La app de mama
Encontre a mi madre en BADOO.
Sabía que mi madre sabía más de tecnología de lo que parece, como casi todas las madres, me pedía ayuda paracasi cualquier cosa con el móvil, instalar una app, añadirle un contacto, endefinitiva, controlaba su móvil tanto como el mío… o eso creía
Aquella tarde estaba instalándole una aplicación meteorológica que me había pedido, cuando saltaron tres notificaciones de una app de citas que yo no recordaba haberle instalado y que de hecho ni siquiera conocía, eran tres mensajes de un chaval joven que notendría muchos más años que yo, y que le decía que le gustaban mucho sus fotosy que si no le importaba mandarle alguna más potente que la del bikini rosa.
Ahí me saltaron las alarmas, aprovechando que mi madre andaba ensu habitación, abrí la app y eche un rápido vistazo, la foto de perfil era latípica foto carnet, pero tenía otras dos aparte, una en un bikini rosa, en medio del campo que nunca antes había visto, y otra sonrientejunto a un jardín, en una esquina había una especie de carpeta donde ponía “tusfotos privadas” pulse y casi se me cae al suelo al ver lo que tenía allí, 29fotos, la gran mayoría en bikini, pero había otras tres que iban un poco másallá, en la primera salía ella frente a un espejo con el brazo delante de suspechos desnudos, en la segunda el brazo dejaba a la vista su pezón izquierdo yla tercera un selfie en el que también se le veía un pecho además de suprecioso culo desnudo en el espejo…
¿Desde cuándo estaba mi madre en una web así? me apunte elnombre de la aplicación y esa misma noche me la descargue en el móvil paraecharle un vistazo con más tranquilidad.
No tarde ni cinco minutos en dar con ella, aunque no existierala posibilidad de búsqueda por el nombre, me conocía todos sus datos sinproblemas y mi madre no había mentido en ninguno de manera que con poner quebuscaba una mujer rubia de 1.65, de ojos verdosos y en 3 kilómetros alrededorme salió como primera opción
En principio tan solo tenía acceso a las tres fotos de perfil,la carpeta privada estaba vetada a los amigos que ella aceptara. Tan solo quería verlas fotos, pero no quería que supiese que era yo por lo que estaba usando unperfil llamémosle falso, para ella era un chaval de 32, de pelo castaño, quevivía en un pueblo a 60 kilómetros. Le mande una petición de amistad y para misorpresa no tardo ni dos minutos en aceptarla, y en comenzar a chatear conmigo.
-Hola, me dices tu nombre
+Hola, David, encantado de ser tu nuevo amigo, ¿y tú?
– Yo me llamo Virginia, y también estoy encantada de conocerte,que gracioso tengo un hijo con tu misma edad y que también se llama como tu…
Esa primera noche chateamos de cosas personales, gustosmusicales, libros y escritores preferidos y cosas por ese estilo, lo cierto esque yo iba con ventaja, ya que se perfectamente los gustos de mi madre, de modoque en alguna ocasión me adelantaba diciéndole mi escritor favorito a sabiendasde que era el suyo. Tengo que reconocer que me gusto su conversación, y creoque yo a ella también le caí bien, aunque en principio no tenía pensado queaquello fuese más allá, que lo que pretendía hacer una vez que tuviera acceso alas fotos… hacerme una buena paja en su honor.
Conozco muy bien a mi madre, siempre hemos tenido una buenaconexión y nos lo contamos todo, por eso se cuántos hombres han pasado por sucama desde que se separó de mi padre e incluso la calidad del sexo, o al menossé que no quedo demasiado satisfecha con aquel amante. Siempre me ha dicho quepara ella el sexo era algo secundario en una relación lo cual no quita que siemprevaya bien arreglada y se cuide bastante como para tener un cuerpazo como el quetiene
Nuestra segunda cita virtual al día siguiente empezó connormalidad, hablando tranquilamente y de banalidades, de las noticias del día,del tiempo cambiante con la llegada del verano… parecía que iba a ser unaconversación entre normalita y aburrida, hasta que ella decidió dar un pasitoadelante
+ ¿Has visto ya todas mis fotos?
