Kim: Mi prima… Y su amiga (II)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Darkel_xG.
—…Mmm… Ahh… — gemí sintiendo el calor de su recto asfixiar mi verga —…Mmm… levanta más el culito…— indiqué levantándola un poquito por las caderas, mientras Susana misma acomodaba de mejor manera sus piernas para obedecer a mi indicación
—…Ahh… — gimió ella dulcemente con su rostro contra las sabanas haciendo algunas muecas de esfuerzo —…Ahh… es que no me entra bien…Mmm… —
—…Bien sabias que no te iban a meter cualquier cosita…— respondió Kim sonriendo un poco; mientras dejaba de mamármela por un momento y se acercaba para observar más de cerca como mi verga se adentraba ya en el virginal interior de su amiga
—…Mmm… shh… tranquilita… — dije con los músculos de las piernas tensados por la posición, tratando de entrar en ella poco a poco, evitando la tentación de atravesarla de verga sin miramientos —…Ahh… pero sí que estás apretada Susy… — añadí, siempre asegurando firmemente su traserito contra mí, evitando salirme ni un poco de ella
Sus muy carnosas nalgas ya mostraban mis dedos marcados por la fuerza de mi agarre, pero su culito era el que prácticamente se negaba a ceder más, su inexplorado recto se contraía fuertemente contra mí, queriendo sacarme de el, pero eso no iba a suceder.
—…Auu… ahh! ahh… — chilló una vez más al sentirme empujar mi verga hasta quizá la mitad, sus femeninas uñas se encajaban con fuerza contra la almohada y su boca se mantenía entreabierta exhalando aire agitadamente
—Shh… — añadí pasando mi mano en una caricia por una de sus grandes y bien formadas nalgas, vaya que había fantaseado con este hermoso culo que veía pasearse en casa de mi prima en muchas ocasiones, y aunque ya había probado las delicias de ese cuerpecito, no paraba de encantarme ver esas deliciosas nalgas y sus pechos que a mi últimamente me parecía que habían crecido más
Sus tentadoras proporciones y medidas me incitaban a seguir sodomizándola más y más; su traserito se meneaba en repetidas ocasiones tratando de acomodarse para recibirme de mejor manera.
—…No seas escandalosa chiquita… ahora aguantas…*Plaf* — le dijo Kim dándole una nalgada, tomándola por sorpresa y provocando que su tensado cuerpecito se estremeciera
—¡Ayy!— gritó Susana sintiendo ser azotado su torneado traserito — …Auu… ahh… — gimió enseguida, pues sus movimientos me habían dejado avanzar ante la incesante presión que ejercía yo con mi glande para avanzar dentro de ella; por fin había logrado atorarla de verga lo suficiente como para comenzar a bombearla
—…Mmm… eso nena… — gemí en éxtasis, moría por penetrarla repetidamente, pero al mismo tiempo quería seguirme sintiendo apretado por su estrecho recto que se dilataba para mi
—Mmm… sii… ahyy… dale… pero no tan fuerte… ahh…—gimió entre sus jadeos Susana, acomodando un poco el torso pues seguramente las tetas ya le dolían un poco de tenerlas aplastadas bajo su propio pecho durante todo este rato
—….Ahh… el ritmo lo pongo yo nena…— respondí haciendo el primer movimiento hacia afuera, sintiendo la deliciosa succión de su recto; justo al estar ya solo mi glande dentro de ella, empujé con fuerza nuevamente, internándome una vez hasta donde su culito me lo permitía
—Ahh! Mig… ahh! —chilló al sentirme empezar a profanar con menos cuidado su tierno interior, sus gemidos y jadeos venían uno tras otro, acompañando el ritmo me mis cada vez más marcadas penetraciones
Era una delicia cada movimiento dentro de ella; aun sin movimientos tan violentos, a cada penetración la carnosidad de sus perfectas nalgas se meneaba de una manera sublime debido a estar tan culoncita; la sentía temblar ligeramente cada que mi verga hacia los bombeos hacia afuera.
—…Ahh… sii…— gemí cambiando un poco de posición mis piernas y montándome prácticamente sobre ella, mientras seguía quitándole la poca de inocencia que había en ese adolescente cuerpecito; su tierno traserito se meneaba erráticamente víctima de mis embestidas cada vez más continuas
Me estaba volviendo loco de frotar el contorno de mi verga erecta contra esos deliciosos bordes interiores de su recto, en especial al fondo donde mi glande rozaba contra la pared de su irregular recto y me provocaba punzadas de placer fenomenales; por un momento me olvidé que debía hacerlo un poco menos fuerte para ella, pero solo seguía prácticamente clavándola una vez tras otra, sus jadeos y leves quejidos acompañaban mis movimientos, pero se mantenía soportando mis penetraciones mientras yo observaba su rostro contra el colchón exhalando e inhalando bocanadas de aire a cada instante, mordiéndose los labios por instantes al tiempo que alternaba mis movimientos, bombeándola y manteniendo por instantes mi verga alojada hasta donde su apretado recto me dejaba.
