La carcel
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Armando era un hombre de 30 años de edad, era el distribuidor mas buscado del norte de México, estaba repartiendo la droga con sus trabajadores o tiradores, ese día fue muy cansado para armando, salio del laboratorio y se dirigió a su casa.
Sin saber que lo seguían, la policía federal lo tenia vigilado ya casi u mes de investigación, sabían donde estaba el laboratorio, su casa si tenia hijos, esposa, quienes eran sus distribuidores etc.
Su esposa al ver que entro a su casa lo abrazo y se sento en sus piernas el hombre beso los labios de su esposa en eso, le pegaron una patada a la puerta de la casa y gritaron: policia federal. Armando no pudo ser nada, mucho menos a ver a su hija e hijo correr abrazarlo.
– Armando Suárez esta detenido por tráfico de drogas y corrupción de menores.
Revisaron toda la casa los federales, destrozaron televisiones, colchones, movieron camas sale etc. Doña luisa esposa de armando veía los destrozos que hicieron esos hombres, hallaron 25 kilos de cocaína, heroína y pastillas. Cuando llego la condena se sintió derrotado 15 años en la cárcel.
Doña luisa visitaba a su esposo todos los fines de semana, a veces se quedaba a visita conyugal, cuando no llevaba a sus hijos los años pasaban, pasaron trece años, dejo de visitarlo en conyugal.
– hola amor como estas
– bien. Mi vida, estas esperando ya la libertad
– si. Pero creo que no me va llegar.
– Luisa quiero saber algo, y quiero que me contestes con la verdad.
– Que pasa Armando.
Unos minutos se sintió un gran silencio de la pareja, voltio a ver los ojos de la mujer.
– ya tenemos tres años sin sexo. Y quiero saber si tienes otro hombre.
– la mujer pego un grito y le contesto: claro que no Armando, en que estas pensando.
La mujer le dio un besos y se fue enojada, a su casa, don armando ya no pudo detenerla y ella salio del reclusorio enojada y ofendida.
Esa noche don armando no pudo dormir pensó que la había regado por preguntarle eso, toda la semana don armando pensaba en decirle que se quedara a visita conyugal, llego el sábado, ese día no apareció su esposa, al otro día empezaron a gritar.
– Armando Suárez lo buscan.
Don armando a oír su nombre corrió a la entrada, al llegar vio a una joven de 18 años. Era Roberta morena ojos grandes color negros, piel blanca de su pantalón maya se veía perfectamente, que tenia unas hermosas piernas torneadas, su blusa era escotada sus senos se veía enormes y muy duros, el hombre a ver a esa jovencita empezó a sentir un cosquilleo en su enorme tranca pero sin saber que era su hija la que lo hizo que se excitará.
– hola papa, como estas dijo la joven. Don armando a oír la palabra papa veía a la joven de pies a cabeza.
– eres Roberta mi hija.
– sonrió la joven y le contesto, no me reconoces papi así es soy tu niña Roberta armando.
– el hombre abrazo a su hija, se le llenaron los ojos de lagrimas y dijo y ese milagro
– pues tenia ganas de verte.
Ese día se reían y platicaban la visita se le hizo muy corta a don armando, cuando se fue su hija el corrió al baño se hizo un paja extrema, no podía creer su hija era una gran hembra y todo el día estuvo con su verga parada cuando estaba ella.
La semana se le hizo larga no dejaba de pensar de con su hija la veía en los sueños desnuda, chapándole la verga o metiéndosela.
Llego el domingo, su mujer llego y platico con ella fue el peor día de su vida su mujer no dejaba de recordarle por que estaba ahí se fue la mujer enojada, el hombre se quedo muy pensativo pero no dejo de pensar con su hija era hermosa decía el hombre.
Don armando era un hombre de 43 años, moreno claro ojos negros, bajito con una barriga y grande calvo.
Todos los días pensaba en que hacer, su conciencia lo convenció en decirle la verdad a su hija cuando fuera a visitarlo, pasaron semanas y semanas, su mujer era la única que iba a visitarlo, sin esperarla llego el día y ahí estaba ella vestida con un pantalón pegadito blusa roja escotada sus ojos brillaron a ver a su hija
Comenzaron a platicar el sonríe y hacia reír a su hija. El hombre tomo una decisión y le dijo a su hija:
– Roberta puedo hacerte una pregunta.
– si, papi cual es tu pregunta.
– Pero no te enojaras ni te ofenderás. Prométeme que me vas a seguir visitando lo que pase.