-Sí, claro, si antes ya pensaba que eras preciosa, ahora estoyconvencido
+Eres un zalamero, pero no es esa la respuesta que espero, dimede verdad lo que te parecen
-¿Respuesta tímida o prefieres que no me corte?
+Más te vale que no te cortes, porque con las respuestas sosaspierdo el interés, y si pierdo el interés…. Adiós
-Tú lo has querido… pues para empezar tienes un culazoprecioso, me encanto encontrármelo así, y disfrute el, me imaginé a tulado, acariciando esas carnes blanquitas, mientras te chupaba los pezones. Endefinitiva Virginia eres una mujer preciosa y deseable.
+Esa respuesta me gusta más… ¿te masturbaste mirándolas?
-Sí, mentiría si te dijese lo contrario, y tú ¿Te masturbas? Essolo curiosidad, si no quieres no contestes, no me gustaría que te sintierasofendida por ello.
+Tranquilo no ofendes, además yo empecé primera, alguna vez lohe hecho, no te lo voy a negar, pero hace tiempo que no me toco, estoy digamosun poquito oxidada y con telarañas ahí abajo.
-Pues deberías hacerlo, es una buena manera de relajarse y dealiviar tensiones
+Siempre he pensado que esas son las excusas de los pajilleropara no sentirse mal, si te digo la verdad, cuando lo hice no me resulto muygratificante en ese momento, rozarme la pepitilla y poco más.
-¿Qué estímulos usabas?
+ ¿Estímulos? ¿A qué te refieres con eso?
-Hablo de referentes, de lo que te imaginabas en ese momento, deen quien pensabas, buena parte de la paja es la excitación mental, ponerse ensituación, dejar volar la mente, igual que como te dije antes, yo anoche meimagine sobándote ese culito blanco y lamiéndote esas tetas tan ricas
+Quizá en eso fallaba, pero es que en aquel momento tampoco esque tuviera a nadie en quien pensar los únicos hombres de mi vida eran, micuñado, mi hijo… hombres imposibles
-Pues con lo imaginativa que pareces, deberías volver a probar.
+Tal vez tengas razón, pero sigo sin referentes…
-Pues usa los que tienes, hazte una paja pensando en tu cuñado,o mejor en tu hijo, que por lo que dices tiene la misma edad que yo, no es nadamalo. Yo te confieso que alguna vez me he masturbado pensando en mi madre, estatan buena como tú, y ese día por algún motivo la he encontrado deseable… eso nosignifica nada, es un momento pasajero que se queda en tu mente y no hace dañoa nadie.
+Puede que te haga caso…
No me sentí orgulloso de andar incitando a mi madre a que sepajeara pensando en mí, pero no voy a negar que me parecía realmente morbosopensar que igual esa noche al otro lado de la pared estaría mi madremetiéndose los dedos en el coño e imaginándose que yo estaba allí.
Aquella conversación me ayudo a darme cuenta de que mi madrepodía hacerse la frígida pero en el fondo estaba tan necesitada como cualquierade sentirse deseada. Por primera vez sentí deseo real por ella, más allá delque uno puede sentir con el onanismo creativo.
La noche fue extraña, la curiosidad de saber si unos metros másallá estaría mi madre tocándose me comía por dentro, y si así era… ¿en quiénestaría pensando?
A la mañana siguiente me di cuenta de lo complicado que iba aser tener al lado a una persona que te genera una curiosidad que no le puedespreguntar a la cara, pero si a través de una pantalla, un paso en falso… y lapodía liar bien gorda
Conseguí aguantar, pero en cuanto volvimos a chatear esanoche, tras el saludo de rigor fui directo al grano.