—Mmm….ahh…mmm!— la escuché gemir más audiblemente, mientras la sentía tratar de cerrar las piernas o un movimiento parecido
Era Kim que dada la posición tenia total libertad del coñito de Susana, desde mi posición no podía ver con certeza, pero la mano de Kim se perdía entre las piernas de Susana, y seguramente sus dedos ya debían de estar meneándose en la humedecida panochita de la muñequita que yo seguida enculando por primera vez en su vida.
—…Ahh… eso Susy… menea el culito…— dije entre el vaivén de las penetraciones, mientras la mantenía sujeta prácticamente de los costados del vientre más que por las caderas
La preciosa señorita cada vez gemía más descaradamente, ahora estaba sostenida sobre sus antebrazos y su cabeza se giraba mirando hacia atrás o hacia abajo, con las placenteras sensaciones obviamente llenando su cuerpo, dejándose llevar cada vez más por la calentura.
—…Ahhh!… ahyy… Kimberly espera…mmm… ahhh! – chilló Susana tensando su esfínter contra mi palpitante verga, esto a causa de que era el rostro de Kim el que se hundía en la entrepierna de Susana, mamándole claramente el coñito, lo cual junto a mis incesantes penetraciones debía de estar volviéndola loca de gusto
Sus excitantes grititos y su estrechez me provocaban hundirle la verga con más deseo dentro de su resbaladizo y caliente culito; le estaba encantando más de lo que había esperado, y yo solo quería hacerla gritar más.
—…Ahh… muñeca… que culito tan delicioso… — dije tomándola por debajo del vientre y tendiéndonos de lado para seguir bombeándole el culito desde atrás, levantando con mi brazo una de sus torneadas piernas para facilitarme la penetración, mientras mi otro brazo atrapado bajo el peso de su cuerpo lo movía hasta alcanzar sus bamboleantes tetas, que se sacudían a cada empujón mío
—Ahhy! ahyy!… mmm… siii…— gemía la muy putita una vez tras otra, mientras mi cuerpo la invadía y envolvía completamente; mi agitada respiración golpeaba contra su cuello, y sus agitados cabellos caían sobre mi rostro por instantes
Me estaba volviendo loco la calidez de su cuerpecito atrapado entre mis brazos, aunque no se comparaba al calor con que su dilatado recto envolvía mi verga.
—…Mmm… sii nena… ¿ves cómo te iba a encantar?…ahh…— dije casi al oído de Susana, mientras ella se limitó a jadear de gusto
Desde esta posición si podía observar como ahora Kim se dedicaba desde hacía un rato a consentir su propia panochita con sus femeninos dedos, sentada a un costado nuestro con las piernas abiertas; mientras observaba con atención como su amiguita soportaba como podía cada uno de mis movimientos.
—…Mmm… ahhh!…— gimió dulcemente Susana después de sentir como hacia descender mi mano hasta su encharcado coñito y le introducía dos dedos hasta el fondo su jugoso interior
—…Mmm…ahh… — gimió esta vez Kim quien con violentos movimientos de sus deditos provocaba el orgasmo en su panochita; observé claramente como su par de dedos y todo el exterior de su coñito se bañaron en su brillante fluido, sus piernas se contraían en espasmos unas cuantas ocasiones mientras sus ojos se entrecerraban disfrutando de las ultimas caricias de sus dedos sobre su clítoris; casi quise ir hasta ella para saborear ese tierno coñito rosado; pero tenía la verga ensartada en algo igual de delicioso y la excitación solo me hacía penetrarla sin poder cesar en mi rítmico movimiento contra ella
—…Mmm… ahhh…— gemí contra el embriagante olor de entre su cabello y su cuello; mientras mi verga me mataba de gusto por la fricción y mis dedos se movían como podían dentro de su acalorada conchita
—…Mmm!… – chilló Susana al sentir como Kim quitaba mis dedos de su panochita para introducirle los suyos, la dejé hacer y subí mi mano nuevamente hasta sus desarrolladas tetas las cuales difícilmente cabían en mi mano, meneándolas y apretándolas entre mis dedos al tiempo que la bombeaba con más ímpetu, la verga me palpitaba descontroladamente de gusto ya
—…Ahy!! ah! ah!… ya!—gritó más audiblemente que antes, pues los violentos movimientos de los dedos de Kim habían provocado ya que su coñito explotara en su primer orgasmo, su primer orgasmo mientras era enculada
—Mmm…— gemí mordisqueando su cuello para aguantar la increíble presión con que su recto se contraía contra mi erecta carne
Su pierna alzada en el aire sujeta por mi mano se menaba erráticamente víctima de los espasmos de la parte baja de su cuerpo.
