejándola entrar hasta el fondo de su panochita que se tensaba aún más que su culo entre su orgasmo
– Ahh!… Miguel!… – dijo sorprendida mi prima al sentir como me enterraba en su conchita inesperadamente -…Espera!…- agregó invadida entre su orgasmo
– Mmm… ¿Te encanta tener este culito y esta panochita tan deliciosa que me vuelven loco? Te encanta pasarte de provocativa conmigo ¿no?… – dije sintiendo que las contracciones de su interior querían volverme loco y comenzaban a ponerme al borde de correrme
-…Ahh!! Por favor ya!!… – rogó mi prima con el coñito demasiado sensible como para que se lo siguiera follando
-Cállate! – dije desquiciadamente, sujetándola del cabello con una mano y jalando hacia atrás violentamente haciéndola levantar la cabeza y el torso, quedando ella sobre sus rodillas pues incluso los brazos le flaqueaban victimas del orgasmo o tanto tenerlos sujetados a la espalda quizá – …Querías que te quitara lo desobediente pues ahora lo hago, alguien tiene que apagar la calentura de niña puta que te cargas ahora Kim… Y esta delicia de muchachita cachonda como tú, eres solo mía, ¿aunque muy desobediente verdad?… Ahh… – dije mientras me daba gusto con su cuerpecito, moviendo mis caderas de manera demasiado violenta, haciendo sacudir el cuerpo de mi prima como si de una muñeca se tratase, sujetándola fuerte del cabello aun y golpeando mis muslos con recelo contra su enrojecida piel de su aceitado traserito.
– …Ya ya!!… Miguel!… Tú mandas mi amor…! No seré desobediente ya!! Ahh!! Por favor…! No aguanto ya! Miguel! – respondió entre gritos mi prima sintiendo que no soportaba más seguir con el coño sensible frotándose contra mi verga que lo invadía con las penetraciones más violentas que alguna vez le he dado.
– ¿Crees que soy tonto?… Lo desobediente veremos si se te quita cojiendote un rato mas así, como la putita que eres –
– No! Ahh!… Lo prometo Miguel ya! Soy tu putita cuando se te antoje!… Pero no aguanto… me voy a volver loca Ahh!!… Perdón, perdón!! – dijo entre balbuceantes gemidos con su cuerpo sacudiéndose fuertemente al frente y atrás, con mi verga entrando y saliendo sin compasión de su coñito que rogaba descansar de los espasmos que tan sensibles lo habían dejado, pero dentro de su panochita seguía todo tan cálido y húmedo que me embriagaba a seguirla forzando más y mas
– Más vale que lo hagas… – respondí sintiendo mi corrida recorrer su camino en busca de salida, el deseo me embriagaba, solo quería ya arrojar mi corrida contra las paredes del fondo de mi prima
-..Ahh!! ya!.. – seguía mi prima enloquecida por su sensibilidad, mientras yo con un sonoro gemido comenzaba a descargar mi quemante liquido contra el tibio interior de la conchita de mi prima, ese coñito que a pesar de todo parecía abrazarse a mi verga en cada penetración para chupar todo lo que tuviera para dejar dentro de él, seguí moviéndome hasta dejar de sentir hasta la última de las palpitaciones de mi verga en su interior, escuchando como las suplicas de mi prima cesaban y su escandalosamente agitada respiración seguía, mientras soltaba mi mano de su cabello y su torso caía contra las sabanas, mirando su rostro de lado, entre tapado por sus cabellos con la boca abierta en busca de aire
– Así o más fuerte se castiga a las princesas zorritas desobedientes como tu mi amor… – dije con una sonrisa acercándome a su costado y mirando sus húmedos ojos color miel, pasando mi mano desde su pierna, recorriendo por su cadera y su brazo
-…Si amor… ya no te desobedezco… – respondió con su rostro de niña sumisa
– ¿Segura?-
-Si… ya no me regañes… tú siempre mandas de todos modos… – agregó con un lindo puchero en su boca
-…Lo sé mi amor… – respondí sonriendo, levantando su cuerpo hacia mí y dando un largo beso a sus labios
-… Malo… – dijo entre su puchero de niña regañada aun
– Shh, ya – dije entre risas – Ven vamos a bañarnos y bajamos a comer-
-…Ni puedo mover las piernas todavía… ya sabes malo…- dijo recostada aun de lado, mirándome con su rostro aun enrojecido y con algunas gotas de sudor por lo apenas ocurrido
-…¿No? Bueno, si nos bañábamos ahora íbamos a salir a comer, al restaurant que te gustó donde fuimos la vez pasada con los demás… – respondí sonriéndole
-…No seas así… si quiero ir, pero tengo las piernas casi adormecidas aun… ¿Me llevas más tarde?-
-…Nop, es ahorita, a bañarnos o nada niña… –
-…Miguel… – dijo casi suplicante con su tenue vocecita
-…Anda tonta ven – dije casi riendo – Te cargo a la regadera y ahí te abrazas de mí y ya – agregué levantándola en brazos ya
Después de la llevarla a la regadera, sus temblorosas piernas se recuperaron algo y casi salió por su pie al terminar de ducharnos
Enseguida sacó algo de ropa de su closet, y tras ayudarla a vestirse, caminamos a mi casa para cambiarme y salimos a comer
Poco más de una semana después, suena el timbre conmigo estando en casa, teniendo que dejar sobre la mesa el coctel de fruta que comía en ese momento
– Que oportunas visitas… – dije para mí mismo dirigiéndome a la puerta – Ya voy…- repetí escuchando el timbre nuevamente
-Hola! – saludó risueña al abrirle la puerta
-Hola Susana – respondí amable a la encantadora señorita
-Y…. ¿estás solo?- preguntó sin pensárselo demasiado
-Eh… pues si, por ahora, Kim no está si es que la buscas, salió—
-Sí, hablé con ella más temprano y dijo que saldrían o algo así-
-Algo así, entonces… ¿quieres esperarla aquí o algo? Aunque no volverá hasta en unas horas eh –
-Emm… – dijo pensativa y dudosa – ¿Pero estarás solo mucho rato? Podemos ir a mi casa o no se – agregó
“‘¿A su casa?’ como se supone que va a esperar a Kim allá”, pensé yo
-Eh, no, si estaré un rato solo, pasa y espérala – dije abriéndole por completo la puerta haciéndola pasar
-Okey- respondió risueñamente, caminando dentro haciendo sonar sus zapatillas sobre el piso, por un momento la observé de espalda, delineando su figura con mi mirada, apartando la vista de sus piernas antes de que volteara la vista
-Em, siéntate por ahí donde gustes, voy a la cocina ahora vuelvo – dije a la candente señorita que asintió sonriente y se aproximó a un sofá
Regresé con el plato de cristal transparente con el coctel que comía antes de que ella llegara
-¿Gustas un poco? Es todo el que encontré en el refrigerador, así que solo podemos compartir este – dije riendo un poco
-Solo un poco – dijo creo algo nerviosa, nunca la había visto nerviosa o seria por largo rato, siempre parecía demasiado risueña
-No, espera, te traigo un tenedor – dije observando tomaba el mío del plato