-¿Probaste el truquito que te enseñe para relajarte?
+Si, pero no…
-¿Cómo es eso? Te tocaste y no te funciono…
+Empecé, sí, pero me asusté y no quise terminar…
-¿Susto? Cuéntame…
+Te lo cuento, pero no te rías de mí por favor.
-Tienes mi palabra de honor
+Empecé, lo hice a mi modo al principio, la mano dentro de lasbragas, acariciándome la pepitilla, entonces recordé lo que me dijiste y tehice caso, me imaginé unos dedos que me acariciaban, sentí el morbo y laexcitación creciendo, me estaba poniendo como una moto, pensar que mi hijoestaba metiendo sus dedos en la misma raja por la que salió… Me excitó tantoque me asusté de la sensación que me provocaba, de hasta dónde podía volar miimaginación… y no era solo a sus dedos dentro de mí.
-Es que de eso es de lo que se trata, hazme el favor y lapróxima vez llega al final, imagínate si quieres que tu hijo te folla, o tehace el amor lo que tu desees, recuerda lo que te dije, lo que pasa en la mentese queda ahí y no hace daño a nadie
De nuevo me sentí extraño por seguir con aquella incitaciónincestuosa, una parte de mi sabía que se me estaba yendo de las manos, pero laotra quería ir lo más lejos posible. Y es que descubrir que mi madre se habíaexcitado pensando en mí, fue una especie de inyección de ánimo.
Chateamos de otras muchas cosas esa noche, pero ninguna tuvo quever con aquel primer instante, no quería presionarla, aunque estaba deseándolo.
Serian poco más de las dos de la noche, medio dormido me levantea tomar un vaso de agua, en aquel momento en lo último en lo que pensaba era enla conversación que había tenido esa noche con mi madre a través del chat. Peroal pasar ante su puerta, escuche una especie de maullidos que provenían deella. Incapaz de aguantar la curiosidad acerque mi oído a la puerta
Había una pequeña rendija por la que pude ver algo, mi madreestaba con las tetas al aire y se intuía su mano acariciándose, pero laabertura de la puerta no me daba para tanto, sí que la podía oír perfectamente,los susurros, la respiración agitada, eran inconfundibles, se estaba tocando… ylo más fuerte de todo, entre dientes pude escuchar hasta en tres ocasiones ycon claridad mi nombre.
Me fui a la cama, y no pude evitar hacerme una buena paja, quetuve que parar a medias cuando sentí que mi madre salía de su habitación en direcciónal baño, donde pude escuchar con meridiana claridad correr el agua del bidé. Notuve dudas, mi madre esta vez sí había llegado hasta el final.
Para mí no fue tan difícil no preguntar, como lo fue para ellamirarme esa mañana mientras desayunábamos.
Esa misma mañana se puso en contacto con mi alter ego en la redy le mando tres mensajes.
“Lo hice” “Ha sido muy extraño mirar a mi hijo a la cara estamañana, me daba un morbo increíble, y creo que él lo ha notado” “¿A ti te pasocuando te pajeabas fantaseando con tu madre?”
No pude responderle hasta la noche, por la mañana estabatrabajando y por la tarde estuve con ella buena parte del tiempo, y no podíaescribir sin que se me notara. Esa noche hablamos una vez más.
-Perdona que no te haya podido responder antes, estaba muyliado, eso quiere decir que me hiciste caso… independientemente del morbo delque hablaremos después, dime ¿Funciono? ¿Descansaste mejor?
+No te preocupes, es que necesitaba soltarlo, sí, he dedarte la razón una vez que volví del baño caí rendida, así que si funcionó, yahora si no te importa hablemos de lo que de verdad me preocupa, la obsesióncon mi hijo
-¿Obsesión? Creo que no es para tanto, tan solo ha sido unratito imaginativo
+ ¿Tú crees que no es obsesión?