—Ya!… yaa!…— pidió, llevando sus manos hasta donde estaban los dedos de Kim castigaban su sensible clítoris, separándolos de su coñito pues no aguantaba más
Cesé completamente el ritmo de mis penetraciones, y dejando bajar su pierna saqué mi verga de entre sus apetitosas nalgas, abandonando por primera vez su maltratado culito; di una sonora nalgada sobre la rosada carne de su traserito y enseguida la hice girarse, montándola encima de mí.
Mi verga fue aplastada entre la suavidad de sus nalgas y mi vientre; y observé por un instante la delicia de muchachita que tenía encima mío, sus marcadas y anchas caderas que conducían a esas firmes piernas que se sostenían sobre sus rodillas a mis costados, sus redondos pechos, que desde esta posición parecían aún más grandes, levantados firmemente en su lugar, negándose prácticamente a caer por su propio peso; esas tersas nalgas en las cuales hundí mis manos y dedos hambriento de ellas, su arqueada y delineada espalda sobre la cual su cuello sostenía ese rostro de niña provocativa, esos carnosos labios que solo verlos podías imaginarlos envolviendo hermosamente una verga.
—…Ahh…— gemí cuando apenas me llevaba uno de sus enormes pechos a la boca, pues era Kim quien había sacado mi verga de debajo del culo de Susana y me la mamaba deliciosamente –Mmm…— gemía Susana mientras mordisqueaba y succionaba sus rosados pezones de enormes aureolas, saboreando su femenino sabor tanto como disfrutaba la experta boca de Kim bañar en saliva mi verga mientras la hacía entrar repetidas veces hasta tragársela entera
Mi mano recorrió la espalda de Susana hasta encontrar su dilatado culo e hice entrar mis dedos en el, notando como su esfínter permitía el paso de mis dedos con menos dificultad, mientras mi boca mamaba como loco sus pechos que cada momento se me antojaban más; al mismo tiempo seguía sintiendo las manos y uñas de Kim recorrer una vez tras otra el vello de mis piernas y mis testículos, masajeándolos por instantes con su boca chupándomela deliciosamente, pausando por momentos sobre mi glande para succionarlo deliciosamente con su inquieta lengua que lamia todo lo que alcanzaba.
—Mmm…— gimió Susana tras sentir que la hacía levantar sus caderas, pues finalmente Kim había liberado mi verga de su desquiciante boca
La mano de Kim sujetaba mi verga en dirección al culito de Susana, mientras yo levantaba y hacia bajar su trasero sobre mi verga hasta tocar con la cabeza de mi verga nuevamente el ariete de su ano.
—…Métesela… — dijo impaciente Kim de ver a su amiga nuevamente taponada de verga
Mis manos en la compañía de las de mi prima hacían presión sobre las caderas y el culo de Susana, haciéndola bajar continuamente mientras le volvía a atravesar el culo de verga; esta vez su culito no había opuesto demasiada resistencia en esta posición.
—…Ahh! Ahyy! – chilló apretando el culo Susana pues mi verga había avanzado forzadamente aún más dentro de ella, a causa de las impacientes manos de Kim que presionaban sus caderas para hacerla bajar mas
—…Ay Susy… sí que te están partiendo eh chiquita…— dijo con una leve risa Kim quien observaba claramente el espectáculo de mi verga perforando el culo de su amiguita
—…Shh… calmadita… hasta ahí te la meteré solamente – dije a la jadeante señorita que respiraba difícilmente, con los ojos llorosos por el esfuerzo, era obvio que aunque le encantara el sexo esto era nuevo para ella
Acomodé su cabello a un costado de su cuello, acaricié repetidamente su espalda, y finalmente comencé a moverme nuevamente, abandonaba casi por completo su interior, para volver a empujar dentro de ella, sintiéndola temblar exquisitamente a cada penetración; me encantaba estarme follando a ese bombón de muchachita.