-No no, solo comeré un poco, ¿es el tuyo no? – dijo sonriendo, haciéndome mirar esos labios carnosos que parecía haber pasado bastante rato dedicada a teñirlos con ese atractivo labial rojo
-Si – dije simplemente, mirándolo llevarse el tenedor un par de veces a la boca y devolverlo
La observé de reojo un momento mientras yo me llevaba igual un par de trozos de fruta a la boca
-Y… ¿irán a un lado hoy Kim y tú? – comenté para conversar, estaba ella tan seria que no me lo creía
-Em no, hoy a ningún lado… – respondió, por momentos veía incluso sus piernas moverse un poco nerviosamente, esas torneadas piernas que sobresalían de su entallado short de mezclilla
Le hice charla durante varios minutos, parecía ponerse igual de risueña como de costumbre por momentos
-Ya regreso, dejaré esto en la cocina – dije interrumpiendo la conversación
Caminé a la cocina, deje las cosas por ahí, y mientras caminaba al refrigerador, escuché sus pisadas entrar en la cocina; giré y la vi casi estando frente a mí, mirando un poco dudosa o nerviosa antes de avanzar un poco mas
– ¿Todo bie—!- dije sintiéndola aproximarse por completo y sus labios tomándome por sorpresa besando los míos, moviendo su boca algo insegura
-Hey, Sus—dije en un instante que sus labios se separaban de los míos, pero volvían a presionarse contra mi ese par de labios suaves
-Shh- pronunció simplemente sonriendo, separando un momento su boca, respirando levemente agitada
-¿Qué haces? – dije casi sintiéndome estúpido por cuestionar a ese bombón de jovencita
-…¿Qué crees que hago?- respondió sonriendo de su manera habitual – Si vengo a tu casa cuando estas solo, ¿qué más podría hacerte guapo? – agregó volviendo a llevar sus manos a mi cara y sus labios aprisionando los míos nuevamente, mentiría si dijera que yo no movía mi boca disfrutando de la dulzura de esos labios color cereza sobre los míos
-Ya …mmm… ya – dije separándola por los hombros – Si eso querías ya te diste el gusto pero ya está bien Susana, tal vez no soy el novio más fiel del mundo, pero tú eres su amiga, no hagas eso ¿okey?…quizá incluso ella te mandó a provocarme y ver que hacia yo ¿no? pues ve y cuéntale lo que gustes – dije separándome de ella y caminando hacia afuera de la cocina
-Miguel, no es eso… – respondió detrás de mí – Kim ni siquiera sabe… bueno lo sabe, pero no que vendría yo a tu casa… – agregó
-¿Sabe? ¿Que “sabe” Kim? – pregunté mirándola nuevamente
-Pensé que te lo había dicho ella misma… que tú me… gustabas… no de novios o eso, sé que ella es tu novia… pero sí que… te me antojabas siempre…- respondió confundiéndome un poco, y sorprendiéndome de nuevo por pensar que Kim tenia este tipo de pláticas con una de sus amigas, además Kim no era precisamente la novia menos celosa del mundo
-Haber… ¿Kim y tú platicando de estas cosas? ¿Para qué?- pregunté
-Para… pues para… que me dejara al menos una vez contigo… pero mucho tiempo solo se enojaba conmigo…pero hace días me dio su permiso…–
-¿Su permiso?- dije con una risa casi sarcástica – No soy la mascota de Kim o algo para que ella te de “su permiso” o lo que sea, y que yo esté aquí esperando lo que ustedes decidan
-…Perdón… pensé que ella te había dicho ya… – respondió bajando la mirada – Igual ella solo aceptó que fuera si ella lo sabía antes… o si lo hacíamos los tres…- dijo sorprendiéndome quizá mas
-¿Y qué haces aquí hoy? No veo a Kim por aquí-
-Solo quería que la primera vez fuera sin ella…- respondió nerviosa nuevamente
¿Qué le pasaba a este par de muchachitas? Pensé por un instante, y tomando de nuevo la dirección de las cosas dije:
-Okey… solo que ella no me dijo nada- dije acercándome a ella y besando aun con más fuerza que ella sus labios
Si Kim tanto quería dejarme a su amiguita para cumplirle sus antojos, entonces por mi encantado de cojerme a su amiguita cada vez que se diera la oportunidad, nadie mandaba a Kim a andar dando sus “permisos” a su antojo, quería que le bajara lo caliente a su amiguita, eso haría
-¿Vamos arriba? O se te quitó ese antojo que dices tenerme solo porque te grité un poquito ¿?- pregunté más cariñosamente, besando sus labios, esos labios suyos que dudaban dejar ir a los míos
-…No, pero no te molestes conmigo, claro que te me antojas más de lo que crees… – dijo besándome ella misma ahora, parecía volver a su principal estado donde ella misma era la que parecía querer llegar a la cama ya
-Mmm… ya… vamos arriba… en esta encamada te quitaré toda la calentura que tengas – dije a su oído guiándola a subir las escaleras, mientras ella me seguía
Tras cerrar la puerta de la habitación, su rostro de mirada y sonrisa traviesa, fue sobre el mío y sentí sus hambrientos labios besar los míos casi desesperadamente
-Despacio preciosa… tenemos toda la tarde para quitarte todo el antojo, y para darme gusto con este cuerpecito de muñeca que tienes… – respondí tomando yo el ritmo en que la besaba, desabrochando el femenino cinturón de sus shorts, y dejándolos resbalar por sus piernas, sus inquietas manos sacaron mi camisa dejándome desnudo de cintura hacia arriba
-Mmm…sii…- gimió dulcemente, al sentirme apretar entre mis manos ese par de nalgas suaves y levantadas que llenaban mis manos, aun sobre la tela de sus femeninas bragas rosadas, mis manos sentían la redondez de ese suculento culo adolescente que más de una vez me había embobado al verla pasear de un lado a otro en casa de Kim, pero ahora estaba entre mis manos, a momentos de estar rebotando contra mis cadera una y otra vez
Su boca por momentos quizá más sedienta de ser besada que como lo es Kim, me besaba casi descontroladamente mientras sus manos inquietas recorrían los bordes de mi espalda y cadera, por momentos mi vientre e imitando mis movimientos apretaba mis nalgas en ocasiones, antes de llevar sus aun un poco nerviosas manos hacia el broche de mi cinturón y encontraba la forma de quitarlo; no teniendo éxito solo con sus manos, dejo mis labios, antes de sonreírme pícaramente a centímetros de mi rostro, con los labios húmedos por los míos, bajando casi de rodillas hasta mi cintura, y desabrochaba al fin mi pantalón, dejándolo caer sobre mis pies
-Hazme probar ya eso que Kim se lleva a la boca cuando se le antoja… prometo también tomármelos sin dejar nada si eso quieres… – dijo con una ligera risa de deseo mordiéndose el labio inferior
Sin responder, tomé su escotada blusa por los costados y haciéndola levantar sus brazos la deje semidesnuda; no por mucho tiempo, pues enseguida ella misma, impaciente liberó sus pechos libres, un par de pechos bastante grandes para su edad, una delicia.
