La abuela III Parte
Sigo con la historia de Juan y su abuela ¿A alguno le trae recuerdos?.
De pronto a Juan se le quitaron las ganas de quedar con los amigos, «hace mucho calor, mejor me doy un baño en la piscina». Con 65 años Eva sabía el cambio de interés de su nieto, se encontraba eufórica, no se lo podía creer nunca había sentido algo así, su vida había sido de lo más normal y hasta aburrida, ni siquiera en su juventud había hecho algo atrevido, se casó con 20 años con el novio de siempre y después de 35 años se quedó viuda.
Juan nadaba y chapoteaba en la piscina, Eva se puso a quitar hierbas en el jardín, a pesar del calor no quería dejar pasar la oportunidad «te vas a hinchar mi niño vas a ver teta de la abuela hasta que te canses» se sorprendió de la malicia con que lo pensó. Juan enseguida se dio cuenta, sólo se le veía la cabeza pero no dejaba de mirar a su abuela, había dejado de nadar y a Eva le recordó a los cocodrilos acechando a su presa «creo que estoy humedeciendo» se sorprendió de su propia reacción.
Juan no se podía creer lo que estaba viendo, ni en sus mejores sueños habría imaginado eso, prácticamente a su abuela se le salían las tetas cada vez que se agachaba a arrancar hierbas, no supo el tiempo que pasó hasta que oyó a su abuela «niño sal de la piscina que llevas mucho tiempo». Obedeció y al salir el bañador mojado se le pegaba al cuerpo, otra vez estaba completamente empalmado y no dejaba lugar a la imaginación. Esta vez vio a su abuela mirarle detenidamente, no se lo podía creer, empezó a sentirse incomodo, su abuela no decía nada y el de pié sin saber que hacer, de pronto Eva dijo «coge la toalla que te vas a quedar frio». Juan obedeció y se la echó por encima, se dio cuenta de que no se le bajaba el empalme y empezó a ser embarazoso.
Eva se dio cuenta y a pesar de que no le apetecía se metió en casa, se notaba caliente, la cara. el pecho y lo que mas la sorprendía es que por primera vez en muchos años tenía los pezones erectos. «Que calentura por Dios» se dijo en voz alta, «este niño me va a matar». Al poco rato entro Juan, seguía empalmado, «Madre mía que vitalidad» Eva, se sorprendió así misma no podía dejar de mirarle. Juan estaba igual de sorprendido de la actitud de su abuela «joder mi abuela no deja de mirarme la polla no me lo puedo creer», el pensar eso le puso más caliente todavía se fue al baño y dejo la puerta entreabierta, no sabía bien porque lo hizo, se quitó el bañador mojado y entonces vio a su abuela en la puerta.
Eva se sorprendió así misma siguiendo a su nieto, no sabía como podía estar haciendo eso, «si la gente se enterara…» como puedo estar haciendo esto. Los remordimientos y el miedo pudieron y se fue, Juan se quedó sorprendido y sin saber que hacer se cambió y salió del baño.
El resto de la tarde y la noche hubo mucha tensión, casi no hablaron en la cena hasta que Eva dijo que se iba a cambiar, Eva se fue a su habitación e hizo lo que jamas pensó que haría, dejo la puerta entreabierta, no sabía por que lo hacía pero no pudo evitarlo, a los segundos pasó lo que sería que iba a pasar, Juan estaba en la puerta mirando, entonces la dio vergüenza pensó «estoy vieja y gorda le voy a dar asco» pero al mirarle se dio cuenta de su equivocación, ya no le miraba las tetas, le estaba mirando directamente el coño.
Juan no se lo podía creer cuando su abuela le dijo que se iba a cambiar parecía una invitación, se levantó y la siguió. Era la primera vez que veía una mujer desnuda, no se podía creer lo que estaba viendo, no era un cuerpo bonito como el de sus amigas en biquini, pero era la primera vez que veía un coño, tenía muchos pelos aunque cortos, se sorprendió de que era casi todo blanco, su abuela tenía el pelo negro, lo que mas le sorprendió fueron sus labios, no se imaginaba que un coño fuera tan grande.
Eva se sorprendió así misma cuando le pregunto ¿Habías visto antes a una mujer desnuda?, mas le sorprendió su respuesta » si a mama aunque ella no tiene pelos».» Ya soy una vieja y soy fea es normal que no te guste». Juan no contestó pero el bulto en los pantalones habló por el.
Hola, Buenos dias desde Argentina…
Quiero contarte que tu relato me calento mucho, ya que me encantan las Viejas, (con respeto y cariño) pero por desgracia, nunca pude estar con una en la cama, como decimos aca solo las veo pasar. Pero no pierdo la esperanza de coger con alguna.
Abrazo a la distancia y no dejes de publicar….
Muchísimas gracias, espero q algún día cumplas tus deseos. El relato es casi todo ficción pero se basa en experiencias reales.