—…Mmm… mmm… mmm…— gemía rítmicamente Susana al compás de mi cuerpo moviéndose contra el suyo
—…Ghmp!… Mmgh!…— balbuceaba Kim quien sacaba por instantes sacaba mi verga del interior de Susana para llevársela a la boca; no sé si esta desinhibición seria cosa del alcohol o si simplemente no podía pasar demasiado rato viendo como solo otros disfrutaban, para mi cual fuera la razón era sublime sentir sus labios envolver mi endurecida verga hasta hacerme tocar su garganta
Los jadeos y gemidos cada vez más placenteros de Susana exaltaban sobremanera mis oídos provocando que mi excitación fuese en considerable aumento con el pasar de los minutos, y el imparable ir y venir de mi verga entre el tierno culito de Susana y la boca de Kim me estaba volviendo loco.
—…Ahhh……Miguel…ya no ag..— gimió Susana con la voz apenas audible, cayendo sin fuerza sobre mi pecho aplastando sus suaves pechos entre nuestros cuerpos
Su traserito no alcanzaba a caer sobre mis piernas completamente, dado que no era una penetración total, pero aun así el roce y el peso de sus piernas y el resto de su cuerpo sobre mí, era de una exquisitez fenomenal.
Me hundía entre los carnales y lujuriosos pensamientos y sensaciones que se cernían sobre mi provocadas por el roce de nuestros cuerpos; cuando sentí nuevamente los espasmos del cuerpo de Susana anunciar que estaba cercana al orgasmo.
La vi levantar acto reflejo su torso de encima mío, arqueando su espalda y aumentando el movimiento de sus caderas sobre mí, queriendo que las delicias de su orgasmo llegaran de una vez, su rostro la mostraba perdida solo querer darse placer, mientras su boca permanecía entreabierta, gimiendo y respirando más que agitadamente víctima de nuestros constantes movimientos.
Esperaba su orgasmo mientras hacía danzar sus caderas en círculos sobre mí, provocando en mi cuerpo unas deliciosas sensaciones que se desprendían desde el incesante roce, tibieza y la presión de los que era víctima mi erecta y quemante carne que se adentraba en ella una vez tras otra; mi cintura arremetía contra la calenturienta señorita que estaba ahora transformada en una completa putita, disfrutando y dándome el espectáculo de sus más lujuriosos deseos de mujer.
—Ahh!! Sisi!! Rómpemelo más si quier— ahh!! Sii!— gimió contrayéndose de gusto Susana, mientras brincaba aún más violentamente sobre mí, casi haciendo que me doliera la verga; su orgasmo estaba en puerta y los movimientos de su juvenil cuerpo me estaban haciendo casi estallar
—…Mmm!… Eso muñeca…!— gemí sin poder evitar cerrar los ojos de placer, al tiempo que sentía su cuerpo temblar y tensarse, privando los movimientos de mi verga dentro de ella, ahorcándomela deliciosamente en su interior, mientras sentía los cálidos brotes de sus fluidos vaginales derramarse en mayor cantidad que otras veces contra mi vientre; su lampiña conchita se friccionaba contra mi vello púbico tratando de aumentar las sensaciones de su orgasmo
—…Ahh… siiiii! – gimoteó como gatita en celo meneando la cola de manera increíble, haciéndome doler y palpitar de placer la verga en cada una de las forzadas penetraciones provocadas por sus consecutivos saltos sobre mi verga, mientras su coñito seguida haciendo escurrir sus calientes jugos por mi vientre, pubis y hasta humedecer mis huevos
—Mmm… papacito… Mmph…— vociferó antes de llevar ansiosamente su boca hasta la mía, dándome los besos más calientes y húmedos que había probado de su boca – Ahh…! Sisi! – gimió una vez más, tras soltar mis labios después de prácticamente morderlos
—…Que zorra te ves mami…— dijo Kim sonriente, dándole un par de nalgas a su ya bastante maltratado culo, a lo cual Susana poco tenia mente para hacer caso, su deseoso rostro se mantenía haciendo muecas de placer mientras se apretaba los pechos y brincaba ante los espasmos de su orgasmo que muy lentamente parecían ir atenuándose
—Ahh…— gimoteé pues los huevos me dolían ya y mi verga parecía no poder aguantar por mucho más tiempo sin expulsar su carga
—…Ya Su… bájate…—pidió Kim queriendo separar a Susana para montarse a disfrutar ella
Susana no respondió y parecía bastante decidida a seguir, por mi parte dejaría que decidieran ellas, yo estaba en la mejor parte y no me interesaba tampoco parar.