– ¿Te gustan así? – preguntó coqueta y descaradamente, mirándome observar su entrepierna mientras ella se bajaba las bragas y las sacaba por sus pies – Si te parece conocido es porque Kim y yo nos lo depilamos donde mismo hace poco… ¿igual y tampoco te dijo? – agregó besándome nuevamente con su cuerpo desnudo ahora pegado a mi
-Veamos si eres tan buena con la boca, sino practicarás mucho ahora… – dije tomándola del cabello y haciéndola arrodillarse
Mirándome con su sonrisa pervertida, bajó mis boxers que ya estaban haciéndome doler la verga, y esta saltó erecta ante el rostro hambriento de verga de esa niña puta
-Ojala me alimentaras con esto tantas veces como a Kim—alcanzó a decir, antes de que yo la tomara bastante fuerte por el cabello y la hiciera llevarse casi mitad de mi verga a la boca
-Cállate y mama, el hambre de verga que tienes se te notaba desde la primera vez que te conocí… Si buscabas alguien con quien ser todo lo sucia que quieras…mmm… pues conmigo serás aún más… mmm… mueve mejor la boca anda…- dije moviendo con mis manos su cabeza contra mi verga, moviendo mi cadera follandole la boca y mirando poco a poco como la saliva escurría por el borde de sus labios, mientras algunas arcadas salían de su boca al sentir mi verga entrar más en su garganta
-Agh!!.. Mmmm…!! – se escuchaba de su boca mientras me veía hacia arriba con los ojos vidriosos por el esfuerzo, mientras sus manos se mantenían quietas sobre mis muslos, dejándose abusar la boca por mí a mi antojo
-Ahh… vamos, mueve mejor la boca…mmm… ni siquiera te la comes entera… – dije sintiéndome casi perdido, forzar muchachitas tan putas como esta era una delicia, quien la viera tan ingenua en la calle, y aquí tan puta con una verga en la garganta y quizá ya escurriéndole el coño mojado, verla dejarse follar la boca de esa manera, me ponía más que caliente, no sé cuánto de mi liquido preseminal habría ido a parar ya al interior de su boca, solo quería llenarle la boca más y más de verga
-Mmm!…Aghg!- balbuceó apretando con sus palmas mis muslos, queriendo que sacara mi verga de su boca y le dejara recuperar el aliento; demoré unos segundos más y ya con sus palmas golpeteando contra mí y su cabeza forcejeando, jalé de su cabello y la hice separar de mi verga, con la boca escurriendo hilos de saliva por toda su barbilla, y mi verga brillante y húmeda a causa de su cálida boca
-…Al menos te encanta la verga, ya aprenderás a mamármela mejor – dije mientras la observaba hacia abajo, mientras mantenía su cabeza echada hacia atrás sujetando fuerte su cabello, esa delicia de cuerpo inexperto de rodillas delante mío, respirando agitadamente
-…Ahh… lo haré como quieras – respondió antes de llevarse ella misma mi verga a la boca, arrancándome más de un suspiro con el movimiento de sus labios, moviendo la lengua dentro de su boca, sin saber bien cómo hacerlo, pero su boca inexperta aún más deliciosa, mientras yo acomodaba bien su cabello tras de su cabeza con ambas manos y la sujetaba mejor para seguir cojiendole la boca
-Ahh… eso!… mueve bien la boca zorrita – dije extasiado por cada movimiento de mi verga contra la suavidad del interior de su boca, mientras me deleitaba escuchando los entre ahogados gemidos de su boca
Separé su cabeza nuevamente, mirando recuperar aire como podía, me tenía perdido de ganas de cojerla; abrí mi boca y deje resbalar mi saliva sobre mi verga, pero ella abrió la boca y la dejó entrar en su boca, mezclándose con su propia saliva, antes de volver a engullirse mi verga la muy zorrita
-…Ahh… vamos…- me hacía gemir de gusto la chiquilla con su tierna boca
Esa muchachita ya le tenía mucho más que solo ganas de enterrarle la verga, sin esperar más liberé su cabello y la tomé con fuerza por las caderas levantándola y colocándola encima de la cama sin poder esperar más por hacer gritar de gusto a la jovencita
-…Mmm… ¿seguro que me va a entrar?… – dijo con el rostro enrojecido por la calentura, sonriendo complicemente mientras se dejaba acomodar a mi antojo y yo me acomodaba encima de ella, levantando sus piernas y colocando la punta de mi verga en la entrada de su coñito
-…Pues tendrás que aguantar muñeca, tienes tiempo antojándome a cojerte hasta cansarme… y ahora te quitaré estas ganas de verga que tienes – respondí acomodando mi verga y comenzando a empujar para entrar en ella
-Ahh… no soy Kim… despacio… – gimió mientras yo avanzaba ya centímetros dentro de ella, obviamente no era virgen, pero estaba tan apretada como si lo fuera, aunque en ese momento poco me importaba, me tenía desquiciado de deseo y solo quería comenzar a entrar y salir de esa delicia de muchachita
-No creas que nunca noté lo descarada que eras provocándome cada que Kim no te veía… – dije acomodando casi la mitad de mi verga ya dentro del tibi, húmedo y carnoso canal estrecho de Susana, sintiendo como su coñito se contraía por momentos contra su invasor – Ahora… mmm… tendrás toda la verga que quieras conmigo… ahh… que ricura eres por dentro… –
-…Ahh!… mmm… métela más…. – gemía Susana entrecerrando los ojos, mientras mi boca mordía sus pechos un par de veces, mientras mis manos recorrían sus piernas, comenzando a moverme dentro y fuera de ella aun con parte de mi verga fuera
-…Que delicia de cuerpecito tienes…ahh.. – dije mientras empujaba más y más fuerte en cada penetración contra ella, haciendo que se balanceara su cuerpo cada vez un poco mas
Seguía internándome dentro de esa delicia más y más, disfrutando el roce de mi verga contra el interior estrecho de esa panochita de ensueño, mientras la escuchaba casi ronronear entre gemidos, sujetando sus manos contra mis antebrazos y moviendo su cabeza de lado a lado con los ojos entrecerrados de gusto, disfrutando como la llenaba de verga
