LA CARA DE PAPÁ segunda parte

¡Ya Pablito (mi nieto) tiene ocho!.
LA CARA DE PAPA   CAP II

 

Para los que no leyeron la primera parte, aquí el link

https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/incestos-en-familia/la-cara-de-papa/

 

Hablamos con mi hija durante los desayunos, luego ella va a la oficina y regresa por la tarde.

Nos llevamos relativamente bien, yo colaboro con algo de dinero para mantener la casa con un trabajo en las redes y además hago todas las cosas de la casa.

Tratamos de no hablar de la época en que vivía con su papá, pero se que cuando llega dos o tres horas tarde, es porque estuvo con él.

Una sola vez la enfrente, no negó que lo estaba viendo, y cuando le exigí que me diga, que es lo que hacían, solo bajo la vista y se quedó en silencio, es muy obvio que tenían sexo.

Rescataba sus bombachas (muy sexis) cuando las llevaba al lavarropas, y podía oler restos de semen secos, ese mismo semen que cuando estuvo en mi vagina, la engendró a ella…

¡Ya Pablito (mi nieto) tiene ocho!

El 24 de diciembre por la noche, en vísperas de navidad, estábamos los tres solos, el nene se fue a dormir antes de las 12, esperando al otro día encontrar los regalos que le dejó papá Noel.

Nosotros tomamos varias sidras y nos pusimos alegres y verborragicas.

De muy buena manera, le fui sonsacando lo que hacía cada vez que se quedaba con mi ex marido.

Primero no contaba mucho, pero creo que el tema nos ponía cachondas a las dos.

Me dijo que cuando llegaba se besaban como enamorados, y mientras duraba el beso de bienvenida, el padre le acariciaba las tetas y le pasaba la mano entre las piernas.

La interrumpí diciendo: “ya, cuéntame si hacen “cosas raras” como cuando eras niña”

Se puso colorada como un tomate, después de un largo silencio se soltó

“Bueno, siempre me pide que le chupe la pija, lo que mas le gusta es acabar en mi boca, y ver su esperma sobre mi lengua, se queda largo rato mirando, me hace que mueva la leche de un lado al otro, a veces me pide que la escupa en las palmas de mi mano, para que luego la vuelva a chupar…Después me pide que trague y le muestre que ya no tengo nada”

Su relato me calentaba, seguíamos abriendo botellas de sidra…le pregunté si había algo más.

Creo que a ella contarme estas cosas también la estaba poniendo cachonda.

Pensó mirando al techo y dijo:

“Hace un año mas o menos compro un dildo doble, lo dibujó en un papel, era un pene apenas curvo y muy largo, que en el medio tenía una imitación de dos testículos, para cada lado eran según su cálculo unos 17 centímetros.

Dijo que el día que lo estrenaron, estuvieron mucho tiempo para conseguir lo que su padre pretendía…después de varios intentos…

“Papá se puso en cuatro y me pidió que le meta un lado del consolador doble, me costó, pero al final le habia entrado casi la mitad de su sector, entonces me pidió que yo me meta la otra parte. Yo arrodillada, me puse el dildo en la vagina y comencé a hacer presión.

A mí me entro hasta los huevos y al empujar a él también le entró.”

“Era como si lo estuviera cogiendo, aunque a mí también me cogía”

Me pedia que me moviera cada vez mas rápido, hasta que le salió un gran chorro de esperma.

Yo sin darme cuenta, me había metido mi mano debajo de mi bombacha y me estaba acariciando.

Estaba tan entusiasmada que me siguió contando…

“Últimamente lo que mas le gusta es cogerme, acabarme adentro y que yo rápidamente me siente sobre su boca y chupar el semen que me vaya saliendo…eso me hace acabar con squirt, él se bebe todo eso”

Ella estaba ya muy borracha, le agarró sueño, se levanto y me dijo que se iría a dormir, en esa despedida y sorpresivamente nos dimos un beso, corto, pero con lengua.

Yo dormí recostada en el sofá.

A la mañana Pablito me despertó a los gritos.

“Abu, ¡Vino Papá Noel!” y desenvolvía los paquetes que tenían su nombre.

Se había levantado en calzoncillitos, blancos con dibujitos de ositos.

Así como estaba agachado, se le podían distinguir sus bolitas…me arrimé y suavemente se las empecé a acariciar….

“Abu, ¿Me vas a chupar el pilin, como los otros días?” preguntó entusiasmado, por supuesto que le dije que sí…dejó un paquete sin abrir al costado, se paró, se dio vuelta y se bajó el pequeño slip.