—…Susana ya— repitió una vez más Kim
—¡No!— negó al instante Susana meneándose deliciosamente sobre mí sin parar
—Aghh!… eso!— gemí sintiendo que los movimientos de ese hermoso cuerpecito me provocaban no poder aguantar más, y tomando firme su traserito con el primer sublime espasmo sentí mi verga comenzar a liberar mi semen dentro de ese dulce culito
—Ahh!… siii… un poco más!… ahh— chilló Susana notando que mis penetraciones cada vez eran menos violentas a causa de mi corrida
Mantuve el ritmo lo más que pude, y entre los incesantes gemidos de Susana sentí como su coñito alcanzaba el orgasmo nuevamente, asfixiando nuevamente a mi verga en las contracciones del tibio interior de su recto, mientras sentía liberar sus fluidos en menor cantidad que antes.
—Ahh… — gemí disfrutando como meneaba el culito más pausadamente mientras mi verga terminaba ya de inseminar a la cachonda niña
Su maltratado cuerpecito por fin se levantó temblorosamente de encima mío y mi verga abandonó su dilatado interior; mi verga aún palpitaba deliciosa y sensibilizadamente cuando la boca de mi prima la envolvió rápidamente, sintiendo como me chupaba y saboreaba hambrientamente, succionando y limpiando toda la cabeza de mi verga que estaba impregnada de mi semen, lamiendo hasta el último rincón de mi verga o mis testículos.
Susana respiraba agitadamente recostada a un costado mío; me incorporé tras sentir que las caricias de la boca de mi prima eran demasiado ya para mi verga aún sensible.
—…Ya mi amor…— dije separando su boca de mi verga
Se resistió un poco, pero aceptó una vez que se dirigían a los suyos.
Nos besamos durante largos minutos, hasta que Kim trató de encimárseme más, tratando evidentemente de volver a hacerme entrar en ella.
—…Mmm… no Kim… espera… — dije separándome de su boca –Vamos a bañarnos y ahorita vemos…—agregué queriendo no continuar por el momento, porque sino no sé a qué hora íbamos a terminar esto, y aunque no había tanta prisa, debía llevarla a su casa para no alarmar a mi tía si no veía que la llevaba a la casa
—…Pero…—replicó sin siquiera saber que argumento dar
—Pero nada Kim…— añadí sonriendo –Anda a bañarte rápido, pareces poder andar en pie muy bien— agregué separándola un poco de mi
—Pues no puedo— mintió
—Si puedes mentirosa— respondí besándola —Rápido mi amor ve— dije riendo un poco ante su mentira poco creíble
—Llévame…—insistió
—Kim ni siquiera sé dónde está el baño, y si voy yo no vamos a salir rápido de ahí— respondí a la terca muchachita
—Ya Kim ve! Ya no te le voy a hacer nada— dijo esta vez Susana un tanto risueña por su propio comentario, y ya más recuperada de todo lo anterior
—Cállate tú…— respondió levemente molesta, poniéndose de pie y tomando su par de prendas del piso, saliendo enseguida por la puerta
—¡Y rápido que sino nos vas a encontrar ocupaditos otra vez!— gritó Susana burlonamente después de verla salir
—Ya Susana, déjala, sabes bien como se pone—
— Ay si ¿y de quien es la culpa de que esté tan consentida eh?— preguntó recostada sobre la cama, jugueteando con sus piernas
—Seguro seria así aun sin mí— dije riendo
—Pero por culpa tuya lo es mas no digas que no— agregó mirándome fijamente
—Quizá— dije dejando el tema, levantándome de la cama y tomando mis prendas para comenzar a vestirme nuevamente, observando la tanga de Susana hecha prácticamente un nudo en el suelo
—¿Tú no te vas a bañar aquí?— preguntó curiosa
—No, mandé a Kim por si seguía con algo de alcohol por ahí, igual y le sirve de algo— aunque yo la había visto muy bien los últimos minutos
—Ay, jaja ¿dónde me consigo uno que me cuide así de bien a mí?—
—Pues no se Susy— dije riendo por su comentario, mientras terminaba de vestirme —Alguno ha de haber por ahí que te guste—
—Pues ninguno me gusta así… tal vez uno últimamente me está gustando, pero…—
—Pues alguno será— respondí amablemente, escuchando cerrarse la que era seguramente la puerta del baño, o la puerta de una habitación quizá
Un par de minutos después escuché pasos de zapatillas acercarse a la habitación, caminé hasta la puerta, abrí y observé que efectivamente era mi prima llegando hasta la puerta con su maleta, y ya más propiamente vestida a comparación de había llegado por ella.
—Nos vamos— dije a Susana— ¿Y que tú no te vas a meter a bañar?— pregunté
—Ay no, yo me levantaré hasta más tarde… también ve como me dejaste— dijo risueñamente
—Bueno, te cerramos la puerta para que descanses— dije riendo igualmente
—Gracias— respondió con su juguetona voz mientras cerraba la puerta y tomaba la maleta de mi prima –Adiós “¡mi amor!”— gritó desde su habitación, obviamente haciendo el tipo de broma que a Kim no le agradaban tanto
—Vámonos vámonos, déjala— dije sonriéndole a mi prima besándole la mejilla, abrazándola un poco por la cintura con la mano libre y dirigiéndonos hacia la escalera
Bajamos, llegamos hasta la puerta, para después salir y llegar hasta el auto, y sin más emprendimos el regreso a casa.