-Ahh!! Miguel…! – gimió en un grito abriendo ese par de ojos llenos de deseo, mirándome fijamente ante lo inesperado de mis movimientos, pues sin esperar más empujaba con fuerza hasta casi meter por completo mi verga en su ardiente interior, sintiendo como la punta de mi verga abría lo más hondo de su interior, juraría que esa parte de su coño nunca había sido atravesada por una verga, parecía querer estallarme el glande con la presión del fondo de su conchita, esa delicia podría cojerla todos los días
-Ahh… que rica panochita Susy… – dije entrecerrando yo mismo los ojos del goce, deteniéndome unos instantes a disfrutar las sensaciones de mi verga mancillando cada rincón de su intimidad, sintiendo como la voz se le quebraba inesperadamente a la señorita
-Ahh..!! No..! Sii! Ay Miguel!!.. – gimió tensándose y casi reventándome la verga con sus pulsaciones, mientras el coñito se le humedecía entre fluidos, corriéndose obviamente contra mi verga, tomándome por sorpresa
-Como te encanta putita…- dije moviendo casi nada mi verga dentro de ella, su coño se estrechaba tanto que era difícil moverse
Saqué mi verga de su interior, y sujetando con fuerza su cabello, la incorporé sobre la cama, metiendo mi verga una vez más dentro de su boca, mientras su rostro aun mostraba estar disfrutando del final de su orgasmo, al tiempo que mi verga invadía su boca y ella comenzaba a chupármela aun delirando de sus contracciones
-Chupa…ahh… sí que te gusta tener mi verga dentro ¿no? – dije metiendo fuertemente mi verga en su boca, haciéndola toser un par de veces – Mámamela con ganas y la tendrás dentro más rápido muñeca… – agregué mientras ella apenas volvía bien en sí y comenzaba a mover encantada su cabeza contra mi verga
Su boca se movía un poco mejor cada vez, o simplemente cada vez me encantaba más quizá esa boca de labios enrojecidos que absorbían mi carne erecta dentro de ella, sacando mi verga por momentos y ofreciendo mis testículos para que se los llevara a la boca, la muy puta saboreándolos como la mejor delicia entre sus labios y lengua; volviendo enseguida a meter mi verga en su boca, mientras su respiración agitada me ponía a mi más y más caliente, mirando mi verga perderse continuamente dentro de su pequeña boca
-…Veamos como la comes así… ahh – dije girándola sobre mí, tendiéndome sobre las sabanas recostado, y colocando su jugosa y rosada entrepierna a centímetros de mis labios, mientras ella seguía llevándose mi verga a la boca
Enseguida hundí mis labios en su coñito, hambriento de saborear esa delicia de rajita, con mis manos estrujando incesantemente sus nalgas, separándolas con ambas manos, entreabriendo sus nalgas mientras mi lengua recorría desde la entrada de su culo hasta hundirse lo más posible entre los labios de su conchita, mordisqueando los bordes de su clítoris, llevando en repetidas veces mis dedos a entrar y salir de su encharcado interior
-Mmm… ahhh…mmm… – gemía ahogadamente contra mi verga, separando su boca de mi carne erecta solo por instantes, gimiendo más sonoramente a causa de mi boca que se deleitaba entre sus piernas
-…Que ricura de panochita tienes… podría comérmela todo el día… – dije mientras mis dedos parecían estimular ya en demasía su coñito, que se contraía cada vez más contra mis dedos
Aspiraba más de una vez profundamente contra su panochita, llenando mis pulmones de esa delicia de aroma que me embriagaba, el olor de hembra de esta muchachita en celo que rogaba que apagara su calentura ya
Incorporé mi cuerpo saliendo de debajo de ella, mientras mi verga abandonaba su boca, dejándose acomodar a mi antojo, callada y sumisa, sabiendo que solo le interesaba ser invadida por mi verga
Acomodé su cuerpo en cuatro patas sobre la cama, mientras sus manos se sujetaban del respaldo, abrí los labios de su coñito con ambas manos y deje resbalar todo el largo posible de mi verga en su interior, observando como su diminuta conchita se dilataba para recibir gustosa toda mi carne venosa
-…Podría acostumbrarme a ese culito… – dije observando la vista de sus blancas nalgas algo enrojecida una de ellas, sin poder evitar a dar más de un par de nalgas sobre esa lindura de montañitas de carne que se ofrecían levantadas a mi antojo para que enterrara mi verga entre ellas a placer mío
-Ahh! Mmm! – gimió aún más fuerte que antes al sentir como mi cuerpo golpeaba contra el suyo, tendiendo que bajar su torso y dejarlo caer sobre las almohadas para soportar mis embestidas, mientras mis manos sujetaban con demasiada fuerza ese par de marcadas caderitas esbeltas, sintiéndome perder la razón del disfrute de sentir mi verga ahogarse entre los deliciosos bordes de su conchita que se rozaban apretados contra la forma de mi verga, la forma del interior de esa panochita era para enloquecer a cualquiera, de saber que era tan putita en la cama quizá me la habría cojido tiempo atrás en cualquiera de esas veces que Kim dejaba a su ingenua amiguita conmigo
-Si… córrete zorrita… esta panochita será mía cuando se me antoje – dije entre mi placer, sin parar mis embestidas ni un poco, mientras sentía como su coñito estaba a punto de orgasmarse nuevamente contra mi verga
-Ahh!…Sisi…más duro papito…Ahh!! – gritó aún más escandalosamente que la vez anterior, mientras sus piernas flaqueaban antes de sentir yo mismo como me lubricaba aún más la verga con las delicias que escupía su panochita
Relajé el ritmo de mis penetraciones un instante, pues la jovencita parecía volverse loca ya del placer, y mi verga parecía ya casi vaciarse dentro de ella si seguía dándole tan duro
-Ahh… Miguel… me pones loca… mmm… – dijo mientras yo recostaba un poco mi vientre sobre su espalda, jalaba de su cabello haciéndola incorporar la cabeza hasta dejarla a la altura de la mía, envolviendo esos ricos labios con los míos, sintiendo sus agitadas respiraciones ahogarse en mi boca, mirándola buscar bocanadas de aire cada que liberaba sus labios de los míos