¡La tenía paradita!  Sentada en el suelo le empecé a mover el pito con mi lengua, eso lo hacía reír.

Después me lo fui metiendo en la boca, chupaba y lo dejaba salir, siempre acariciando sus pequeñas pelotas…

Me encanta que se hecha para atrás, poniendo el pubis para adelante…es como que me estuviera ofreciendo su sexo, como todo un hombrecito.

Ya una noche pasada, sin que el lo supiera, fui a su habitación, solo para verlo desnudo, pero mi sorpresa fue que tenia en la cabeza de su pito una baba cristalina, eso era o que eyaculaba un poquito o, que tenia una especie de precum.

Lo solté y le pedí que siguiera abriendo sus regalos.

“¡Abu!  ¡Seguí chupando!  Me imploró, le dije que después lo haría…mi intención era averiguar algo de su pene…le ayude a abrir el resto de los regalos…

Cuando terminamos lo arrimé hacia mi y le saque el pilin afuera, le tire el cuerito para atrás y comprobé satisfactoriamente que tenía empapada el pene con un líquido suave, transparente y de un sabor increíble…

Justo que le subía de nuevo los calzoncillos, apareció su mamá, con resaca, en bombacha y corpiño.

Pablito le alcanzó un paquete que tenía su nombre “Mirá que te trajo papá Noel”

AL abrirlo vio que era un vibrador de acero inoxidable, con forma de banana, apenas encorvado en la punta y del tamaño de un buen pene.

“¡Ay mamá, que terrible que sos!”  dijo, me abrazó y me dio as gracias, en el oído y en voz muy baja me dijo “Lo vamos a usar las dos”

Yo solo pensaba en el líquido del pito de Pablito….

Al mediodia me pregunto si podía llevar a su hijo a estar un rato con mi ex (Que también era el papá de ella y de su hijo)

Le explique que, por los antecedentes sexuales, prefería que no, discutimos un poco, ella me decía que lo iba a cuidar, que no le pasaría nada, pero yo me quería quedar a solas con Pablito, así que al final la convencí que me lo dejara.

Mientras ella se preparaba, le di el consolador a Pablo, para que le ponga las pilas (lleva dos triples A)

Se despidió apresurada, pude sentir su ansiedad…le di un pico en la boca, sacando rápidamente mi lengua afuera, se fue limpiándose con su mano…

La miré por la ventana, hasta que subió a su auto y se fue (Un poco la envidiaba)

Volvi adonde mi nieto, que encendía y apagaba el vibrador…

Fui al baño y puse a llenar la bañadera, le dije “Pablito en diez minutos nos damos un chapuzón”

“siiiii” respondió muy contento abrazándome por la espalda y apoyando su “miembro”

Se arrimó a mi oído y me preguntó “¿Me vas a seguir chupando el pito abuela?”

Le dije “si mi amor, después del baño”

Mientras regulaba la temperatura del agua me quité toda mi ropa…lo llamé.

Entró corriendo y gritando, pero cuando me vio se quedo como congelado…quitecito y con los ojos grandes.

“Sacate eso” le dije señalando su calzoncillo…lo hizo sin sacar sus ojos de mi cuerpo.

Podía ver que miraba un rato mis pechos y bajaba la vista a mi vagina y así varias veces.

“Vení” le dije sentándome en el borde de la bañadera…se acercó lentamente y estiró sus manitos hasta tocarme con cada mano un pezón.

Automáticamente se me pararon y él no notó

“Se te están poniendo duros” dijo con emoción

“Igual que tu pajarito! Le dije agarrándole el pito junto con los huevos.

“¿Querés chuparlos?” le pregunté, levantándome las tetas con mis manos, sin responderme puso sus labios y empezó a succionar… (creo que tuve un orgasmo o algo muy similar)

Cambió a la otra teta y despues de chupar un instante me preguntó

“¿No sale nada?” me reí y le dije que no, eso pareció desilusionado.

Me metí en la bañera y lo metí a él también.

Nos bañamos con jabón líquido…lo hice poner de pie y le pasé la esponja por todo su cuerpito…entreteniéndome mas en su pito, sus bolitas y dándole vuelta, en su culito.

Aunque me dolieron las rodillas, me arrodillé, le di la esponja y le indique con la mano, que me lave la cotorra…

Primero la observó de cerca, después empezó a pasarme torpemente la esponja por la vulva.  ¡Ahí si que acabé ¡

“¡Abuela te estas meando!” me dijo asustado, le explique que no era pis (creo que no me creyó) Porque se salió rápido de la bañadera.