Al parecer los comentarios de Susana esta vez no la habían molestado gran cosa, pues se mantuvo normalmente platicadora y cariñosa hasta llegar nuestro destino.
Bajamos del auto y caminamos hasta su casa, entramos y nos recibió mi tía; sin notar nada inusual en su niña.
Dejé por ahí la maleta mientras saludaba y respondía los comentarios de mi tía, y después de unos momentos, volví sobre mis pasos hasta mi casa.
***
Transcurridos cuatro días, después de volver ambos de hacer ejercicio, todo parecía ir a terminar de la misma forma.
Pues para nuestra fortuna habíamos encontrado la casa sola… solo que en esta ocasión éramos solo nosotros dos; y a Kim sus carnales deseos ya la invadían y se derretía ante mí.
—…Mmm… ¿te la mamo primero?— preguntó pícaramente desprendiéndose del sostén tras haberse quitado ya el diminuto top
—…Claro muñeca…— respondí prácticamente desnudado por ella
Se colocó de rodillas y absorbió pedazo a pedazo mi semierecta verga en su boca para terminar de despertarla, no sé cómo se había hecho tan buena con la boca, o más bien, si sé cómo.
—Mmm…— mis manos sobre su cabeza la hacían tragarse mi verga hasta verla desaparecer completamente en su ensalivada cavidad
—…Mmgh!… agh!…— tosía entre arcadas haciendo brotar enormes cantidades de saliva sobre mi verga, esto me hacía excitar en un instante
Repetí lo mismo varias veces mes, manteniendo mi verga atorada en su garganta durante largos periodos, hasta que su garganta me arrojaba buscando respirar.
—…Mmm… que… agh!… rica verga… mmgh!— balbuceaba mientras el contorno de mi caliente verga disfrutaba las caricias de su deliciosa lengua y el ocasional rozamiento de sus dientes
—…Ahh… ven…— dije incorporándola, tras estarle prácticamente follando la boquita
—…Mmm… cojeme ya…— exigió mientras mis manos hacían bajar sus leggins color negro junto a sus diminutas bragas, jalando la ajustada tela hasta sus tobillos, hasta liberar completamente sus pies, desnudándola completamente
Me senté sobre el borde de la cama al borde la cama, y tomándola en brazos la cargué y la hice girar, dejando su coñito al alcance de mi boca y la suya justo sobre mí verga.
—…Mmm!— gimió mi prima al sentir mi boca comenzar a mamarle la panochita, sus piernas reposaban entre mis hombros y mis antebrazos; sujetaba con ambas manos su suave par de nalgas mientras me alimentaba del sabor que brotaba a cada incursión de mi lengua sobre su rosada rajita
—…Mmgh!… Siii!…Mmgh!— chillaba encantada correspondiendo con las mejores chupadas que su boca podía dar, me provocaba a hacer el movimiento de penetración en su boca
Mi lengua se remolineaba alrededor de su inflamado clítoris, succionando y chupando cada parte de su coñito, delineando el contorno de sus hinchados labios vaginales que rogaban su ración de sexo.
—…Mmm…— jadeaba yo mismo exhalando e inhalando aire mientras empujaba mi lengua dentro del canal vaginal de mi prima
Hundía por instantes mi nariz en su sexo, llenándome del dulce aroma a hembra que brotaba de ella.
Finalmente la hice girar nuevamente, y quedando sentada encima mío sin esperar ella mismo dejó resbalar mi glande dentro de su humedecida vagina.
—…Mmm…— sonrió sintiéndose penetrada, entreabriendo más las piernas para dejar su culito chocar completamente contra mis piernas
—…Mmm… muévete mi amor…— ordené sintiéndola comenzar a mover las caderas al instante, dejando que su adolescente panochita saboreara mi verga nuevamente
—Ahhmm!… sii…ahh…— gemía sentada con la espalda casi completamente en vertical, arqueándola hacia atrás y sujetándose de mis piernas para seguir brincando sobre el pedazo de carne que invadía su intimidad
Mis manos extendidas hacia el frente estrujaban sus bien formados pechos, mientras sentía mi verga recorrer el camino de ida y vuelta dentro de su ardiente conchita, observaba desde mi posición los húmedos e hinchados labios de su coñito abrirse al grosor de mi verga, subiendo y bajando por todo el contorno de esta, ascendiendo hasta casi dejar verse mi glande para enseguida dejarse caer hasta besar la base de mi verga con los labios de su panochita, repitiendo esto incesantemente ante mis ojos.