-…Sí que cojes rico muñeca… – agregué besando su cuello y su oreja mientras mi verga seguía moviéndose pausadamente dentro de ella, mirándola entrecerrar los ojos de gusto y suspirar encantada por las sensaciones
-Ahh…! Otra vez!… ya no puedo! Ahh!- gimió repentinamente mientras su panochita volvía a derramarse contra mi verga, aun con mis penetraciones pausadas parecía estar quebrándosele el coño a corridas, mientras su cuerpo temblaba contra el mío, tal vez no estaba acostumbrada a follar tan duro
-…Que putita que eres… – dije riendo un instante, ante su semblante perdido, que no prestaba atención a mis palabras
Comencé a dejar entrar y salir mi verga más fuerte dentro de ella nuevamente, sin importarme su cuerpecito aun temblando entre espasmos de su orgasmo, mientras ella disfrutaba sin fuerza o aliento para gemir más que unas veces de una manera que me excitaba demasiado
-Ahh…!! Mmm… Si! Duro dame! Ahh… Si Kim se come esto desde los 12… yo puedo aguantarlo…Ahh!– pedía más y más a cada empujón de mi verga contra ella, con los bordes irregulares de las venas de mi verga ensanchando sus paredes vaginales
Su boca pedía más y más tal como yo lo hacía, pero sus piernas estaban tensas cerrándose una contra otra desde hacía un momento, haciendo que mi verga entrara con dificultad dentro de ella, su adolescente cuerpo no daba para más, y mi verga quería ya arrojar su corrida en esta muchachita
-Ahh!..Mas, mas!… dame verga!! – gemía fuera de sí, sintiendo otro orgasmo de su cuerpo, para mi sorpresa; la tentación de llenarle el coño de semen era demasiada, pero yo no sabía si ella tomaba algún anticonceptivo como si lo sabía con Kim, y no estábamos usando preservativo
Evité la tentación y con ella aun perdida en su mundo de placer corriéndose aún, saqué mi verga y sujetando su cabeza, llevé mi verga a su boca y la hacía entrar entre sus labios bruscamente, con ella recibiendo mi carne dura, con los ojos llenos de lujuria, sumisa y callada, no solo por mi verga callando su boca, sino disfrutando de su boca siendo usada por mi
-…Agh!…Mmm!… – balbuceaba con mi verga en la boca, con la boca impregnada de saliva que resbalaba en demasía fuera de sus labios, mientras una de sus manos jugaba lascivamente en su entrepierna, y ahí arrodillada seguía con gusto entregándome su boca, con su otra mano sujetándome de una de mis nalgas
-Ahh…traga bien putita… – gemí empujando con frenesí mi cadera contra su cabeza, sintiéndome temblar un instante y el primer chorro de mi corrida salir contra el fondo de su boca
-…Mmg!… – balbuceó al acomodar bien su boca encerrando mi verga en ella, llevando ahora su mano a la base de mi verga, y sujetando suavemente mis testículos, frotándolos entre sus dedos, meneándolos un poco entre caricias, mientras el líquido que de ahí brotaba iba a parar al fondo de su boca
-Ahh…- gemía aun yo encantado de vaciarme dentro de la boca de esa ternura de muchachita sucia, mi verga había terminado ya sus palpitaciones en su boca, pero con su mano aun sujetaba mi verga por la base evitando que la sacara de su boca
-…Mmm…ag… – seguían los sonidos dentro de su boca, mientras los movimientos de su lengua sobre mi verga evidentemente limpiaban toda mi verga dentro de su boca
Al fin mi verga salió libre de su boca, mientras ella la abría traviesamente, mostrándome que por lo menos tragando semen si era buena, el interior de su boca estaba más que limpio al igual que mi verga
-…¿Cómo te gusta?… – preguntó juguetonamente mientras se sujetaba de mi cintura para incorporarse y besarme un par de veces efusivamente
-…Casi…- dije sonriéndole, mientras la sujetaba y me sentaba al borde de la cama con ella sobre mis piernas, mirándome de frente abrazada a mí, mientras volvía a deleitarme otro buen rato con la boca de la caliente señorita
Mis manos se llenaban masajeando y manoseando sus nalgas mientras la besaba durante minutos y minutos
-…Ya no aguanto… hoy ya no… – pidió tímidamente sintiendo como mi verga se erectaba y se apretaba contra su entrepierna por la posición en que estaba sobre mí – Con razón tu prima no quería presentarme a su primito que la hacía ver las estrellas… –
-…Nadie dijo que íbamos a hacer más…- respondí riendo ya que seguir no era mi intención – Pero si yo dijera que lo haríamos más, pues lo haríamos más… ¿okey? –
-…Si… – respondió sumisa con una sonrisa tímida después de eso
-…¿Nos bañamos y te encamino a tu casa? – pregunté a la risueña señorita
-Nop, me voy así – dijo levantándose y tomando su sostén – Vivo cerca ya sabes, además se supone que iba con unas amigas, si me ven llegar contigo aunque te conozcan igual y piensan otra cosa que no es… – dijo riendo ante lo último de su frase, al igual que yo
-Okey, no olvides ponerte esto o se lo llevo a Kim … – dije aun entre broma mostrándole sus bragas sobre el piso
-Yo le cuento antes- dijo riendo y tomándolas del suelo, antes de ponérselas nuevamente
Entre algunos comentarios más o menos, terminó de vestirse y salió de la habitación, diciendo que no pensaba tardarse tanto conmigo y debía apurarse a casa, no sin antes besarla nuevamente y morderle los labios
Terminé de ponerle el pantalón y la camisa y salí de la habitación unos minutos después para bajar por algo a la cocina, esa muchachita me había quitado bastante energía
Tres días después estábamos los tres charlando en la sala de la casa de Kim—Kim, Susana y yo— mientras ambas charlaban de cualquier cosa normal y yo me unía a su conversación por momentos, aunque me quedaba más viendo el televisor por momentos; nada fuera de lo común se comentaba pues la mamá de Kim iba de un lado al otro de la cocina o de la casa haciendo sus cosas; parecía otro día normal de tantos en los que Kim tenia a Susana en casa y yo pasaba un rato ahí.