-Por supuesto que no, eso es parte del juego, siempre que sequede en tu imaginación no hay problema no haces daño a nadie.
Aquella noche marco un antes y un después en nuestrasconversaciones como madre e hijo, y es que mi madre volvió a la normalidad conmigo,ya me miraba con normalidad y también me hablaba como siempre, pero elespejismo de la vuelta a la normalidad fue eso, un espejismo, esas noches noescuche que hiciera nada como la vez anterior, y las charlas en el chat secentraron más en el mundo de los sentimientos que en el reino de los sentidos
Esas noches me conto muchas cosas que ya sabía de la relacióncon mi padre, en su mayoría no demasiado buenas, pero también algunas que jamásme había confesado, como que el paso del tiempo le había limado las heridas yllego a pensar en una vuelta imposible. Fui un psicólogo para ella, perotambién un confesor de aventuras que desconocía, todas las cuales empezaban muybien, pero por alguna razón ninguna cuajo más allá de un primer acercamiento,parecía como si no encontrase en nadie lo que buscaba, y por que según suspalabras no quería alejarse de mi… como hijo
Fueron días de conversaciones profundas, donde apenas dejamoslugar para el sexo, aunque ambos fuéramos conscientes de que era un tema queestaba en el ambiente y tarde o temprano en algún momento llegaría, y así fueuna noche de viernes al filo de la medianoche
-¿Echabas de menos el sexo con tu marido?- pregunte sin maliciaalguna, y abrí de nuevo la caja de Pandora, después de que ella me contase quese pasó casi dos años sin dormir con el antes de separarse
+Si y no… echaba de menos el inicio de la relación, cuando lascosas eran de verdad, cuando salía del alma y no de las tripas. El rutinariono, de hecho apenas disfrutaba y las únicas veces era cuando me pedía cosasdiferentes.
-¿Cosas diferentes?
+Si, bueno, cosas diferentes para nosotros, que no hacíamos demanera habitual, que se la chupara, o que me dejase dar por el culo.
Entre las cosas que mi madre me había confesado alguna vezestaban esas dos, no sé porque en algún momento me hablo de que le había hechoalguna mamada a mi padre, pero también que nunca se había dejado dar por elculo, sentí curiosidad por saber si entonces me mintió, así que pregunte sinpensar
-¿Y te dejaste?
El corazón me pedía ahondar en ello, pero la cabeza me decía quesi seguía por ahí podía dar un paso en falso
+Mamadas sí que le hice, pero por el culo nunca, por mucho quese empeñara en decir que el dolor es placer
Coincidía plenamente con lo que me conto, reconozco que me hizoun poco de ilusión saber que el culo de mi madre aún era virgen, así que meanime y seguí preguntando
-¿Y él te comía el coño a ti?
+No, nunca lo hizo, pero tampoco yo se lo pedí
-¿Te lo han comido alguna vez? Ya sabes lamer, besar…
+Una vez
-¿Y?
+Fue diferente… bueno, sin más
-¿No te gusto?
+Se puede decir que no me volvió loca
-Eso es porque no te lo hicieron bien, cuando nos conozcamos tehare un cunnilingus de verdad, y descubrirás lo que es bueno, no parare hastasentir que te corres en mi boca, lametón aquí lengüetazo allá, buscando tuclítoris… ¿no te excitas solo de pensarlo?
+Estoy deseando conocerte y sentir tu lengua en mi chocho, cadadía que pasa tengo más ganas de verte, abrazarte y dejar que hagas que mevuelva a sentir una mujer desea dada
Si ella supiera que quien le estaba diciendo esas burradas erasu propio hijo, probablemente no habría respondido así. Me vine arribanuevamente y ataque un poco más.
-Dime la verdad, ¿Por qué no te atreviste a dejar que tesodomizara tu marido?