Nos sacamos y fuimos a mi pieza…

Le empecé a hacer cosquillas por todos lados, se divertía mucho, el pito estaba bien durito.

Se lo chupé apenas un poco…le dije que vaya a traer el consolador.

Salió corriendo y cuando lo trajo me pregunto para que era…

Hice que lo agarrara con las dos manos, después que apuntara a mi tajo, fui haciendo que lo meta lentamente

“¿No te duele abuelita?” le dije que no, que al contrario que me gustaba.

Lo deje que jugara solo, lo metió casi todo, le dije que apretara el botón y empezó a vibrar.

Le encantaba sentir el movimiento… yo estaba sacada de calentura.

Le dije que dejara el juguete, que seguía “actuando” solo.

Lo levanté y lo senté de modo que su pija y sus huevos quedaran entre mis tetas.

Le dije que juntara saliva en su boquita, me dijo al rato que ya.

Abrí mi boca y le pedí que me escupiera… se tragó la saliva y me dijo que eso era un asco.

Le hice cara de triste y volvió a juntar…volvi a abrir mi boca y entonces largo un largo hilo…

Volvió a juntar, volvió a escupir, ahora esto le gustaba, me di cuenta porque movía sus caderas para que su pito se refregara en mis tetas…

“¿Abu, me chupas?” dijo llevando su pito a mis labios.

Lo puse a un lado de la cama, me senté me abrí un poco los labios vaginales, tome mi clítoris con dos dedos y le dije que se la chuparía todo el tiempo que el quisiera, pero que él me tenia que chupar “eso” a mi…

No le gustaba para nada la idea, insistía que se la chupara, nada más…yo me quedé así sosteniendo mi botón…

Finalmente se acercó y le paso la lengua (Seguro quería saber el sabor)

Volvió a lamer varias veces, ¡yo me retorcía de amor!

Pasé la lengua por sus bolitas, tocando apenas el agujero de su culo con la punta de mi lengua, fue como si le diera electricidad.

Pero rápidamente acomodo su pistola en mi boca y sin que le diga nada empezó a chuparme ese punto de mi concha…

Perdí la noción del tiempo, solo me importaba gozar de la mamada de mi nieto.

De pronto se puso a gritar “¡Ay abu, Ay…me da cosa, ¡chupá abu…chupáme más fuerte!”

Pequeñas gotas de algo apenas gelatinoso me empezaron a caer dentro de mi boca, como pude le retiré su carita de mi concha y acabé con mas de cinco chorros de squirt.

Retuve esa pequeña cantidad que le había salido de su pene el mayor tiempo que pude hasta que mezclado con mi saliva ya no lo podía sentir mas y me lo tragué-

Él me decía “¡Te volviste a mear abuela!” y reía a carcajadas, pero se acariciaba las bolitas, me dijo que sentía una sensación rara.

Me saqué el consolador, me levanté, la parte de los pies de la cama estaba hecha un desastre, tenia hasta un charco de mi “agua”

Empecé a limpiar como pude, mis piernas me temblaban.

Pablito se estaba agarrando el pene con una mano y la movía lentamente, pensé que la paja que se hacen los hombres es algo instintivo y natural, pero igual me senté a su lado y le enseñé a mover para arriba y para abajo….

¡Mi Dios!  Estuvo así un rato largo, estaba terminando de cambiar las sabanas cuando lo escuché decir “¡Abuela algo me pasa!”  estaba entre emocionado y asustado.

No me quería perder esta nueva oportunidad, me tiré sobre su pija y justo cuando entro en mi boca, largó por segunda vez ese jugo maravilloso…

Se dio cuenta que le salía algo, quería mirar, con gestos y sonidos guturales le mostré lo que tenia sobre mi lengua…lo miró un instante y me preguntó

“¿Te lo vas a tragar?” le dije que si moviendo mi cabeza y solo respondió ansioso “¿A ver?”

Estoy segura que le encantó ver que me habia tragado su juguito…

“Me duelen las bolitas, Abu” me dijo y se acostó boca abajo.

Ver ese culito, tan redondito y en forma de manzanita…era un espectáculo.

Se lo acaricié suavemente, hasta que me dijo que ya se le había pasado el dolor de huevos.

Le fui dando besos en sus dos cachetes de la cola, le daba cosquillas, pero le gustaba.

Le hubiera chupado el agujero el culito, pero me dije a mi misma que era mejor esperar otra oportunidad.

 

 

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