Tras un rato, después de estar ayudando a traer algunas cajas de mi casa a la de mi tía, tras las últimas cosas que debía traer, salí a la puerta para avanzar hacia el césped de mi casa, para traer las cosas que faltaban; veo a mi tía salir también y subirse al auto, no sin antes decirme que dejara las cosas por ahí con las demás, ya que ella iba a comprar unas cosas
Asiento y entro a mi casa para llevarlas, era una bolsa y poco más, varios minutos paso hasta llegar nuevamente a casi la puerta de la casa de mi prima; escuchando algunos gritos que no lograba aun escuchar que decían
Avancé casi a la puerta, y era lo que pensé, Kim y Susana parecían no solo estar levantando simplemente la voz; entro en la casa y dejo las cosas casi en la puerta, para avanzar hacia donde estaban ellas, estaban cerca de la cocina así que aún no las veía al entrar
-¡¡No seas golfa Susana!! – escuche bastante claramente la voz de mi prima gritando – ¡¿Cuándo te dije que podías hacer algo así?! –
-¡Ya! ¡Cállate! ¡Podrías no ponerte así de histérica alguna vez! – escuché responder a Susana, que parecía bastante agitada también, mientras yo avanzaba apenas hacia ellas
-¡Tu no entiendes! ¿Cómo lo ibas a hacer idiota? – replicó Kim furiosa
-¡Ya cállate Kimberly! ¡Lo vas a hartar poniéndote así! Así como te pones por cualquier cosa no dudes que te corte—!!
-¡¡Cállate!! *Plaf* – escuché el sonido de la palma de Kim golpear contra la mejilla de Susana mientras yo estaba ya aproximándome a intervenir
-Hey, Kimberly! Cálmate ¿Qué están haciendo? – pregunté seriamente, metiéndome prácticamente en medio de ambas
-…Quítate Miguel!… – respondió Kim con los ojos humedecidos del enojo, mientras buscaba quizá volver a cachetear a Susana
– Dije que te calmes Kimberly!! – grité alzando la voz mientras Susana detrás mío se tomaba la mejilla sin intención de responder a la agresión de Kim
-¡Nooo! – gritó simplemente en negativa mi prima, alzando la voz hasta donde la garganta le permitía, teniendo que sujetarla de las muñecas ya que trataba de quitarme de en medio
Susana no hizo nada más, tomó su bolso detrás de ella y enseguida se dirigió a la puerta, mientras Kim forcejeaba conmigo para que la soltara
-¡Ya Kim! Quédate aquí ¿okey? Voy a la puerta y vuelvo – dije mirando fijamente su par de ojos que parecían algo llorosos y ya no hacia afán por forcejear más conmigo
Se quedó callada un instante, mientras yo apresuraba mis pasos a la puerta, cruzaba hasta llegar casi a la banqueta y alcanzaba a Susana tomándola un poco por el hombro
-Hey… ¿Qué pasó? – pregunté mientras ella levantaba el rostro hacia mí con la mejilla derecha visiblemente enrojecida
-…Nada – respondió simplemente
– Estoy preguntando en serio Susana… Son amigas ¿Por qué hacen eso así de repente? – volví a preguntar con seriedad
-…En serio, solo discutimos un poco… A pasado otras veces no pasa nada – agregó con una sonrisa algo forzada
-¿Segura? –
-…Si, solo deja que se le pase, y a mi igual… –
-Eso espero – dije sonriéndole un poco – Ve a casa… – agregué tomándole un instante con la mano la mejilla que no estaba enrojecida
Asintió y volvió a girarse camino a su casa, mientras yo volvía algo apresurado a entrar en casa de Kim
-¿Kimberly? – pregunté entrando a la sala y mirando recostada con el rostro sumido en un cojín – ¿Kim? –
-……¿Qué? –respondió ahogadamente sin levantar el rostro
-Hey, ¿por qué hiciste eso? – dije tratando de bajar la voz
-….Por cosas Miguel… – respondió entre lágrimas con los ojos quizá más rojos de la mejilla de Susana
-Pero no llores, tú fuiste quien la golp—!
-¡¿Por qué la defendiste a ella?! – gritó sollozando arrojándome el cojín antes de abrazarse a mi
-…No la defendí Kim, pero no debes pelear… menos con ella – respondí abrazándola aún más fuerte, sintiendo sus sollozos ahogarse sobre mi pecho
Varios minutos pasó simplemente sollozando pausadamente aferrada a mí, mientras yo esperaba que mi tía no llegara y viera esa escena tan “poco común”, no fue así por fortuna
Después de unos minutos, levantó su rostro más compuesto mientras yo besaba una de sus mejillas
-Ya pasó mi amor… deja de llorar que si llega tu mama tendrás que inventarle algo – dije sonriéndole a la chillosa muchachita que asentía limpiándose las mejillas y el borde de los ojos
Por más de un momento pensé que la discusión había sido a causa de que a Susana se le había ocurrido comentar innecesariamente su “visita” a mi casa días atrás; pero era algo más, o algo diferente más bien
-Como se le ocurre decirle a esa otra tipa que si puede venir y presentártela… – comentó Kim, al parecer todo era debido a que en una salida que habían hecho juntas Kim, Susana y esa otra amiga de Susana, las tres habían ido a depilarse el pubis hacía ya algunas semanas; lo cual yo había sido quien había hecho el comentario a Kim meses atrás para que se depilara lo poco de vello que tenía ahí; las tres habían asistido juntas a depilarse ya que esta otra amiga de Susana conocía el lugar ya que era de una conocida y podían hacerlo ahí sin mayor traba, un lugar bastante profesional según Kim; y en lo que a mi respectaba a Kim y Susana les habían dejado el coño de maravilla
Pero el punto era que esta otra amiga llamada Kassandra tenía interés en mi tiempo atrás, no solo del tipo de interés de Susana que tenía antojo de encamarse conmigo, sino algo más serio; y aprovechó esta salida con Susana y Kim para preguntarle un par de cosas en persona a Susana, al parecer a Kim no, pues seguro Kim debía ser cortante al hablar de mi con alguna chica que comentara algo como “ayúdame a ligarme a tu primo”
El “pecado” de Susana había sido comentarle a esta chica que si podía arreglar una salida entre ella y yo, tal vez solo diciéndolo por cortesía; pero obviamente comentárselo a Kim había sido peor idea aun
-…¿Y crees que yo iría a citarme con esa chica solo porque Susana lo comentó? – pregunté a Kim
-…No te dejaría ir ni aunque quisieras… – respondió ya más tranquila que hacía rato, aun recostada sobre mi
La conversación terminó por ese día casi una hora después cuando al fin mi tía llegó a casa
Días pasaron con eventuales encamadas y momentos en casa de Kim en que siempre nos metíamos mano; la discusión de ambas estaba ya en el olvido y más de una vez las había visto salir juntas nuevamente con otras amigas y últimamente solas también, aunque no me había tocado topármelas juntas en casa de Kim aunque si la veía ahí en ocasiones.