—..Sssii!…ahh… sisii!…dame duro…!— exigía lujuriosamente, echando su torso finalmente más hacia adelante, mientras yo la sujetaba de las caderas y comenzaba a acompañar sus movimientos con el subir y bajar de mis caderas, penetrando totalmente a mi deliciosa primita
—…Ahh… muñeca…— gemí sintiendo su coñito comenzar a contraerse cercano a correrse
—Ahhy!! Dame!… dame ya ahh!— chilló entrecortadamente apretando las piernas fuertemente contra mis muslos víctima de su orgasmo; mis penetraciones atenuaban su ritmo tratando de dejarla disfrutar los deliciosos espasmos de su coñito
Pero sus imparables caderas seguían moviéndose violentamente arriba y abajo, dejando resbalar mi verga que ahora estaba aún más húmeda que al principio dejando sus fluidos escurrir por todo el tronco de mi verga hasta mi cuerpo.
—Ahh!… cojeme mas!… mas!— vociferó entre el agitado respirar que provocaba la cadencia de sus sexuales movimientos
No respondí, solo dejé mi cuerpo volver a tomar el impulsivo y fuerte ritmo de antes, donde mi verga tocaba y abandonaba el fondo de su coñito en fracciones de instante, repitiendo esto en una cantidad innumerable de veces, mientras su vocecita de chiquilla gemía y gritaba ante mis embestidas excitándome sobremanera.
—Mmm…mmm…— sonaban nuestras bocas unidas mientras nuestras intimidades se fundían en una haciéndonos casi desmayar de gusto
Mi verga disfrutaba de llenar hasta el fondo esa prohibida panochita, mi liquido preseminal debía estar brotando e impregnando las paredes de su coñito a cada arremetida mía, podía sentir su coñito estrecharse constantemente, no sé si a deseo de mi prima o simple reacción corporal de su ardiente canal vaginal.
—Ahh! ahh! Asii! Asii mmm!…— gemía de goce mi putita prima, menando en círculos las caderas, consintiendo mi verga con sensaciones indescriptibles, provocándome temblar por instantes ante las descargas de placer que sus movimientos me generaban
—…Mmm…! Kim… ahh…— gimoteé sintiendo su coñito volver a vaciarse sobre mí, escuchándola prácticamente chillar entre sus extasíantes gemidos, sus piernas flaqueaban y disminuía la fuerza con que saltaba sobre mi verga
Por instantes no hacía más que menear su coñito alrededor de mi verga, disfrutando de ahorcarme cada parte de la verga con lo ajustado de su interior aunado a sus apenas soportables contracciones orgásmicas, terminaba con el semen casi brotando en la cabeza de mi verga cada que uno de sus orgasmos me atrapaba deliciosamente.
—Mmm… chupa…— ordené bajándola de mí y poniéndola de rodillas para hacerla llevarse mi ardiente carne erecta una vez más a la boca; la veía saborear cada centímetro que lamia, lamiendo hasta dejarla limpia, para enseguida escupir sobre mi verga, volviendo a repetir lo mismo una vez tras otra devorándosela totalmente; pero incluso su boca era menos peligrosa comparada con la manera en que las contracciones de su coñito me ponían al borde venirme en un instante
—…Mmm… lista…— dijo sonriente con la barbilla impregnada de saliva, volviendo a montarse encima mío, dejando su traserito volver a asentarse sobre mí, con mi verga yendo a parar a su quemante interior nuevamente, acompañando el penetrante movimiento con un suspiro que escapó entre sus rosados labios
Sentí el abrazador calor de su interior volver a complacer mi verga, cada incursión en su estrecha conchita me hacía delirar de placer, mis manos se ceñían fuertemente a sus tiernas nalguitas, mientras mi boca prácticamente mordía sus pezones y sus pechos, sin queja de su parte; su boca seguía gimiendo descontroladamente encantada de que me la cojiera.
—Ahh!… mmm!… mmm!— gemía la muy zorrita mientras el sexual sonido de nuestros cuerpos denotaba la violencia con que entraba en ella
Su cuerpecito volvía a arquearse encima mío, brincando afanadamente disfrutando de entregarse a mí, mis manos la sujetaban por las caderas y la miraba brincar repetidamente, el choque de sus nalgas contra mis piernas debían tener su tersa carne enrojecida ya.