+Pues, por miedo más que nada, imagino que no habría parado sile decía que me dolía mucho, sé que hay mujeres que lo hacen y no hayproblemas, pero con hombres comprensivos y tiernos, y mi ex en esos momentos nolo era, iba a lo suyo y nada más
-¿Y no tienes curiosidad por saber lo que se siente? No todoslos hombres somos como él
+No mucha la verdad, pero si en alguna ocasión aparece esehombre que me haga sentir tan cómoda y deseada…no lo descarto del todo aun
Aquella no parecía mi madre, se estaba soltando con un tipo delque apenas tenía cuatro datos y ni siquiera había visto una foto. Un tipo quela había animado a hacerse pajas pensado en su hijo, que le había dicho que eldía que la viera le comería el coño, y le estaba preguntando acerca de dejarsedar por el culo, y ella estaba no solo siguiéndole el juego sino que dándolecuartelillo en incluso ciertas esperanzas… me tenía descolocado.
+El otro día me paso algo que creo que tengo que contarte, y quelleva días remordiéndome la conciencia, creo que necesito tu consejo.
-Adelante, cuéntame
+Me da un poco de vergüenza por eso no te lo he contado antes,fue hace unas noches, cuando hice lo que me animaste que hiciera, yasabes, masturbarme… deje que la mente fluyera demasiado, y deje la puerta de mihabitación ligeramente abierta, por si mi hijo pasaba… creo que eso fue lo quemás me excito, pensar que en cualquier momento me podría pillar, con las manosen la masa.
-¿Y él lo hizo?- contuve la respiración, aquello no me loesperaba.
+Creo… bueno no te voy a engañar, sé que sí, y me dio muchomorbo, me sentía… uffff
Definitivamente se me había ido de las manos, mi madre sabía quela había estado mirando, no sabía cómo parar aquello, y lo peor de todo, noquería pararlo ya sin descubrir el final, hice una pregunta más
-¿Te imaginas que hubiera entrado?
+Prefiero no pensarlo
-Se sincera… ¿Qué habrías hecho?
+Con la calentura que tenía en ese momento, le habría chupado lapolla para bajarnos el calentón
-¿Y él?
+No creo que se hubiese dejado, es mi hijo…
-Es un hombre como todos, no creo que se hubiese opuesto a quele hicieran una mamada
+Puede que en ese momento no importase, pero el problema vendríaal día siguiente, no sé cómo nos miraríamos a la cara después de eso.
-Pues igual que siempre, o acaso tu mirabas de manera diferentea tu marido después de un polvo
+ ¿No crees que estoy obsesionada con mi hijo?
-No creo, y aun así ¿Qué tendría de malo?
+No sé, dímelo tú, hijo
-¿Qué?
En ese momento se abrió la puerta de mi habitación, y entró mimadre con su móvil en la mano, se quedó mirándome
-¿Desde cuándo lo sabes?- pregunté tragando saliva
+El tiempo suficiente.
-No sé qué decir mama… lo siento…
+No digas nada, también es culpa mía, debía haber parado cuandosupe que eras tú, y sin embargo… estoy aquí, y no es para echarte la bronca… nosé lo que ha pasado entre nosotros estos días, pero si sé que puede que mearrepienta de lo que pase esta noche…
Caminó hasta mi cama y se sentó sobre ella, me miro y me dijo.
+Antes de que ocurra nada, dime algo que necesito saber, ¿Estásseguro de que quieres esto?
-Sí mama, ¿Y tú?
No me respondió, al menos con palabras, levanto el culo delcolchón y tiro de la gomilla del pantalón y las bragas dejándolo a medio musloy mostrándome sin pudor alguno su pubis cubierto por una capa de vello. Meacerque y le eche una mano para quitárselo completamente, momento que ellaaprovecho para quitarse la parte de arriba del pijama quedándose desnudadelante de mí, tendida sobre mi cama. La erección que hinchaba mi pantalónsorprendió a mi madre
-Separa las piernas mama, voy a comerte el coño como nunca nadielo ha hecho.