-Oye… ¿qué harás pasado mañana temprano? – preguntó mi prima mientras íbamos camino a casa
-Será sábado… ni idea Kim – respondí riendo ante lo inesperado de su pregunta
-El viernes me quedaré a dormir en casa de Susana, pijamada con las demás chicas – comentó mientras comía de su nieve
-¿Puedo ir? – dije sonriendo
-Claro que no. Demasiadas chicas para tenerte ahí, además es de chicas- respondió rápidamente
-¿Entonces para que me lo dices?-
-Por nada – respondió coquetamente
El mencionado viernes llegó y vi a Kim subir una maleta como si saliera de viaje por tres días, mientras la subía al carro de su madre que era quien la iría a dejar, después de despedirse con un beso rápido a escondidas de los demás, volvió con mi tía y momento después fue a dejarla
La tarde pasó sin más, y llegó la noche, mientras mensajeaba un poco con mi prima que parecía estarla pasando bien en su “noche de chicas”
Terminé dormido y la mañana llegó
Regresaba de la cocina, eran poco más de las 11 de la mañana, me dirigía a recostarme un momento más en mi cuarto, cuando el celular que había olvidado en la mesa sonó
-¿Qué pasa mi amor? – dije bajando el tono de voz en las últimas dos palabras de mi saludo, por si alguna de sus amigas estaba cerca de ella
-Holaa! – respondió al teléfono cariñosamente mientras lo que creí fue una risa escuché cerca de Kim
– ¿Todo bien? – pregunté
-Em si, oye, ¿puedes venir por mí a casa de Susana? –
– ¿Ahorita? Pensé que se quedarían hasta más tarde – respondí
-Nop, algunas ya se fueron, ven y antes de llevarme dejas a las dos que aún están aquí cuando vayamos camino a casa ¿sí? – preguntó melosamente
-Solo porqué ya hace horas que no te beso, y te quiero aquí conmigo – dije cariñosamente
-Entonces ven rapidito, en serio eh… – repitió mientras parecía que alguien más decía algo al teléfono sin que llegara yo a escuchar bien que decía
-Okey, voy a colgar, me cambio de ropa y voy –
-Okey mi amor – respondió mientras escucha un claro “Bye” que no era de mi prima, antes de que terminara la llamada
Sin ponerme a pensar nada más, subí a mi cuarto, bajé y tomé las llaves del auto
-Voy por Kim a traerla – dije por la habitación de mi madre – Iré a dejar un par de sus amigas a sus casas, si pregunta mi tía dile que la traigo en un rato mas – agregué mientras mi madre respondía sin mayor pregunta
Conduje unos minutos hasta casa de Susana, bajé y toqué el timbre repetidas veces, saqué el celular para llamar a mi prima cuando la puerta ya se abría
-Hola- dije a Susana que me abría la puerta con un ajustado short de licra y una blusa bastante entallada, seguramente la ropa con que había dormido
-Hola! – respondió tomando la iniciativa y saludándome con un beso en la mejilla, aplastando su duro par de pechos contra mi
-Iba a marcarle a Kim, pensé que quizá tus papás no escuchaban el timbre….-
-Je, mis padres no están, por eso hicimos la pijamada anoche – respondió coquetamente tomándome del brazo para que pasara dentro de su casa, cerrando la puerta detrás mío
-Ya veo, y ¿qué tal la nochecita? ¿Y Kim?- pregunté
-Bien, pudo estar mejor…Kim está por allá – dijo señalando en una dirección
Caminé por el pasillo y llegué a donde estaba Kim sentada con un vaso sobre una mesa
-…¿Así quieres que te lleve a casa? – dije soltando una risa, estaba cruzada de piernas sobre el sofá en sostén y bragas
-No mi amor…mmm – dijo levantándose y besándome repentinamente, con un sabor bastante peculiar en los labios
-Espera…¿y que estás tomando? – pregunté, obviamente los labios le sabían a tequila o algo mas fuerte
-Déjame…-respondió risueña
-No- dije tomando su vaso y tomando de el – ¿Cómo estás haciendo para tomarte esto? – agregué con una risa mas, pues no estaba mezclado con nada
-Tiene media hora tratando de tomarse ese vaso – dijo sin poder evitar la risa Susana
-Muy gracioso, ¿de dónde sacaron esto? ¿Cómo crees que la van a recibir si llega borracha a su casa? – dije un poco exaltado
-Ay yo le dije que eso no se toma así, pero ya la conoces… –
-Es solo poquito… – dijo mi prima
-Pero no para ti que no estas acostumbrada a algo así Kim – dije siendo tolerante – ¿Y dónde están sus amigas que se supone llevaría a sus casas? ¿Borrachas en el piso de arriba? Dime que no – agregué
-Claro que no, no hay nadie más, todas se fueron ya… por eso te llamé… – dijo entre una sonrisa, mientras veía a Susana servirse algo de lo mismo en un vaso, seguramente sería alguna bebida guardada de sus padres
-Dejen de tomar eso así, terminarán borrachas antes de lo que creen – dije quitándole la botella
-No hay nada más que ponerle Miguel… – respondió Susana con el vaso en la mano, mientras Kim a espaldas mías tomaba otro trago enorme de su vaso
-Kim dije que ya! – le grité mientras ella bajaba su vaso
-…No me grites así… – respondió tímidamente aproximándose a mi buscando mis labios
Me separé de sus labios unos instantes después, mientras Susana veía sin hacer mayor comentario
-Vamos al refrigerador – dije, haciendo que Susana me guiara a él, buscando alguna otra bebida que pudiera mezclar con lo que estaban tomando antes de que terminaran borrachas, encontré al fin algo y lo mezclé con algo de lo que tomaban, en los vasos de ambas
Aunque para entonces Kim ya parecía un poco afectada por los tragos que se había tomado, o los que habría tomado antes de que yo llegara
Tomaron un enorme trago ambas mientras Kim no dejaba de encimarse contra mí
-Tendremos que esperar hasta más tarde para llevarte a casa… – dije a Kim
-…Llévame arriba por algo ¿sí? – pidió melosamente mi prima
La dejé guiarme escaleras arriba hasta una habitación
Cerrando ella misma la puerta detrás, y lanzándose sobre mí envolviendo sus brazos alrededor de mi cuello mientras sus desesperados labios besaban algo fuerte los míos
-Mmm…Kim no… subirá Susana… – dije entre sus brazos
-… ¿Y? ¿Puedes cojertela a ella en tu casa pero a mí en la de ella no?- argumentó desprendiendo su sostén y quitándose las diminutas bragas en un movimiento y regresando a mi boca, empujándome contra la cama y subiéndose encima mío
No sé cuándo era que Susana le había comentado que me la había cojido en mi casa; pero para sorpresa mía Kim no parecía molesta, quizá un poco gracias a lo que había tomado ya
-…Ahora…mmm… vera la muy zorra como se coje con alguien como tú – agregó desabrochándome el pantalón y bajando para llevarse mi verga a la boca mientras me hacía sacarme la camisa