Sus manos acariciaban mis pectorales mientras descendía sus manos hasta mi vientre sintiendo sus femeninas uñas rozar mi piel, volvió a inclinarse sobre mi apoyando las palmas de sus manos sobre mi pecho.
—…Ahh!— gimió contrayéndose repentinamente, ante lo que pensé era otro de sus orgasmos
—Ahh…mmm…— pero no fue así, había sido un simple y placentero espasmo que había atacado su sensible coñito que seguía recibiéndome dentro
Minuto tras minuto transcurrió, disminuyendo el ritmo de las penetraciones por momentos, pues el hermoso cuerpecito de mi prima me ponía al borde del orgasmo consecutivamente, aunque ella por su parte pocas veces disminuía el movimiento de sus anchas y perfectas caderas.
—Ahhy!… Sii!— la escuché gemir fuertemente de nuevo, tras varias penetraciones más, sentí su coñito comenzar a orgasmar nuevamente— Ahh!… Sii…!—
—Mmm!… eso zorrita…ahhh… que panochita tienes mmm!— ahora si las contracciones de su coñito me estaban haciendo no poder aguantar mas
Me levanté con ella cargada, sujetándola del traserito, ya en pie me las arreglé para pasar mis manos por debajo de sus piernas y llevé cada una de mis manos nuevamente hasta cada una de sus carnosas nalguitas; aseguré su cuerpecito con fuerza y comencé a martillar su coñito con el entrar y salir de mi verga dentro de ella.
—Ahhy!…mmm!— gemía descontroladamente mi prima aún entre su orgasmo, estrujándome incluso más la verga ya que su coñito estaba aún más estrecho por la posición
Bombeé y bombeé su encharcado coñito una vez tras otra; sintiendo que en cualquier momento me iba a derramar dentro de ella; su adolescente conchita era una delicia para mi verga que la abría de par en par; sus manitas se aferraban a mis brazos mientras sus gemidos incesantes y cada vez más descontrolados escapaban de su boca a centímetros míos.
—Ahh!…despacio…! mmm!— chillaba rebasada de placer con el coñito hipersensible por el orgasmo que se alejaba poco a poco de su cuerpecito
Por mi parte solo seguí castigando su intimidad llegando casi a derramar mi corrida en su interior; sus uñas se clavaban desesperadamente contra mis brazos mientras yo callaba su descontrola boquita envolviéndola con la mía.
—…Mmm!…mmm!!— gimió ahogadamente en mi boca mientras sentía que su sensible panochita llegaba al orgasmo inesperadamente y esto desencadenaba que mi verga palpitara incapaz de retener por más tiempo mi orgasmo
—Mmm!…mgh!… ya!— chilló desesperadamente librándose por fin de mi boca, meneando los brazos queriendo pausar mis fuertes arremetidas contra su coñito
—…Mmm… que delicia mi amor…— gemí sin hacer caso a sus protestas, perforando su intimidad, mientras su conchita se bebía chorro a chorro el quemante semen que brotaba de mi verga y bañaba las estrechas paredes de su interior
—…Mig— ahy!!…ahh…!— chillaba a causa de su sensible coñito que no recibía descanso; mientras mis penetraciones finalmente disminuían de fuerza –Ahh…! mhaa!…— gimoteaba temblorosamente mi prima víctima de mis embestidas, se escuchaban los chillidos desesperados de su boquita rogando que bajara el ritmo
Poco a poco dejé de bombear su coñito que se contraía continuamente ante su invasor; mi boca beso la suya y finalmente la desclavé de mi verga y posó los pies en el suelo, se sujetó de mi al instante pues las piernas le temblaban como si estuviese teniendo un orgasmo estando de pie.
—…Mmm… mi amor…— gemí sonriéndole y levantándola por las caderas para subirla a la cama
Mi prima respiraba agitadamente apoyada en mi cuerpo, mientras mi mano acariciaba sus cabellos desordenados separándolos de su rostro.
—…¿Qué tal mi amor?…— pregunté juguetonamente levantándole el rostro por la barbilla
—…Perfecto mi amor… más que eso— sonrió aun agitada, tras su respuesta llevé mi boca hasta la suya y besé suave pero húmedamente su provocativo par de labios que antojan a cada instante a morderlos
—…Lo se hermosa…— sonreí mientras ella me empujaba sobre la cama y se tendía con el torso sobre mi pecho, envolviendo juguetonamente sus piernas con las mías
—…Nos quedamos otro rato a besarnos ¿sí?— pidió pícaramente besando mi pecho y subiendo a mi cuello
—Un ratito mi amor… porque sino es demasiado riesgo… mmm…— añadí besando sus húmedos labios
—Pues por ti corro el riesgo guapo— respondió buscando con su lengua la mía
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