+Primero bésame hijo… dale un beso a mama, pero de los deverdad.
¿Cómo negarle un beso a mama? Mis labios se pegaron a los suyosy nuestras lenguas se cruzaron, su mano me acaricio la polla dura y tiesa por encima de la tela del pantalón
+Prométeme que no te vas a arrepentir de esto hijo…
-Jamás me arrepentiría de hacerlo con una mujer tan maravillosacomo tu mama
Acaricie sus tetones y se los bese, lamí sus pezones u en esemomento supe que ya no había marcha atrás, tal vez al día siguiente mearrepentiría de todo lo que en ese momento deseaba, pero esa noche me iba afollar a mi madre, y por su respiración, y por la manera en como acariciaba mipene ella lo deseaba tanto como yo
-Ahora si mama, abre las piernas… y déjame ver de cerca eseprecioso coño
Mientras ella se ponía cómoda y se colocaba en posición,separando sus piernas aproveche para desnudarme yo también, creo que nunca lohice tan rápido como aquella noche
Subí a la cama y me coloque en la parte de abajo, justo delantede su entrepierna, y sin más preámbulos metí mi cara entre sus muslos, bese suchocho peludito e inserte mi lengua en su raja. El sabor de mi madre me pareciódelicioso, el cosquilleo de sus pelillos en la cara, el morbo ibacreciendo por momentos, no me podía creer que estuviese lamiéndole el coño a mimadre. Mordisqueaba sus labios vaginales, jugaba con mi lengua en suvulva, no tarde en dar con su clítoris que para entonces ya estaba inflamado dedeseo.
-¿Te gusta mama?
+Nada que ver con el otro hijo, nada que ver cariño… no tepares, comete a mama,
No pensaba parar, no solo porque le hubiera prometido que nopararía hasta sentir su flujo en mi lengua, sino porque estaba disfrutando delmorbazo que me daba estar comiéndole el coño a mi madre.
Se corrió mucho más rápido de lo que me esperaba, lo notécuando sus muslos se comenzaron a tensar y sus manos tiraron de lasabana, ni siquiera tuvo tiempo de avisarme antes de que sucediera, tampoco esque me importara demasiado, porque estaba deseando descubrir el sabor másprofundo y privado de mi madre.
+Me corroo… eres el mejor cariño, me corro… me estoy corriendoen la cara de mi hijo y que delicia joder….
Levante la mirada y vi su cara, chupando su raja había dejado deser consciente por unos instantes de que el coño que estaba degustando no ereel de una mujer cualquiera sino el de mi propia madre, pero su voz me devolvióa la realidad, me levante y me deje caer a su lado
-¿Ves mami como un buen cunnilingus no te deja indiferente?
Paso su mano por mi mejilla y me susurro
+Eres el mejor hombre de mi vida…
Me estire hacia la mesilla y abrí el cajón
+ ¿Qué buscas hijo?
-Condones
+Déjate de boberías, sabes perfectamente que ya no tengo laregla, no me vas a dejar preñada, y aunque la tuviera… quiero sentir como tecorres dentro de mí
-Lo se mama, pero quería oírtelo decir, no te imaginas loexcitante que es oír de los labios de tu madre que quiere que te corras dentro
Le di un beso apasionado que obtuvo una igual respuesta por suparte, y abrazados nos dejamos caer sobre la cama, me puse sobre ella, con mipolla dura apuntando a su coño, estaba a escasos milímetros de hacer algo paralo que ya no habría marcha atrás posible, una vez que mi cuerpo invadiera elsuyo, cuando mi pene atravesara su vagina por primera vez, daría igual que solofuese una vez o un millón…
La miré a los ojos, tragué saliva y sin pensarlo más me hundí enella
-Mama, te quiero…- le dije besando sus labios, con mi miembro yaen ella
Después de años sin sexo el coño de mi madre estaba apretado ylubricado, el roce era bestial, y maravilloso, llegué hasta el fondo de su coñoy ella me besó y me apretó contra ella, me necesitaba, me deseaba, me quería….Y yo a ella
Nuestros movimientos eran suaves, mi polla parecía estar hecha amedida para su coño, gemía con cada una de mis embestidas por suave que fuera,de hecho no tardo en encharcarse de nuevo en cuanto fui cogiendo ritmo y mibombeo ganó en intensidad
+Sigue hijo mío, me encanta sentirte dentro, haz disfrutar amama, haz que mami se sienta otra vez mujer, aguanta un poquito más hijo,vas a hacer que mama se corra…
Cada frase de mi madre era para recordarme que no estaba dentrode cualquier mujer si no de la misma que me pario
Note perfectamente cómo se corría, como su coño chorreaba, comosu cuerpo se estremecía debajo del mío.