-Mmm…- pronunciaba Kim tragándose hasta el fondo mi verga que suficiente tiempo había tenido para ponerse dura con mi prima besándome encima de mí
Su boca subía y bajaba con aun más ganas cada vez, mientras dos de sus dedos jugaban entrando y saliendo de su coño
-Ahh- gemí convencido y decidido a gozarme a mi prima una vez más
Subió encima mío y separando sus piernas y con ayuda de su mano, acomodó mi verga en su coñito antes de dejarse bajar poco a poco, suspirando y sujetándome con sus manos del pecho, tomando ella misma las mías y colocándolas sobre sus nalgas, comenzando a subir y bajar por su cuenta, disfrutando como mi prima me cabalgaba la verga con su mirada algo perdida por tener mi verga hasta el fondo y algo más por el alcohol
-Ahh! – gimió al sentir como yo comenzaba a bombearla más fuerte, subiendo y bajando mi cadera, mientras su boca exhalaba agitada frente a mí, con su tierno par de pechos meneándose un poco
-Aquí ¿sí? – preguntó sacando mi verga de su interior y ensalivando su culito ligeramente, colocando con su mano mi verga contra el anillo de su culito, mientras hacía esfuerzo para sentarse sobre mi verga
-Ahh…- suspiré sintiendo como entraba mi verga difícilmente dentro de ella, reacomodándola un par de veces, hasta comenzar a bombearla un poco más, ella meneando el culo en círculos acomodándose más y más centímetros de mi verga en su recto
-Mmm…sii…- gimió encantada por el sexo anal que tanto había aprendido a disfrutar, mientras mi verga avanzaba palmo a palmo dentro de ella, hasta sentir sus suaves nalguitas apoyar firmemente contra mis piernas, disfrutaba sacar la totalidad de mi verga y después hundírsela hasta el fondo nuevamente, arrancándole un suspiro cada vez que mi glande abría su culito
-¿Te gusta mi culito amor? – gimió brincando de gusto sobre mi verga, con sus manos apoyadas sobre mi pecho para sostenerse, mientras mis manos se encargaban de apretar contra mi sus nalgas, asegurándome de hacer que mis huevos besaran el ariete de su culito, que debería estar dilatado tremendamente al grosor de mi verga
En eso la puerta de la habitación se abrió, era yo quien miraba de frente a la puerta en esa posición, solo un breve momento de temor me recorrió, antes de ver que era Susana, que entraba como si esperara este momento para entrar; traía la misma mini blusa escotada que antes, pero debajo traía lo que instantes después me aseguré era una tanga, quizá la traía puesta bajo la licra que traía encima antes
Susana observó con curiosidad la escena unos instantes, quizá con su propio cuerpo pidiéndole ser la que estuviera encima mío
-¿Quieres una enculada como esta?… – preguntó Kim, sin importarle lo que de su boca salía
Susana me miró quizá tímidamente un instante, o quizá calentándose
Sin esperar, sacó su blusa por encima de su cabeza, dejando sus pechos que no tenían ninguna prenda más sobre ellos, agachándose enseguida de casi espalda a mí y sacando su tanga, deleitándome al ver el fino hilo blanco salir de entre sus nalgas
Kim enseguida comenzó a mover su culo sobre mí, desviando mi atención nuevamente a ella, moviéndose incluso más fuerte que antes, haciendo azotar ella misma sus nalgas contra mis muslos
-Ahh… – gemía nuevamente Kim disfrutando tener el culo lleno de verga
Mis manos hacían subir y bajar con fuerza su cadera sobre mí, con las respiraciones de Kim cada vez más erráticas
Ahh…! Mmm…! – gemía mi prima llevándose los dedos al coño y sintiéndola vibrar encima de mí, contrayendo sus esfínteres por el orgasmo, mis ojos entrecerrados disfrutando, los abrí al sentir como mi verga abandonaba el interior de su culo y era absorbida por algo más húmedo
Susana que se había perdido un instante de mi vista, estaba entre mis piernas, chupando mi verga, aunque de manera más tímida quizá por la presencia de Kim
-…Hazlo así… – dijo mi prima, poniéndose igual de rodillas frente a mí y quitándole mi verga de la boca a Susana para hacerlo ella misma
Varios minutos estuvieron turnándose mamando mi verga, me estaban volviendo loco
-…¿Vamos que esperas? – dijo Kim señalándole a Susana que se subiera encima mío
Algo nerviosa aun, obviamente con menos alcohol en el cuerpo que Kim, Susana terminó de montarse encima mío y para mi dulce sorpresa, Kim acomodó mi verga contra el culito de Susana, solo pensarme dentro de esa delicia de culito me ponía la verga el doble de tiesa
Kim escupió sobre el culo de Susana y acomodó mi verga para que tratara de entrar en ella, mientras Susana trataba de dejar de estar nerviosa y destensaba su culito para querer dejarme entrar; pero un montón de intentos en esa posición fueron inútiles, no cabía duda que era virgen del culito, pero de ese cuarto ya no saldría así
Me levanté colocándola en cuatro patas, observando en esa posición una vez el manjar de nalgas que tiene, su panochita parecía húmeda ya, hundí mi boca en ella unos instantes, llevé mi boca a su culo y con mis dedos traté de meterlos durante minutos
-…Mmmm…auu…!- chillaba por instantes Susana al sentir su culito abrirse entre mis dedos
Mientras Kim no se sacaba mi verga de la boca un instante, no sé si era más delicioso el sentir la boca de Kim en mi verga o mi boca saborear a placer los orificios de Susana, disfrutaba ambos igualmente
-…¿Lista? – dije montándome prácticamente sobre Susana, con mi endurecida verga latiendo de deseo por invadir el ano virgen de esa delicia de niña
Susana no respondió, se limitó a entreabrir bien las piernas preparándose para entregar el culo
-…No aprietes el culo o te dolerá más…- le dijo Kim, casi sonriendo complemente, quizá también quería ver a su amiguita sufrir por comerse mi verga en el culo, quizá era su venganza por compartirme
Kim misma colocó la punta de mi verga contra el diminuto orificio rosado de Susana, que estaba lleno de saliva mía
-…Ahh… tranquila… veras como te encantara la partida de culo que te daré…- dije comenzando a hacer presión sobre su culo, sujetando fuerte sus caderas
-Ahh!…Auu… despacio…- gimió Susana al sentir los primeros par de centímetros de mi verga abrir su estrechísimo culo, con la verga casi goteando de deseo por hundírsela, mientras Kim me comía los huevos, metiéndose los dedos ella misma
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(Continuará… Si así lo desean)
[Si desean relatos anteriores comenten para que me contacten]
Darkel_xG@hotmail.com
muy buena imaginacion, que siga