– Me estas asustando, te prometo, dime cual es tu pregunta
– Bueno no es una pregunta, si no una confesión.
– me asusta papi, pero dime que quieres confesarme
bueno. El hombre respiro fuerte y exploto la bomba. Te amo hija dijo
– pero que dices. La joven empezó a llorar y se dio la vuelta para irse.
– Roberta espera, deja explicarte. El hombre agarro del brazo de su hija y la acerco a el.
Hija desde el primer día que te v- hola papa, como estas dijo la joven. Don armando a oír la palabra papa veía a la joven de pies a cabeza.
– eres Roberta mi hija.
– sonrió la joven y le contesto, no me reconoces papi así es soy tu niña Roberta armando.
– i tan cambiada, me gustaste, eres hermosa Roberta y debes saberlo.
– Tu madre, ya no hemos tenido intimidad, entiendes verdad. (ella movió la cabeza en forma de que si entendía lo que pasaba)
– Además, hermosa me acaban de avisar que me mandara de traslado a las islas marías.
– Que papa pero por que.
– Es que tengo tanto tiempo aquí, que ya era hora que me mandara a otro lugar, y por eso Roberta quiero hacer el amor con alguien.
– Y tú eres la mujer perfecta para mi despedida.
Roberta se quedo sin palabras con lagrimas en sus ojos, se dio la vuelta y se fue de allá. Don armando se quedo sin más palabras, a ver a su hija que se retiro, el hizo lo mismo. El hombre estaba muy arrepentido a ver la reacción de ella pero era normal para una joven de su edad y mas era su papa. (Maldita sea por que le dije ya no vendrá a verme soy un monstruo, eso estará pensando mi niña).
Pasaron unas semanas, don Armando ya se había dado por vencido pero su sorpresa fue enorme a ver a su hija en la fila de visita conyugar sus ojos se abrieron a ver a su nena, se veía distraída pero muy nerviosa, cuando entro la joven a la recamara que le toco estar con su padre al verlo rápidamente don Armando hablo.
– hija que pasa por que lo haces, si no querías.
– si padre no quería, pero la verdad no querías que te fueras así te quiero y si quiero que me hagas el amor.
La mujer empezó a desnudarse al ver don armando que cayo la blusa luego el pantalón de su hija creía que era una diosa, muy pero muy hermosa pensaba el hombre.
El hombre empezó acariciar los senos de su hija metía un dedo en su panochita estaba muy cerradita, cuando llego a la panochita su cara con esa cerradita panocha empezó a lamer ella gritaba y gemía por cada lamida de su padre no duro mucho cuando Roberta sintió un relámpago en su cuerpo y baño de jugos vaginales la cara de su padre.
– ahora sigo yo hijita.
Don armando se quito la ropa, cuando se retiro el pantalón, le salto su enorme pija. Un grito de Roberta asusto al hombre.
– Ho, que grande
– Que pasa hija.
– Es muy grande papi no me entrara soy virgen
– Que eres virgen, no te preocupes seré cuidadoso.
La joven se agacho y se metió el enorme pene de su padre, en su chiquita boca, el hombre acariciaba los senos de la joven sentía que la lengua se movía con mucho ritmo, mamaba los huevos del hombre, ya no podía mas levanto a su hija y abriéndole las piernas se poso arriba del cuerpo de la joven, dirigió su verga a la panochita de Roberta.
Comenzó a empujar no entraba mucho por el grosor de la verga del hombre, el abría mas las piernas de la joven, pego un empujón fuerte y entro hasta dentro de la joven, un grito desgarrador se oyó por todas la habitaciones del cereso, era imposible que los demás no se dieran cuenta, Roberta sentía mucho dolor, pero lo apuntaba, el hombre quedo paralizado cuando ve que su hija lo veía empezó a moverse despacio, las manos del hombre agarraba todo el cuerpo de la mujer centímetro a centímetro, la joven sentía que salía y entraba hasta el rincón mas sagrado de su cuerpo,
Roberta sentía que se movía muy rápido, ya no era dolor puro placer cuando pronto pego un grito la joven por segunda vez llego al orgasmo.
– Así hermosa dijo don armando
El hombre quería atravesar el cuerpo de su hija se movía rápidamente, era puro placer de pronto el hombre grito
– me vengoooo hermosa
Un grito de mucho placer estallo, Roberta sintió como se inundo su recién panochita desvirginada, se acostaron y se reían por lo que había sucedido.
El día llego y don Armando fue trasladado a las islas marías, pero su mejor regalo fue que su hija lo visitaba muy seguido antes que se fuera.
(Mr)
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