-Mama ponte a cuatro patas, quiero disfrutar de tu culazo cuandome corra…
+No le deje a tu padre y te voy a dejar a ti el primer día, nilo sueñes cariño, el culo de mama no se folla
-Tranquila mama, que no es para follarte el culo, es para verlo,sobarlo, quiero ver tu culazo en esa posición, ver como se bambolean tustetones, confía en mi mama, no te voy a dar por el culo si tú no quieres…
No necesite insistir, en cuanto se la saque, se giró y se puso acuatro patas, ofreciéndome las maravillosas vistas de su hermoso trasero.
-Joder mama, que culazo tienes, te lo digo en serio, un día de estosme tienes que dejar probarlo, yo no soy mi padre, yo no iría a hacerte daño telo aseguro, te he comido el coño cosa que el no hizo nunca, y te he sacado yados orgasmos
+En eso tienes razón, bueno ya veremos, pero no te hagasilusiones.
Acaricie su coño con los dedos, mientras colocaba mi verga a laentrada de su chocho, esta vez mi polla entro en ella como cuchillo enmantequilla, me deslice suavemente mientras acariciaba sus nalgas y lasseparaba para poder ver su virginal esfínter
Ahora era yo el que no dejaba de recordar frase a frase, que noera cualquier tipo de la calle el que la estaba follando, sino su propio hijo
-Qué coño más rico mama… me encanta follarte mami, que culazomama… joder que buena estas mama.
Sus gemidos y mis jadeos se fundían aquel era el polvo másmorboso y delicioso que había echado en mucho tiempo. Agarraba sus tetones, losestrujaba, ella se movía a mi ritmo. Intuyo que estaba a punto de correrme y meanimo una vez más a que eyaculara dentro de ella.
+Córrete dentro de mami, llénale el coño a mama de tu semen,dale a mama su ración de tu leche calentita
Unas pocas embestidas después, note un latigazo que me recorriótoda la columna, al tiempo que mi polla reventaba de placer inundando su vaginacon mi esperma, me vacié en las entrañas de la mujer que me había dado la vida.
Permanecí unos pocos minutos más dentro de ella, quieto, sinmoverme, dejando que mi miembro fuese perdiendo tamaño en su interior, dejandoque mi corrida quedase para siempre en sus entrañas.
Cuando por fin Salí de ella, nos besamos y nos dejamos caerrendidos sobre mi cama
-¿Has disfrutado mama?
+Si cariño, me alegra que el chicho desconocido fuese tan…cercano
Nos dimos un beso y un rato después nos quedamos dormidos,abrazados y desnudos
Pasaron casi dos meses enteros cuando mi madre que era madura me dijo que no sabia si estaba ya entrando al final de su edad fertil o se le habia retrasado el periodo por un embarazo.
Lo dejare aqui el relato y dejare a la imaginacion el final de esta historia, y porfabor nada de hate pueden escribirme si lo desean a mi telegram
@licmachototal
Me encantó tu relato